Moralidad y Matrimonio |
Por lo general, la sociedad puertorriqueña visualiza al hombre dentro del matrimonio como el único con libre albedrío. Que un hombre casado parezca y actúe como uno soltero fuera de su hogar no esta mal dentro de los estándares morales impuestos indirectamente por nuestra cultura. Las ideas de origen machista vienen de formas de pensar antiguas y deben ser totalmente erradicadas hasta que se logre la igualdad entre ambos miembros de la especie humana. El que solo la mujer tome el papel de ama de casa, el que exista justificación para la infidelidad del hombre pero no de la mujer y la idea de que la mujer no pueda continuar teniendo una vida social productiva y frecuente después de casarse son conceptos que deben ser considerados imperdonables y que solo una persona sin sentido común aceptaría. Al pensar en el término ama de casa se imagina inmediatamente a una mujer. Claro, tampoco se quedará haciendo el papel de mueble en la casa mientras el pobre hombre añade mas malestares a su cuerpo cansado pero, en nuestra sociedad, ¿sera posible un amo de casa?. Sin darse cuenta hasta las mismas mujeres repugnan o rechazan esta idea. Ven al hombre como alguien que por su propia hombría es incapaz de realizar tareas caseras y por esto se resignan y lo aceptan sin querer. Esto es lo peor que puede hacer una mujer, resignándose le da el poder a su esposo de que la trate como una sirvienta. El problema no es que una persona se encargue de la casa mientras la otra trabaja. Es que se acepte la situación dentro del convivir matrimonial, viceversa con la misma acojida moral. Desde la infancia a los varones se les inculca la idea de que entre más noviecitas mejor. En cambio a las hembras, prácticamente se les prohibe tener novios. Estas enseñanzas son la causa de que el hombre se sienta justificado si es infiel pero traicionado y humillado si su mujer le hace lo mismo a cambio, o por venganza. En casos así se habla de la mujer como la sucia, impura y arruinadora del matrimonio y al esposo como otro hombre más que no pudo controlar sus impulsos. Siempre a la que se degrada es a la mujer mientras todos se ríen de lo mujeriego que es el otro. Nunca se debe recurrir a la vengaza para superar la traición de tu pareja pero si pasa el culpable es el que lo inició todo. Ningún problema surge de la nada, detrás de el siempre hay unos factores que lo causan. Obviamente más de la mitad de los hombres casados continúan encontrándose con sus amigos para darse la inevitable cervesita. Eso está bien, si no es en exceso por supuesto. Si una mujer sale, lo ven como inmoral y hasta se sospecha. Se dice que ya esta casada y que no debe estar por ahí en la calle sino en la casa. Cualquiera, no importa si hombre o mujer que trate de imponer su voluntad, encerrar o esclavisar a su pareja esta violando su derecho de libertad. Esto es inaceptable y casi siempre hace sentir al encerrado como que le quitaron su identidad y faltaron el respeto como persona. El matrimonio es un pacto y un compromiso muy serio y siempre se debe tener en cuenta la moral pero si uno cree que algo considerado moral es degradante para una mujer o un hombre lo lógico es no hacerlo. Si la moralidad hace que tu persona cambia negativamente para aparentar ser alguien decente eso es engañarse a sí mismo. Hay que ser sincero con sí mismo a la vez que con la pareja mientras se conserva su personalidad intacta, se trata de no ser inmoral y se es feliz dentro del matrimonio. Esta es la misión que desde jóvenes nos debemos proponer y así tener una vida emocional saludable. |