Citas y Frases

- Quien se para a llorar, quien se lamenta contra la piedra hostil del desaliento, quien se pone a otra cosa que no sea el combate, no será un vencedor, será un vncido lento. (Miguel Hernández).

- El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable. (G. Bernard Shaw).

- Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera. (Boileau).

- Un idealista es aquel que cuando se da cuenta de que la rosa huele mejor que el repollo llega a la conclusión de que su sopa será también más rica. (HenryL. Mencken).

- No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente. (Descartes).

- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarle; cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo. (Confucio).

- Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, mas encantadora te encontrará. (Agatha Christie).

- El que ha naufragado tiembla incluso ante las olas tranquilas. (Ovidio).

- He aprendido que una vida no vale nada, pero también que nada vale una vida. (André Malraux).

- El silencio del envidioso está lleno de ruidos. (Khalil Gibran).

- Todo el mundo se queja de su memoria, pero nadie de su inteligencia. (F. De la Rochefoucauld).

- Bendito sea el hombre que, no teniendo nada que decir, se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras.(G. Eliot).

- He observado constantemente que para prosperar en el mundo hay que tener aire de tonto sin serlo. (Montesquieu).

- El arte de la guerra es el arte de destruir a los hombres, como el de la política es el de engañarlos.(D'Alembert).

- La libertad no hace feliz al hombre; le hace, sencillamente, hombre. (Manuel Azaña).

- En las cosas grandes, los hombres se muestran como les conviene; en las pequeñas se muestran tal como son. (Chamfort).

- Avergüénzate menos de confesar tu ignorancia que de porfiar en una necia discusión que la haga patente. (E. Joceline).

- LLorar, sí; pero llorar de pie, trabajando; vale más sembrar una cosecha que llorar por la que se perdió. (A. Casona).

- Discúlpeme, no le había reconocido, he cambiado mucho. (O. Wilde).

- La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa. (G. Marañón).

- El enemigo sólo empieza a ser temible cuando empieza a tener razón. (J. Benavente).

- Hay muchas personas que no saben perder solas el tiempo y son el azote de las que tienen ocupaciones. (L.G. deBonald).

- No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda. (Woody Allen).

- Un vaso lleno suena menos que uno vacío. (Anónimo).

- Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira. (Boileau).

- Cuando la mujer sufre en silencio, es porque tal vez esté estropeado el teléfono. (Tom Sims).

- El hombre entra en la multitud para ahogar el clamor de su propio silencio. (R. Tagore).

- Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla. (Chardonne).

- La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia. (A. France).

- "¡He perdido mi gotita de rocío!", dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.(R. Tagore).

- La talla de las estatuas disminuye alejándose de ellas; la de los hombres, aproximándose. (Alphose Karr).

- Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. (Mahatma Gandhi).

- Prueba a ser tal como dicen de ti tus aduladores. (Horacio).

- Siempre se ayuda la mentira de lo cierto para atacar a la verdad. (Séneca).

- En la prosperidad, nuestros amigos nos conocen; en la adversidad, nosotros conocemos a nuestros amigos. (ChurtonCollins).

- En la vida humana sólo unos pocos sueños se cumplen; la mayoría se roncan. (Jardiel Poncela).

- Deje palabras quien ame / que sin obras todas vuelan / porque palabras y plumas / dicen que el viento las lleva. (Tirso de Molina).

- Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansía morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella. (J.D.Salinger).

- Un fracasado es un hombre que ha cometido un error y no es capaz de convertirlo en experiencia. (E. Hubrard).

- No deja de ser humillante para una persona de ingenio saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo. (J.B. Say).

- Una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo un cerebro. (J. Benavente).

- Política es el arte de evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe. (P. Valéry).

- Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección. (Francis Picabia).

- Hay gentes que hablan un momento antes de haber pensado. (J. De la Bruyére).

- La lucha de la memoria contra el olvido es la lucha del hombre contra el poder. (Milan Kundera).

- El corazón del hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echais a moler correis el riesgo de que se triture a si misma. (Lutero).

- Cuanto más se acerca uno a los grandes hombres, más cuenta se da de que son hombres. (J. De la Bruyére).

- Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que tu silencio. (Proverbio indio).

- Perdona siempre a tu enemigo; no hay nada que le enfurezca más. (Oscar Wilde).

- Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad. (R. Tagore).

- Ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar. (Federico II).

- No todo resbalon significa una caída.(Herbert).

- Puestos a elegir entre la verdad y el placer de buscarla, elegiríamos lo segundo. (A. Machado).

- La experiencia nos sirve para, dando un gran rodeo, hallar un atajo. (Rogelio Ascham).

- Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas. (J. Ortega y Gasset).

- La vejez no es tan mala, si considera uno la alternativa. (Maurice Chevalier).

- La mujer se parece a la sombra propia: si la sigues, se va; si huyes de ella, te persigue. (A. de Musset).

- Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan; sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor. (Oscar Wilde).

- Se puede confiar en las malas personas; no cambian jamás. (W. Faulkner).

- Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas. (J.J. Rousseau).

- Al que vive temiendo nunca le tendré por libre. (Horacio).

- El genio comienza las obras grandes, mas sólo el trabajo las termina.  (J. Joubert).

- Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejaran ver las estrellas. (R. Tagore).

- Ningún tonto se queja de serlo; no les debe ir tan mal. (Noel Clarasó).

- El presente es lo principal del futuro. (A.A. Cournot).

- Los puestos eminentes son como las cimas de los peñascos; sólo pueden llegar a ellos las águilas y los reptiles. (Anónimo).

- Un egoísta es aquel que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tu te estas muriendo de ganas de hablarle de tí. (Jean Cocteau).

- Presta el oído a todos y a pocos la voz. (Shakespeare).

- Hay que ser ligero como el ave, y no como la pluma. (P. Valery).

- Nunca he encontrado a una persona de la que no tuviera nada que aprender. (A. de Vigny).

- Habla con suavidad, pero lleva un gran palo y llegarás lejos. (Roosevelt).

- La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites; la tontería, no. (Claude Chabrol).

- Antes de casarme tenía yo seis teorías sobre la manera de educar a los niños. Ahora tengo seis niños y ninguna teoría. (Lord Rochester).

- Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un cabello de mujer. (S. Ramón yCajal).

- Hasta después del llanto más sublime acaba uno por sonarse. (H. Heine).

- Las pirámides son el mejor ejemplo de que, en cualquier tiempo y lugar, la gente tiende a trabajar menos cada vez. (Pierre Demayet).

- El cerebro es un órgano maravilloso. Comienza a trabajar nada más levantarnos, y no deja de funcionar hasta entrar en la oficina. (R. Frost).

- Una mujer perfecta es aquella que ayuda con abnegación a su marido a soportar las calamidades que no habría conocido jamás de quedarse soltero. (N. Clarasó).

- Nadie recordaría al buen samaritano si hubiera tenido tan sólo buenas intenciones. También tenía dinero. (Margaret Tatcher).

- Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios. (G.K. Chesterton).

- La sabiduría me persigue, pero yo soy mas rápido. (Inscripción anónima en una universidad española).

- Un pesimista es un optimista bien informado. (A. Mingote).

- ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto! (Groucho Marx).

- Perdone, señora, que no me levante. (Groucho Marx, epitafio en su tumba).

- Cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo. (Von Hardenberg).

- Lo malo de la ópera es que se despierta uno sobresaltado en algunos momentos. (Oscar Pin).

- Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo. (Aristóteles, Etica a Nicómaco). 1