UNA EMBARCACIÓN DE REMOS

Si no sabes adónde vas, seguramente terminarás en otra parte. Murphy.

Cuentan las crónicas que en el año 95 se celebró una competición de remo entre dos grupos empresariales, uno alemán y el otro español. Se dio la salida y los remeros alemanes empezaron a destacar desde la primera remada. Al finalizar la regata, la embarcación española se había presentado en la línea de meta con un retraso de casi una hora sobre la embarcación alemana. Al día siguiente la Dirección de la empresa española se reunió para analizar las causas de tan bochornoso fracaso y llegaron a la siguiente conclusión: "Se ha podido detectar que mientras la embarcación alemana estuvo compuesta de un timonel y diez remeros, nuestra embarcación ha estado compuesta de diez timoneles y un remero".

Al año siguiente se celebró de nuevo la regata y nuevamente la embarcación alemana se empezó a distanciar desde la primera remada. La embarcación española se presentó esta vez en la línea de meta con un retraso de casi dos horas. Nuevamente la Dirección de la empresa española se reunió para analizar lo acaecido, y de nuevo pudieron detectar que mientras la embarcación alemana estuvo compuesta de un timonel y diez remeros, la embarcación española, tras las eficaces medidas adoptadas el año anterior, estuvo compuesta por un timonel, dos adjuntos a timonel, siete jefes de área y un remero. Tras un dilatado y minucioso análisis del problema llegaron a la conclusión siguiente: "El remero es un auténtico incompetente".

En el año 97, como no podía ser de otra manera, la embarcación alemana se distanció nada más iniciarse la regata. La embarcación española, cuya composición había sido encargada a un Comité "de altas tecnologías", se presentó en línea de meta con un retraso de casi cuatro horas. Al finalizar la regata tuvo lugar una reunión del más alto nivel. Resultado de la misma fue un comunicado a toda la organización que decía: "Este año, la embarcación alemana ha optado una vez más por una tripulación tradicional compuesta por un timonel y diez remeros. Nuestra embarcación optó, tras los dictámenes de nuestros auditores y consultores externos, de nuestro Departamento de Informática y nuestra Asesoría Jurídica por una composición más vanguardista: un timonel, dos directores de departamento, dos jefes de área con plus de productividad, tres auditores de Deleite & Toque y dos vigilantes jurados que no han quitado ojo al único remero que había sido convenientemente amonestado y sancionado con la perdida de todos sus pluses e incentivos por "sus fracasos de años anteriores".

Tras más de seis horas de reunión, se tomó por unanimidad de todos los asistentes el acuerdo siguiente: "Para la regata del año 98, el remero que compondrá nuestra embarcación pertenecerá a una contrata externa, toda vez que se ha podido constatar que a partir de la decimoquinta milla nuestro remero ha venido adoptando una postura de cierta dejadez que roza el pasotismo al alcanzar la línea de meta".

A mí, a pesar de todo, me gusta ser remero.

Sir Joe