Mi lente
Macartismo: "Los 10 de Hollywood"
En 1938 se crea la HUAC (House Un-American Activities Comité), el famoso Comité de Actividades Antiamericanas. El 29 de junio de 1940, cuando era un hecho que tarde o temprano Estados Unidos entraría en la guerra, el Congreso aprobó el "Alien Registration Act" (Ley de Registro de Extranjeros), que entre otras cosas declaraba ilegal apoyar, favorecer, sugerir o "desear" que el gobierno fuera derrocado. La Ley obligaba a los extranjeros mayores de 14 años, residentes en EEUU, a llenar un formulario con sus datos personales, incluyendo ocupación y declaración sobre cuáles eran sus creencias, tendencias o afiliaciones políticas. En cuatro meses se registraron cerca de 5 millones de extranjeros. El objetivo de la Ley, era debilitar al "American Communist Party" (Partido Comunista de Estados Unidos) y otras agrupaciones políticas de izquierda, que al igual que en todo el mundo, se estaban constituyendo en una amenaza contra el estatus político.
Inicialmente el HUAC investigó a izquierdistas y derechistas incluyendo el Ku Klux Klan, pero siendo Martín Dies (presidente de HUAC) y otros miembros del Comité, partidarios o simpatizantes del KKK, declararon que no habían suficientes evidencias para acusarlos con cargos de desestabilización y que además: "…el KKK es una antigua institución estadounidense, por lo que declararla ilegal era absurdo…".
Fue en 1943, cuando el enfrentamiento entre la URSS y sus aliados se hizo ya inocultable, que se hace presente Joseph Raymond McCarthy, Senador por Wisconsin, quien inició una persecución implacable contra los comunistas o sospechosos de serlo. La razzia desatada por McCarthy, la que ahora se conoce como "macartismo", llevó a los tribunales a miles de personas y otras tantas fueron tildadas de sospechosas, de participar en actividades antipatrióticas. McCarthy fue Presidente del Comité de Operaciones Gubernamentales y Presidente del Subcomité de Investigaciones, aprovechó el cargo para documentar los cargos contra comunistas dentro del gobierno. Como era amigo de Edgar H. Hoover, aprovechó información del FBI desatando una ola de sospechas, odios e intrigas, en todos los estamentos del país, con acusaciones, juicios, calumnias y amenazas, que incluso fueron causa de algunos crímenes y muchos abusos. La industria del cine no fue la excepción, recibió un ataque frontal que dejaría honda huella en la comunidad artística.
El 20 de octubre de 1947, la HUAC presidida por J. Parnell Thomas, John McDowell de Pensylvania, Richard B. Vail de Illinois y el futuro presidente de los Estados Unidos Richard Nixon de California, comenzó a investigar a la industria cinematográfica de Hollywood interpelando a 41 personas relacionadas con el cine.
De estos 41 profesionales, 19 decidieron oponerse a las actuaciones de la Comisión, por considerarla contraria al espíritu y a la letra de la constitución estadounidense, específicamente a la primera enmienda. Son conocidos en la historia como The unfriendly nineteen ("los 19 inamistosos"), damos sus nombres en orden alfabético: Alvah Bessie, Herbert J. Biberman, Bertold Bretch, Lester Cole, Richard Collins, Edward Dmitryk, Gordon Kahn, Howard Koch, Ring Lardner jr., John Howard Lawson, Albert Maltz, Lewis Milestone, Samuel Ornitz, Larry Parks, Irving Pichel, Robert Rossen, Waldo Salt, Adrian Scott y Dalton Trumbo.
El dramaturgo alemán Bertolt Brecht, hizo sus declaraciones y luego se escapó a Alemania Oriental. Otros diez, Herbert Biberman, Lester Cole, Albert Maltz, Adrian Scott, Samuel Ornitz, Dalton Trumbo, Edward Dmytryk, Ring Lardner Jr., John Howard Lawson y Alvah Bessie, conocidos después como "los diez de Hollywood", alegaron que bajo la protección de la Primera Enmienda de la Constitución, tenían el derecho a negarse a responder las preguntas. El Comité apeló a la Corte Suprema que le dio la razón al Congreso; fueron acusados de desacato y fueron condenados a penas de entre seis y doce meses de prisión.
Denuncias y traiciones
De "los diez de Hollywood" el único nombre conocido entre los aficionados al cine y el público en general, fue el actor Larry Parks. Este aceptó colaborar proporcionando evidencia, reconoció que perteneció al Partido Comunista en 1941, pero que renunció cuatro años después. Cuando le pidieron que denunciara a compañeros suyos, Parks respondió: "Preferiría, si me lo permiten, no mencionar los nombres de otras personas. No me obliguen a elegir entre, cometer desacato e ir a la cárcel, y forzarme a arrastrarme en el lodo como un soplón." El Comité insistió que respondiera. La sesión continuó en privado, pero luego se filtró a la prensa que Parks había dado los nombres de Leo Townsend, Isabel Lennart, Roy Huggins, Richard Collins, Lee J. Cobb, Budd Schulberg y Elia Kazan. Todos ellos, temerosos de ir a prisión, pasaron por el mismo trance y dieron otros nombres de personas que fueron miembros de agrupaciones izquierdistas.
Lee J. Cobb fue presionado pero resistió durante dos años, luego de lo cual cedió y denunció a Marc Lawrence, Lloyd Bridges, Rose Hobart y Jeff Corey. Trágicamente Cobb se arrepintió después y nunca se perdonó el no haber resistido a la presión. Parks fue asesinado frente a las cámaras en 1976. David Raksin declaró años después, que la persecución le había impedido hasta alimentar a su familia, pues le negaban el trabajo adonde fuera. Cedió a la presión y según dijo, jamás pudo dormir tranquilo desde entonces. Elia Kazan (que tenía "detenida" su película "Viva Zapata") se convirtió en uno de los más notorios informantes para proteger su carrera. Algunos lo perdonaron, otros no.
Edward Dmytryk, comenzó a tener problemas económicos y presionado, decidió encontrar la forma de ser sacado de la lista negra. Se presentó ante el Comité y respondió incluyendo en sus declaraciones 26 nombres de personas que pertenecieron a grupos de izquierda. Declaró también, que otras personas, como John Howard Lawson, Adrian Scott y Albert Maltz, lo habían presionado para que sus películas expresaran los puntos de vista del Partido Comunista. Esto perjudicó notablemente a "los diez de Hollywood", pues quedaban como cómplices al haber ocultado información.
La lista negra
En junio de 1950, tres ex miembros del FBI y el productor de televisión, Vincent Harnett, derechista a ultranza, publicaron "Red Channels" o "Canales Rojos", una lista en la que figuraban los nombres de 151 escritores, directores y actores, acusados de pertenecer a agrupaciones subversivas, antes de la Segunda Guerra mundial, pero que hasta ese momento no habían sido puestos en la mira de HUAC. Copias de la lista fueron enviadas a todas las empresas de la industria del entretenimiento. Los sospechosos, no serían sacados de la lista hasta que comparecieran ante el Comité. Mientras tanto las empresas tenían prohibido dar trabajo a cualquiera que estuviera en la lista.
La lista negra comenzó a crecer. Más de 320 nombres de personajes de Hollywood fueron anotados por HUAC y todos dejaron de trabajar. Entre ellos se encontraban: Leonard Bernstein, Charlie Chaplin, Aaron Copland, John Garfield (cuya muerte prematura está relacionada con la lista negra), Dashiell Hammett, Lillian Hellman, Arthur Miller, Joseph Losey, Orson Welles, Martín Ritt, Howard Koch. Absurdamente entre ellos se encontraban quienes habían producido películas totalmente antifascistas y pro americanas, como Hotel Berlín" (1945), "The Master race" (1941), "Crossfire" (1947), "Sahara" (1943) y "Casablanca" (1942).
Ante el absurdo y la injusticia, la comunidad profesional decide enfrentar a la HUAC. Los guionistas de Hollywood, agrupados en la Screen Writers` Guild (sindicato de guionistas), los directores, actores y actrices hacen efectivo el apoyo a "los 10 de Hollywood" creando el "Comité de la Primera Enmienda", que incluía a cuatro senadores y cerca de quinientos intelectuales y profesionales del cine como: Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Thomas Mann, Gregory Peck, Katharine Hepburn, Burguess Meredith, Danny Kaye, Rita Hayworth, Leonard Berstein, Kirk Douglas, Henry Fonda, Benny Goodman, Paul Henreid, Burt Lancaster, Vincent Price, Robert Ryan, Frank Sinatra, Sterling Hayden, Gene Kelly, Lionel Barrymore, John Ford, Anatole Litvak, Elia Kazan, Billy Wilder, etcétera. Se enfrentan al Estado con poco éxito, este hace prevalecer los argumentos sobre la seguridad nacional y el principio de autoridad.
Los intelectuales solo consiguen proteger algunas fuentes de trabajo y operar en la clandestinidad; los escritores trabajan con seudónimos y prestanombres. Actores y directores salen del país y muchos de ellos "rectifican" y se retractan. La mas significativa respuesta se da en una alegoría fílmica de 1952, "High Noon" película de caballitos (el clásico western) donde se da una lucha "simbólica" en contra de los cuatro miembros del Comité, figurativamente representados como los villanos del filme. Se hace una crítica al autoritarismo donde el bien y la razón salen triunfantes. La realidad es más cruel: el Estado ejerce su poder absoluto ante la impotencia del+ ciudadano. Años después, en 1976 Martín Ritt filma "The Front", que describe los avatares de un prestanombres, interpretado por Woody Allen, y donde se reproduce el ambiente sórdido de la cacería de brujas y el asfixiante clima de la impotencia ante "el poder".
La siguiente arremetida de McCarthy fue en contra de las editoriales, llegando a clasificar 30 mil libros escritos por "comunistas, pro comunistas, excomunistas y anti-anticomunistas". Muchos libros fueron retirados de las librerías y bibliotecas. Uno de ellos fue ˇRobin Hood! Pues, a los ojos de McCarthy, el libro mostraba la clásica conseja comunista de quitarles a los ricos para darles a los pobres. Del absurdo pasa al ridículo y comienza a cometer errores graves. El 9 de febrero de 1950, McCarthy denunció a 57 personas más, empleados federales. Algunos habían sido comunistas, otros fascistas, muchos alcohólicos y desviados sexuales, los nombres y sus expedientes fueron proporcionados por el FBI a McCarthy. Si hubiera sido investigado el propio McCarthy, habría sido puesto en la lista por razón de su alcoholismo y su homosexualidad.
En octubre de 1953, McCarthy comenzó a investigar las infiltraciones comunistas en los círculos militares. Intentó desacreditar al Secretario del Ejército, Robert Stevens. El Presidente Eisenhower se puso furioso y decidió que era tiempo de acabar con las actividades de McCarthy, instruyó a su vicepresidente Richard Nixon, amigo y ex colaborador de McCarthy, que lo atacara. El 4 de marzo de 1954, Nixon en un discurso involucró a McCarthy, sin nombrarlo, diciendo que algunos funcionarios del gobierno, después de haberle prestado un servicio a la nación, estaban cometiendo abusos incalificables. Muchos personajes de los medios, que habían sido opositores al macartismo, se atrevieron entonces a manifestarse abiertamente en contra del Senador por Wisconsin. Se unieron conductores de programas de radio y televisión, editores de periódicos y periodistas, en una campaña contra McCarthy.
Las investigaciones al Ejército de Estados Unidos, fueron transmitidas por TV a toda la nación y mostraron al público los métodos sucios empleados por McCarthy. La condena nacional alcanzó el recinto del Senado. Eso terminó con la carrera política del Senador. Pudo más la "grilla" y los intereses de la política, apoyados en la presión mediática sobre la opinión pública, que la resistencia estoica de los intelectuales apoyados en la razón y anhelos de justicia. Pero el macartismo continuó, según dicen algunos analistas hasta el fin de la Guerra Fría, y con los acontecimientos en Irak, nuevamente la prensa estadounidense ha vuelto a mostrar la palabra "mccarthyism".
Los intelectuales estadounidenses no olvidan el macartismo apoyados en la máxima del filósofo Georges Santayana: "Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo". Pero esto da para múltiples especulaciones, que tomaremos en cuenta a través de Mi lente.
Autor: Rafael Fernández Pineda.
fernandezpr@hotmail.com