Desde la antigüedad, los astrónomos agruparon las estrellas, para su estudio, en constelaciones a las que dieron nombres fantásticos, muchos de ellos inspirados en la mitología. Desde nuestro planeta pueden observarse a simple vista más de 5.000 estrellas. La intensidad de su brillo depende no sólo de su tamaño sino de su temperatura y distancia.
No todas las estrellas que podemos ver permanecen fijas en el firmamento, ya que cambian su posición respecto a la
Tierra según la
hora de la noche y la época del año en que se observan.
El firmamento que se puede observar desde el
Hemisferio Sur es más luminoso que el del hemisferio norte, por estar orientado hacia el centro de la galaxia. Una de las constelaciones más características es la llamada Cruz del Sur, que ayuda a orientarse por la noche en este hemisferio.
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