No. 94 del 2 de diciembre de 2000

 

INDICE

Reportaje
Médicos tradicionales indígenas desamparados
Entrevista con:
Manuel Angulo Romero, dirigente estatal del expartido oficial
La Columna
Madrazo y el retorno de Azar
La taquilla
aquiy2.gif (869 bytes)Laura León embriagada... de algarabía Campechena

Médicos tradicionales indígenas, desamparados
Reclaman el respeto a sus derechos y un mejor lugar dentro de la sociedad
Somos acosados y acusados de brujos, charlatanes o sembradores de enervantes -acusan
• Con poca difusión celebran VI Encuentro Peninsular de Organizaciones de Médicos Indígenas
• Poca difusión por parte de instituciones
• Insuficiente atención institucional
• Proponen legislar sobre la protección a sus derechos

Por Jhaqueline Euán Pérez

 

¿Podrá cumplir Vicente Fox todo lo que se propuso en la ceremonia de asunción al poder? Es la pregunta que se hacen todos los mexicanos, al escuchar todas las maravillas que se propone este hombre que logró su sueño y el sueño de muchos mexicanos, sacar al PRI de Los Pinos.

Hay quien quiere ver las cosas como el rollo del vaso medio lleno o el vaso medio vacío.

A partir del primero de diciembre, cuando le pusieron la banda presidencial, con los "acabados" de Martha Sahagún, ya no es hombre de partido, no, es quien tiene en sus manos el destino de México como nación y quiérase o no, los mexicanos estamos en sus manos. Podemos y debemos ser críticos con sus audacias, con sus arrojos en pos de borrar más de siete décadas de conducción priísta, pero también debemos ser generosos con sus aciertos, que seguramente los obtendrá y si él sale airoso con su encomienda y le va bien, a México y todos los mexicanos, también nos irá muy bien.

Hay cosas que chocan en estos momentos, pero se lo atribuimos a las dosis de xenofobia que han quedado en la conciencia de muchos mexicanos desde la época de la colonia, cuando este territorio fue conquistado por los españoles. Quien cierre los ojos escuchando la discursiva del hombre del momento, y el acento "ceceado" del español de España -valga la redundancia-, el cual ya no cuida Fox porque ya no está en campaña y no tiene a quien convencer, provoca reacciones encontradas, pero prevalece la del "conquistado o conquistada", algo no tan agradable.

Choca también, el exceso de festejo, porque se nota acartonado, preparado, como producto, que es él mismo, de la mercadotecnia, y ya fue calificado por la columnista Katia D’artigues, como "Foximiliano de Absurdo", en referencia al Emperador Maximiliano de Hamburgo. Pero, es que también los priístas producían sus boatos y faraónicos guateques y no nos espantábamos, sería que no los publicitaban como Foximiliano, perdón: Vicente Fox, ni decían cuanto gastaban, pero que era o fue mucho mayor de lo que el nuevo presidente destinó a la pachanga y desde ahí iniciaban las construcciones de las grandes fortunas de las comaladas de millonarios que producía el sistema político priísta. Pero de todas maneras choca tanta melcocha, tanta miel, habiando tantas urgencias que resolver, tanta cursilería.

Haciendo uso de su, a veces tan preocupante, impulsividad y espontaneidad, está generando muchas esperanzas y los especialistas sostienen que no podrá cumplir todo, pero a pesar de esto ha prometido la Revolución de la Esperanza, cambiar todo lo malo que hay en este mundo mexicano producto del priísmo con la mentalidad de todo negro o todo blanco, sin matices.

Pero esa será la tarea del presidente Fox, y la tarea de los mexicanos será definitivamente colaborar para mejorar lo más posible, hay que ser generosos para tener reprocidad, hay que ayudar, hay que poner de nuestra parte, no ponernos rejegos, pero eso sí ser muy escrupulosos tanto para dar como para recibir, es decir, no cerrarnos, ser partícipes, pero también ser precisos y contundentes cuando haya que señalarle sus errores, que los tendrá, porque nadie, ni Fox, lo sabe todo.

Fox y su gabinete ha prometido mucho, pero también, no todo será color de rosa, se adivina un régimen persecutorio en cuanto a las tareas hacendarias, aumentos a los productos básicos, para poder tener "la palanca del desarrollo", hay que tener más dinero y de eso se encargará el secretario de Hacienda; pero eso también lo hacían los priístas, así que el cambio no será sustancial, sólo cambiará en el sentido que será más promocionado para hacer quedar mal al nuevo presidente y a sus colaboradores.

Preparado como producto que es de la mercadotecnia, Vicente Fox, llegó mentalizado para todo a la ceremonia de asunción; no se espantó cuando los priístas lo increparon, los trató -como buen cínico- de "chiquillos, ya cálmense" y ensayado o espontáneo, ese será el rasgo de su gobierno, sus errores y debilidades se convertiran en fortalezas. Vulnerable es, pero tiene el escudo de su carácter para sacar la casta y juega con ello y ese será el sello durante su periodo.

Como sea, no hay que ser muy optimista con sus promesas de cambiar el mundo. Será el primer paso tal vez, pero lo que sí, es que se debe ser positivos, tener la esperanza viva, ofrecerle la buena fe y tener la mentalidad de que no falle, pues como mexicanos no debemos querer que falle el presidente de todos, pero en caso de suceder, de que sea puro jarabe de pico, puro "bluf", como muchos piensan, pues existen los instrumentos para hacérselo saber y desde luego dentro de seis años conocerá el reproche porque los mexicanos ya saben la lección: el voto vale y ya veremos que nuevo mesías se construye con los dineros de un banco, como el de Roberto Hernández, que tiene el privilegio, suigéneris de, primero envolver a un presidente, para confeccionar a su sucesor haciendo a otro presidente.

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