EL RINCON
Comenzar el día con buen
pie Cuando las cosas empiezan a salirnos mal, y vemos que nuestro día se ha caracterizado por una seguidilla interminable de malos sucesos, tendemos a decir "hoy amanecí con mal pie". En efecto, por lo general esto sucede cuando tenemos una gran cantidad de carga negativa provocada por emociones contrarias, pensamientos obscuros, molestias, rabias, enojos, en fín, con cualquier sentimiento o pensamiento que tienda a turbarnos el estado de ánimo, mismo que nos acompaña durante todo el día y todos nuestros actos, dejando su huella. Pueden intentar lo siguiente. Si tienen el hábito de tomar un baño antes de salir de la casa en las mañanas, bendigan el agua con la que lo van a hacer. ¿Cómo?, es muy sencillo. Antes de entrar en el baño (entiéndase ducha o tina), cierren por un momento los ojos, y concéntrense en su Cristo interno, en esa chispa divina que Dios les ha regalado y que tienen en su interior en espera de que la reconozcan. Visualicenla intensa, luminosa, radiante, conectada en forma directa a Dios. En ese momento, soliciten lo siguiente:
Cuando lo hagan, sientan como son bañados con pura luz, pura energía divina, le son recargadas sus baterías, y todas las miasmas con las que han cargado hasta el momento antes de entrar al baño, se van por el sumidero. Sientan como son inundados con las virtudes que han solicitado a Dios, y sobre todo, haganlo con "Fe", entendiendo como "Fe" la plena certeza de que esto será así, todo lo contrario al temor. Al pensar siquiera un milisegundo en que "Esto es una charlatanería", están emanando un decreto que será escuchado por todo el Cosmos, y les será atendido sin vacilar. No se pueden tener dudas en esto. Luego, al salir de sus casas, es recomendable que de igual forma eleven una oración al Padre. la oración es un medio poderosísimo para que se nos cumpla todo lo que anhelamos, pero de igual forma, tiene que hacerse con absoluta "Fe". Esta oración pudiera ser similar a la siguiente:
Con esto están pidiendo que absolutamente todo lo que hagan, piensen o digan durante el día, estará intimamente ligado con el pensamiento Divino, y Dios les dará una ayuda invalorable para evitar en lo posible malas situaciones, "meter la pata", en fín, que todo se canalice por Su gracia. Además, le están solicitando algo muy importante, y es que esa energía divina pueda ser canalizada a través de ustedes e irradiada a todas las personas que estén a su alrededor. Esto ayudará a todas estas gentes, y además facilitará y suavizará sus relaciones con los demás. Claro, tal vez vean que pasa el día y nada ha cambiado. Siguen de mal humor, y las cosas continuan marchando por mal camino, y sienten que la gente que se tropieza con ustedes tampoco anda como de muy buen humor como para ser irradiados por una pequeña chispa que han encendido dentro de ustedes, a la que sienten como la pequeña llama de un encendedor. Esto último siempre les sucederá, si a pesar de seguir estos consejos, insultan al primer chofer que se les atraviesa en la vía, o al primer inconsciente que se les adelanta en una fila. ¿No sienten como una sombra negra los inunda de pies a cabeza cuando hacen esto?, me imagino que sí, y eso es exactamente lo que pasa. En un segundo, nos hemos encargado de sacar de nuestra alma todas las cargas positivas de la mañana, e inundarla de cargas negativas. Estas oraciones no son una receta de cocina. Cuando hablen con Dios no es necesario que utilicen palabras determinadas, tachadas como "Mágicas" y "Unicas" por algunas religiones y sectas. Es cierto que si hay palabras "especiales" y "mantrams", pero es un tema extenso que no vale la pena abordarlo en este momento. Lo importante es que cuando hablen con Dios, sientan que lo hacen a través de su chispa divina, intimamente ligada a su corazón, su alma, su mente. En otras palabras, "Cuando hablen con Dios, no repitan como Pericos. Háganlo con todo su Corazón". Vean a Dios como el mejor de sus amigos, y no como alguien que los recriminará y castigará si se llegan a equivocar. |