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GUIA PARA GOLOSOS
Por :Garganta de Lata
Entre los atractivos
que Campeche brinda a sus visitantes y, por supuesto, a algunos de sus moradores está el
de poder combinar la exquisitez de su cocina tradicional, combinada en algunas ocasiones
en algunos establecimientos del ramo, con sitios históricos; con bellos paisajes o, en
algunos casos también, con un servicio esmerado aunque hay que reconocer que la
combinación de los tres es, generalmente, escasa.
Por supuesto, hasta el momento no hemos podido encontrar alguno
que reúna estas características, pero hay errores que son susceptibles de corregir con
la buena voluntad de sus propietarios, que no siempre comprenden debidamente el valor que
tiene para el desarrollo de sus negocios, el poder combinar buena comida, buen servicio y
accesibilidad en los precios.
Este seria el caso del restaurante "Campeche" que no
sólo posee mucha experiencia en el género, ya que tiene varias décadas de establecido,
sino que, a juzgar por lo que pude ver, sigue en una total reestructuración y hay ahora,
un espacio más grande como para dar servicio a casi un centenar de personas al mismo
tiempo.
Sin embargo, al parecer, al propietario no le interesa mucho el
tener lleno el sitio, ya que, al menos en la mañana, sólo tiene un mesero para atender
todas las mesas que son como 21, lo cuál resulta de lo más ilógico ya que, como han
dicho conocedores del asunto, una sola persona no puede atender más de ocho mesas
máximo. El resultado es que el cliente tiene que esperar un tiempo más o menos largo,
para ser atendido.
Al menos, en la ocasión que pude ir a disfrutar de la cocina
campechana, de la que este sitio siempre ha presumido o al menos tiene fama de su cocina,
el mesero nos advirtió que tendríamos que aguantarnos un tiempo suficiente para que
pudieran preparar los alimentos de una veintena de personas que allá se encontraban
tratando de desayunar a media mañana.
El menú es muy amplio, según pudimos darnos cuenta, pues se
ofrecen no sólo los conocidos sándwichs, tortas, huevos al gusto y bebidas calientes y
frías (se incluyen también cervezas y licores de acuerdo con lo que vimos en la carta),
sino también platillos especiales como Camarones a la Plancha o al Mojo de Ajo, Pámpano
en Verde o Empapelado y otros guisos de tipo más casero.
Con la advertencia del mesero, tuvimos que ignorar el resto del
menú y nos limitamos a pedir un desayuno "campechano", que consta de huevos
estrellados con salsa guisada de tomate, frijoles refritos, un juguito de naranja y una
taza de chocolate caliente, a la que añadimos un flan y un refresco de frutas, pagando un
total de 32 pesos, con lo que pudimos darnos cuenta de que sus precios son bastante
económicos.
La premura del servicio nos impidió analizar mejor los precios
de cada platillo, pero si pudimos darnos cuenta que el platillo más elaborado no llega al
centenar de pesos, incluyendo los camarones que fluctúan entre los cocteles sobre 15
pesos o algo así o un pescado que no pasa de los 50 pesos. Esto es, los precios son muy
accesibles.
El local además, luce bastante limpio teniendo en cuenta que
presta servicio hasta poco más de la medianoche, aunque los sanitarios -muy pequeños por
cierto- adolecen de la limpieza que se requiere en este tipo de lugares y, aunque no
pudimos curiosear en la cocina, creemos que allá sí debe haber mayor limpieza, pero
también carecen del personal suficiente para brindar un mejor servicio.
Entre las cosas que podríamos abonar al restaurante
"Campeche", amen de sus famosos guisados (al parecer al mediodía tienen
también "comida corrida" o un "guisado del día") es, aparte de su
horario, su limpieza y sus precios accesibles, sin contar el televisor de 26 pulgadas para
hacerle menos pesada la espera, es la vista de la Plaza Principal, nuestra bella Catedral
y parte del Lienzo Amurallado.
Por otra parte, el "Campeche" está establecido en la
casa que fuera de don Junto Sierra, como dice una placa conmemorativa, lo cual le da
incluso un valor histórico. Claro que esto sólo es aplicable al turismo que nos visita,
porque es sabido que a los propios -acostumbrados- a verlo todos los días, prácticamente
no nos dice nada o no tiene demasiado atractivo.
Con un poquito más de interés en mejorar el servicio, tal vez
el "Campeche" se vería más concurrido y podría, dentro de su categoría, ser
uno de los mejores de esta capital, aunque hay que reconocer que tiene bastante clientela
fija, sobre todo de "cafeteros" que gustan ir a charlar a determinadas horas del
día. Pero desde luego, si tienen en cuenta, estos señalamientos, podría mejorar aún
más. |