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"DONUTS"

(Stones Throw, 2006)

No me muevo cómodo en homenajes póstumos, no creo que nadie lo haga, la elección de palabras dobla su importancia por la imposibilidad de réplica y por lo vergonzante que resulta su crítica, además la subjetividad se ve enfrentada a un evidente sentimentalismo que terminan desviando la crítica musical hacia terrenos más íntimos. El caso es que J Dilla falleció hace apenas un par de días y yo me veo en la obligación de homenajearlo siendo lo más objetivo posible, supongo que él lo habría querido así, con el último trabajo que nos brindó antes de partir, Donuts.

Pese a los múltiples intentos de emerger del underground, J nunca ha alcanzado el reconocimiento que merece. A Tribe Called Quest, Slum Village (del que fue co-creador), Common, Busta Rhymes, Erykah Badu, The Pharcyde y hasta Janet Jackson han sacado partido del increíble talento de J para crear atmósferas repletas de Soul partiendo de un exquisito gusto por los loops y el sampleado. Pese a esta increíble diversidad de artistas su nombre siempre se ha vinculado al lado menos visible de la música. La historia nunca es justa en vida con los genios.

Este Donuts es su último entretenimiento, un collage de sonidos que abarcan toda la historia musical por la que han devenido los caminos de J. El Soul marca el ritmo del sampleado secundado por añejas reminiscencias de Old Skool y ligeras pinceladas de música electrónica. Atropellados entre sí y entrecruzados con scratches de emotiva simpleza se unen 31 temas que apenas suman 59 minutos de duración. Ni una sola colaboración vocal, J hace su homenaje personal a la música de su vida con pequeñas entregas de grandes perlas instrumentales que hacen del mc un complemento innecesario e inútil, en este caso “un sampler vale más que mil palabras”.

Aquejado por problemas de riñón y hospitalizado desde hace un año, el stress y una nutrición deficiente se antojan la causa que nos han apartado de J antes de tiempo, pero tras estas causas científicas está la música, esa amante esquiva que lo enamoró y provocó su muerte y es que, stress, falta de nutrición…. A mi me suena a ese absorto estado de enamoramiento irracional por el que todos hemos pasado al menos una vez, pero ¿qué ocurre cuando este estado es para toda la vida? J dio su vida por la música, se entregó en cuerpo y alma a enseñarnos la inmensa belleza que nos ofrecen las raíces de lo que hoy representa el Hip Hop y lo hizo siempre con pasión y respeto. No encuentro motivos para que, desde allí desde donde nos observe, no se sienta tremendamente orgulloso con su legado. Descansa en Paz.

NACHO

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