PELIGRO EXTRATERRESTRE  No por ser cósmicos van a ser todos buenos
    ENCUENTROS MUY CERCANOS CON EXTRAÑOS TIPOS. El Show de Cristina: violadas por extraterrestres hablan en TV. Embarazo cósmico: salió a pasear, se la llevaron, la pasearon, y volvió con un aliencito en la panza. Violación "a la crema": le untaron zonas erógenas con una sustancia afrodisíaca... y se sintió gozosamente violada. Loción para después bien violarte:  sustancia afrodisíaca para un placentero paseo en ovni.  Pólizas de seguro: cobertura ante embarazos extraterrestres y divinos. Alienígena despechado y criminal. Sexo con fines intergalácticos.
    HIJOS HÍBRIDOS DE ALIENÍGENAS Y TERRÍCOLAS. Mexicalien.  Cachorralien. A ella le gustan los encuentros muy cercanos: Nebadona, insaciable buscadora de sexoplaceres cósmicos, madre de un híbrido terrícola-alienígena. El misterio del bebé no "encargado": una noche de sexo con un invisible ente, junto a un marido durmiente.
    ELLAS TAMBIÉN TIENEN LO SUYO... La abducción de un brasileño: paseo en nave con una "diosa" de cuerpo ardiente, pero fría. La extraterrestre Lilita: analmente violada. Maia, una fantasía sexual hecha añicos: era asexuada.
    RODCLA Y CLOMRO  Dos historias de una historia.
 
 

    Hay humanos buenos. Hay humanos malos. Hay alienígenas buenos. Hay alienígenas malos.
    Es, y siempre será, una lucha para equilibrar las fuerzas del bien y del mal en el universo. Hay polaridad negativa y positiva en todo átomo... en todo ser individual.
    De acuerdo con varias fuentes, hay alienígenas que establecieron contacto con los humanos para compartir con ellos la perspicacia espiritual, curar las enfermedades y guiarlos en una jornada de descubrimiento y esclarecimiento. También hay alienígenas que son tan malos como las contrapartes humanas de ellos y matan, torturan, violan.
    Hay, aparentemente, alienígenas que durante toda su existencia tienen como objetivo principal, imponer subyugación a todas las otras especies, inclusive humanos, por superioridad tecnológica, manipulación genética y prisión planetaria.
    Nosotros debemos, como individuos, esforzarnos para alcanzar independencia total de todos los grupos que intentan dominar nuestros derechos espirituales, sean humanos o alienígenas. Estas propiedades son libertad de pensamiento, de expresión, de elección, de individualidad, de movimiento y de vida.
    Cualquiera o cualquier cosa que intente subvertir estas propiedades espirituales, son los enemigos de la humanidad terrestre.
    Es vital que nosotros sobrevivamos como especie. Esto significa que nosotros tenemos que oponernos al trabajo de cualquier persona o cualquier cosa que impida nuestra lucha unificada para ser espiritualmente y físicamente libres. Escondidos atrás de máscaras y ocultos dentro de varios colores y texturas de pieles, ellos acechan en los rincones más oscuros de nuestra vida iluminada.
    Estemos atentos y esfuércense para la libertad teniendo cuidado con sus percepciones de la realidad.

    Al comparar estos raptos actuales con lo que nos describe el Génesis sobre los "hijos de Dios" y las "hijas de los hombres", creo que es fácil establecer algunas diferencias. Por ejemplo:
    1.° Mientras el Génesis sugiere que el "rapto" de las "hijas de los hombres" fue conocido por todos, los que practican actualmente los "astronautas" extraterrestres llegan al público (o a los investigadores) sólo muy de tarde en tarde. La casi totalidad de estas "experiencias" con humanos parece llevarse a efecto en el interior de los OVNIS y con un sigilo casi total. Es más: sólo mediante la sofronización e hipnosis de los testigos se llega hoy a un conocimiento aproximado de lo que pudo sucederles en el interior de las naves. (Hay casos -como el de Villas Boas- en los que los hombres y mujeres recuerdan sus experiencias a nivel consciente. Sin embargo, como digo, éstos son los menos).
    Por supuesto, que las circunstancias han variado notablemente. Hace 4.000, ó 5.000, ó 6.000 años -cuando posiblemente se produjo el desccenso de los "veladores" a una zona tan reducida como determinada de la tierra- el "Gran Plan" trazado por los "responsables" del nacimiento y desarrollo de nuestra Humanidad autorizaba esos aterrizajes masivos y público. Hoy, han cambiado las cosas...
    2.° Además estoy convencido de que los autores de los actuales raptos poco o nada tienen que ver con aquellos "ángeles" o "astronautas" que rompieron los "planes divinos", "alterando su naturaleza", tal y como especifica el Testamento de los Doce Patriarcas.
    Me cuesta trabajo aceptar que aquellos "misioneros" que colaboraron en las primeras fases del "Gran Plan" -creación del hombre, elección del pueblo judío y preparación, en suma, del nacimiento de Cristo- sean los mismos que hoy introducen a hombres y mujeres en sus naves, practicando en ellos todo tipo de ensayos "clínicos", sexuales, etc. Y aunque sostengo la hipótesis de que dichos "ángeles-astronautas" siguen velando por la evolución de la Humanidad, y contribuyendo a las nuevas "fases" del "Gran Plan", aquéllos nada tienen que ver con esta "piratería sexual".
    ¿Quiénes son, entonces, los responsables de dichos secuestros?'
    En mi opinión -y en base siempre a los cientos de informaciones que he recopilado-, estas razas siderales que capturan a los humanos como si fuéramos potros salvajes o gorilas forman parte de un "escalón" muy por encima del nuestro desde el punto de vista técnico, pero sumamente distante o distinto (quién sabe) de esa "parcela" cósmica en la que se encuentran los "ángeles-astronautas" de la Biblia.
    En mis archivos dispongo de multitud de "encuentros cercanos" con seres espaciales cuyo comportamiento respecto a los testigos es radicalmente distinto del de estos "exploradores", o "científicos", o "piratas" del espacio. Son, precisamente, "varones" "hombres" o "seres" que inspiran "una gran paz y confianza" -por utilizar las expresiones de los que los han visto o han llegado, incluso, a dialogar con ellos-, cuyo aspecto "es resplandeciente y hermoso" y que siempre "hablan de amor, justicia y sucesos trascendentes". Éstos -como tendremos oportunidad de ver más adelante- sí han llegado a ser identificados o asociados con nuestra vieja idea de los ángeles. En cambio, no sucede lo mismo con los tripulantes que practican los raptos. Como explicaba Villas Boas, sus secuestradores no tenían aspecto de "ángeles"...
    3.° Por último, mientras aquel reducido grupo de "rebeldes" (?) -dos centenares, según los apócrifos- permitió que el fruto de su unión con las hembras humanas viviera y creciera, en los casos actuales de agresiones sexuales no se tiene conocimiento de la gestación y nacimiento de un solo bebé híbrido. Parece como si todas las civilizaciones que nos visitan estuvieran sometidas -por muy bajo que pueda ser su nivel ético- a un riguros control "superior", que garantiza -por encima de todo- el desarrollo natural de una especie inferior, como es nuestro caso. Ello explicaría la "inexplicable" actitud de los OVNIS: siempre esquivos y escurridizos. ¿Qué podemos pensar entonces de esos casos de relaciones sexuales o de "chequeos" médicos, practicados en nuestros días en el interior de los OVNIS? En mi opinión, puede haber dos explicaciones: que tales experiencias sean ejecutadas con conocimiento previo de los Elohím o "ángeles-astronautas" y, por tanto, debidamente autorizadas o que las razas que las llevan a cabo lo hagan en forma clandestina o ilegal. Si aquellos 200 "veladores" pudieron romper la norma establecida para con los "hijos de los hombres" -señal inequívoca de la llibertad de que disfrutaban-, por qué despreciar la posibilidad de que otros seres espaciales incumplan también esas leyes cósmicas? Es evidente que, a raíz de aquella "rebelión" entre los Elohím, el "alto estado mayor" de los cielos debió de intensificar su control y vigilancia en torno de la recién nacida Humanidad. Por esto es por lo que quizá no ha vuelto a producirse -al menos, no tenemos noticias claras- un descenso público, oficial y masivo de los "astronautas" entre los seres humanos. Y quizá como consecuencia de este f'érreo control de la Tierra, estos raptos y encuentros cercanos se producen "a escondidas" y sin que el noventa por ciento de los "secuestrados" recuerde lo que verdaderamente aconteció en el interior de tales naves. Lo que ya nos resulta poco menos que imposible de averiguar es si esos raptos quedan impunes o si los "altos responsables" -los "celestes" o Elohím- de la Humanidad se encargan de castigar a los culpables, en el supuesto -insisto- de que estén prohibidas tales aproximaciones a los hombres... En honor a la verdad, tampoco los "ángeles-astronautas" que sacaron a los israelitas de Egipto y les guiaron durante cientos de años hasta el definitivo asentamiento en la tierra prometida fueron un ejemplo de dulzura y pacifismo. Tengo actualmente en estudio las matanzas de los "astronautas de Yavé" entre los pueblos vecinos, y entre los propios judíos, y el saldo final sólo puede horrorizar a una mente objetiva. Hasta la propia Iglesia católica se muestra impotente a la hora de dar una explicación "satisfactoria" a estos asesinatos en masa...

   El programa de la cubana Cristina Saralegui ha dado para cualquier tipo de tema. Y dentro de las experiencias con ovnis y extraterrestres, no podían faltar los casos de abducciones con fines procreativos. Es decir, que los secuestros de personas para mantener con ellas relaciones sexuales, no se encuadran dentro de las finalidades hedonistas que los violadores terrícolas tienen cuando se lanzan sobre la presa de turno: no es por placer, sino por fines genético-reproductivos que los aliens quieren sexo con gente de aquí. Las experiencias relatadas por víctimas de estos violadores cósmicos con licencia interplanetaria, han tenido al Show de Cristina como uno de los poquísimos ámbitos televisivos en que el tema se destapó, con gente que daba la cara. Aunque para el prestigio -o desprestigio- de los protagonistas dde tales experiencias, eso de que "me violó un e.t.", suena un tanto dudoso, como que ante la eventualidad de un embarazo, el panadero o el vecino de enfrente no tengan nada que ver. Pero eso sólo para los que no creen en los extraterrestres, especialmente en los que andan buscando gente para inseminar, no siempre con probeta, sino por el tubo de ensayo natural y eréctil. Porque esto pasa; claro que pasa. Y la TV, Cristina mediante, ha posibilitado que muchos se enteren de este peligro. Como dice Sixto Paz Wells, motivando a que mucha gente tenga, por miedo, la idea de usar calzones de lata, de castidad.

    En cierta ocasión supimos del caso de una australiana -Marlene Travers- , de Melbourne, que, en la noche del 11 de agosto de 1966, vivió también uno de estos violentos encuentros. Mrs. Travers, que entonces contaba veinticuatro años de edad, se hallaba visitando a unos amigos en el interior del país cuando, súbitamente, una luz se movió en círculo sobre ella. La nave descendió y se estacionó a unos 10 m. de distancia. La mujer fue introducida en el OVNI y, tras ser sometida a una serie de experimentos, fue asaltada sexualmente.
    El acto duró varias horas. Marlene se desmayó y despertó en pleno campo, justamente en el lugar donde se había posado la nave.
    Fue examinada por los médicos y se supo que había sufrido diversas quemaduras y que se encontraba embarazada. Sin embargo, en cuanto la noticia saltó a los periódicos, Marlene Travers desapareció misteriosamente.

    La noche del 2 de mayo de 1968, Miss Shane Kurz vivió una de las experiencias más traumatizantes de su vida.
    Después de varias sesiones hipnóticas, la muchacha, que residía por aquellas fechas en Westmoreland (Nueva York), relató ante los médicos e investigadores del fenómeno OVNI, cómo había sido introducida en el interior de una extraña nave y allí obligada a hacer el amor con uno de los ocupantes del objeto.
    Para el investigador Hans Holzer, que se ocupó del caso, así como para los médicos que llevaron a cabo la hipnosis, Shane decía la verdad. Y, ¿cuál era esa verdad?
    En su libro Los ufonautas, Holzer transcribe así parte de la angustiosa experiencia de la joven norteamericana:
    "...Él me miraba intensamente... Me dice que tengo que desnudarme..., no me puedo resistir...
    Me dijo que me había estado espiando y que era su elegida... Me dijo: "Tú vas a tener un hijo mío..."
    ...Se quita su chaqueta... Yo no quiero mirar. Tiene algo como en un tubo..., gelatina...
    Estoy desnuda... Estoy sobre una mesa. Él me está untando algo... parece vaselina o gelatina por mi abdomen y mi pecho. Me dice que es para estimularme... Es como vaselina y es caliente..., la unta también en mis partes..., la introduce en mi interior...
    Su cuerpo es flaco, estrecho..., él es gracioso. Me monta..., está frío...
    Su piel es muy blanca... Me siento muy mal... Estoy disfrutando, pero trato de no hacerlo... Pienso que es la vaselina.
    Él está ronroneando... Es como un animal. Está gimiendo... Me está raptando... Yo no quiero..."

    También la cantante Sandy Larson sufrió una de estas agresiones sexuales por parte del tripulante de un OVNI.
    El 26 de agosto de 1975, Sandy se dirigía en automóvil desde Fargo (Dakota del Norte), hacia Bismark le acompañaban su hija y otro joven.
    En un momento del recorrido, los tres ocupantes del turismo oyeron un extraño trueno y vieron algo similar a un flash de luz. De pronto apareció en el cielo un grupo de diez o doce discos de un fuerte brillo naranja, que se aproximaron al coche. Varios de estos OVNIS se situaron sobre el automóvil y, en ese instante, el tiempo se detuvo para Sandy Larson. A pesar de circular a sesenta kilómetros por hora, el vehículo parecía inmóvil...
    Cuando los objetos desaparecieron, Sandy y sus acompañantes se dieron cuenta de que ocupaban ahora otros asientos distintos.
    ¿Qué había sucedido?
    Sometida a regresión hipnótica por el eminente doctor Leo Sprinkle, Larson explicó que había sido llevada al interior de uno de aquellos aparatos. Una vez en el OVNI, la mujer fue desnudada y, tras frotarle una loción extraña por sus partes erógenas, se sintió estimulada sexualmente. Por último, uno de los seres que viajaban en el objeto consumó con ella el acto sexual.
 

      LONDRES (Reuter).- Una compañía de seguros de Gran Bretaña decidió ofrecer una póliza a mujeres embarazadas por "obra y gracia de Dios".
    Luego del éxito obtenido con el lanzamiento de un seguro que cubre fecundaciones por extraterrestres entre 300 mujeres en sólo una semana, la firma Goodfelow Rebeca Ingrams Pearson (GRIP) presentó su nueva póliza.
    Las vírgenes deberán pagar 3,15 dólares a la semana y recibirán  más de un millón de dólares si quedan embarazadas por la gracia de Dios, explicó la firma aseguradora.
    "Las vírgenes están preocupadas con toda razón por la llegada del segundo milenio. Por lo tanto, consideramos que es nuestra labor brindarles una cobertura para ayudar a calmar esos temores", dijo el portavoz de GRIP, Simon Burgess, en un comunicado.
    "Todas las reclamaciones serán verificadas por un panel de expertos independientes entre los que no están incluidos miembros de la Iglesia, de quienes hemos recibido una respuesta muy fría", agregó.

Mi nombre es Samantha y les contaré una tragedia que nos sucedió hace un año y medio aquí en Santander, España, la cual es de dominio público y, mucha gente vio el hecho que relataré a continuación, por lo que los lectores podrán ver que no estoy loca ni tampoco tengo una gran imaginación y una desbordante fantasía, como se han atrevido a decirme algunas personas al conocer mi caso.    SARETTA MACPHETERSON     Mi marido Romauld, mi hija Saretta y yo, somos ingleses, pero a causa del trabajo de mi esposo, hemos estado radicando aquí en Santander. Resulta que mi hija había contraído matrimonio con el ingeniero Miguel Ángel Morillo y se fueron de luna de miel a la Riviera Francesa. Todo era felicidad y, aunque mi esposo y yo nos íbamos a quedar solos, éramos felices al saber que Saretta iba a ser dichosa al lado de ese buen hombre.    AVISTAMIENTOS OVNI     Desde hace cuatro meses, antes de la boda, mi hija, muchísima gente de la localidad y yo, habíamos visto dos o tres avistamientos OVNI por las noches; cuatro naves luminosas, redondas y que despedían una luz amarillo-verdosa. Eran silenciosas y volaban formando un rombo bien definido. Lo más extraño es que las dos o tres noches que se dejaron ver, volaron justo a cien metros por encima de mi casa, se detuvieron un momento en el aire y luego se alejaron.    DOLORES DE CABEZA     Días después de los avistamientos, mi hija comenzó a sufrir de jaquecas casi a diario. De pronto "oyó" una voz en su cabeza que le decía: "No te cases con Miguel Ángel, tú eres para mí". Como unas cinco veces tuvo esas repentinas "voces" y, cuando me contó el episodio yo le dije se tranquilizara, ya que estaba muy nerviosa por su inminente enlace matrimonial. Ella decidió pasar la tarde en la playa que quedaba a media hora del poblado. A mi hija le sucedió algo extraño y desconcertante.

Saretta Macpheterson, una agraciada y hermosa muchacha que fue asesinada por un "despechado" ser extraterrestre.   EL EXTRAÑO HUMANOIDE     Ella me contó posteriormente que estaba sentada en la arena mirando hacia el mar. Había poca gente en la playa y de pronto se le acercó un hombre muy delgado, vestido con una especie de pants de un plástico que parecía "metálico". Su rostro era inexpresivo y su piel tenía una tonalidad gris. Se sentó a su lado y notó que en las manos y los pies sólo tenía cuatro dedos. Asustada, miró a este ser, quien le dijo que no debería casarse, ya que no era de este mundo. De inmediato mi hija se incorporó y, dejando la toalla en la arena, corrió hacia la zona hotelera, huyendo del enigmático ser.     YO NO LE CREÍ     Cuando ella me contó el episodio, yo de plano no le creí. La llevé con un doctor amigo mío, quien le recetó tranquilizantes. Él dijo que la proximidad de la boda estaba poniendo muy nerviosa a Saretta, pero que con las pastillas que le había recetado, iba a estar muy tranquila. Probablemente estaba sugestionada por los avistamientos OVNI que se habían visto unas noches antes.     Se acercó el día de la boda. Todo era preparativos y mucho ajetreo. El enlace matrimonial fue maravilloso. Me acuerdo que Saretta me comentó que brevemente había visto al extraño ser sentado entre todos los asistentes y que vestía un impecable traje negro.      Miguel Ángel y mi hija disfrutaron de su luna de miel y comenzaron su vida matrimonial en un departamento alquilado.

SUCEDE LA TRAGEDIA     Así llegó esa horrible tarde. Mi yerno había ido a trabajar y Saretta estaba en su departamento. La policía se había movilizado, ya que varios vecinos habían reportado que un extraño, con las mismas características del ser que mi hija había descrito la vez de lo de la playa, pero vestido con traje gris y zapatos de charol, estaba merodeando por los alrededores de los edificios de departamentos. Dos vecinos vieron al humanoide dirigirse hasta el departamento de mi hija, incluso hubo una mujer malintencionada que pensó que un supuesto amante iba a visitar a Saretta.    ¡AHORCADA!     A los pocos momentos los vecinos y policías que estaban rondando por los pasillos oyeron gritos femeninos y el ruido que hacen varios objetos al caer. Cuando entraron al departamento, vieron a mi hija muerta sobre la alfombra de la sala. Estaba desnuda y la habían ahorcado con la misma toalla que ella había dejado tirada en la arena de la playa. Del ser misterioso nadie supo nada, por más que indagaron en los alrededores, parecía que la tierra se lo hubiera tragado.    UN OVNI LUMINOSO     Esa noche llorábamos la tragedia. El cuerpo sin vida yacía en un ataúd en la sala del crimen. Mi yerno lloraba inconsolable. Unos niños nos dijeron que "algo" estaba afuera y se veían asustados. Salimos y cuál fue nuestra sorpresa al ver en la noche estrellada un OVNI luminoso, idéntico al de los avistamientos de hace varios meses. Parece ser que los tripulantes, entre ellos el asesino de mi hija, se dieron cuenta de que los estábamos observando y la nave se alejó hacia el horizonte hasta perderse en el firmamento...                Publicado en la revista mexicana TESTIGO OVNI casos reales de encuentros con extraterrestres, N° 5, noviembre de 1998.

LOS ÁNGELES.- Barry Briskman, ejecutivo de promociones, engañaba a las jóvenes para que tuvieran sexo con él, haciéndose pasar por alienígena. Pero gracias a una madre alerta, ahora cumple con una sentencia de 30 años en una cárcel de Nevada, y está muy lejos de su imaginario planeta de origen, que él llamaba Cablell.     "He trabajado con la policía por 22 años, y éste es el caso más extraño que jamás haya visto", declara el detective John Vannerson, quien labora en la unidad de investigaciones del abuso sexual de menores del departamento de policía de Los Ángeles. "Este tipo de verdad había creado una buena historia, y la respaldaba con fotos y documentos. Invertía mucho tiempo y esfuerzo para engañar a estas chicas. Construía cuentos mágicos de seducción".   UN EQUIPO ESPECIAL     El abusador de menores, quien tiene 59 años de edad, conoció a sus jóvenes víctimas, dos jovencitas de 16 y una de 17 años de edad, quienes eran amigas de su hijo adolescente. Barry les dijo que venía del planeta Cablell y que estaba reclutando un equipo de damitas con belleza e inteligencia superior, para que se unieran a una sociedad extraterrestre dominada por las mujeres, cuya soberana era otra alienígena, llamada Reina Hiternia.

MÁS INTELIGENCIA     Barry tenía fotos "tomadas" desde su nave y otros documentos para respaldar su historia. Dijo a las jóvenes que serían invitadas a viajar en su nave, donde irían hasta su planeta en una galaxia distante, pero que primero tenían que acostarse con él para aumentarles su inteligencia y que adquirieran inmunidad especial para tolerar el viaje espacial.      "Debían someterse a una serie de actos sexuales para incrementar sus defensas", informa el detective Vannerson. "Una vez que alcanzaran el nivel de inmunidad apropiado, nunca tendrían que reforzarlo de nuevo, pero su ´´donante´´ masculino tendría que ser continuamente reforzado, porque él había perdido sus defensas en el intercambio".   NO QUEDABAN "LISTAS"    Las víctimas dijeron que luego de cada encuentro sexual, Barry llamaba a una computadora cablelliana modelo Andrak 4.000, para obtener un reporte de la condición física de las jovencitas. Cuando las adolescentes obtuvieran una "calificación" apropiada, estarían listas para el viaje espacial. Pero por alguna razón, siempre había algún problema que impedía la partida de la nave.   HIZO LO MISMO    "Siempre aparecían enfermedades o problemas mecánicos, o las estrellas estaban mal para el viaje", dice el detective Vannerson. "Finalmente las muchachitas se desanimaron y luego de

más o menos un año dejaron de verse   con Barry. La historia salió a relucir casi un año después, cuando una de las víctimas le contó a su madre sus experiencias. Rastreamos a Barry hasta encontrarlo en Lake Tahoe, donde había hecho lo mismo con una muchachita de la localidad y estaba cumpliendo una condena de diez años por haber copulado con una menor de edad".     Barry Briskman fue traído a Los Ángeles para un segundo juicio, donde se declaró culpable de 14 cargos de abuso sexual continuo de un menor. Recibió una sentencia de 20 años y ahora está en una prisión de Nevada.      Publicado en el periódico mexicano Semanario de lo Insólito, n° 367, febrero de 1999).

En Ávila, España, se ha dado un hecho realmente aterrador e impresionante. Ha nacido un extraño ser, que a decir de la señora Emilia Carballaz, es fruto de la violación que sufrió a manos de un ser extraterrestre.  ASOMBROSO RELATO    La señora Carballaz nos hizo el siguiente relato: "Eran como las once de la noche, del día 17 de abril de 1997, vivo en una región rural, pues soy campesina. Salí hacia los sembradíos, a realizar mis necesidades fisiológicas. Todo estaba muy oscuro y me guiaba más que nada porque conozco perfectamente la ruta. Estaba a punto de sentarme en cuclillas cuando de pronto escuché ruidos detrás de mí".  UN SER DEFORME Y MONSTRUOSO    "Volteé asustada, pues pensaba que algún hombre me había visto meterme a los sembradíos. ¡Lo que vi me dejó muda de asombro! Ante mí estab una bestia. Era un animal parado en sus patas traseras, negro y peludo. Era una especie de perro grande, pero con las patas traseras como las de los canguros y su rostro, aunque peludo, tenía características humanas. Me gruñía y con sus garras empezó a destrozarme la ropa. Quise gritar y correr, pero estaba paralizada. Me tumbó sobre la hierba y se me echó encima. Me desmayé de la impresión, pero recuerdo que había comenzado a atacarme sexualmente".  NO CONTÓ A NADIE SU ODISEA    "Desperté a los pocos minutos temblando de frío. Estaba totalmente desnuda y en mi cuerpo tenía marcas de arañazos, mucha baba y los signos de una violación. Volví a quedarme sin habla, ya que vi al monstruo contemplándome. En un instante corrió a grandes saltos y se perdió de vista. Pocos minutos después, vi un OVNI luminoso que fue ganando altura y se perdió en el horizonte... Regresé a mi casa preocupada, pensando cómo le iba a explicar a mi familia lo que me había pasado. Afortunadamente, ya todos estaban dormidos. Me curé las heridas, me puse mi ropa de cama y me acosté. Reconozco que esa noche no pude dormir".

Este es el enigmático "bebé", de madre terrícola y padre extraterrestre  EMBARAZADA    "Lo peor pasó cuando tiempo después me di cuenta de que había quedado embarazada. Por suerte mía, mi marido creyó que el hijo era suyo y así pasaron los meses de mi embarazo. ¡No quiero recordar lo que vi cuando el niño nació! ¡No es posible que ese monstruo haya salido de mis entrañas! ¡Afortunadamente parece que no tiene probabilidades de sobrevivir mucho tiempo! Mi vida quedó destrozada a causa del encuentro con ese ser extraterrestre".  LOS ESTUDIOS    La señora Carballaz rogó que no se publicaran fotos de ella para evitar el escándalo y la vergüenza públicas. Los psicólogos que la estudiaron llegaron a la misma conclusión: la mujer no está loca ni tiene una imaginación desbordada. Es una señora respetable, que no pondría en juego su prestigio y su nombre para inventar una historia absurda. Bajo hipnosis narró con detalle toda su odisea y no hay lugar a dudas de que fue violada por un ser monstruoso venido del espacio exterior.  RESULTADOS DEL "BEBÉ"    Como podemos apreciar en la fotografía, tomada a escondidas del personal del hospital local, el "bebé" tiene cabeza de perro, tórax y brazos humanos y piernas de cerdo... Una especie de pezuña de cerdo le salía de su vientre. Sus manos tienen cinco dedos y uñas muy bien formadas, tiene dos lenguas y no existen perforaciones en las orejas (oídos). Además, el ente es hermafrodita, ya que se le encontraron órganos sexuales masculinos y femeninos, tanto externos como internos.

UN CASO QUE PERMANECE OCULTO    El caso de la señora Carballaz y de su bebé extraterrestre se ha mantenido en secreto para no alertar a la opinión pública.  La información que hemos descrito se ha filtrado al exterior gracias a un reportero gallego, del cual no damos su nombre por cuestiones de seguridad... Tomás, el marido de la mujer, está perplejo. Obviamente no cree que el bebé sea suyo y tiene sus dudas sobre la violación que sufrió su esposa. Tomás exclamó: "Naturalmente que al ver al monstruo no creo que mi esposa me haya engañado con otro hombre, pero como que no me suena coherente que un ser extraterrestre la haya embarazado. Más bien pienso que fue un demonio, un ente escapado de los infiernos el que destrozó la vida de mi mujer y la mía de paso".  SUPUESTAMENTE SIGUE VIVO    El bebé está siendo custodiado en una institución privada que hace experimentos con animales de laboratorio. A decir del reportero que sacó a la luz este extraño caso, el fenómeno sigue vivo, en una incubadora y rodeado de aparatos. Cuando llora, emite un ronco gruñido semejante al de los cerdos, pero cuando llora fuerte, su llanto es semejante al aullar de un lobo...  MATERIAL DE TERCERA MANO    El reportero mantiene en un lugar oculto y bien protegido, su material gráfico, para que las autoridades no se lo confisquen y le den "carpetazo" al caso. Las fotos que ilustran esta nota son recortes de un periódico europeo, por lo que no son bien nítidas. El hombre promete que pronto dará a conocer todo el caso, y con imágenes de primera mano. Naturalmente, siempre buscará proteger el anonimato de la señora Carballaz, como se lo prometió con la condición de que le narrara su escalofriante aventura...    Publicado en la revista mexicana TESTIGO OVNI, N° 2, agosto de 1998.

LO VI Y EL HECHO ME HA DEJADO TOTALMENTE CONFUSO... Soy un texano llamado Patt Benson y hace poco visité un sitio en Nevada, el cual me dejó muy sorprendido. Se trata de Rachel, poblado que es considerado como "punto clave" para la contactación con OVNIs y seres extraterrestres. En ese lugar existen hoteles, restaurantes, balnearios y muchos otros atractivos turísticos que tienen que ver con el tema de los alienígenas. Para llegar a ese poblado hay que hacerlo por la muy conocida carretera de los seres extraterrestres.  SITIO MUY CONCURRIDO    El lugar es muy concurrido. Amantes de la ufología, científicos, escépticos, y hasta infinidad de curiosos y turistas llegan con la esperanza de poder ver alguna manifestación alienígena. Muchos cuentan que algunas cosas raras suceden por allí... ¡Pero la intención por escribirles esta carta no es dar a conocer el poblado de Rachel, del cual sé que habrán escrito algunas veces en su revista "Contacto OVNI". No; la finalidad de escribir a "Testigo OVNI" es para algo más trascendente y que fue lo que me dejó muy sorprendido. ¡Conocí a una chica que tuvo relaciones sexuales con un extraterrestre y hasta tuvo un hijo de él! "NEBADONA"    Esta información -de que existía una mujer que había parido un hijo de un alienígena-, me la proporcionó un grupo ufológico llamado "Andrómeda Command" (Comando Andrómeda). Ellos me llevaron hasta la presencia de su líder, quien resultó ser la californiana Diana Eichmann, conocida entre los suyos como "Nebadona" y "Comandante Intergaláctica de la Zona de las Pléyades". Un poco más de ciento cincuenta seguidores forman el grupo de esta especial mujer..   RELACIONES SEXUALES CON E.T.    "Nebadona" -o sea, Diana-, después de las presentaciones de rigor y de platicar con ella un rato de cosas triviales, me dijo que ha tenido relaciones sexuales esporádicas con seres extraterrestres, a quienes espera en lugares alejados y solitarios, ya sea en el desierto, en las montañas y en ocasiones sube a sus OVNIs y hace el amor en el espacio exterior. ¡En uno de esos encuentros sexuales quedó embarazada y parió un hijo, al que ha llamado "Comandante Azther" y es el primer hijo de extraterrestre de carne y hueso que el mundo podrá conocer como una realidad palpable. UNA MUJER MUY ESPECIAL    Es por ello que los integrantes del Comando Andrómeda la consideran una mujer muy especial y la tratan con muchas consideraciones. Nebadona es el contacto físico y carnal para traer al mundo a híbridos de otras galaxias. Híbridos parte extraterrestres y parte humanos... Ella viste un traje plastificado que permite descubrir muchas de sus intimidades, ya que así visten las mujeres alienígenas en la Galaxia donde vive su "esposo", o sea, el que la embarazó. El niño es considerado por la gente del Comando Andrómeda como una especie de "mesías" extraterrestre. PROBLEMAS UFOLÓGICOS    Nebadona me dijo además que, en ciertos círculos ufológicos son mal vistos ella y su grupo, ya que los consideran una secta. Ella me comentó que Sarah Wilson, ufóloga e investigadora suiza, una vez le gritó en la cara que "Ella y su grupo eran una molestia, ya que desprestigiaban al poblado y a la Ufología entera haciendo creer a la gente en patrañas como el supuesto hijo alienígena". VENTA DE SOUVENIRS    Los integrantes del Comando Andrómeda mantienen económicamente a Nebadona y a su hijo el Comandante Azther. Ellos se dedican a la venta de souvenirs de todo tipo a los turistas que visitan el lugar. Entre la mercancía destacan pequeños alienígenas de plastilina epóxica, OVNIs armables de plástico o cartón y medallas, pulseras y todo tipo de baratijas que contienen alguna simbología extraterrestre. EXPRESIONES OFENSIVAS    Cuando yo entrevisté a la gente del lugar, todos hablaban de manera ofensiva y peyorativa hacia Nebadona y su hijo. La gente se expresa del Comandante Azther como el "Pequeño Marciano", el "Pequeño Anticristo" o "Bastardo". El bebé tiene casi un año de edad. Pero a Nebadona nada de esto parece interesarle ya que, por las noches, mientras todo el mundo ya está dormido, se sienta frente a la ventana abierta de su recámara y mira hacia las estrellas, esperando pacientemente a que regrese el padre de su hijo, quien prometió regresar algún día... ¡Ésa es la realidad que hay en torno de Nebadona, mas para las burlas de la gente incrédula, que se mofan en torno de ella, el padre extraterrestre -dicen-, es como los marinos: Tiene un amor en cada planeta, por lo que piensan que a Diana la dejaron galácticamente vestida y alborotada!...         Publicado en la revista mexicana TESTIGO OVNI, N° 8, febrero de 1999.

   Él no quería hijos. Ella, lo aceptó. Tomaban sus precauciones. Pero un día... ¡embarazada! ¿De quién? ¿Se venía el divorcio? Ella, entonces, encontró la explicación: aquella noche, aquello que le sucedió, ¡eso fue!... nueve meses atrás, ¡claro, pero claro!... Y le contó a él. Por primera vez. No había querido decírselo en aquel momento, pero ahora ella le debía una explicación. Él tenía razón: ella estuvo con otro. Y ella admitió que así fue. Pero no el modo que era de imaginarse una mente cualquiera, sino del modo que podían comprenderlo dos mentes como las de ellos: conocedores a fondo de las cosas de los extraterrestres y fenómenos de otra dimensión.
    La noche en cuestión, él dormía, y ella fue despertada por un invisible cuerpo poniéndosele encima; alguien que le tapó la boca para que no gritara y que la tomó de las muñecas (¿tendría tres manos?). La penetró... y la hizo tener un orgasmo. El "hombre invisible", no regresó. Pero le dejó un recuerdo.
    El niño nació y creció. Como los Cristos y los Budas. El secreto trascendió el hermético círculo por un infidente. Y entró en la historia de las historias increíbles, pero reales.

    El caso que vamos a exponer ocurrió entre el 5 y el 15 de octubre de 1957 cerca de la población de San Francisco de Sales, en el Estado de Minas Gerais, Brasil, y contó como protagonista al señor Antonio Villas Boas.
    Un mismo protagonista para tres sucesos, insólitos todos, y el último de ellos de características inusuales en este tipo de contactos; la noche del tercer y último episodio, Antonio Villas Boas fue llevado por seres extraños a una de sus naves para un increíble propósito: un acto de procreación entre seres de distintos mundos.
    Estos hechos, de honda repercusión en el mundo entero, y que despertaron diversas opiniones, son analizados en el presente trabajo, sobre la base de la narración original hecha por el protagonista al doctor Olavo Fontes y al periodista João Martins, y en los comentarios de diversas publicaciones a nivel mundial.

El testimonio, su porqué
    -Mi nombre es Antonio Villas Boas. Tengo veintitrés años, vivo con mi familia en un campo del que somos dueños, cerca de la población de San Francisco de Sales. Tengo dos hermanos y tres hermanas, que viven cerca; dos más han fallecido. Yo soy el penúltimo; los hombres trabajamos en el campo, aramos con tractor. Cuando llega la época de cultivo, trabajamos en dos tandas. Durante el día, el trabajo lo hacen dos hombres que contratamos. De noche, generalmente, lo uso yo solo, a veces trabajo con uno de mis hermanos. Duermo durante el día. Soy soltero y gozo de buena salud.
(luego narra dos avistamientos de objetos luminosos sobre su propiedad, las noches del 5 y el 14 de octubre de 1957)
 

15 de octubre
    -Estaba solo, arando con el tractor en el mismo lugar. Era una noche fría, y el cielo estaba muy claro, con muchas estrellas. A la una de la madrugada vi de pronto una estrella roja en el cielo. Realmente parecía una de esas estrellas grandes y brillantes, pero no lo era, como pronto descubrí, porque rápidamente comenzó a crecer, como si viniera en mi dirección. En pocos momentos se había convertido en un objeto luminoso, de forma ovoide, que volaba hacia mí a una velocidad impresionante. Se movía tan rápidamente, que estuvo encima del tractor antes de que pudiera pensar qué hacer. Allí se detuvo de golpe y descendió hasta quedar a unos 500 m sobre mi cabeza, iluminando el tractor y todo el terreno de alrededor como si fuera de día, con un brillo rojo pálido tan poderoso, que las luces de mi tractor, que estaban encendidas, fueron totalmente absorbidas. (...) Sólo había recorrido unos metros cuando el tractor se detuvo y las luces se apagaron. No puedo explicar cómo ocurrió esto. Traté de arrancar nuevamente, pero no dio señales de vida. Entonces abrí la puerta del tractor del lado opuesto a aquél en que se hallaba la máquina, salté y empecé a correr; sólo había dado unos pasos cuando alguien me tomó del brazo. Mi perseguidor era un individuo bajo (me llegaba al hombro), vestido con una extraña indumentaria. En mi desesperación giré bruscamente y le di un fuerte empujón, que le hizo perder el equilibrio. Esto le forzó a soltarme y cayó de espaldas a unos dos metros de mí. Traté de aprovechar la ventaja para seguir corriendo, pero fui rápidamente asido a la vez por otros tres seres, por los costados y por detrás. Me tomaron por los brazos y piernas y me levantaron del suelo, quitándome así cualquier posibilidad de defensa. Sólo podía forcejear, pero me tenían firmemente sujeto y no me soltaron. Comencé a gritar en voz alta pidiendo ayuda e insultándolos, exigiendo que me soltaran. Noté que mientras me llevaban hacia la máquina, mi manera de hablar parecía sorprenderles o despertar su curiosidad, porque se detuvieron y observaron atentamente mi rostro cada vez que hablaba, aunque sin soltarme.
(...)
    Una vez dentro de la máquina, vi que habíamos entrado en una pequeña habitación cuadrada. Sus paredes, de metal pulido, brillaban con los reflejos de la luz fluorescente que salía del techo metálico y que emitían muchas pequeñas lámparas cuadradas colocadas en el metal del techo, rodeándolo cerca de la parte superior de las paredes. No pude contar cuántas eran, porque me dejaron en el suelo, y la puerta exterior se levantó y cerró con la escalera arrollada y sujeta a ella.
    La luz era tan intensa que parecía de día. Pero aun en aquella blanca luz fluorescente era imposible distinguir dónde había estado la puerta, porque al cerrarse pareció haberse convertido en parte de la pared. Sólo podía decir dónde había estado gracias a la escalera metálica adosada contra la pared. No pude observar más detalles porque uno de los hombres -eran cinco en total- me hizo señas con la mano para que fuera a otra habitación que podía distinguirse a través de una pequeña puerta abierta, opuesta a la de la entrada. No sé si esta segunda puerta ya estaba abierta cuando entré en la nave, porque no había mirado en esa dirección hasta ese momento. Decidí obedecerles porque los hombres aún me sostenían firmemente y yo estaba ahora encerrado con ellos y no me quedaba otro recurso.
    Dejamos el pequeño cuarto, en el que no había ni instrumentos ni muebles, y entré en otro mucho mayor, de forma semiovalada, igual al otro compartimiento y con las mismas paredes plateadas de metal pulido. (...)

Presa de "perros"
    Durante lo que me pareció un tiempo interminable permanecí de pie en esa habitación, aún sujeto por los brazos -por dos hombres-, mientras aquella extraña gente me observaba y hablaba de mí. Digo "hablaba", sólo para describirlo de algún modo, porque en realidad lo que yo estaba escuchando no se parecía en absoluto a la forma de hablar humana. Era una serie de ladridos, algo semejantes a los sonidos emitidos por un perro. Esta semejanza era muy leve, pero es la única que se me ocurre para tratar de describir los sonidos, que eran totalmente distintos de cualquier cosa que yo escuchara hasta entonces. Eran ladridos y gruñidos lentos, ni muy claros ni muy roncos, algunos más largos, otros más cortos, a veces con varios sonidos diferentes, todos al mismo tiempo. Pero eran simples sonidos, ladridos animales, y nada podía distinguirse que pudiera ser tomado como el sonido de una sílaba o una palabra en un lenguaje extranjero. Para mí, todo sonaba igual, de manera que no pude retener nada.
    Cuando terminaron los ladridos, parecía que habían solucionado todo, porque me sujetaron nuevamente los cinco y comenzaron a desvestirme por la fuerza. Forcejeamos de nuevo. Yo, resistiéndome y tratando de hacérselo lo más complicado posible. Protesté y grité.

¡Filhos da puta!...
    Ellos, obviamente, no podían entenderme, pero se detuvieron y me miraron como tratando de hacerme comprender que eran gente educada. Además, aunque utilizando la fuerza, en ningún momento me lastimaron gravemente y ni siquiera rasgaron mis ropas, excepto, quzá, mi camisa (que ya estaba rota).
    Al final, cuando me tuvieron desnudo por completo, nuevamente me preocupé. No sabía qué sucedería luego. Entonces, uno de los hombres se me acercó con algo en la mano. Parecía una especie de esponja húmeda, y con ella comenzó a desparramar un líquido por toda mi piel. No era una de esas esponjas de goma, porque era mucho más suave. El líquido era claro como el agua, pero bastante espeso y sin olor. Tenía frío, porque la temperatura, afuera, ya era baja y estaba bastante más frío en aquellas dos habitaciones dentro de la máquina. Cuando me desvistieron, comencé a temblar, y entonces el líquido vino a empeorar las cosas. Pero se secó rápidamente, y al final no sentí mucho la diferencia. Entonces fui guiado por tres de los hombres hacia una puerta cerada, que estaba enfrente de aquélla por la que entramos. (...) La puerta en cuestión daba a una habitación más pequeña, de forma cuadrada, e iluminada de la misma forma que las otras. Después de entrar (yo y los dos hombres), la puerta se cerró nuevamente detrás de nosotros. Me volví y vi algo que no sé cómo explicar; ya no había más puertas allí, todo lo que podía verse era una pared como las demás. (...)
    Esta vez entraron dos hombres más, llevando en sus manos dos tuvos de goma roja bastante gruesos, cada uno de más de un metro de largo. No puedo decir si había algo dentro de ellos, pero sí sé que eran huecos. Uno de los tubos estaba fijado por uno de los extremos a un frasco de vidrio en forma de cáliz. El otro extremo tenía un canuto en forma de ventosa, que me aplicaron en el mentón, donde puede verse esta marca oscura, que permaneció como cicatriz. Sin embargo, antes, el hombre que efectuaba el trabajo apretó el tubo con sus manos, como quitándole el aire. No sentí ni dolor ni picazón en ese momento, simplemente, la sensación de que la piel estaba siendo absorbida. Pero más tarde el lugar comenzó a inflamarse y a picarme (y posteriormente descubrí que la piel había sido rasgada y raspada). Cuando me aplicaron el tubo de goma vi que mi sangre llenaba lentamente el cáliz hasta la mitad.  Entonces, el otro tubo de reserva reemplazó al primero. Nuevamente fui sangrando por el mentón, en el otro lado, donde quedó esta otra marca, oscura como la primera. Esta vez el cáliz fue llenado hasta el borde, y luego retiraron la ventosa. La piel también estaba raspada en este lugar, que me ardía y picaba como el otro lado. Luego, los hombres se retiraron y cerraron la puerta detrás de ellos.
    Estuve allí durante largo tiempo, quizás una media hora. La habitación estaba vacía; había sólo un gran diván en medio, con un abultamiento bastante grande. Pero era blando, como si estuviera hecho de gomaespuma, y estaba cubierto con un grueso material gris, también blando.
    Me senté en él, ya que estaba cansado de tanto forcejeo y emociones. (...)

La mujer extraterrestre
    Después de un larguísimo intervalo, un ruido en la puerta me asustó; me volví y tuve una tremenda sorpresa: la puerta estaba abierta y entraba una mujer. Vino hacia mí lentamente, quizá divertida por la sorpresa que debía de leer en mi rostro. Estaba atónito, y no sin razón. La mujer iba totalmente desnuda, tan desnuda como lo estaba yo, y también descalza.
    Además, era hermosa, aunque de un tipo distinto del de las mujeres que conozco. Su cabello era rubio, casi blanco (como el cabello descolorido con agua oxigenada), lacio, no muy abundante; le llegaba hasta la mitad del cuello, con las puntas curvadas hacia dentro, y separado en medio. Sus ojos eran grandes y azules, más alargados que redondos, rasgados hacia afuera. Su nariz era recta, sin ser respingada ni afinada en la punta, ni demasiado grande. Lo que era distinto era el contorno de su rostro, porque los pómulos eran muy altos, lo cual le hacía la cara más ancha (muvho más que la de las mujeres indígenas sudamericanas). Pero luego, inmediatamente debajo, su rostro se angostaba bruscamente, terminando en un mentón muy fino. Esta característica daba a la parte inferior de la cara una forma bastante triangular. Sus labios eran muy finos, apenas visibles. Sus orejas (que vi más tarde) eran pequeñas y no parecían distintas de las de las mujeres que conozco. Las mejillas, altas, daban la impresión de que había debajo algún hueso que sobresalía, pero, como vi después, eran suaves y carnosas al tacto, y no había sensación de hueso.
    Su cuerpo era mucho más bonito que el de cualquier mujer que conocí. Era esbelto, con senos altos y bien separados, cintura fina y estómago pequeño, anchas caderas y largos muslos. Sus pies eran pequeños; sus manos, largas y finas, y sus dedos y uñas, normales. Era bastante más baja que yo; su cabeza llegaba a mi hombro.
    La mujer vino hacia mí silenciosamente, mirándome con la expresión de alguien que desea algo; me abrazó de pronto y comenzó a frotar su cabeza de lado a lado contra mi rostro. Al mismo tiempo sentí su cuerpo junto al mío. Su piel era blanca, y en los brazos estaba cubierta de pecas. No sentí perfume ni olor en su piel o cabellos.
    La puerta se cerró de nuevo. Sólo allí, con la mujer abrazándome y dándome a entender claramente lo que quería, comencé a excitarme. Esto parece increíble en la situación en que me hallaba. Creo que el líquido con que frotaron la piel fue la causa. Todo lo que sé es que me excité mucho, algo que nunca me sucedió antes. Terminé olvidándome de todo y respondí a sus caricias con otras. Todo fue normal; ella se comportó como lo haría cualquier mujer.
    Eso era lo que ellos querían de mí: un buen semental para mejorar su propia especie. Estaba enojado, pero luego resolví no darle importancia, porque, de todos modos, había pasado unos momentos agradables.
 

Caninamente sensual
    Obviamente no cambiaría a nuestras mujeres por ella. Me gusta una mujer con la que uno pueda hablar, conversar y hacerse entender, lo que aquí no era el caso. Además, algunos de los ladridos o gruñidos que escuché de boca de la mujer en determinados momentos, casi lo echaron todo a perder, dando la desagradable sensación de que estaba con un animal.
    Algo que noté es que no me besó ni siquiera una vez. En cierto modo recuerdo que abrió la boca como para hacerlo, pero fue un suave mordisco en mi mentón, lo cual no era un beso.
Poco tiempo después se abrió la puerta. Uno de los hombres apareció en el umbral y llamó a la mujer. Entonces ella salió. Pero antes de salir se volvió a mí, señaló su vientre, luego me señaló a mí y, con una sonrisa (o algo parecido), señaló al cielo, creo que en dirección Sur. Entonces salió.
    Entró uno de los hombres con mi ropa, me indicó que me vistiera y obedecí en silencio. Todas mis cosas estaban en mis bolsillos, excepto una, mi encendedor "Homero"; no sé si lo tomaron o si se cayó durante el forcejeo cuando fui capturado. Por ese motivo ni siquiera traté de protestar.
(...)
    Dejé la nave aproximadamente a las 5,30 de la mañana, y había entrado en ella a la 1,15 de la madrugada. De manera que estuve allí durante cuatro horas y quince minutos.

El protagonista. Características.
    Antonio Villas Boas no es un tipo urbano sofisticado. Es un hombre apuesto, de tez oscura, evidentemente un caboclo (hombre de antecesores en parte portugueses y en parte amerindios).
    Su educación fue muy rudimentaria, y es el exponente típico del pequeño granjero del vasto interior del Brasil.
    (...) en una de sus cartas al doctor João Martins, declaró que no podía poner ciertos detalles por escrito, porque se sentía avergonzado. Ésa era la parte que se refería a la "mujer" y las "relaciones sexuales". No hizo descripción alguna de ninguno de esos detalles de forma espontánea. Cuando lo interrogaron sobre ello, mostró vergüenza y embarazo, y sólo insistiendo se logró extraerle los detalles dados anteriormente.
    No se notó en él ninguna tendencia a la superstición o al misticismo. No pensó que la tripulación de la máquina fueran ángeles, o superhombres, o demonios. Considera que eran hombres como nosotros, pero de otras regiones, de algún otro planeta. Declaró que creía eso porque el miembro de la tripulación que lo acompañó al salir de la nave apuntó hacia sí mismo, luego al suelo y luego a algún lugar en el cielo, gesto que, en su opinión, podía tener sólo un significado. Además, el hecho de que los miembros de la tripulación permanecieran todo el tiempo con los uniformes y los cascos, indica, en su opinión, que el aire que ellos respiran no es el mismo que el nuestro. Considerando esta expresión como una indicación de que tomaba a la mujer -la única que aparecía sin casco ni uniforme- como un ser de una raza diferente a los demás (posiblemente de origen terrestre y adaptada a las condiciones de otro planeta), se le hizo esa pregunta.
    Él rehusó con firmeza aceptar esta posibilidad, argumentando que ella era físicamente igual que los demás cuando usaba el casco y uniforme, y sólo difería en cuanto a su estatura. Además, al hablar, emitía los mismos sonidos que los demás, y también tomó parte en su captura; en ningún momento parecía hallarse sometida a los demás, y se veía libre como ellos.
    Preguntado sobre si el casco no podría haber sido algún tipo de disfraz, ya que la mujer podía respirar nuestro aire, él replicó que no lo creía, porque pensó que ella había podido respirar nuestra atmósfera sólo gracias al humo que salía de los pequeños tubos colocados en la pared de la pequeña habitación donde tuvo lugar el encuentro. Éste era el humo que le había hecho sentirse tan mal. En realidad, la observación de que este humo no existía en ninguno de los otros ambientes -donde él no vio a nadie de la tripulación quitarse los cascos-, le hizo llegar a la conclusión de que el humo era algún gas necesario para que ella pudiera respirar, y colocado allí precisamente para que pudiera aparecer sin la protección del casco.
    Como puede verse en el ejemplo que antecede, el señor Villas Boas es muy inteligente. Su razonamiento es sorprendentemente lógico para un hombre del interior que apenas sabe leer y escribir (tiene sólo educación primaria),
    Lo mismo puede decirse respecto a su sospecha sobre los posibles efectos afrodisíacos del líquido con que le frotaron el cuerpo, aunque aquí esta explicación puede quizás haber servido más para satisfacer su propio "yo" -si estaba diciendo la verdad-, ya que su excitación sexual podía muy bien haber sido perfectamente espontánea. Su repugnancia inconsciente pudo deberse al hecho que le resultara penoso admitir que había sido dominado por impulsos puramente animales.
    Por otro lado, el líquido podía haber sido puramente antiséptico, desinfectante, o desodorante, para limpiarlo y librarlo de gérmenes que hubieran podido ser dañinos para su compañera.
    Se le preguntó si consideraba que alguna de sus acciones había sido llevada a cabo bajo dominio mental  o sugestión telepática recibida de sus captores: su respuesta fue negativa. Dijo que había sido dueño de sus acciones y pensamientos durante toda la aventura. En ningún momento se sintió dominado por alguna idea o influencia externa. "Todo lo que ellos lograron obtener de mí fue por medio de mis puños", constituyó su comentario. Negó haber recibido alguna idea telepática o mensaje de ninguno de ellos.
    "Si ellos se consideraban capaces de tales cosas -concluyó-, entonces los debo haber desilusionado mucho".
    Otro experimento que se hizo fue mostrarle varias fotografías de mujeres brasileñas rubias, para ver si encontraba alguna que se pareciera -ya sea en rasgos o cabello- a la rubia tripulante de la nave. El resultado fue negativo.
 
Examen físico
    El sujeto es de sexo masculino, blanco, cabello negro lacio, ojos oscuros, que no sufre aparentemente ninguna enfermedad aguda ni crónica.
    Biotipo: asténico, de extremidades largas.
    Facies: atípica. Es de estatura media (1,64 m con zapatos), delgado, pero fuerte, con musculatura bien desarrollada.
    Está bien alimentado, no presneta signos de deficiencia vitamínica.
    No hay deformidades físicas ni anomalías en el desarrollo físico.
    El vello del cuerpo es de apariencia y distribución normales para su sexo. La mucosa conjuntiva es ligeramente descolorida.
    Los dientes, en buen estado de conservación.
    No se palpan ganglios superficiales.

Comentarios publicados en "Flying saucer occupants", por Coral y Jim Lorenzen
    El señor Martins pensó que si la mujer medía sólo 1,42 m, y Villas Boas 1,65 m, ella no habría podido refregar su cabeza contra la mejilla de él. El doctor Fontes destaca que esto hubiera podido hacerse si ella se hubiera puesto de puntillas, lo cual es muy posible, ya que, después de todo, ella era la agresora.
    Considerando que Villas Boas era el cautivo de entidades vestidas de forma extraña en una nave extraña, que había sido intoxicado con un gas y abordado sexualmente por una mujer de aspecto no común, no es probable que hubiera estado erguido "cuan alto era". Su testimonio indica también que cooperó con la mujer desde el comienzo. De modo que quizá se inclinó algo.
(...)
    Cuando el caso Villas Boas llegó a manos del APRO por primera vez, en 1958, tratamos de explicarlo como una fantasía sexual, pero los hechos denunciados no encajaban. Si Villas Boas -de quien el doctor Fontes dice que es un hombre normal en todo sentido- se dejara llevar por una fantasía sexual, durante el sueño o despierto, lógicamente colocaría en el centro de sus pensamientos a una mujer hermosa. No se alucinaría con una extraña mujer que careciera de uno de los atributos físicos generalmente atribuidos a una mujer sexy: los labios.
    El beso es uno de los pasos normales que conducen al acto; sin embargo, la mujer, en el caso Villas Boas, no besaba, sino que más bien usaba una técnica de morder. Esto, en sí, no está fuera de los procedimientos amorosos, pero a duras penas reemplaza el anticuado beso para los humanos.
(...)
    Si una raza extranjera dispuesta a un contacto y posible colonización hiciera un reconocimiento de este planeta, una de sus primeras tareas sería saber si las dos razas podrían mezclarse. Para ello necesitarían un sujeto humano. Cualquier sexo sería adecuado, pero sería mucho más eficiente elegir, de alguna forma, uno de sexo masculino. Si se utilizara un sujeto humano de sexo femenino, serían grandes las posibilidades de no concebir, o de una concepción seguida de un aborto, debido a la considerable tensión nerviosa que supondría alejar al sujeto femenino de su medio ambiente familiar y llevarla a un lugar completamente desconocido y ante compañeros extranjeros, y luego, literalmente, someterla a una violación.
    Debería de ser muy conocido, en especial para una cultura avanzada, que la formación psicológica de las mujeres, particularmente en lo que se refiere al sexo, es mucho más delicada que la de su contrapartida masculina. Entonces, la situación ideal sería que los experimentadores eligieran su propio sujeto femenino, cuyo período de ovulación sería conocido de antemano, y procedieran exactamente como lo hicieron, al parecer, los extraños ocupantes del OVNI con Villas Boas.

Nota: en los tiempos de este informe, no se habían reportado casos de violaciones extraterrestres a mujeres, las cuales habrían de ser bastantes.
 
 

La historia que les voy a contar sucedió hace ya 41 años, fue en 1957, y sé que como en el pasado, mucha gente me va a tachar de loco, pero sé que sucedió y las únicas evidencias que tuve fueron médicas.  UNA NAVE EN FORMA DE HUEVO     Mi nombre es Antonio Villas Boas. En 1957 vivía junto con mis padres en una pequeña granja de una provincia de Brasil. En aquel entonces yo cursaba la secundaria y combinaba mis actividades escolares labrando la tierra.     Aquella noche fui con el tractor para trabajar un rato y el campo sólo se iluminaba por los faros del pesado vehículo que conducía, cuando de repente un objeto en forma de huevo aterrizó a unos quince metros de donde me encontraba. El motor se paró inexplicablemente, ante mi asombro.  Lo único que pude hacer fue salir corriendo, pero mi carrera fue detenida cuando unos seres humanoides, lograron atraparme y yo traté de defenderme sin ningún resultado. Sin embargo ellos parecían no hacer el mínimo esfuerzo. Me atraparon y me metieron dentro de aquel huevo.

UN RARO IDIOMA    Las criaturas se hablaban entre sí en un lenguaje bastante extraño, como con ladridos, mientras me tomaban muestras de sangre y me quitaban la ropa. ¿Yo? seguía muy desconcertado, creo que mi corazón en esos momentos por poco se me salía del pecho. De pronto vi una rubia, parecía como humana, pero seguramente no lo era. Estaba desnuda y era muy bella.

Con sus "ladridos", como que los otros extraterrestres me animaron; ella se acercó a mí y enfrente de todos sentí un extraño impulso de poseerla, de tener relaciones sexuales con ella. Una vez que concluimos me señaló su pequeño vientre y después miró a través de una pequeña ventanilla las estrellas. Entendí que ella tendría un hijo mío.    Los humanoides entonces me permitieron tomar mi ropa y vestirme, luego me dieron un pequeño paseo por la nave y finalmente me regresaron al punto donde me encontraron en la granja de mis padres, cuando faltaba sólo un poco para que amaneciera.  EVIDENCIAS MÉDICAS    A los pocos días de lo sucedido comencé a sentir náuseas y descubrí que tenía extrañas y pequeñas lesiones en el cuerpo. Acudí a un médico, me examinó durante algún tiempo, y me detectó extrañas cicatrices y síntomas parecidos a los de envenenamiento por radiación.  A raiz de eso nunca más volví a tener otro encuentro, pero siempre miro al cielo con la esperanza de verla y saber si en verdad tuve un hijo... Por eso me atrevo a decir que yo fui un TESTIGO OVNI.  Publicado en la revista mexicana TESTIGO OVNI, N° 5, noviembre de 1998

    La hipnosis regresiva reveló que durante el tiempo de amnesia, que fue de unas pocas horas, el camionero había estado en una nave, disfrutando sexualmente con una mujer de exóticos rasgos y un espectacular cuerpo. Sólo que -nada es perfecto- la chica cósmica era tan fría como una muñeca inflable; no fría en su temperatura corporal, que era normalmente calentadora, sino fría en su comportamiento, mecánico se diría. Pero valga la experiencia, aunque si no fuera por la hipnosis que lo hizo recordar, no hubiera podido ni siquiera contársela a los amigos, porque le borraron la memoria cuando lo trajeron de vuelta. Como sucede normalmente en las abducciones con fines reproductivos. En todo caso, el placer se disfruta en el momento, después borrón, y no se cuenta el cuento.
 

    Comenzaban los años 80 y la revista Flash, de Buenos Aires, publicaba cierta historia de una extraterrestre que anduvo por estos planos bajos de la vida cósmica, donde quizá vino a buscar "expreiencias diferentes"...
    No iba a faltarle, sin duda, quien pudiera satisfacerla en sus deseos de conocer los disfrutes carnales de la vida terrenal. Así fue como el agraciado varón que le tocó en suerte, no conforme con mantener con ella el sexo que por vía natural debe tener aceptación en otros mundos, obligó a la sorprendida extraterrestrita a ver las estrellas, no por la ventana de la nave, sino por el dolor de su orificio anal, violentamente penetrado. No es porque "el marrón" se le haya puesto lila, por lo que ella se llamaba Lilita, sino, en todo caso, eso sería mera coincidencia. Pero bien, ella vino a aprender sexo terrícola, y aprendió sexo terri-cola: le hicieron la cola.
    Esto de perder el invicto de visitante, viniendo a parar a un mundo como éste, es uno de los pocos casos en que los terrícolas se cobran una pequeña revancha de tantos casos en que son secuestrados y violados por extraterrestres. El martirio de Lilita debe ser, para ellos, un alerta para saber cómo tratar con gente de acá. Más aún si alguna de estas diosas cósmicas cayera en una orgía en los suburbios de Río de Janeiro, o cualquier otro lugar donde se le daría un trato tal, que difícilmente pudiera disfrutar. Si bien la frialdad que se dice que tienen las extraterrestres en sus relaciones sexuales con terrícolas, hace pensar en que el sexo es de por sí más procreativo que divertido para esta gente alienígena. Habría que preguntarle a Lilita, si fue divertido o no.

    El viajero, buscador de experiencias extraterrestres, recorría los caminitos del mágico Cerro Uritorco, pensando en la intraterrena ciudad de ERKS. Cada tanto le venía al recuerdo la imagen de Maia, la rubia habitante de esa ciudad misteriosa, cuyo dibujo había visto publicado en alguna revista. La fantasía del eventual encuentro con los extraterrestres en alguna de esas noches de Capilla del Monte, le abría las puertas de un fantasear a niveles más acordes con su naturaleza humana: "Y si me encuentro con Maia ¿me la podré llevar a la colchoneta de la carpa? ¿o me llevará al sillón anatómico reclinable de su nave?
Pero un día, un día que fue noche para él, noche negra y fría, se enteró de que Maia era asexuada. Y se preguntó: "Si ésta la tiene cerrada como culo de muñeca; bah, no cerrada: directamente no tiene nada... ¿se la daré, al menos, por la boca? ¡Andá a comprarte una muñeca inflable, o buscate una humana normal!", se reprochaba a sí mismo en su desengaño que destruyó su fantasía.

    Sucedió en la Argentina. El Comandante Clomro, irrumpió en la escena televisiva nacional, llegando más allá de las fronteras, con motivo de los 50 años del fenómeno ovni, el 24 de junio de 1997. Encapuchado y vestido con uniforme militar, pero con aspecto guerrillero, dijo ser un extraterrestre ocupando un cuerpo humano desde hacía unos años, en reemplazo de quien lo ocupaba y se fue. Su mensaje, revolucionario, denunciaba una conspiración cósmica de extraterrestres negativos manipulando a la humanidad desde que ésta tuvo inicio, y en lo cual los gobiernos de los países obedecen a esas fuerzas negativas del cosmos, en perjuicio de los pueblos por ellos oprimidos. Y dijo haber sido uno de esos seres negativos, que vino al mundo a reparar sus errores cometidos "allá arriba". Algo así como un "arrepentido cósmico"; un "diablillo que se hizo bueno", si bien él declaraba ser "de los malos", como asumiendo encontrarse todavía en un proceso de limpieza interior, de reversión de su corrupción milenaria.
    La nota graciosa fue cuando se le preguntó si tenía novia, a lo que respondió que todos tenemos "otra mitad", y que la suya es la "Princesa Rodcla", cuyo mensaje ella daría en algún momento, y que luego de eso "nos vamos a ir juntos".
    Clomro, en su página en Internet, en diciembre de 1997 publicó una carta de Rodcla; la primera manifestación de ella a la humanidad. Luego, en marzo de 1998, ambos se presentaron en un programa de TV en Chile, ocasión en la que evitaron temas personales.
    Con respecto la relación no definible entre ambos, la cosa da a pensar que tanto él como ella han tenido sus "historias" sentimentales y sexuales, cada uno por su lado. Así como sucedería con las "almas gemelas" hasta que no se encuentran y se unen en pareja. Luego apareció la pleyadiana Loyadna, diciendo ser la verdadera alma gemela del comandante... En fin, esto de la otra mitad es cierto, a todos nos está poniendo los cuernos la nuestra, que debe andar por ahí vaya a saber con quien. Durante lo cual, le hacemos lo propio con quien estemos, hasta que la encontremos o nos encuentre. Clomro, Rodcla y Loyadna, en este sentido, parecen tener bien clara la cosa, y no preocuparse: hasta se han dado tiempo y libertad de hacer cada uno lo que quiera con quien quiera, sin celos ni incomodidad por la cornamenta. Como diría un buen vikingo: "para tener los cuernos bien puestos, hay que tener bien puestos los huevos".
 

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