I
as alas se endurecen, las alas
de piedra se rompen, las alas de fuego se extinguen mientras velan tus
sueños, mientras cuidan tus recuerdos, mientras oyen tus palabras, mientras
te vas quedando dormida
Y en tu desvanecimiento caminé al cementerio y
vi a un ángel que me recordó a ti Me tomó las manos y sentí el calor
de tu cuerpo. Me miró a los ojos y vi en ellos tu llanto. Me habló al
oído y tu voz surcó mis entrañas. Toqué sus labios y saboree lentamente
tus besos. Me enseñó sus alas y sentí como, poco a poco, nos íbamos
muriendo...  
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