CARMELITAS
Carmelitas, nombre popular que reciben los miembros de la orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Orden religiosa católica fundada como una comunidad de ermitaños de Palestina, en el siglo XII, por el ermitaño francés San Berthold. La regla original, escrita para ellos en 1209 por el patriarca latino de Jerusalén, Alberto de Vercelli, era muy severa: les exigía vivir en pobreza, y en total soledad, absteniéndose de comer carne. Fue aprobada en 1226 por el Papa Honorio III.
Despues de las cruzadas, el inglés San Simón Stock reorganizo a los carmelitas transformándolos en una orden de frailes mendicantes. Bajo su dirección se cambiaron las reglas para facilitar así un apostolado mas activo. Las comunidades se expandieron rápidamente por Chipre, Messina, Marsella y por algunas regiones de Inglaterra, donde fueron conocidas como frailes blancos. Durante el siglo XVI surgieron dos ramas independientes de la orden: los carmelitas calzados, a quienes se les permitía usar zapatos y seguían la regla, menos estricta, de San Simón Stock. Y los carmelitas descalzos, que no usaban zapatos en señal de austeridad y, además, seguían las reformas del místico español San Juan de la Cruz. Esta reforma constituía un esfuerzo por restaurar el espíritu original de la regla de Alberto de Vercelli. Los objetivos principales de la orden eran la contemplación, el trabajo de misiones y la teología.
Dentro de las muchas ordenes de monjas carmelitas, la mas conocida es la de las carmelitas descalzas, fundada durante el siglo XVI por la mística española Santa Teresa de Jesús. La vida de una monja carmelita está por entero entregada a la contemplación, que consiste en rezar, cumplir penitencias, trabajos difíciles y silencio. Las monjas viven en régimen de clausura, nunca comen carne, y desde la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (el 14 de septiembre) hasta Pascua, no les está permitido comer queso, huevos ni tomar leche los viernes y tampoco durante la Cuaresma, excepto las monjas enfermas. De la orden han surgido los mas grandes místicos catolicos. Hoy las carmelitas descalzas se han escindido en dos ramas. Ambas apelan al espíritu de Santa Teresa para vivir la regla de forma diferente en hechos no trascendentales.