Fafnir de Vanaheim

El Guerrero de la Barba Roja

    El enorme guerrero vanir Fafnir dejó su tierra natal siendo muy joven, para establecerse en Shadizar la Perversa, donde se dedicó al robo junto con su socio, apodado Rata Negra. Una noche, ambos ladrones asaltaron a un viejo orfebre y le robaron tres piezas de oro, que fueron la causa de una discusión, ya que no había forma de repartirlas equitativamente. Conan de Cimmeria, recién llegado a Shadizar,  escuchó la disputa escondido entre las sombras,  e intervino proponiendo que la tercera pieza se la dieran a él. Esto causó la cólera de los dos ladrones. Rata Negra atravesó accidentalmente a Fafnir con su espada, para luego ser derrotado por una patada del cimmerio, que se quedó con el oro y lo disfrutó con la pérfida Jenna.

    Fafnir sobrevivió a la herida, y se dirigió al Reino Oriental de Turan, donde formó una tripulación de hombres procedentes de todos los reinos hyborios, y se internó en el Mar Interior de Vilayet en su propia galera pirata. Aquí se reencontró con Conan que, poco después del encuentro del cimmerio con el mago Zukala, también se había enrolado como pirata y atacado a la nave de Fafnir. El bárbaro recibió un golpe en la cabeza, propinado por el mismo Fafnir para evitar que lo mataran sus hombres. Luego se desató una violenta tempestad, en el momento en que Conan despertaba atado a un mástil. El vanir decidió darle la oportunidad de salvarse, cortando sus ataduras. Ambos guerreros rivales sobrevivieron, llegando hasta una playa de la isla perdida de Bal-Sagoth. Allí se enfrentaron a un duelo de espadas, siendo cimmerios y vanir enemigos naturales. EL duelo fue interrumpido por los gritos de una muchacha pelirroja, Kyrie, que era perseguida por un enorme reptil, al que Fafnir rompió el cuello. La muchacha era adorada por los nativos porque sus cabellos eran rojos como los de la diosa marina Aala, hasta que se desató una rebelión de los sacerdotes al mando de Gothan y el Rey títere Ska. La joven pidió a los guerreros que la auydaran a recuperar su trono, basándose en una antiugua leyenda que decía que Bal-Sagoth se derrumbaría al aparecer dos hombres salidos del mar.

 
    Después de enfrentarse a Vertorix, una armadura animada por la magia del sacerdote, y vencerlo gracias a un truco de Kyrie, triunfaron y la muchacha recuperó temporalmente el trono. Pero poco después Conan y Fafnir fueron atacados por una espantosa criatura, a la que el cimmerio derrotó arrojándola al fuego. Similarmente, Kyrie fue atacada por otro monstruo. Fafnir corrió tras él, y la reina pidió a Conan que lo abandonara a su suerte y se quedara con ella. Al rechazarla el bárbaro, furiosa ordenó a sus hombres que mataran a ambos guerreros.

    Mientras tanto, Conan y Fafnir vencieron a la criatura y la arrjaron a un pozo lleno de lava, y mataron al sacerdote Gothan, poco antes de que la ciudad se derrumbara. Hubo un último enfrentamiento con Ska y los nativos, pero los guerreros lograron huir poco antes de que la erupción de un volcán terminara de destruir la antigua civilizació de Bal-Sagoth, cumpliéndose la profecía.

 
    Conan y Fafnir pasaron la noche sobre una balsa, y al amanecer fueron rescatados por un barco turanio, capitaneado por el Príncipe Yezdigerd. Ambos guerreros se enrolaron en el ejército, para verse envueltos en la Guerra Santa del Tarim. Sin embargo, en su primera incursión a la ciudad de Makkalet para recuperar al dios viviente, Fafnir fue herido en el brazo por una flecha llameante y cayó al mar. Conan siguió adelante con el ataque, tuvo un enfrentamiento con ls ejércitos de esqueletos animados del mago Kharam-Akkad, y al volver al barco turanio, encontró a su compañero aún vivo. Había sobrevivido, pero la quemadura de su brazo, infectada por el agua sucia, había hecho necesario que se lo amputaran. Conan pasó la noche velando junto a Fafnir.

    Al día siguiente, hubo una nueva incursión a la ciudad, y al volver Conan a la nave, se encontró con que Balthaz, uno de los soldatos favoritos de Yezdigerd, había arrojado el cuerpo de Fafnir, aún con vida, al mar, porque lo consideraba un estorbo. En un arranque de furia, el cimmerio mató a Balthaz con su propio sable, y al ser atacado por los demás soldados y el mismo Yezdigerd, se arrojó al mar, desertando, después de marcar el príncipe del rostro con un golpe de su espada.

    Nuevamente, Fafnir sobrevivió, apoyándose sobre el cuerpo de un soldado muerto, y llegó hasta una playa, donde fue rescatado por una muchacha. Varios años después, Fafnir se dirigió a la ciudad de Belglat, en el Reino Frontera, pues un guerrero que había conocido en Aghrapur le había hablado de una vieja bruja que tenía el poder de restaurar el brazo perdido.

 
    En Belglat, Fafnir salvó a Conan de un grupo de asaltantes, dos de los cuales sobrevivieron. Después del reencuentro, ambos se dirigieron a la cabaña de la bruja, decorada con cráneos de humanos y animales. Luego de ser atacados por las ramas de los pocos árboles que crecían cerca de la choza, la bruja reemplazó el brazo del gigante pelirrojo con el de un enorme animal, que instantáneamente se adhirió a su cuerpo. Era como si siempre le hubiera pertenecido.

    Poco después, los guerreros salvaron a una muchacha atacada por traficantes de esclavos, y el brazo de Fafnir, actuando por voluntad propia, ahorcó a uno de ellos. Poco a poco, el demonio al que había pertenecido se fue apoderando de la mente del vanir, obligándolo a atacar primero a una de las muchachas que habían rescatado, y luego a Conan. La bruja había actuado en complicidad con los dos asaltantes que sobrevivieron al enfrentamiento con Conan en Belglat. El cimmero se salvó arrojando una piedra a la esfera de cristal con que la bruja controlaba a Fafnir. Al romperse, la hechicera se convirtió en cenizas, y el brazo del vanir desapareció.

    Pocos días después, Conan y Fafnir fueron atacados por los asesinos de la Orden del Halcón, que buscaban vengarse del cimmero por haber acabado con su líder. En esta ocasión, los asesinos de la orden eran guiados por Jergal Zadh, dios-demonio que buscaba apoderarse del alma de un guerrero para poder ingresar al mundo. Los dos aliados llegaron accidentalmente a un templo del dios, donde éste fue derrotado por Conan, que lo confundió haciendo que entrara al espejo donde se reflejaba su imagen en lugar de hacerlo en su cuerpo. Seguidamente el monte donde estaba erigido el templo se derrumbó.

 
    Fafnir y Conan llegaron a un pequeño pueblo, donde salvaron a una joven llamada Krylxxa de ser quemada por brujería. El vanir y la joven se enamoraron, pero extrañamente, el gigante se debilitaba al acercarse a ella. Poco después supieron que en realidad ella pertenecía a una raza de seres que moraban en regiones subterráneas, y al salir a la superficie necesitaban absorber la esencia de los humanos para sobrevivir tomando su imagen. Conan y Fafnir fueron capturados por estos seres medio vegetales, pero Krylxxa los ayudó a escapar y huyó con ellos, para morir pocos días después, al agotarse la energía de la muchacha cuya imagen había adoptado.

    Los guerreros llegaron juntos al reino de Nemedia, después de varias aventuras en el camino, hasta que la Condesa que reinaba en una pequeña ciudad-estado les pidió secuestrar el huevo de una criatura prehistórica, a cambio de una pequeña fortuna. La condesa había vivido miles de años, y una vez cada milenio, debía bañarse en la yema de un huevo recién puesto para preservar su juventud e inmortalidad. Para obtener el huevo, que se encontraba en el pico mós alto de una montaña, debían dormir a la criatura con polvo del loto amarillo, pero Fafnir lo perdió con una prostituta, y por ello tuvieron que luchar contra el animal. El vanir cayó sobre el huevo, reventándolo y quedando bañado en el líquido mágico. La criatura lo arrojó al precipicio, y la condesa se arrojó tras él para bañarse en la albúmina que chorreba de su cuerpo.

    Luego Conan mató a la criatura,  pero no pudo encontrar al vanir hasta unos días después, cuando se dirigía a las oscuras cavernas subterráneas donde moraba el demonio Kx'ulthuum para evitar que liberara los gases que convertirían a la humanidad en una horda de muertos vivientes. Fafnir, ebrio, atacó a un grupo de hombres con la esperanza de poder morir dignamente como guerrero, ya que estaba condenado a vivir por mil años. Conan salvó al vanir, y siguieron juntos su viaje copn el hechicero que había encerrado al demonio. Finalmente se enfrentaron a él, y mientras el mago hacía levitar su corazón, que en lugar de estar en su pecho se encontraba sumergido en un pozo de excrementos, el demonio capturó a Conan y empezó a absorber su fuerza de vida. Al ver a Fafnir, notó que su fuerza vital era suficiente para poder sostener a doce generaciones, soltó al cimmerio y lo capturó a él. Conan atravesó el corazón flotante de la criatura, destruyéndolo, pero ya era demasiado tarde para Fafnir, que murió en brazos de su compañero de tantas aventuras.

 
 
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