La idea de la creación y utilización de las hojas de estilo en cascada (CSS) surge por la necesidad de separar lo que es el contenido de las páginas web de su propia presentación.
Obviamente la utilización de hojas de estilo produce que el usuario, al navegar por el site, encuentre una página homogénea, con una continuidad visual perfecta. Existen dos formas de utilizarlas. La primera de ellas consiste en la introducción de la misma dentro de la página web en forma de líneas de código adicionales, mientras que la segunda aboga por la separación en un archivo aparte, enlazándola con un vínculo de hipertexto en la parte del encabezado del código de la misma.
A pesar de las posibilidades que presenta la utilización de hojas de estilo y la definición total de cada parte de la web, se recomienda simplificar al máximo (de nuevo), y no utilizar más de dos fuentes, y no utilizar, al igual que lo visto en el apartado Vista en plataformas, tamaños de fuentes en valores absolutos, sino utilizar porcentajes desde el tamaño de preferencia.
Finalmente se recomienda la utilización de una sola hoja de estilo para todo el site.