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"DIVINE DESIGN"

(Ashenafi, 2003)

El tiempo es ese implacable juez que convierte promesas en leyendas, destrona reinados efímeros, cimenta carreras y dilapida créditos. Jeru ha sido grande. Muy grande. Sus dos primeros lps son dos joyas imborrables e imperecederas en la memoria colectiva de todo amante del género. The Sun Rises In The East fue su tremenda carta de presentación pero, en mi opinión, fue en The Wrath Of The Math donde alcanzó su cima. Con un flow excelso Jeru imparte una clase magistral de Hip Hop única e irrepetible, acompañado siempre tras los platos de uno de los mejores, Premier (pongámonos en pie y rindamos pleitesía ante tan magna deidad!!! ).

A partir de ahí, incompresiblemente, Jeru se ha dejado caer a un discreto segundo plano, su obsesión por hacerse cargo de la producción de sus lps le han hecho perder presencia e influencia en la escena, primero con el obviable Heroz 4 Hire y, ahora, diez años después de su estreno nos presenta Divine Design, su nuevo intento para retomar la senda que lo convirtió en un mito.

Si algo no ha perdido Jeru con el paso de esos diez años es ese flow cuadrado, estructurado al milímetro y esa lírica que levanta ampollas a cada frase pero ya no es lo mismo, no suena igual, no tanto por la cadencia de la voz sino por unas bases que llevan al tedio en menos de dos minutos, excesivamente minimalistas, simples y monótonas en su gran mayoría. Temas como Logic ganarían más puntos siendo acapellas.

Da Game muestra que Jeru está adoptando la postura didáctica que gente como KRS One llevan años predicando, es una original crítica al “juego”, son los trozos de conversación de un manager con el artista, desde que le convence para firmar prometiéndole el cielo hasta la caída en la que, como es normal, es el artista el que peor parado sale. Una pena que la base sea tan aburrida y haga de la canción algo mucho peor de lo que es.

War es otro tema desvirtuado por la debilidad de una base carente de fuerza, el sentido de “like chicks sucking dicks for fame, as things change i remain the same, trying to keep sane“ se te escapan entre los oídos ante otra base de atmósfera simple y poco sugerente. Una pena, de verdad.

Praise The Lord pretende dar un pequeño toque soulie que bien podría haber ganado algún puntillo más con algo de contundencia pero que acaba uniéndose a la linealidad y la dejadez general pese a los intentos de Jeru por incentivar el conocimiento, “life is more that getting high, it´s like getting dirt in your third eye”.

Dirty pasa por ser la base más afortunada del lp con el inconveniente de tener un beat bastante deplorable y un estribillo igualmente desagradable, pero dentro de el nivel general podríamos considerarlo como un tema decente. Jeru sigue bastante bien en el micro y eso mantiene el interés de un lp que, en manos de cualquier otro mc, ya habría acabado en mi basura.

Dos fracasos seguidos son demasiado, Jeru está perdiendo pie y empieza a hundirse, el crédito ganado con sus dos primeros lps empieza a terminarse y, personalmente, odiaría que se le perdiera el respeto a alguien que tan buenos ratos nos ha hecho pasar. Aún tiene los cimientos que le hicieron grande, ahora solo tiene que encontrar una buena base (nunca mejor dicho) donde volver a crecer. Aún está a tiempo.

NACHO

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