Cazadores Blancos: Writer's Corner |
Te necesito... por Kaori Capítulo 4: Sólo me interesa que estés bien Disclaimer: Weiß Kreuz © Koyasu Takehito and Project Weiß. |
Bueno, sinceramente, espero que les guste este capítulo, que por cierto, me costó mucho hacerlo..... ;_; **************** Espero que disfruten el capítulo!! n_n Capítulo 4: Sólo me interesa que este bien.... - Qué diablos...- murmuró el rubio desconcertado, mientras que se quedaba en el piso y tratando de localizar al menor rápidamente con la vista, al no verlo cerca, sintió desesperación. Le había prometido a los demás que lo cuidaría..... y ahora, sé le había escapado de las manos el asunto. Se levantó del suelo y comprendió lo sucedido - Maldición!!!! - exclamó con rabia - no!! tengo que buscarlo rápido... le puede pasar algo.... - su voz tomó un tono preocupado - ¿porqué ahora?.... La calle se encontraba vacía y el joven se echó a correr según el mandato de su corazón. Era lo único que podía hacer ahora, guiarse por corazonadas. Después de haber corrido aceleradamente un buen rato, y confirmando que su ya ex acompañante no estaba cerca, se detuvo en la acera. Las calles a esas horas estaban desiertas y se podían ver claramente las estrellas, debido a la escasa luz. - Bien.... ya lo perdí de vista... - suspiró aliviado - mmm.... ahora ¿dónde diablos estoy? El joven castaño miró para todos lados confundido y algo preocupado. Su instinto de asesino, lo llevó a hacer lo que hizo. Quizás hubiera sido mucho mejor permanecer juntos, para una mejor defensa, reflexionó tardíamente. - Que más da.... ahora lo único que tengo que hacer es encontrar a mi objetivo rápido, y estar alerta - murmuró, mientras que comenzaba a tiritar Casi por arte de magia y como si lo hubieran estado esperando a él precisamente, apareció un auto pequeño y oscuro. Disminuyó notablemente la velocidad, mientras que en el interior, se podían escuchar unos murmullos. - Miren, tenemos otra presa y parece que es linda.... - dijo una voz gruesa y media tonta, se podía deducir que era uno de esos hombres corpulentos sin cerebro - Jajaja! - se burló la segunda voz - no sé como siguen pasando jovencitas por este lugar... pensé que todos ya sabían de los secuestros de por aquí.... - Ya sabes como son de tontas algunas... bueno, lo mejor será que la atrapemos, antes de que se nos escape... - la tercera voz parecía ser de algún tipo de jefe, o algo por el estilo. - Bien..... ahí vienen - murmuró nervioso, mientras que se preparaba para colocar el pequeño aparato en el automóvil, mientras que lo demás, era sólo atacar o desaparecer. Omi pensó que todo iba a salir bien, estaba preparado, por si se necesitara, tenía dardos, no muy a la mano, pero los tenía. No creía en la posibilidad de ocuparlos, es más, casi subestimó a su enemigo, pensando que era una de esas bandas desorganizadas y con mucha suerte. Mientras que el auto disminuyó, y paró casi totalmente a su lado, tendió a caminar un poco más rápido de lo normal, e intentó ignorarlos, poniéndose en el lugar de las víctimas, y analizando que debía hacer, si fuera una de ellas. Se abrió la ventana lentamente, dejando ver a un hombre corpulento y con una sonrisa tonta en su cara, que trataba de dirigirse a su víctima. - Oiii! tu, jovencita... - dijo a la vez que miraba a Omi de pies a cabeza y babeaba, literalmente. - Mmmm? - murmuró Omi, ya sabiendo lo que le esperaba, girando su cabeza, y prestando toda atención al hombre. Mientras hacía eso, se acercó cautelosamente a la ventana de su interlocutor, y poniendo la mano en el techo del vehículo, pero siempre mirándolo, para despistarlo y adhirió el pequeño aparato, y finalmente, mostró una sonrisa involuntaria - Ya.... ya hice lo que tenía que hacer... ahora espero poder salir de aquí pronto... - pensaba Omi, alegrándose por dentro. - Es muy peligroso estar a estas horas sola... - el hombre se detuvo a pensar, lo cual le parecía extremadamente difícil - ¿no quieres subir al auto? alguien te podría hacer algo... - No gracias.... - dijo a la vez que le agregó una risita nerviosa y que volvía a la acera lentamente, de espaldas - puedo irme sola - No te muevas - amenazó el segundo con voz firme - Maldición... esto se está poniendo difícil..... quizás lo mejor es atacar - pensó al momento que se daba vuelta Se llevó una gran sorpresa, y disimuló para no mostrar su asombro y miedo. El auto se había detenido completamente y los hombres habían bajado. Dos de ellos tenían pistolas listas para atacar, mientras que el otro sólo observaba atentamente con una sonrisa dibujada en sus labios. No te muevas... - repitió el mismo - si no quieres salir herida... eres bastante atractiva, y me sería una gran pena tener que herirte Omi se tensó. Todo se había complicado y sentía que uno de los hombres se acercaban, y así fue. Un hombre se acercó a él y trató de agarrárlo por los hombros. Lo único que atinó a hacer, fue darle un codazo en el estómago, y darse vuelta. El hombre cayó, acarreando consecuencias. Lamentó su reacción, porque al instante después, el hombre armado le disparó. Otra vez gracias a sus instintos de asesino, se movió, tratando de esquivar la bala. No logró del todo, ya que a pesar de haber evitado que la bala le hiriera profundamente, esta le rozó la pierna, hiriéndolo. Salió un quejido de dolor de su boca, al mismo tiempo que cayó al piso. Omi estaba tranquilo. A pesar de todo, estaba tranquilo. Le asustó un poco pensar lo que le podía llegar a pasar, pero se tranquilizó. Después de todo, logró salvar a Yohji de esto. Sabía que algo iba a pasar, no sabía exactamente que, pero lo sabía. Agradeció a la corazonada que tuvo. Gracias a eso, no le pasó nada. Le gustaría haber tenido al rubio a su lado en un momento así, pero era lo mejor. Hubiera apostado todo, a que si Yohji hubiera visto esa bala, lo hubiera salvado, claro a costa propia, pero lo hubiera salvado. Por eso mismo hizo lo que hizo, y no se arrepintió de nada. El joven se sentía aliviado. Lo importante ahora, era que Yohji estaba a salvo, lejos del lugar y por lo menos, no estaba sufriendo ahora, pensó erróneamente. Dos de los hombre se acercaron lentamente. Mostraban sonrisas victoriosas y ojos con lujuria. Omi trató de arrastrarse lejos. No podía hacer más que eso. Sabía lo que iba a pasar y no quería quedarse para esperar. Mientras que veía casi en cámara lenta como se acercaba los dos tipos, su pierna sangraba, no mucho, pero en verdad dolía bastante. Ya sintió lo que venía. - Párate - ordenó uno - Oii, no la vas a hacer pararse, yo la puedo ayudar - dijo el segundo, al mismo tiempo que levantaba bruscamente a Omi por lo hombros, levantándolo del nivel del suelo. El mismo, la levantó con sus brazos grandes, e intentó meterlo en el auto con algo de delicadeza, pero manteniendo su mirada fría. Por supuesto que el bombay trató de soltarse, sin resultado alguno, pero tenía consuelo. Ya había pegado el aparato correspondiente, y tenía otro más consigo. Al instante lo arrojó al suelo. Si lo encontraban, iban a levantar sospechas. Lo mejor era hacer las cosas bien. Finalmente la desesperación se apoderó de él. No quería volver a revivir las experiencias pasadas. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Más desesperación. Comenzó a lanzar patadas al aire. Sabía que de nada le servía gritar, ya que talvez la persona que acudiera a ayudarlo, podría salir igual, o en peor que él. No quería entrometer a nadie. El tercer hombre le tocó las piernas, comenzando un tipo de masaje. Mientras que con la otra mano libre aminoró los gritos del joven. Omi sintió más desesperación. Comenzó más bruscamente a patalear, ya que con sus manos no podía hacer nada, el otro tipo las había atado fuertemente, hiriéndole las muñecas. Logró acertar otro golpe al hombre que abusaba, haciendo que gimiera de dolor. Vio que el mismo levantó la mano en señal de maltrato. Iba a hacerlo, pero fue detenido por el otro. - No, Matsuta, ya sabes que al jefe le gustan las chicas en buen estado... - murmuró con tranquilidad. - Pero, esta pe--- - No quiero oír nada ¿me entendiste? - interrumpió el mismo, que parecía ser el jefe -Si, señor - respondió por lo bajo, mientras que seguía mirando a Omi. Lo único que atinó a hacer, como venganza, fue atarle la boca con brutalidad, haciendo que saliera un gemido de dolor de parte del joven. - Arranca, rápido - mandó el segundo mirando hacia atrás. El auto partió y se alejó rápidamente. Mientras en agotante búsqueda, el playboy escuchó un disparo. Se imaginó lo peor. Corrió lo más rápido que pudo. No sabía si iba a alcanzar. Estaba angustiado. Si le pasaba algo a él.....
Llegó al lugar. Lo único que alcanzó a ver fue un auto alejándose. Ese auto alejándose.... Cayó al piso de rodillas y rodaron silenciosas lágrimas de angustia.
N/A: T_T no sé que hice!!! me estoy volviendo malita.... xP y eso que Omi es mi personaje predilecto..... ;_; Supongo que ya todos saben lo que sigue....ne?? si, ya sé que soy muy predecible!! ¿qué le voy a hacer? ¿Cuanto esfuerzo les va a tomar clickear el botón de abajo y comentar? No sean malos!!
|