No. 89 del 28 de octubre de 2000

 

INDICE

La columna
El gran secreto
Reportaje
Más enfrentamientos en el PRI
El análisis
aquiy2.gif (869 bytes) Reconstrucción o caida de
    la izquierda política
La taquilla
aquiy2.gif (869 bytes) Noches de brujas
En el estado
aquiy2.gif (869 bytes)17 discapacitados en

    instituciones de educación
    regular

 

Noches de brujas
* Una mujer ambiciosa: Margarita Huchín, perdedora de la comisaría de Chiná
* Comenzaron las fiestas de Haloween, como preámbulo a los días de muertos
* "El otro rollo de Charlie", una estafa para no volver
* Una boda como mesa de intelectuales

Por Darinka Aimeé

 

Bien dicen que cuando se tiene el poder se aferra una con todo para no dejarlo ir. Y tal parece que eso está sucediendo con la líder de los locatarios y baratilleros del Mercado Pedro Sainz de Baranda, porque ya se eternizó en ese puesto y no deja que nadie penetre en él.

Pero también quiere abarcar más poder, porque apoyó en la candidatura de Margarita Huchín, a la comisaría del poblado de Chiná, y como perdió junto a toda su gente, entre quienes la vinieran a apoyar, la mayoría de ellos eran locatarios del principal centro de abasto, pues los ejidatarios del poblado dicen que "ella sí vive ahí", y -aunque no lo recuerdan- también tiene una casa en Kalá, y un local en el Mercado, donde vende ropa y accesorios.

Su hija Claudia igual tiene una casa que consiguió por medio del Invicam, y como siempre se ha ilusionado con ser gente importante pensó que si su mamá ganaba iba a ser respetada, cosa que ella no consiguió cuando fue reina del carnaval, aunque dicen que su reinado fue una imposición, pues habían otras chicas que lo merecían, pero desde entonces su mamá empezó a manejar sus influencias y si hubiese ganado por las buenas la comisaría, se hubiera respetado el voto.

Sabían que no iba hacer ninguna mejoría en el poblado porque se iba a dedicar a realizar otras actividades en lugar de resolver los problemas de los ejidatarios y a sus hijas nadie las iba a aguantar con sus egos enaltecidos y mirando a todos por encima de los hombros. La perdedora dice contar con el apoyo de la señora Dennis pues cree que con su apoyo puede lograr que se convoque a nuevas elecciones.

 

Más fiestas en octubre, como preámbulo a los días de muertos

Comenzaron las fiestas de Halloween. La primera a la que asistí fue la organizada por los chicos de la Escuela Fray Angélico. En pleno centro de la ciudad para ser más exacta, enfrente de la Iglesia del Jesús.

Los organizadores, José del Campo y Fabiola Pressuel, me comentaron que decidieron organizarlo ahí, para ahorrarse la renta del local, porque precisamente la casona, inmensa, es de una pariente de Fabiolita.

De verdad que había un alo de misterio que me encantó, la escenografía era verdaderamente maquiavélica, escalofriante, los encargados de ello fueron los inquietos Ricardo Chuc, David Canto, Daniel Sánchez y Darío Cárdenas. Mis felicitaciones, tienen su futuro asegurado.

El logotipo que había en la entrada fue un "Fraylloween" adornado con telarañas y demás aditamentos; ahí platique con José Aguilar y dice que siempre sí se regresa a estudiar en los Estados Unidos, pues en la temporada que estuvo becado hizo muchos amigos y le encantó el procedimiento de estudios que manejan en aquellas tierras.

Mi amiga Cinthya me invito a su boda con el ingeniero Ferrer, pero lo que mas me inquieto sobremanera fue que las mesas están divididas por secciones de un lado estaban los amigos de Gustavo Enrique y por el otro lado los amigos de Cinthya. Era verdaderamente de locura ver que la mayoría de los invitados no podían invadir el otro extremo del patio de la casona de los Ferrer, muy pocos eran los que se cruzaban de lado a lado. Me recordaron la boda de Guadalupe Loaeza y Ernesto Goldbard donde también existió esa diferencia por un lado estaban los perredistas Cuauhtémoc, Amalia, Rosario y Obrador y por el otro los priístas Silva Herzog, Miguel Limón y Rafael Tovar y de Teresa.

Verónica y su encantadora pareja Héctor también se van a estudiar, pero ellos a Canadá y, según las malas lenguas, aseguran no necesitar becas porque su talento habla por ellos. La fiesta se término casi al amanecer y los chicos no se querían retirar deseaban que la pachanga siguiera, pero Fabiolita les dijo que ya era tiempo de retirarse, pero en la noche podrían seguirla.

 

Una estafa, el bar "El otro rollo de Charlie"

Hace un mes más o menos me entusiasmé con un lugarcito llamado "El otro rollo de Charlie", un bar ubicado junto a los Cinemas Alahambra, cerca del malecón. Sin embargo, hace 15 días acudí con amigos míos al lugar, y vaya sorpresa la que nos llevamos: no vale la pena. Rectifico: es de lo peor que puede ocurrirle a cuatro solteros empedernidos que buscan las mieles de la noche refugiados en un bar que se ansía cálido.

Primero, exigen al cliente pertenecer prácticamente, a la realeza. Después, al entrar, resulta que son tan temerosos con quienes acuden a divertirse sanamente que cuidan cada movimiento que realizan, hasta para ir al baño. Por si fuera poco, no amerita el precio de las bebidas, aparte que cuentan con dos áreas: una selectiva -según los encargados exclusiva para "socios del club" y otra para el público "general".

A los "socios del club" -que resultaron ser estudiantes de preparatorias públicas de clase media con aspiraciones burguesas- suelen ubicarlos en la planta alta y, el resto de lo que seguramente consideran la plebe, abajo.

Total, jamás hubo las parejitas gay de las que llegó a rumorarse, ni las o los solteros en busca de diversión pues, éstos, se encontraban en otros lugares con mejor atención y más atractivo. Luego de una hora lamentable en el lugar, los muchachos y las muchachas "del club" estaban más que ebrios y poco faltó para que se cayeran de las escaleras.

Mientras tanto, abajo, los únicos clientes fuimos los cuatro solteros que cuando caímos en cuenta de la estafa de lugar, salimos huyendo hacia otro mejor sitio. Lástima de lugar, recomiendo a mis buenos lectores no acudir a ese tipo de sitios y gastar mejor su dinero en donde valga la pena aunque digan, a la inversa del refrán, "más vale bueno por conocido que "El otro rollo...", perdón, malo por conocer".

 

Una boda como mesa de intelectuales

En la boda de Cinthya Álvarez y Gustavo Ferrer estaban, por un lado los Velázquez, López y Chablé y por el otro los Ramírez, Huchín, Pérez y Linares. Me sorprendió la amabilidad de los desposados para convivir con todos los invitados, eran los únicos que pasaban de mesa en mesa. Parecía la mesa de los intelectuales, por las riñas.

Invitaron a todos sus amigos pero entre ellos hay cierta diferencia y por eso habían decidido ponerlos por separado para evitar que la sangre llegará al río. El menú estuvo exquisito: pechugas de pollo rellenas de crema de calabaza, complementadas con crema de cilantro y costillitas de ternero aderezadas con salsa verde; el postre fue helado de mango frío.

En la boda bien, Loaeza y Goldbard, amenizó la fiesta el vocalista del grupo norteño Los Tigres del Norte. En el caso campechano, de Ferrer y Álvarez, quien amenizó fue la cantante de moda Paola Manrique, cuya amabilidad fue difícil de creer.

Me despido de ustedes deseándoles que pasen un fin de semana sensacional. ¿Será cierto que el hijo mayor del Presidente Zedillo anda de novio con una colombiana?, o es pura publicidad de fin de sexenio.

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