Hoja 7 -  "El solitario Chéjov" -  por Pablo Sodor

Antón Chéjov

Anton Tsjekhov - Антон Павлович Чехов

 
Capítulo VI - El Escritor    
“Cuando Antón tenía la intención de escribir alguna cosa, siempre se encontraba de un ánimo especial; yo lo adivinaba. Hasta cambiaba su modo de caminar, su voz; andaba como ido. A menudo respondía a las preguntas fuera de lugar. En aquellos momentos tenía un aspecto desacostumbrado”, recuerda su hermana Maria.
Se levantaba temprano, al amanecer. Jamás escribía por la noche. Casi nunca quedaba conforme con lo que había escrito. Corregía continuamente lo que ya había pasado en limpio y volvía a corregir.
“El laconismo, -decía- no echa a perder una obra. No porque la goma sea grande borrará mejor”. Era todo lo contrario de Tolstoi. El reducía el texto ya escrito. Quitaba todo lo superfluo, los oropeles estilísticos. En carta a su hermana le confiesa: “Recibí una almohada con encajes. Los descosí”. Lo peor era que, una vez pasado en limpio el manuscrito, destruía el borrador. Sus amigos ponían el grito en el cielo. “Quítenle el manuscrito,- decían. De lo contrario, dejará en su cuento sólo que ellos era jóvenes, que se enamoraron, que luego se casaron y fueron felices”. Y él les replicaba: “¡Y sí, eso es en esencia!”.
Corregía sí los textos ya impresos, las reediciones de sus cuentos.
Llamaba “mi cancillería secreta” a la forma particular de trabajar los textos. Era muy celoso de sus obras y no permitía a nadie verle trabajar.

Chéjov con Máximo Gorki (Максим Горький) en Yalta, año 1900.

Chéjov, en Yalta (1900), junto a  Liev Nikoláievich Tolstói (Лев Николаевич Толстой).

A un joven escritor le aconsejaba viajar en tren, “pero, - decía- obligatoriamente, en tercera clase, entre la gente sencilla, de lo contrario no escuchará usted nada que valga la pena. Si de verdad quiere ser un escritor, mañana mismo saque boleto a Nizhni Nóvgorod. Y de ahí échese a navegar por el río Volga, por el río Kama...”
A la pregunta capciosa de un periodista descreído que la vida de los campesinos rusos fuera tan mala como Chéjov la describe en el relato “En el barranco”, el escritor le contesta:
“Describo la vida tal cual existe en las provincias; la conozco muy bien. Los mercaderes tipo Jrimin existen de verdad. Sólo que en la realidad son peores. A partir de los ocho años sus hijos comienzan a beber vodka y desde la más temprana edad se entregan al libertinaje. Ya han contagiado de sífilis a toda la comarca. En mi relato no toco este tema, pues considero que hablar de ello no es artísticamente literario”.
A Iván Bunin le aconsejaba que “después de escribir un cuento, convenía tachar el comienzo y el final. Es ahí donde más mentimos los literatos...Es menester escribir lo más corto posible. Hay que sentarse a escribir cuando uno se siente más frío que el hielo, cuanto más breve se profundiza más”.
Decía que cada escritor debía escribir para el teatro cuatro obras, como mínimo. El concibió seis. “Ivanov” es la primera obra teatral de Chéjov llevada al escenario. Tenía veintisiete años. De las obras escritas en Taganrog sólo se conservó «Безотцовщина» (“Orfandad”), hallada recién a comienzos de los años veinte, hoy conocida con el nombre de “Platonov”.
Un dato curioso, es el comentario que alguna hizo su amigo Tolstoi a quien admiraba y quería: "tus obras de teatro son aún peores que las de Shakespeare". Algunos meses antes de morir, Antón dedicó una hora para escoger el pantalón que se pondría para recibir al autor de Guerra y paz.
Con la publicación del volumen Cuentos variopintos (1886) consiguió llamar la atención de Suvorin (ver columna), director de la revista "Novoie Vrema", que le publicaría numerosos cuentos. Chéjov abandonó los seudónimos bajo los que publicaba habitualmente sus cuentos, y su nombre empezó a ser conocido en Moscú, lo cual lo animó a dedicarse con mayor profesionalidad a la literatura. Procuró que sus narraciones fueran más cuidadas y fue enriqueciendo su gama de personajes y ambientes, trascendiendo en cierto modo el humorismo inicial. continùa >>>

El fracasado estreno de  "La Gaviota"

En 1887 a causa de una debilitación de su salud, Chéjov viajó hasta Ucrania. A su regreso se produjo el estreno de su obra “La Gaviota”; que interpretó la compañía del Teatro de Arte de Moscú, tras una primera interpretación absolutamente desastrosa.
Escribió Arthur Miller: La catástrofe del estreno de La gaviota lo golpeó tanto, que corrió a tirarse en la cama, tapando la cabeza con una manta. (Una experiencia bastante común entre los autores teatrales...) Y el regocijo de muchos contemporáneos suyos frente al naufragio de la obra es un hecho dolorosamente reconocible. Además, y esto fue para mí otra sorpresa, Chéjov le tenía antipatía a Stanislavski como director. El "método" era, y sigue siendo, el mejor modo de asesinar la comedia, y para Chejov La gaviota era definitivamente una comedia. Arthur Miller (1915 †2005) - Diario La Nación - Buenos Aires, 1997
 

El Editor de Chéjov - El  hombre mas influyente del Imperio

Alexey Sergeevich Suvorin

Алексей Сергеевич СУВОРИН

(1834/1912)
Nace el 11 de Septiembre de 1834, en el seno de una humilde familia campesina de Korshevo. En 1850 se gradúa en la Escuela Militar de Voronezh y luego parte hacia San Petersburgo para ingresar en la Escuela de Artillería.
Con pocas perspectivas de alcanzar una carrera militar destacada, se dedico a la enseñanza y durante ocho años ejerció como profesor de Geografía en Bobrov y luego en su pueblo natal de Voronezh.
En 1861 redacto un Manifiesto de Emancipación (Moscú) y a partir de allí, su destino cambió. Escaso de dinero, regresa a San Petersburgo y consigue trabajo como columnista y crítico teatral del periódico (liberal) Sankt-Peterburgskie Vedomosti.
Suvorin, como muchos de sus contemporáneos se definía como liberal, pero con el correr de los años su visión fue cambiando hasta convertirse en un fuerte nacionalista.
Fue en 1876, ya conectado con grupos radicales, que crea y edita en San Petersburgo, el periódico gubernamental Novoe Vremya; y posteriormente (1877), compra una importante imprenta, que se convierte en poco tiempo en la mas avanzada de la època.
A finales del siglo XIX, Suvorin era un hombre muy rico, dueño de la empresa editorial mas grande en venta de libros e incluso era el dueño de varias librerías instaladas en distintas ciudades rusas. Tambièn de un teatro en San Petersburgo.

SUVORIN y Chéjov

En 1886, Chéjov se encuentra con el magnate periodístico Suvorin, quien le invita a escribir regularmente en su diario de San Petersburgo. Su amistad con el importante editor comienza a desgastarse por varias razones, terminando en 1898, debido a sus objeciones a la campaña anti-Dreyfus conducida por el diario.
La defensa que Chéjov hizo apasionadamente del capitán Dreyfus, el militar judío condenado fraudulentamente por el alto mando antisemita del Ejército francés, le creó a Chejov enemigos en Rusia. Sin embargo, segùn el biògrafo D. Rayfield. así como defendía a los judíos, al mismo tiempo los creía incapaces de compartir el alma rusa.
Además de ser el editor de Chéjov, Suvorin lo fue de F. Dostoievski, N. Leskov, L. Tolstoi (a quien logro salvar de la censura),  y otros importantes escritores rusos.

Derecha a izquierda: sentados P. M. Svobodin, y A. S. Suvorin. Detrás (parados) V. N. Davydov y Antón P. Chéjov  (San Petersburgo, 1888)

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