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Al presidente municipal
de Tenabo ya no lo aguantan los habitantes de su municipio, y aunado a la falta de
atención en que mantiene las cosas que son de la responsabilidad de su cargo, es muy
posible que en las semanas futuras se vea obligado a enfrentar el estallido de los ánimos
de sus gobernados. Poncianito, como lo llaman en las cantinas del lugar, tiene su tiempo
dividido entre sus constantes adoraciones a Baco, Dios del vino, y a jugar
"chácara" en un patio de Tinún, y el tiempo que le queda libre se lo dedica a
escuchar los cuentos colorados que le receta el exdiputado Xool.
Como seguramente se puede recordar el
señor Narváez Moo se metió en muchas ocasiones en problemas debido a que abusó de sus
compañeros en las fechas en que se desempeñó como comisario ejidal, y entró en
maniobras en contra de la ley para llevarse a los bolsillos una buena cantidad de pesos,
según las acusaciones que los afectados le hicieron y que plantearon de nueva cuenta a
fines del año de 1998, sin que se le responsabilizara absolutamente de nada debido a que
haberlo hecho significaba, en esas fechas, ponerle la guillotina en el cuello. Si las
autoridades procedían de acuerdo con la legalidad Ponciano Narváez Moo no hubiera
resultado el candidato del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia municipal
de Tenabo, pero cuando en contra de
lo aconsejable se le impuso en la candidatura si se tomaban en cuenta las denuncias del
campesinado, entonces se le condenaba a perder la elección municipal.
Si una de esas dos situaciones se hubiera
dado Ponciano no sería el alcalde de Tenabo y el gran perdedor sería a estas alturas el
PRI, que lo postuló cuando se tenía conocimiento de que había abusado de los
ejidatarios con el manejo mañ
oso de la venta de tierras comunales, de donde se llevó una buena cantidad de recursos
que, meses más adelante, el Gobierno tuvo que entregar a la población que se vio
afectada, con el único fin de consolidar su candidatura y la presidencia municipal que
tiene en las manos, y que está dejando escapar sin que se de cuenta de ello.
Poncianito se ve que es un hombre mal
agradecido con quienes, desde el PRI y del sistema, hicieron lo que tenían que hacer para
mantenerlo en el cargo y que ya no pueden hacer más porque el alcalde, como el burro de
su compadre, no se deja jalar para que pueda salir de la barranca en que se encuentra y a
la que empuja al Ayuntamiento.
Fue desde los fines del año pasado
cuando el presidente municipal incrementó su ausencia en las oficinas del Ayuntamiento, y
poquito a poquito ha venido abandonando más sus responsabilidades, al grado de que si los
ciudadanos acuden en horas de labores al Palacio Municipal se encuentran con que la única
persona que fielmente acude puntualmente a las oficinas es su secretaria administrativa de
nombre María Julia. La pobre muchacha pasa las de Caín para intentar justificar la
ausencia de su jefe y de su equipo, ya que como dicen cuando el gato no está los ratones
hacen fiesta.
Los tenabeños a fuerza se tienen que
apegar al horario de oficina de Narváez Moo que es de 11 de la mañana a 13:00 horas, una
de la tarde, cuando se presenta al Ayuntamiento, y partir de esa hora no da un solo golpe
más porque no está dispuesto a dejar que le gane el cura y menos que se le vaya a
enfriar el chicharrón o que se ponga duro el castacán.
Hay también inconformidad contra
Narváez Moo porque desde hace algunas semanas está estrenando un carro último modelo,
cotizado en algo así como 250 mil pesos, y sigue ampliando la casa en donde siempre ha
vivido y otra que compró a fines de 1998, mientras que los empleados del Ayuntamiento,
lejos de recibir algún aumento salarial se sintieron muy afectados a principios de 1999
porque el alcalde ordenó aplicarles un descuento de entre 10 y 15 por ciento de sus muy
bajos salarios, ante esta situación los empleados que forman parte del Sindicato Unico de
Trabajadores de los Tres Poderes de Gobierno, Municipios y Empresas Descentralizadas, que
liderea Carlos Mauricio Sansores Pérez, se dejaron caer el martes de la semana pasada por
Campeche y acudieron a presentar sus quejas contra Ponciano ante las autoridades estatales
y ante su líder sindical.
El colmo de todos los colmos es que la
manifestación de inconformidad de los tenabeños la encabezó la propia hermana de
Ponciano Narváez Moo y amenazan con que de no resolver la conducta del presidente
municipal contra los trabajadores, optarán por crear una nueva agrupación sindical que
puede estar apadrinada por un partido de oposición como el PAN o PRD. |