Poema 7
INCLINADO en las tardes tiro mis
tristes redes
a tus ojos oceánicos.
Allí se estira y arde en la más
alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un
náufrago.
Hago rojas señales sobre tus ojos
ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.
Solo guardas tinieblas, hembra
distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.
Inclinado en las tardes echo mis
tristes redes
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.
Los pájaros nocturnos picotean las
primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.
Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.