En 1891 ó 1892, según el Maestro Funakoshi,
un profesor de escuela comenzó a enseñar karate a sus alumnos
(que en esos días eran de mayor edad). Cuando llegó el tiempo
de reclutamiento para el ejército, se observó inmediatamente
que aquellos que entrenaban karate estaban en mejor estado físico
que otros. Posteriormente el maestro Itosu fue invitado a atender una reunión
de directores de escuela y hacer una demostración con sus estudiantes.
Quedaron muy impresionados y prontamente se incorporó karate en
el programa de educación física de dos de las mayores escuelas
secundarias en Okinawa.
En mayo del año 1922, el Ministerio de Educación de Japón realizó la Primera Exhibición de Atletismo. El Maestro Funakoshi, como presidente de la Asociación de Artes Marciales Okinawenses, fue invitado a participar y mostrar las artes marciales locales a Japón (las islas principales). El maestro preparó material y partió a Japón.
Tras la exhibición, se vio forzado a quedarse por todo el interés mostrado inicialmente por Kano Jigoro, el gran Maestro de judo, ante el cual, junto con cerca de cien judokas, realizó demostraciones. Este fue el comienzo de una gran cantidad de actividades en Tokyo, que le impidieron volver a Okinawa por mucho tiempo. Así quedó establecido el comienzo del Karate-do, creado a través de la fusión de las artes marciales Okinawenses y la filosofía Budo de las artes marciales japonesas, tales como el kyudo, arte de tiro con arco, o el kendo.
En lo años posteriores a la llegada del Maestro
Funakoshi a Tokyo, se formaron diferentes estilos, algunos de los cuales
fueron introducidos por otros maestros de Okinawa. Cada uno utilizaba sus
propias técnicas, kata y métodos de entrenamiento que eran
guardados celosamente en secreto. La rivalidad entre los grupos fue intensa
y la proliferación de estilos ocasionó que el karate fuese
fraccionado en forma muy notoria.
Cada uno de los estilos es una forma de entender un mismo
arte marcial. Cada estilo tiene personalidad propia: unos son más
filosóficos y metafísicos, otros se olvidan del caracter
espiritual y buscan sólo el trabajo físico y la fortaleza
del cuerpo para vencer.
Durante la II Guerra Mundial todas las artes Budo fueron
controladas por el Budokukai, un departamento del gobierno encargado de
la defensa. Como el karate era considerado como un arte okinawense y no
arte nativo de Japón, no se permitía participar en él,
salvo a través de la sección de judo. Después de la
guerra se prohibieron las artes Budo por las fuerzas de ocupación.
Pero, ya que el karate no estaba ligado a la Budokukai, en 1947, se permitió
reabrir los clubes de karate.
En 1948, (ó 1949, dependiendo de la fuente) los
estudiantes de Funakoshi, los clubes universitarios y los dojos privados
en todo Japón se organizaron oficialmente en la Nihon Karate Kyokai
(Japan Karate Association, JKA) y nombraron al Maestro Funakoshi como su
instructor jefe. Isao Obata, el Director e Kichinosuke Saigo como primer
presidente de la JKA. Masatomo Takagi fue contratado como secretario general;
Masatoshi Nakayama como instructor jefe, para que realizase los entrenamientos
diarios en los cuarteles generales; Kimio Ito fue designado director de
administración; y Hidetaka Nishiyama fue nombrado jefe de la comisión
de instrucción.