"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…", dice la vieja canción Pedro Navaja del cantautor panameño Rubén Blades, y es totalmente cierto. En este caso, si pudiéramos trasladar esta frase al fútbol, tendríamos que asociarla a lo que viene ocurriendo en el club Sporting Cristal y su actual técnico (mal llamado interino) Wilmar Valencia.

Hace ocho fechas atrás la directiva del club "bajopontino", luego de estudiar la situación y performance de su equipo de fútbol, decidió un cambio radical en la conducción del primer equipo y rescindió contrato con el profesor Weber. Una de las tantas razones por la cual se vieron obligados a resolver su contrato fue que a pesar de contar con un plantel numeroso y bastante competitivo para nuestro medio el brasilero jamás logró encontrar una oncena titular que satisfaga las exigencias del club.

La primera medida que tomó la directiva celeste para llenar el vacío dejado por el desafectado fue la que todos los clubes utilizan cuando se encuentran en una situación similar: entregarle la responsabilidad del primer equipo al técnico de sus divisiones menores. Como es sabido Sporting Cristal cuenta con una muy buena estructura de trabajo y planeamiento para esa área, por lo tanto al tener a mano a profesionales de primer nivel no dudó en pedirle a Wilmar Valencia, Jefe de la Unidad Técnica de Menores, los ayude como técnico de manera interina mientras buscaran un entrenador que reúna las características y el perfil idóneo para la institución.

Al ser consultados los responsables de la elección del nuevo estratega éstos manifestaron desde un principio que el que asuma las riendas del plantel profesional sería de todas maneras un extranjero, inclusive comunicaron a la prensa que éste sería preferentemente de nacionalidad argentina o uruguaya. También hicieron saber que no tenían mayor prisa en contratarlo, ya que no querían equivocarse en la elección, y que mientras tanto Valencia dirigiría a los mayores probablemente hasta fines del Torneo Apertura o en el mayor de los casos hasta la finalización del mismo.

Ya pasaron ocho fechas, apenas faltan dos para la culminación del torneo, desde que el camanejo asumió el cargo y nos parece que es el momento justo para poder hacer un análisis sobre su producción. Para esto es bueno recordar antes que Cristal, en ese entonces, se encontraba a seis largos puntos de Alianza Lima, puntero del campeonato y consideraba difícil que su escuadra pudiera remontar los puntos perdidos. Incluso recordemos que en este torneo fueron derrotados por primera en su historia como locales en el "San Martín."

Dadas las condiciones en las que encontró al equipo muchos dudaron que Valencia pudiera reflotarlos, sin embargo el denominado "técnico interino" después de cumplir ochos fechas con los rimenses logró siete victorias y un empate, eso quiere decir que sobre una totalidad de 24 puntos ganó de manera galopante 22, ganándole inclusive a sus clásicos rivales, Universitario de Deportes y Alianza Lima. A estos triunfos debemos agregar otros no menos importantes como los que logró en calidad de visitante en la ciudad de Arequipa (2.600 m.s.n.m.) frente a Melgar y Atlético Universidad, por ejemplo.

Mucha gente se preguntará cómo lo hizo o cuál fue la fórmula que empleó para corregir lo que estaba mal. Desde nuestro punto de vista el éxito (así hay que denominarlo) de Wilmar se basa en tres aspectos: inteligencia, conocimiento de la materia y criterio para utilizar correctamente los elementos con los que cuenta para el armado y estrategia de un equipo.

Para la mayoría debe ser una "sorpresa" mayúscula lo que viene alcanzando Wilmar Valencia como director técnico, para otros simplemente es la confirmación, evolución y desarrollo de un profesional que solo esperaba una oportunidad, la cual llegó (como siempre en el Perú) por una situación fortuita. Hoy en día nadie puede negar las excelentes condiciones de este "nuevo" estratega, el cual tal como indican los cánones del fútbol, pacientemente pasó por todas las etapas recomendadas para estar donde está.

Sabemos que aún quedan un par de fechas para que concluya el Apertura, pero así como van las cosas no nos quepa la menor duda que el profesor Wilmar Valencia dará su primera vuelta olímpica como campeón. Ojalá que la directiva celeste abra los ojos y se dé cuenta que en casa también hay de los buenos y se retracte de contratar a un extranjero.

Salud, Valencia!!!

Hasta la próxima…