La última producción de Ghibli, "Sen to Chihiro no Kamikakushi" (Spirited Away o El Viaje de Chihiro), nos vuelve a sorprender de nuevo. Después de Mononoke Hime creíamos que Miyazaki había alcanzado la cima de su carrera, y con este film nos demuestra que tiene genio y creatividad para mucho rato.

Chihiro o Sen (Mil) como después es llamada, es una niña de 10 años que entra en un mundo extraño habitado por espíritus y fantasmas, esto se debe a que sus padres se convierten en cerdos cuando comen de unas ofrendas a los Dioses sin haber sido invitados. La única manera de hacerles volver a su forma original es volviendo a encontrar su nombre, por lo que se convierte en la criada de unos baños que usan los dioses y mostruos. Esta búsqueda de su nombre le hará pasar mil y una aventuras en la que irá encontrando amigos y aliados que le ayudarán a sortear las distintas pruebas a las que se irá enfrentando.

Este es el típico film de aventuras en la que una niña normal de aspecto delgado se convertirá en una heroina, que con la única ayuda de su voluntad e inteligencia le hará triunfar en su gesta.

En esta película Miyazaki quiere hacer incapie en la fuerza que tienen las palabras, pues aunque en este siglo puede parecer que hayan perdido su poder, siguen teniendo la fuerza de antaño, en la que con solo conocer el nombre "verdadero" de una persona permitía tenerlo bajo tu poder.

Una última cosa, cuando tengas oportunidad de verla, hazlo, y volverás a sentir la "Mágia" que solo este genio de animé te puede ofrecer.

 

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