En mi infancia, cuando aún la razón era una, crecí en un mundo bello, lleno de silencio. Las paredes, los muebles de casa tenían más que hablar, que mi rededor. |
Teniendo cuatro hermanos sordos, me acostumbre al silencio, mi mundo era solo la sonrisa tan bella de estos seres tan llenos de amor y luz, ver sus ojos y sus manos, las cuales me expresaban el mundo en el cual ellos y yo nos desarrollábamos.
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Llegue a creer que yo también era sorda, pues mi mundo fue de ellos como el de ellos fue mío. Así crecí, en el mundo del silencio.
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Cuando alcance la pubertad, empece a notar cierta diferencia. Por ejemplo las invitaciones de amigas a una fiesta, la cual no era extensiva, eran sólo para mí. |
El mundo comenzó a ser diferente. Cuando yo podía asistir a escuelas normales, ellos no. Comencé a sentir una frontera invisible. Y comencé a entrar en una serie de preguntas, que antes no me había hecho. Comencé a notar que aún sin molestarse en informar por qué, ellos eran sacados de toda consideración social, sin preocupación por saber nada de este mundo... el mundo del silencio. |
Y el mundo antes considerado bello comenzó a convertirse en una lucha, por querer tenerles a ellos en un lugar en la sociedad. Un lugar que ellos habían ganado con el solo hecho de venir a este mundo. |
Comenzó la rehabilitación de cada uno de ellos, exitosamente. Ahora ellos podían prestar sus servicios en la sociedad, esa, la cual los había rechazado. Y cada uno de ellos se convirtió en una bella mariposa que al desplegar sus alas volaban lejos, muy lejos. |
Cada uno de ellos se casó, y realizó su vida, como cualquiera de nosotros, aunque, si quiero ser honesta, debo decir que de mejor calidad. Ellos tenían una ganancia, no se habían contaminado nunca con el exterior. |
Contemplaron siempre a la gente como buena, para ellos no existía gente mala o nociva, veían a la gente con los ojos del alma. Para ellos no había porque desconfiar de nada ni de nadie. |
Y ahora, son padres, sus hijos son totalmente normales, y son padres llenos de ilusiones, como nosotros. Ahora ellos tienen cargos como maestros, enseñando a aquellos menos afortunados, a esas criaturas a las que los padres esconden como la vergüenza más atroz que pudieran tener, y esta gente con más necesidades es a la que ellos llegan a dar todo su apoyo para la rehabilitación, ya sea en artes manuales, o con la enseñanza de la comunicación, y como mariposas van extendiendo sus bellas alas, sembrando el amor y la comprensión, que hace falta tener, para poder entender este mundo de los minusválidos. |
¿Y usted, es minusválido? ¿qué parte de su cuerpo no trabaja ? ¿tiene oídos y no sabe escuchar ? ¿tiene boca, y no sabe cómo comunicar? analice... en que parte de su bello cuerpo no lo hace trabajar? |
Poseemos tantas cosas que Dios nos dio, y aún ahora no hemos reflexionado, el poder de estas! ¿qué le falta? Cómo ayuda usted a su prójimo? Vamos ...brinque de gozo.....está usted completo..........vamos levántese, y goce su gran fortuna...está usted vivo, y completo. |
Yara Murillo |