Fafnir de Vanaheim |
El Guerrero de la Barba Roja |
Fafnir sobrevivió a la herida, y se dirigió al Reino Oriental de Turan, donde formó una tripulación de hombres procedentes de todos los reinos hyborios, y se internó en el Mar Interior de Vilayet en su propia galera pirata. Aquí se reencontró con Conan que, poco después del encuentro del cimmerio con el mago Zukala, también se había enrolado como pirata y atacado a la nave de Fafnir. El bárbaro recibió un golpe en la cabeza, propinado por el mismo Fafnir para evitar que lo mataran sus hombres. Luego se desató una violenta tempestad, en el momento en que Conan despertaba atado a un mástil. El vanir decidió darle la oportunidad de salvarse, cortando sus ataduras. Ambos guerreros rivales sobrevivieron, llegando hasta una playa de la isla perdida de Bal-Sagoth. Allí se enfrentaron a un duelo de espadas, siendo cimmerios y vanir enemigos naturales. EL duelo fue interrumpido por los gritos de una muchacha pelirroja, Kyrie, que era perseguida por un enorme reptil, al que Fafnir rompió el cuello. La muchacha era adorada por los nativos porque sus cabellos eran rojos como los de la diosa marina Aala, hasta que se desató una rebelión de los sacerdotes al mando de Gothan y el Rey títere Ska. La joven pidió a los guerreros que la auydaran a recuperar su trono, basándose en una antiugua leyenda que decía que Bal-Sagoth se derrumbaría al aparecer dos hombres salidos del mar. |
Mientras tanto, Conan y Fafnir vencieron a la criatura y la arrjaron a un pozo lleno de lava, y mataron al sacerdote Gothan, poco antes de que la ciudad se derrumbara. Hubo un último enfrentamiento con Ska y los nativos, pero los guerreros lograron huir poco antes de que la erupción de un volcán terminara de destruir la antigua civilizació de Bal-Sagoth, cumpliéndose la profecía. |
Al día siguiente, hubo una nueva incursión a la ciudad, y al volver Conan a la nave, se encontró con que Balthaz, uno de los soldatos favoritos de Yezdigerd, había arrojado el cuerpo de Fafnir, aún con vida, al mar, porque lo consideraba un estorbo. En un arranque de furia, el cimmerio mató a Balthaz con su propio sable, y al ser atacado por los demás soldados y el mismo Yezdigerd, se arrojó al mar, desertando, después de marcar el príncipe del rostro con un golpe de su espada. Nuevamente, Fafnir sobrevivió, apoyándose sobre el cuerpo de un soldado muerto, y llegó hasta una playa, donde fue rescatado por una muchacha. Varios años después, Fafnir se dirigió a la ciudad de Belglat, en el Reino Frontera, pues un guerrero que había conocido en Aghrapur le había hablado de una vieja bruja que tenía el poder de restaurar el brazo perdido. |
Poco después, los guerreros salvaron a una muchacha atacada por traficantes de esclavos, y el brazo de Fafnir, actuando por voluntad propia, ahorcó a uno de ellos. Poco a poco, el demonio al que había pertenecido se fue apoderando de la mente del vanir, obligándolo a atacar primero a una de las muchachas que habían rescatado, y luego a Conan. La bruja había actuado en complicidad con los dos asaltantes que sobrevivieron al enfrentamiento con Conan en Belglat. El cimmero se salvó arrojando una piedra a la esfera de cristal con que la bruja controlaba a Fafnir. Al romperse, la hechicera se convirtió en cenizas, y el brazo del vanir desapareció. Pocos días después, Conan y Fafnir fueron atacados por los asesinos de la Orden del Halcón, que buscaban vengarse del cimmero por haber acabado con su líder. En esta ocasión, los asesinos de la orden eran guiados por Jergal Zadh, dios-demonio que buscaba apoderarse del alma de un guerrero para poder ingresar al mundo. Los dos aliados llegaron accidentalmente a un templo del dios, donde éste fue derrotado por Conan, que lo confundió haciendo que entrara al espejo donde se reflejaba su imagen en lugar de hacerlo en su cuerpo. Seguidamente el monte donde estaba erigido el templo se derrumbó. |
Los guerreros llegaron juntos al reino de Nemedia, después de varias aventuras en el camino, hasta que la Condesa que reinaba en una pequeña ciudad-estado les pidió secuestrar el huevo de una criatura prehistórica, a cambio de una pequeña fortuna. La condesa había vivido miles de años, y una vez cada milenio, debía bañarse en la yema de un huevo recién puesto para preservar su juventud e inmortalidad. Para obtener el huevo, que se encontraba en el pico mós alto de una montaña, debían dormir a la criatura con polvo del loto amarillo, pero Fafnir lo perdió con una prostituta, y por ello tuvieron que luchar contra el animal. El vanir cayó sobre el huevo, reventándolo y quedando bañado en el líquido mágico. La criatura lo arrojó al precipicio, y la condesa se arrojó tras él para bañarse en la albúmina que chorreba de su cuerpo. Luego Conan mató a la criatura, pero no pudo encontrar al vanir hasta unos días después, cuando se dirigía a las oscuras cavernas subterráneas donde moraba el demonio Kx'ulthuum para evitar que liberara los gases que convertirían a la humanidad en una horda de muertos vivientes. Fafnir, ebrio, atacó a un grupo de hombres con la esperanza de poder morir dignamente como guerrero, ya que estaba condenado a vivir por mil años. Conan salvó al vanir, y siguieron juntos su viaje copn el hechicero que había encerrado al demonio. Finalmente se enfrentaron a él, y mientras el mago hacía levitar su corazón, que en lugar de estar en su pecho se encontraba sumergido en un pozo de excrementos, el demonio capturó a Conan y empezó a absorber su fuerza de vida. Al ver a Fafnir, notó que su fuerza vital era suficiente para poder sostener a doce generaciones, soltó al cimmerio y lo capturó a él. Conan atravesó el corazón flotante de la criatura, destruyéndolo, pero ya era demasiado tarde para Fafnir, que murió en brazos de su compañero de tantas aventuras. |
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