(Dedicado a Rafa)

Confieso
que deseo y temo
Es que... desconozco
Algún otro sendero.

He escuchado
rumores de esperanza
mas tiemblo...
Dudas me acobardan
Iras me encadenan
Mi deseo
tanto añora alas
que hoy le han brotado.

Del aire le arranco
fácil ejercicio
Trepo hasta tu templo
a tu altar me acerco
y allí deposito
mi banal tormento
como sacrificio.

¡Musa oscura y terrible!
Alimento
tus fauces sangrientas
¡Muerte a mi deseo!
Si con ello alcanzo
la libertad.

¡Ay! A casa regreso
sin mayor consuelo
que tu puerta abierta
hasta la hora tierna
en que te entregue todo
cese mi imprudencia
de escuálidas presas
y pálidas excusas.

Tu oráculo:
No preguntes lo que ya sabes.

Sacrificio
de Cindy Aixmar Salgado