UNA VENTANA ABIERTA
¡Ay qué triste es la vida para quien lo
da todo a cambio de nada!
Así pensaba ella, siempre sola entre la multitud, cuando analizando
casi 40 años de matrimonio, se daba cuenta de que sus esfuerzos para hacer más
llevadera la convivencia, caían siempre en saco roto.
Era como si un recipiente agujereado dejara escapar su líquido
contenido por un desagüe sin retorno.
En su época de novios, él era tan amable y complaciente, todo le
parecía bien, hasta el punto de que ella creía que siempre podría mandar en
todo, lo cual le disgustaba, ya que la igualdad entre ambos, las opiniones
compartidas y el consenso en la pareja es lo mejor; pero una vez casados, él se
volvió un hombre celoso, desagradable y cínico... Todo cambió y las riñas y
descontentos estuvieron a la orden del día.
Cuando era joven, su marido solo pensaba en trabajar, y los ratos
de ocio, los dedicaba a sus amigotes y a ver por televisión los partidos de
fútbol, que copaban la mayor parte de su tiempo...
Ella era un ama de llaves, siempre dispuesta a tenerlo todo en
orden, y eso es lo que él esperaba y exigía. Todo lo que ella proponía, a él le
parecían estupideces. Y muchas veces estuvieron a punto de separarse; pero
pensando en los niños y el trauma que esto les podría causar, ella aguantó
pacientemente, pasando por alto los agravios y sinsabores de su vida conyugal.
Pasaron varios años y como
Sus hijos ya se habían emancipado y vivían su propia vida y ahora
que el matrimonio ya estaba jubilado, como no compartían las mismas aficiones,
cada cual por separado se distraía su modo, sin contar con el otro miembro de
la pareja.
Ella salía con sus amigas de compras y a merendar; pero la lectura
de las revistas del corazón...aquellos chismes y cotilleos, no la satisfacían
en absoluto. Sentía un vacío tan grande y una depresión tan intensa, que tuvo
que visitar a psicólogos, pues creía volverse loca en aquel desierto tan desprovisto
de amor y carencias, como una flor sin riego que muere por falta de cuidados;
pero era fuerte y no sucumbió, e intentó salir de aquel pozo sin fondo y lo
consiguió.
Así es que se dedicó más a leer, libros selectos, escuchar buena
música, ver teatro y buenas películas... Y si comentaba algo con su marido, él
le respondía con tal frialdad e indiferencia, que la dejaba helada, pues nada
de lo que le pudiera decir, le importaba lo más mínimo. Era un hombre pasivo e
insensible, que solo criticaba las inquietudes que ella pudiera tener,
tachándolas de tonterías, y pérdidas de tiempo. Tal vez fuera porque él se
sentía incapaz de buscar una vida mejor.
Entre las actividades que ella empezó a
practicar después de su jubilación, lo que más le gustaba eran las manualidades
y la informática, la cual le parecía un milagro de la técnica...
¡Qué maravilla, poder conocer a través
del chat a personas del otro lado del mundo!
Se aficionó a escribir sus pensamientos,
y buscar cosas interesantes que acrecentaron su cultura y la hicieron conocer
tantas cosas que ella ni siquiera imaginaba...
Se aficionó a escribir e investigar
temas literarios y artísticos, que en gran parte llenaron su vida, antes tan
vacía. Y gracias a Internet, encontró buenos amigos virtuales, de entre los
cuales sobresalía un caballero que por sus gustos y aficiones, tan semejantes a
los suyos, pronto empezaron a congeniar y hablar de temas más profundos y
trascendentales, hasta que su relación se convirtió en una verdadera amistad.
Todas las noches, mientras su esposo
escuchaba programas deportivos en la radio o veía la televisión, ella encendía
el ordenador, y pronto se encontraba con su amigo virtual, y charlaban a través
de skype, de los más diversos temas, literatura, cine, música, leyendas y
tradiciones de sus países...
Y a veces, ¿por qué no? de su vida personal; él como ella,
compartía su existencia con una mujer vulgar, que ignoraba sus cualidades y
desdeñaba sus inquietudes... En el fondo, eran 2 almas gemelas, y solitarias que
se encontraron en la Red de redes... Mas la distancia que les separaba eran tan
inmensa, miles de kilómetros y un gran océano eran su barrera infranqueable;
pero sus almas permanecían juntas, aunque sin la más remota esperanza de unir
sus cuerpos algún día.
Al principio de su amistad, el teclado era su medio de
comunicación; pero más adelante, escuchaban sus voces, dulces y apacibles, que
les hacían sentir las más agradables sensaciones, y por último la web Cam, les
facilitó que pudieran verse y oírse... Era algo emocionante poder ver los
gestos y escuchar las palabras llenas de amor y entendimiento, que cruzaban la
inmensa distancia tanto, que les parecía estar juntos; pero no podían sellar su
amor con un beso, ni acariciar su piel... Estaban tan cerca y tan lejos al
mismo tiempo; pero la pantalla era como una ventana abierta que les permitía
verse oírse y amarse, tanto o más que si estuvieran compartiendo el mismo
espacio físico.
Aquella ventana se abría cada noche, para dejar ver la luz del
sol, que radiante iluminaba el camino de los dos amantes hasta crear una sola
senda donde ambos imaginaban ir tomados de las manos, unidos para siempre.
Como sus deseos de encontrarse no eran satisfechos, por las
adversas circunstancias personales, de edad y salud, a veces se desesperan y se
deprimen perdiendo la fe y la esperanza; pero ellos juran que si hay una vida
más allá de la muerte, se encontrarán y estarán juntos, por toda la eternidad.
Autora: Puri Águila. Barcelona, España.