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APOSTASIA
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Una de las cosas que debemos aclarar antes de entrar en la denuncia principal es la definición de esta expresión que no es muy conocida pero como veremos luego la comprensión del concepto que ella implica puede llegar a ser la llave para entender claramente el problema al que estamos enfrentados. La palabra en cuestión es Apostasía. |
No es común el uso de este término. Normalmente aprendemos a usar esta
palabra, cuando tenemos relación con alguna religión. Probablemente sea
desconocido su significado, porque donde se ha usado y se sigue usando el
término casi con exclusividad es en ámbitos religiosos. Allí es donde se
utiliza para expresar la condición o el estado de quién abandona una religión,
sea para pasar a otra o a ninguna.
Veremos que
este uso del termino "Apostasía" que le dan las religiones cristianas
no tiene relación con el concepto bíblico. Que la aplicación que le da el texto
sagrado está referida al contexto de un pueblo y no el de individuos. Que está
dirigida a los lideres y pastores corruptos de la cristiandad y no
indiscriminadamente a cualquier mortal que está en el proceso de cambios necesarios
en la búsqueda de la Verdad.
Veremos que
se desvirtúa este término con el objetivo de acusar a víctimas del delito que
cometen los victimarios; para someter al hombre y no para iluminarlo. Todo esto
constituye otro síntoma más de la Apostasía que sufre el Cristianismo,
Veremos la
importancia que tiene comprender este concepto para poder entender otras cosas.
Descubriremos que, si bien la palabra es desconocida, el concepto
"apostasía" es de utilidad para poder comprender hechos y conductas
del hombre en cualquier terreno de la actividad humana.
Será fácil de ver en
actitudes cotidianas, en hechos comunes de la vida, y a lo largo de toda la
historia humana, las relaciones y principalmente el parentesco demasiado
cercano que existe entre "apostasía" y los conceptos de Corrupción y
Adulteración de la Verdad. Que no se limita únicamente al ámbito de las
doctrinas espirituales, sino que, entendiendo y partiendo del concepto
correcto, podremos ver que bajo la superficie de aparentes conductas normales, se
esconde una inconducta muy humana, propia de la cultura de este planeta y
estrechamente ligada y enraizada con el porcentaje de
corrupción admisible, es decir, con la dosis de mentira y adulteración de la
verdad que nos permitimos tener y tolerar. Esta es la medida y el porcentaje
que decretamos y admitimos como mínimos indispensables para desempeñarnos en la
vida de acuerdo a nuestra manera terráquea de ver y entender las cosas.
Apostatar según la óptica del diccionario (Español - Católico), y según la
versión y el modelo que tomemos, significaría:
APOSTASIA Negar la fe. Desvío de la fe original. Abandonar las creencias en que uno ha sido educado. Por ext., Abandonar un partido para entrar en otro, o cambiar de opinión o doctrina. |
Podríamos
traer más definiciones, pero creemos que éstas son suficientes para tener una
idea, empezar y acercarnos a la esencia de lo que se desea expresar cuando
hablamos de Apostasía.
Si hacemos
un análisis de las definiciones que da el diccionario español, observamos que:
¿Por qué?
Primeramente porque es definido por La Academia
"Española" .
Luego porque bien se sabe que toda la cultura de España,
fue fiel al Papado Católico, desde la edad media aún hasta la muerte de Franco,
adherencia de la cual todavía hoy día no se puede desprender.
Porque en España y en todas sus ex colonias, "ser
cristiano" era y todavía es "ser Católico". Quizás no
tengamos en claro todavía, que toda la cultura Hispánica, aunque no lo desee,
es profundamente Católica, aun cuando alguno se declare no religioso.
Entonces tenemos en este caso particular que cuando se
dice: negar, desvío o abandonar, se debe leer: " negar el
Catolicismo", "desviar del Catolicismo a otra religión" y/o
"abandonar la iglesia Católica".
De esta manera, así expresado, suena más de acuerdo al
concepto real, que estaba en mente al dar la definición y editar el
diccionario, de los herederos de la cultura que dejo la inquisición española
tras largos siglos de poder político y dominio cultural.
Aun cuando la Academia del
idioma español oculte la fuente de dichas definiciones, lo que no puede
esconder es que:
Son definiciones
extorsivas y represivas de alguien que apela a la fuerza del miedo y la
extorsión con temor, antes que a la enseñanza amorosa del maestro sabio.
Corresponden más a amenazas y promesas fáciles de infiernos y torturas eternas,
antes que el trabajo perseverante y el esfuerzo continuo para conseguir la
verdad y la luz que nos ilumine. (DyC 121)
Hombres que, al no tener
poder espiritual real, o sea al carecer del conocimiento real de la verdad,
(como lo poseía el Gran Maestro que es lo único que otorga la autoridad para
convencer y disuadir al hombre), irresponsablemente se largan a dar definiciones
falsas con fines más políticos y comerciales que espirituales.
(2Pe.2:10-15.)
A éstos corruptores de
la Verdad, pocos le ha interesado la salud espiritual y mental del pueblo, (2Pe.2:2-3.)
sino
que con la definición, enseñanza y práctica de este concepto de apostasía, han
buscando amedrentar a sus presos espirituales, para que desistan de todo
intento de liberarse del cautiverio impuesto, primero con extorsiones
espirituales y mentales, amenazas físicas y luego también a punta de espada.
Como estaban bien
conscientes de que las almas al ser tratadas así, y sentirse disconformes con
semejante imposición, no dudarían en alejarse de este yugo ante cualquier
oportunidad que se les presentase, solo les quedaba dominar y retener sus almas
con el miedo, convenciéndolos de que al intentar abandonar "la creencia
original", "la creencia de sus padres", entender cualquier otra
cosa que no sea lo "la que iglesia decía", o tan solamente
"tener una opinión diferente", irremediablemente esta acción de
escape les abrirían las puertas del infierno, para tragarlos vivos en el
momento que osaran pensar, hablar o ejecutar algunas de estas cosas.
Unas de las claves para
mantener este dominio por tanto tiempo, es el "lavaje de cerebro" que
este concepto de "apostasía" inyectado en lo profundo del
inconsciente, provoca sistemáticamente en nuestra sangre o mejor dicho en
nuestra memoria genética, instalando en ella nuestra propia, persistente y
complaciente justificación de toda esta corrupción.
Autoalimentado y cuidado
por nuestros propios miedos, este virus que mata todo intento de libertad y cualquier
principio de creación y evolución del alma humana, fue martillado a través de
siglos con tremendo éxito, por los socios religiosos de los poderes reinantes y
con las atroces consecuencias culturales que están a la vista (sí es que
podemos darnos el lujo de entenderlas). (DyC123:7-8)
Llaman la atención, por
la prepotencia poco "cristiana" de la iglesia para imponer dicha
definición en un diccionario, así como otras tantas (que no trataremos en esta
oportunidad), y de esta manera entorpecer el correcto desarrollo de la
educación, alterando y manoseando principios básicos de inteligencia necesarios
y fundamentales, para el crecimiento humano.(2 NEFI 20:1)
No dejemos de reconocer
también la "poca dignidad y personalidad" de los señores editores, al
dejarse atropellar tan fácilmente por la mafia de sotana o por su propia
estupidez genética.
También nos da escozor
la "poca valentía" de los clérigos que no completan la frase, cuando
definen: "Negar la fe"; ¿Porque no son más hombres y expresan sus
pensamientos completos? diciendo lo que según sus creencias deberían escribir:
"Negar la fe Católica", "Abandonar la creencia Católica de los
padres", "Abandonar la iglesia Católica, por otra". ¿acaso no es
esto lo que los curas le repiten a los que son bautizados en otra iglesia?
Llegamos a la conclusión
final, de que durante siglos estos señores feudales, nos han dominado con
licencia para adulterar la ley, permiso para enseñarnos tales falsificaciones,
y vía libre para torturarnos y matarnos si osábamos darnos cuenta y expresarlo.
Ningún hombre o grupo de poder sobre la tierra despreciaría tanto poder junto.
Pero el arma más
refinada y diabólica es esta sutileza que tenernos de ser atrapados en una
cárcel, siendo nosotros mismos nuestros propios carceleros. Esto es lo más
peligroso que implica este concepto de Apostasía Versión Católica.
Estos son los monstruos del océano en la Edad del
oscurantismo. Monstruos imaginarios, que no existían en verdad, pero lo
suficientemente reales para nuestra mente tal que no nos permitían atravesar el
mar.
Si Israel tuvo "Miedo a la libertad" propuesta
por Moisés, nosotros lo superamos ampliamente; quedamos con "Terror a la
libertad". y "Miedo al Conocimiento"
El entendimiento claro de este concepto, constituye la
llave del candado y la puerta de salida misma para la liberación humana de la
cultura dominante.
Si no lo logramos liberar la puerta de nuestra alma de
este candado que la mantiene clausurada, permaneceremos prisioneros, siendo
nosotros mismos los carceleros. Si por el contrario logramos forzar el cerrojo
y abrir, esta es la puerta principal que nos conducirá por fin a toda la
libertad buscada por la humanidad. (DyC 123:12)
¿Ya que nos animamos a escribir definiciones, porque no las hacemos más
claras y precisas, como las haría un hombre de verdad?
¿Tenemos
miedo a las definiciones claras? ¿A quién le tememos?
¿No debemos
hablar tan claramente para no ofender la susceptibilidad de las otras
iglesias?. ¿No debemos atacar con violencia, a los que en secreto denominamos
peyorativamente: los "herejes protestantes", o los
"judíos asesinos de Dios y de los profetas"?
¿O quizás
porque en definitiva verdad debemos callar, no por el respeto y amor, sino por
el "pacto de no-agresión" entre socios y copartícipes del
mismo negocio?
Permítanos
ahora explicarles, señores "Explicaciones Turbias", que al gran
problema que vosotros causasteis, se le ha unido la confusión de los señores
que vosotros no queríais ofender, es decir que a vuestros queridos pastores
protestantes, se les ha ocurrido tomar en sus manos la misma basura que
vosotros habéis creado. Digamos que para los muchachos reformistas del norte,
no han hallado mejor explicación para la palabra Apostasía, que la definición
del diccionario impuesta por la iglesia Católica, y la usan de la misma manera
en que la inquisición lo hace, o sea en forma intimatoria y represiva.
Cuando hacen
esto, gentilmente se olvidan de su origen pobre y justiciero, y asumen el papel
aburguesado y corrupto que objetaron en vosotros, en tiempos de su rebelde
nacimiento. Reniegan de sus raíces y asumen que lo que vosotros definisteis en
corrupción, bien definido está.
Los
pobrecitos, no entienden que de esta manera sus primitivas críticas a vosotros,
al ser juzgadas por esta ley deben ser consideradas Apostasía; por lo tanto
podemos llegar a la conclusión, que ellos de esta manera, al aceptar la
definición Católica, aceptan y dicen de sí mismos, que son apostatas desde su
origen.
Por supuesto
que ante semejante acusación correrían a verificar la ley que los condena, y
tratarían de dar otra explicación de la misma, contradiciéndose seguramente
como es muy común en ellos
¿Será así,
el concepto de la palabra "apostasía", que la divina sabiduría trata
de darnos a través de las escrituras? ¿Tan chato, tan sectario, tan de partido
político, tan contradictorio con la libertad de buscar la Verdad?
Definitivamente
no encaja con un Dios Universal, inteligente y justo.
Con todo
esto, quizás y todavía no entendamos lo que significa Apostasía, pero creo
estaremos de acuerdo en que lo que hemos analizado hasta ahora nos sirve para
sí comprender por descarte, lo que "no" significa apostatar.
Cambiar uno
o varios puntos de vista, no tiene que ver con esto. El cambiar de punto de
vista es parte casi inevitable del proceso de búsqueda y aprendizaje en
cualquier estudio que se encare con seriedad.
Es más
cualquier Iglesia incluyendo La Católica, cuando nos predican, cuando nos
desafían al arrepentimiento, nos piden expresamente que cambiemos nuestro punto
de vista,. y ¿que es el arrepentimiento sino un "cambio" real y
profundo?.
¿Podría
arrepentirse alguien que no estuviera dispuesto a cambiar su punto de vista?
Podríamos
decir aquí también que "el cambio de hábito no hace al monje, ni bueno ni
malo"
Definitivamente cambiar
de religión o de iglesia no es la idea de lo que se quiso expresar
originariamente. Probablemente debamos buscarla la definición en otro lado.
Nos proponemos mostrar que lo del diccionario no tiene nada en común
y es diametralmente opuesta a la definición y uso que la Biblia expresa y
enseña sobre este mismo tema. Deberíamos suponer con todo el derecho que la
Biblia como palabra autorizada de Dios, tiene mucho más validez en las
definiciones, que la palabra de cualquier mortal, sea lo que sea, y sin
importar de lo que se disfrace para explicarnos sus mortales pensamientos.
Cuando
estudiamos el texto bíblico, confrontándolo con las definiciones de las
religiones, también nos encontramos con la desagradable sorpresa, de que
efectivamente existe una distancia abismal entre el concepto doctrinal de la
escritura y el concepto político que los sacerdotes esgrimieron para dominar
mente, espíritu y alma.
.. Veamos
estos versículos que son los únicos en todo el texto, donde aparece la palabra
JER 2
19. El Señor Jehová de los Ejércitos dice: ``Tu maldad te castigará, y tu apostasía
te condenará. Reconoce, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber abandonado
a Jehová tu Dios y el no haberme temido.
JER 5
6. Por eso los herirá el león del bosque, los destruirá el lobo de
los sequedales, y el leopardo acechará sus ciudades. Cualquiera que salga de
ellas será despedazado; porque sus rebeliones se han multiplicado, y se
ha aumentado su apostasía.
JER 8
5. ¿Porqué apostata este pueblo, oh Jerusalén, con perenne
apostasía? Se aferra al engaño; rehusan volver.
2TES 2
3 Nadie os engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga
primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo
de perdición.
La palabra
"apostasía" es usada en varios pasajes bíblicos por los profetas de
Jehová para señalarle al pueblo, no a cada uno, sino al conjunto de hombres y
familias, la decadencia Israelita, la corrupción, la caída desde su posición
original, o la pérdida de su primer estado. En ninguna manera se dirige a algún
hombre en particular, sino que cuando utiliza la palabra lo hace para indicar
problemas del pueblo. No encontramos ningún párrafo a lo largo del texto
sagrado, que nos hable de apostasía como un problema personal.
En estos
ejemplos vemos que se relaciona "apostasía" con: "maldad",
"abandono a Jehová", "falta de temor a Jehová",
"rebeldía", "engaño", rechazo", "iniquidad",
"hijos de perdición".
Y por otro
lado observamos, que los resultados y efectos de la "apostasía" se
relacionan con "castigo", "condena", "amargura",
"herida", "destrucción". En todo caso les profetizan como
resultado que su propia maldad o las fieras se harán cargo del castigo de sus
pecados, en contraste con la persuasión "personalizada" de las
Inquisiciones.
Cuando
los profetas denunciaban Apostasía, expresaban que esta era ocasionada por el
rechazo del pueblo a Dios y su Verdad, no por el rechazo o critica a sus
lideres, o porque algún Israelita aislado se pasaba a adorar al Ra de los
egipcios, o al Baal de sus vecinos. Esto se solucionaba individualmente, con
cada persona en cuestión.
Para todo el
sistema Judeocristiano rechazar a Dios es rechazar la Verdad misma o rechazar
la Verdad es rechazar a Dios.
Porque "Yo soy el camino, la Verdad y la Vida" (Jn.14:6).
Las
escrituras nada hablan de que Dios condene el rechazo a alguna iglesia o algún
pastorcillo que tengan ideas muy fragmentadas de lo que es la Verdad. Por lo
contrario Jesús mismo se encarga de aconsejarnos que no los escuchemos, no lo
sigamos, no vayamos en pos de ellos, y que tengamos cuidado de no ser engañados
por ellos
Mat. 24.
4. Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os
engañe.
5. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a
muchos engañarán.
11. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos.
23. Entonces, si alguno os dijere: Mirad aquí está el Cristo, o Mirad allí
está, no lo creáis.
24. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que
engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos.
25. Ya os lo he dicho antes.
26. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, No salgáis; o Mirad está en los aposentos, No lo creáis
Marc. 13.
23. Entonces, si alguno os dijere: Mirad aquí está el Cristo, o Mirad allí
está, no lo creáis.
Luc. 17.
23. Y os dirán: Helo aquí, helo allí. No
vayáis, ni los sigáis.
Los profetas
no apuntaban a las acciones individuales de cada hombre, sino que su
advertencia, se dirigía principalmente a la cabeza, a los principales, a los
ancianos, a los sacerdotes, inclusive a los mismos profetas. Era Jehová que le
hablaba a la cabeza del cuerpo, no a los pies o a las manos. Porque se le
hablaba a los responsables, no a los dirigidos. Se reprendía y se cuestionaba
al padre no al hijo. Estos líderes serían los responsables de la condena y
castigo, de todo un pueblo. La cosa dependía de ellos, y no de si la viuda
depositaba o no el diezmo.
Como vemos
hablaban no cuantitativa sino cualitativamente de la caída de todo un sistema
de desobedientes a su Dios. No de la desobediencia "a" sus
pastores, sino de la desobediencia "de" sus pastores.
Jehová esta
cansado de sus pastores.
Zac 10
3. Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y
castigaré a los jefes. Porque Jehová de los Ejércitos visitará a su rebaño, a
la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra.
Eze 34
10. Así ha dicho el Señor Jehová: ¡He aquí yo
estoy contra los pastores, y demandaré mis ovejas de sus manos!
Haré que dejen de apacentar a las ovejas, y ellos dejarán de apacentarse a sí
mismos. Libraré a mis ovejas de sus bocas, y no les servirán más de comida.
Hemos visto
entonces, que lo que condenan los religiosos en general es el hecho de que un
individuo posea una religión y luego se aleje de ella o simplemente la cambie
por otra. Hemos visto también que Las Escrituras, nos explican que Apostasía es
abandonar un pueblo La verdad o rebelarse contra Dios. Cosas muy diferentes
entre sí.
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Todavía puede ser que parezca que estamos tratando de lo mismo. Si
examinamos con detenimiento veremos una gran distancia entre un ejemplo y otro.
Entre
simplemente abandonar la ligereza de una creencia, de una suposición, por la
firmeza del conocimiento de una verdad, y abandonar la responsabilidad que
otorga el conocimiento de la verdad, por la simpleza de una creencia.
¿Qué será lo
malo? ¿Cambiar una creencia por una verdad? o ¿cambiar una verdad por una
creencia.?. Puede ser que tenga algún sentido espiritual más trascendente, el
hecho de que alguien posea una verdad y luego la deje.
Para
ayudarnos a entender mejor la diferencia entre la versión religiosa de
Apostasía y la de las Escrituras, tomemos una historia supuesta a manera de
parábola.
Pensemos en
un médico, que a través de tiempo, esfuerzo y mucho trabajo, descubre alguna
verdad importante en la cura de una enfermedad, hasta ese momento incurable.
En este
ejemplo, dicho médico, no solo comprobó en el laboratorio, sino que
paralelamente en su consultorio, pudo beneficiar a varios hombres y mujeres con
su nueva medicina. Vio con sus propios ojos, y con completo entendimiento dado
en la cantidad y calidad de sus experiencias, que su descubrimiento, producía
resultados altamente positivos. Pudo entender y comprender fehacientemente, sin
dudas, que tenía en sus manos la verdad que liberaría a muchos de un dolor y
muerte irremediables.
Pero.....
por alguna razón, tal vez porque comprendió, ó porque le ayudaron a comprender
que esta buena nueva iría en contra de otros intereses, que esto pondría en
riesgo la estabilidad de alguna industria, o porque el trabajo de otros,
dependería de que las cosas siguieran como estaban, que su producto afectaría
los negocios de algunos grupos económicos, este médico comenzó a considerar la
posibilidad de tener que dejar este trabajo.
Que si no
entendía esto, y si deseaba seguir ayudando a sus pacientes con su nueva
formula, debería exponerse a persecuciones o presiones.
Probablemente
por cosas como estas, comenzó a ver, que su vida, profesión y estabilidad
peligraba; y por otro lado, que con su trabajo no ganaría lo suficiente a sus
merecimientos y esfuerzos, y que a menos que pusiera acuerdo entre sus
actitudes y los intereses de ciertos laboratorios poderosos, se levantarían
sobre él y su familia una peligrosa persecución. Tal vez consideró que con menos
esfuerzos podría seguir viviendo cómodamente él y los suyos, sin exponerse, a
tantos riesgos.
Quizás se
originaron más razones que las expuestas, pero lo concreto es que, el hombre de
nuestra historia abandonó sus trabajos de investigación, y deseó dejar de lado
lo que su conocimiento le proponía, deseó ser como los demás y lo suyo ya no
benefició a nadie más.
El temor se
impuso al beneficio de un profundo gozo individual, que por sobre esto,
llevaría solución cierta a problemas de vida de otros hombres. Este fracaso, y
el miedo prevalecieron sobre su investigación y sus deseos de alcanzar nuevos
conocimientos. Ya su trabajo no resultó tan apasionante, como lo había sido
antes, ya la búsqueda de la verdad comenzó a ser desplazada de su posición por
la simple tarea rutinaria, y el profundo gozo, reemplazado por la gratificación
de no estar muerto. Las sólidas verdades dieron lugar a mentiras piadosas. Los
claros conceptos se cambiaron por verdades sin suficiente comprobación.
Cierto es
que esta historia no tiene nombre, pero cierto es también que podría tener el
de muchos de nosotros.
Si vemos
cuidadosamente, esta apostasía o "corrupción de verdades que salvan"
tiene lugar con gente que tiene alguna verdad vital y luego por alguna razón la
abandona. No puede efectuar el acto de apostatar o de corromper alguien que no
tenga adquirido conocimiento de alguna verdad, pues a tal hombre no se le
podría responsabilizar de desvío, abandono o negar algo cuando todavía siquiera
lo conoce. ¿Un poco más de desvío empeorará su situación, notablemente?
¿A quién se
podrá acusar de irresponsabilidad, a aquél que no teniendo algo para dar, sigue
sin tener, ó a aquél que teniendo para dar, nada dio porque "por temor
desvió y enterró su talento" y no dejó que éste diera su fruto?
Alma 24.
30. Y así podemos discernir claramente que después que un pueblo ha sido
iluminado por el Espíritu de Dios, y ha poseído un gran conocimiento de las
cosas pertenecientes a la rectitud, y entonces cae en el pecado y la transgresión,
llega a ser más obstinado, y así su condición es peor que si
nunca hubiese conocido estas cosas.
2Pedro 2
20. Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del
mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra
vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser
peor que el primero.
2Ne. 9
27.¡Pero hay de aquél a quién la ley le es dada; sí, que
tiene todos los mandamientos de Dios como nosotros, y que los quebranta, y
malgasta los días de su probación, porque su estado es
terrible