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Cazadores Blancos: Writer's Corner |
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Te necesito... por Kaori Capítulo 5: En las manos del enemigo Disclaimer: Weiß Kreuz © Koyasu Takehito and Project Weiß. |
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N/A: Hi, hi!! ^-^ estoy aquí de nuevo! xD les pido perdón a todos los lectores, me he demorado considerablemente en este capítulo.... >< pero la espera vale!! No me he puesto las pilas como debería... seguramente es porque estoy de vacaciones... pero no se preocupen, que ya se me acaban T-T De nuevo les pido mis disculpas... >.< espero que este capitulo recompense lo que han esperado ^-^ Weiss Kreuz no es mío... ¿saben porque? Porque si hubiera sido mi creación, Omi hubiera salido más, Sakura no existiría y definitivamente, habría yaoi! XD ___________________________ Capitulo 5: En las manos del enemigo
- ¡¡¡Malditos bastardos!!! - gritó el rubio con furia, mientras que de sus ojos se escapaban lágrimas de enojo y dolor - si le llegan a hacer algo, les juro que van a pagar... les va a doler hasta el alma... ¡¡¡hasta el alma!!! - comenzó a golpear la dura superficie de la calle con sus manos repetidamente. No podía dejar pasar más tiempo. Luego de ver partir el auto, miró desesperadamente a todos lados. No había ningún taxi. Corrió y pasó unas cuantas cuadras. Sus ojos se esperanzaron al ver una moto en la calle, estacionado enfrente de un bar. - Bien... - murmuró algo exaltado, viendo que la moto estaba con llave. Arrancó sin pensar hacia donde estaba antes, y escuchó un grito desde atrás, seguramente el joven dueño de la moto, después tendría tiempo de devolvérsela, pensó rápidamente. Llegó al lugar donde inicialmente estaba el auto y siguió de largo. Miraba a todas direcciones, esperando ver cerca el auto. Desgraciadamente no lo vio. Estaba desesperado. No podía dejar que escaparan tan fácilmente y sin poder defender lo suyo. No podía permitir que unos desgraciado se llevaran algo tan preciado para él. Y siguió buscando. No pudo ver nada. Ni siquiera le tomó la patente al auto. Ni siquiera pudo reaccionar correctamente. Todo había sido un completo fracaso. Nada había resultado. Todo se despedazó. Se detuvo en una orilla, y lloró. No quería llegar a la tienda de sus compañeros con las manos vacías. No quería que le refregaran en la cara que había sido su culpa por descuidarlo. No quería sentir más dolor del que ya sentía. Por otro lado, tenía que informar inmediatamente lo sucedido, tal vez podían hacer algo más que él en ese momento... Buscó el celular desesperadamente. Lo encontró en su chaqueta, en el bolsillo interior. Buscó en sus menú, en la agenda, y comenzó a buscar el número. - Bien.... -murmuró nervioso a la vez que marcaba el numero de un celular. Espero y espero. Todo le parecía una eternidad... los segundos pasaban y se hacían eternos - Maldición... por favor, contesta.... -murmuró más agitado que antes. - ¿¿Moshi Moshi?? - respondió del otro lado una voz femenina - ¿¿Manx?? - - ¿¿Yohji-kun?? - pregunto la pelirroja - ahh.... konbanwa - agregó después de un instante - Manx... emm.... yo te tengo que decir algo... - la voz se escuchaba frágil y nerviosa - Ya lo sé - respondió la mujer con naturalidad - no tienes que decirlo - No... no creo que lo sepas... debes estar hablando de otra cosa.... - dijo el play boy confundido - Iie, ya lo sé todo, no te preocupes, sólo vuelve a la tiend-la mujer fue interrumpida por el fumador - ¿¡Como quieres que me quede así!? Tengo que hacer algo... esto es mi culpa.... no debí dejar que pasara... es mi responsabilidad... - decía mientras se trataba de sacar el nudo que sentía en la garganta - Ya te lo dije, Yohji, vuelve, yo me encargo de esto, ya sé que estas angustiado, pero déjamelo a mi, ustedes no pueden hacer nada - - Pero-fue el turno del rubio para ser interrumpido - Vuelve, es una orden - dijo la mujer con voz dura - no quiero que me desobedezcas, o si no, serás sancionado, recuerda que el que manda es Persia, no tu, Ja ne! - agregó dulcemente en la última frase y cortó la llamada. Yohji no sabía que hacer. Si bien le habían dado la orden, dudaba si debía acatarla o no.... Se sentía responsable de la situación... pero... si no obedecía, seguramente lo iban a echar... - ¿Y que importa? - murmuró para si, con algo de impotencia y rabia, mientras que había decidido partir en ayuda de su amigo. Se veía muy decidido, como si nada lo fuera hacer cambiar de decisión, pero por dentro estaba destrozado. Él lo sabía a la perfección, trataba de lucir como si nada hubiera pasado, como si todo fuera de lo mejor. Se subió a la moto que había tomado prestada y estaba dispuesto a partir, pero algo lo interrumpió. - ¿A dónde crees que vas? - preguntó una voz fría cercana a él Los ojos de Yohji se ensancharon enormemente a la vez que se le formaba otro gran nudo en la garganta. No quería voltear. No tenía cara para aquello. - Aya... ¿qué haces aquí? - preguntó el rubio mientras que le hablaba de espaldas - Vine a buscarte - respondió monótonamente el otro - ¿Dónde está Ken? - - Esta en la tienda - - ¿Por qué no vino él? Pensé que esa moto era suya - - Aa... ya lo sé, pero vine yo en su lugar, porque si te ve, te va a dejar en el piso, además de dejarte aquí mismo El mayor no respondió. Era verdad. Antes de salir, había hablado con Ken. Flash back - ¡Yohji! - llamó el ex futbolista - ¿Qué pasa? Ya me tengo que ir, no puedo llegar tarde a mi cita - respondió a la vez que se acercaba al otro hombre - No permitas que nada le pase a Omi, ¿me entendiste? - ¿Ehh? - preguntó desconcertado - Ya me escuchaste, Yohji, esto no me da buena espina... tienes que cuidarlo, porque o si no, no te perdono, Yohji, no te lo perdono - Bah, no tienes porque estar tan serio - dijo a la vez que le pasaba un brazo por la espalda y caminaba a la salida - Sólo es una salida - Ya estas advertido - agregó el ex futbolista más serio de lo normal Fin del Flash back - Tu igual tienes derecho a hacerlo - añadió finalmente después de unos segundos, a punto de romper en lagrimas - Ganas no me faltan, Yohji, así que no me provoques, además, ya estas en estado miserable, y más lo vas a estar cuando llegues allá - dijo el pelirrojo con voz aún más fría que antes, que parecía como si a él le doliera igualmente - Sube - le ordenó el menor Yohji soltó una carcajada sarcástica. - ¿Tu crees que voy a esperar? - agregó rápidamente - Y sabía que esto iba a pasar - murmuró el pelirrojo bajándose de la moto. Aya se dirigió hacia su compañero, que estaba de espaldas. - Mejor deja de insistir y vete, tengo algo que ir a hacer - sus ojos eran melancólicos - Desistir no es una opción - dijo Fujimiya al mismo tiempo que le pegaba un golpe el la nuca a su compañero. - Con eso no vas a lograr nada - dijo el rubio ya en el suelo y aturdido, tratando de pararse inútilmente. - Claro que sí, yo sólo cumplo con las órdenes - finalmente, el pelirrojo arrastró al mayor a la moto y partió. - Persia-san... ¿te sientes bien? - preguntó la pelirroja al lado del hombre con preocupación - Si... - respondió rápidamente sin pensarlo - Yo sé que esto te afecta... mucho más que a mi... mejor vete a descansar... - - Iie.... tengo que hacer esto yo.... no puedo dejarme llevar - dijo serio - ¿A quién vas a mandar? - - Al mejor que tenga - - Era obvio que dirías eso - declaró la mujer con una sonrisa - ¿Quién es? - Takigawa Suzue - Una pequeña pantalla al costado de la habitación se prendió, dejando ver una fotografía. La joven era delgada, no tan alta, tez clara, ojos violeta, cabello azul oscuro y hasta su cintura, parecía ser amable, la expresión de su cara era juguetona e infantil. - Nombre clave, Maine Coon, 19 años, estudiante de Medicina y esta entrenada desde los 8 años. Ya ha desempeñado varios asesinatos y misiones, mostrando excelentes resultados. No creo que te de problemas si la mandas a ella, parece estar hecha para esto. - Bien... - agregó Persia mirando los datos de la joven - Indícale su misión enseguida, no quiero pérdidas de tiempo. - Si - afirmo la mujer con una sonrisa en sus labios. Ella sabía que pronto tendrían al joven de vuelta. Salió de la habitación a paso acelerado y tomó su celular. - Bien... Persia-san la quiere - - Hai, ya la tenemos lista, ¿la mando enseguida? - pregunto un hombre del otro lado del celular - Iie, matte - dijo la pelirroja - quiero hablar con ella... - Si, sólo espere un momento, enseguida la comunico - - Arigatou - Manx tuvo que esperar alrededor de 5 minutos. - ¿¿¿Moshi Moshi??? - se escuchó una voz dulce del otro lado - Hola Suzue-san - respondió casi familiarmente Manx - ¡¡Manx-san!! - exclamó la peliazul inmediatamente - ¿cómo estás? Desde hace tiempo que no hablaba contigo - parecía que la joven le tenía mucho cariño, ya que su voz se suavizó aún más cuando supo con quien estaba hablando - Bien... Suzue-san, supongo que ya sabes porque te estoy hablando... - Si... pero que lástima que no fue por otra cosa - murmuró la joven algo triste - Si.. lo sé... he estado algo ocupada... - se disculpó - bueno.... creo que ya te han dicho algo de la misión - Sé muy poco - confesó - me dijeron algo vago.... - Esta es una misión de rescate, un miembro importante de uno de nuestros grupos de Kritiker fue secuestrado en una misión de reconocimiento - - Ahh... - murmuró la joven del otro lado - Supongo que ya sabes tu misión... te elegí a ti, porque confío mucho en tus habilidades, sin duda, eres capaz de completar la misión sin complicaciones, aunque espero que este en buenas condiciones, ya que no has estado en misiones desde hace 4 meses.... - dudó finalmente la mujer mayor - No te preocupes, gracias por confiar en mí - sonrió – ya estoy lista - Bien, te quiero en acción lo más rápido posible, no hay tiempo que perder - - Hai - exclamó la joven y cortó. - Ouch... - exclamó el joven recién despertando y sintiéndose completamente incómodo. Tenía las manos atadas a la espalda, le dolía la cabeza y se encontraba en un lugar oscuro y poco espacioso. Se sentía algo desorientado, la cabeza le daba vueltas y pronto recordó lo sucedido. Flash back - ¡Vamos, quédate quieta de una vez! – gritó ya cansado el hombre que sostenía a Omi. - Véndale los ojos – Ordenó el de adelante - Si... ya lo sé... – el otro hombre al otro lado de Omi tomó una venda oscura y se lo puso a Omi en los ojos, apretándole con fuerza. El joven castaño mandaba patadas para todos lados. Si iba a ir a alguna parte, prefería saber donde, y precisamente eso era lo que no querían sus captores. - Ya me estoy cansando... – murmuró agobiado el primero – esta chiquilla se mueve mucho, ya me a mandado 3 patadas – se quejó - Si, es verdad.... está molestando mucho... – susurró al oído del joven - No... eso no... no puedo dejarme tan fácil... – pensó Omi tratando de idear algún plan, pero definitivamente, ya había perdido las esperanzas de librarse. El segundo hombre tomó a Omi de la cabeza y la inclinó para abajo, eso si, con mucho esfuerzo, ya que el joven no paraba de moverse. - Suficiente – volvió a hablar el segundo, al tiempo de que le daba un golpe fuerte a Omi en la parte posterior de la cabeza, dejándolo sin conciencia. Fin del Flash back - Genial... – murmuró sarcásticamente el castaño, tratando de moverse, pero con el intento, recordó que tenía la pierna herida – no sé que diablos piensan hacer estos tipos – pensó después de unos minutos de silencio. Pasaron los minutos y Omi no sabía que hacer. Tenía la pierna herida, le dolía la cabeza y estaba maniatado, aunque ya no llevaba la venda de los ojos. De pronto el joven escuchó voces cerca. - Puedes hacer lo que quieras... – murmuró un hombre cansado desde afuera - ¿En serio? – preguntó otra voz masculina, y al parecer, estaba algo emocionada - Si... ya sabes... el jefe dice que te tiene más confianza, es como un tipo de premio...- - Ohh... – exclamo – que bien, entonces no me molesten... – se sonrió para sí. - Espera - - ¿qué pasa? – dijo dándose vuelta en dirección a su compañero - Quiero probar yo primero... – sonrió maniáticamente el otro - Pero... no se vale – exclamó enojado - claro que si... se me antoja, ahora vete lejos, no quiero que nadie me moleste, después vas tu... - Pero-- - Vete – ordenó algo enojado el otro El primer hombre se retiró algo enojado de la escena, dejando sólo al segundo. El joven de ojos azules no escuchó nada más, y se imaginó lo peor. Sus ojos se ensancharon sorprendentemente y se puso nervioso. No se quería mover ni un centímetro, y rezaba para que el otro hombre se alejara de allí. - Tengo que pensar en algo – susurró para sí el joven ya desesperado – no puedo permitir que esto vaya más allá, tengo que hacer algo... no voy a permitir que nadie me haga nada... – pensó obligándose a pensar en un plan. El tiempo corría lentamente. Omi escuchaba los pasos que se acercaban. Las memorias volvían lentamente a él, como un cuento. - Puedes hacerlo, vamos, confío en ti – ese era Ken animándolo en una de sus tantas misiones - De nada te sirve perder la calma, siempre tienes que mantener tu cabeza fría, y tienes que luchar por lo que deseas – Aya... ese era Aya, le hablaba y le daba ánimos... - Chibi, todo estará bien, ya sabes que te queremos, no tienes porque deprimirte – Yohji le hablaba... - No creo que tengas problemas... eres uno de los mejores, Omi – Incluso Manx.... Omi comenzó a escuchar las voces de su seres queridos... todos lo apoyaban... todos estaban con él... eso le ayudó, le dio más fuerzas. Un golpe lo hizo volver abruptamente a la realidad. La puerta de la habitación en la que se encontraba se cerró, y un hombre alto y algo moreno se acercó a Omi lentamente. - Tengo que mantener la calma... no tengo que demostrar que le tengo miedo... – pensó rápidamente mientras que apretaba sus grandes ojos azules. El hombre se acercó, y sin decir nada, levantó a Omi por los hombros. Omi lanzó un pequeño gemido a causa de su herida. Después con algo de bruteza, lo giró, dándolo vuelta, y sacó un cuchillo de su pantalón. - ¿¡Que diablos!? – N/A: Jojojojo! XD ¿qué les pareció? No tan mal... ne?? ¿les quedo suspenso? -____- ya lo sabía... no soy buena con el suspenso... quizás si traigo a Farfie... >=) Ya viene la acción.... algún día xD ¿qué le va a pasara a nuestro querido pequeño? Si ya saben, no digan! XD |