HARPÍAS
Genios maléficos, hijas de Taumante y Electra, hija de Océano. Aunque Hesíodo habla solamente de dos, Aelo y Ocípete, es frecuente encontrar en otros autores referencias a Celeno, Nicótoe y Podarge. En un principio, la concepción que de ellas se tenía responde a lo que significa su nombre: Raptoras. Así, en Homero, en el pasaje en que se habla de las hijas de Pandáreo, se identifican con fuerzas de la naturaleza, vientos tempestuosos que son capaces de arrastrar a cualquier ser humano hasta las mansiones subterráneas. Sus nombres, Aelo (viento tempestuoso), Ocípete (vuela rápido) y Celeno (oscura), hacen clara referencia a lo dicho.
A las Harpías de les representa como aves con cabeza de mujer, dedicadas a raptar niños. Pronto, sin embargo, va a establecerse la relación entre viento, aliento, espíritu y alma. A partir de aquí será fácil identificar a las Harpías con almas de muertos que se dedican a raptar las de los vivos. En época posterior quedará solamente la idea de que son seres devastadores que tienen su morada en las islas Estrófades.
El más conocido de los mitos en los que toman parte las Harpías es el del rey tracio Fineo, a quien arrebatan todo cuanto ponía delante de sí.
De la unión de las Harpías con el viento Céfiro, nacieron caballos como los inmortales de Aquiles: Janto y Balio.
HARPÍAS |
OCÍPETE |
AELO |
CELENO |