Los sistemas educativos modernos parecen haber
renunciado a valorar el esfuerzo personal como una componente intrínseca al
aprendizaje. Una psicología infantil más anclada en las concepciones
rousseuanianas y en el Psicoanálisis que en la observación y el conocimiento
que la experiencia nos aporta, son en buena parte los responsables de este
desenfoque o percepción distorsionada que tenemos del mundo del aprendizaje.
Y este desenfoque, bastante extendido en los distintos agentes de la
comunidad educativa (profesores, padres, autoridad educativa, editoriales,
etc.) se traduce en la facilitación excesiva de la tarea, en la minimización
del trabajo y esfuerzo del alumno, en la prolongación de la niñez más allá
de lo deseable y en una tardía incorporación en el mundo de los adultos, del
trabajo, de la responsabilidad, de la autonomía, de la independencia, etc.
Frente a este estado de cosas, pensamos que el
deseo de vencer la dificultad es una motivación básica y de primer orden en
la adquisición del conocimiento. La regulación y dosificación de la dificultad
del mismo, y no su anulación, es el verdadero motor del aprendizaje.
La endeblez del tratamiento pedagógico que damos al
aprendizaje desde los centros educativos, muchas veces a caballo entre la
resignación, el voluntarismo y la impotencia, necesita compensaciones
ajenas al sistema escolar que deben ser tutelados por la familia como
máxima responsable de la educación, y por tanto formación, del alumno.
En esta tarea de favorecer e implicar a la familia para
que asuma la parte del protagonismo que ha de tener en la formación de los
hijos, aparecen muchos imponderables que han de ser valorados y tenidos en
cuenta: falta de tiempo, nivel de conocimientos en determinadas áreas, etc.
No basta con la voluntad de hacer una cosa para que esta se haga.
Nuestra pretensión es favorecer el aprendizaje de un
tipo de conocimiento tradicionalmente difícil y complejo para el niño: las
matemáticas. Y cuanto antes comiencen determinados ejercicios de rigor,
análisis, estimación, contraste y verificación de la respuesta, mejor,
porque el trabajo temprano en hábitos de formalización del pensamiento,
potencia formas de razonamiento más elaboradas y maduras.
Presentación | Quién soy yo. | Ideas base | Objetivos | ¿Que es Mates? | ¿Cómo probarlo? |