I

as alas se endurecen,
las alas de piedra se rompen,
las alas de fuego se extinguen
mientras velan tus sueños,
mientras cuidan tus recuerdos,
mientras oyen tus palabras,
mientras te vas quedando dormida

Y en tu desvanecimiento
caminé al cementerio
y vi a un ángel que me recordó a ti

Me tomó las manos
y sentí el calor de tu cuerpo.
Me miró a los ojos
y vi en ellos tu llanto.
Me habló al oído
y tu voz surcó mis entrañas.
Toqué sus labios
y saboree lentamente tus besos.

Me enseñó sus alas
y sentí como,
poco a poco,
nos íbamos muriendo...

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