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DICIEMBRE
1999 En
Venezuela, claro. Política. Grandes dificultades. Religión. Secretos. Son
temas como obligados, sobrentendidos. La Constituyente redactó la nueva
Constitución. El Pueblo, “el soberano”, aprobó esa nueva constitución. La
naturaleza, una vez más, se hizo sentir con
furia y, como siempre, no estamos preparados para tales hechos. Los
interesados opinan sobre el tema, menos el “pueblo afectado”. De acuerdo con
la “nueva democracia” debería hacerse un referendo. ¿Sí? Los
“gastos”, por emergencia, son cuantiosos y no presupuestados. Hay que pedir
ayuda, recibir ayuda, rechazar ayuda y,
sobre todo, pedir prestado. Hay que endeudarse
y, casi obligatoriamente, ser, como antes de Gómez y después de él,
mucho más pobres y más endeudados. Los
directamente afectados, como ocurre en mi Estado Apure, desde tiempos
inmemoriales, son usados como bandera política, se les
exhibe cual trofeo, se les otorgan algunos recursos, siempre “dadas las
circunstancias” y el tiempo y el olvido los deja a su propia suerte hasta el
próximo año en la nueva “creciente” de los caños y ríos. El Estado no
tiene los recursos para resolver eso. Eso
sí, allá en Apure, se comentaba, en mis tiempos, al llegar el mes de Mayo, ¿quién
será el Moisés éste año?. Y los ingenuos nos preguntábamos ¿de qué se
trata?. Nada más y nada menos: el pueblo, con claro sentido común, en su
impotencia, en su desventaja, en su eterno secuestro
político, por quienes se auto califican de demócratas y ejercen el
poder en nombre de la “democracia”, sabía que un nuevo rico “aparecía”
cada año a costa de los “anegados”. Así de simple y sencillo. ¿Sucederá
lo mismo con esta desgracia de Diciembre del 99?. ¿Cuántos serán
los nuevos ricos, dados los volúmenes de dinero y el secreto de su
manejo?. En
el orden de prioridades, por no decir agenda, de quienes detentan el poder,
desde hace un año para acá, está la política en primer orden. Nueva
Constitución, nuevos poderes. Y, en la práctica, en lo cotidiano, en el día a
día, dónde está lo nuevo, lo satisfactorio, lo agradable, lo eficiente, lo rápido,
lo oportuno, lo diligente, cuando un ciudadano “pisa” una oficina pública,
¿dónde está?. Cuando
usted acude a la Jefatura de la Parroquia San Juan a sacar una partida de
nacimiento tiene que dar varios viajes. A informarse. Llegar a las 7 am. Rogar o
xx por un número para que le atiendan. Llevar papel sellado, estampillas y una
copia de la partida. Imagínese. Y la cola se forma a las 4 am., dada la
demanda. Y, sino, “padrino”. Y en todo caso la “misma” anterior.
Retrecheros, alzados. Impositivos. Así era antes y así es ahora. Y quejarse al
valle. Sin embargo la nueva Constitución en los artículos 28 y 51 dice otra
cosa. ¿Quién la hace cumplir?. ¿Más
de lo mismo?. ¿Qué está pasando con este gobierno?. ¿Es o no Gobierno?.
Llevamos un año “secuestrados” esperando los cambios en la cotidianidad, en
el día a día, en el quehacer. Presidente, parece que el único que oye, cuando
dejan que se le acerque la gente, es Usted. A sus colaboradores se les desconoce
cuando atienden y resuelven algo. Nunca están y la frase favorita es “no está”
o “no se puede”. Y quienes atienden al público, ay dios. ¡ Que Diciembre
del 99, Presidente!. Es necesario un cambio y pronto!.- Lic.
Nelson Maica C.
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