Que se vayan todos, que no quede ni uno solo. Este objetivo popular resume el único inicio de solución posible para todas las catástrofes que afrontamos: desocupación, hambre, salud, educación, tarifazos, corrupción, trampa electoral. Y es el prerrequisito para que el pueblo pueda decidir y gobernar desde un poder de nuevo tipo, opuesto al de los grandes capitalistas –sean imperialistas o tengan DNI argentino–, y sus sirvientes políticos, judiciales, policiales, periodísticos, burocráticos y todo tipo de lacras.

Hay que terminar con toda la banda responsable de las tragedias nacionales de los últimos 25 años, que siguen mandando y se repiten, una y otra vez, como caballos de calesita, como si ellos y todas sus instituciones no tuvieran ninguna responsabilidad.

Está visto que toda la corte de representantes políticos de los explotadores y los jueces, policías y militares a su servicio, sólo pueden entender el lenguaje de la fuerza. El actual llamado a elecciones no es más que una trampa destinada a “cambiar algo para que nada cambie”. Con la antidemocrática y fraudulenta convocatoria electoral no hacen más que intentar perpetuarse. Y eso no mejorará por más que en lugar de votar sólo para presidente se “elijan” legisladores o hasta convencionales constituyentes. Toda la institucionalidad del Estado de los capitalistas es un chaleco de fuerza para atarnos a la voracidad de los que mandan de verdad, aunque nadie los vote: Pérez Companc, Bulgheroni, Rocca, Fortabat, FMI, Repsol, etc. Por eso es vital la lucha transformadora de millones de voluntades que demos vuelta la tortilla, sin dejarnos marear por vanas ilusiones. Es necesario profundizar y redoblar el camino emprendido el 19-20 de diciembre hasta echarlos a todos.

La actual trampa electoral anunciada favorece la unidad en la acción de todos los sectores que se oponen a ella. La Liga Socialista Revolucionaria (LSR) se ha incorporado al espacio que convoca a la jornada de protesta y concentración en Congreso a las 18 horas del próximo viernes 30.

Pero si bien la unidad “por arriba” es buena, no alcanza: hay que formar comités unitarios, de bases, en cada barrio, asamblea, empresa, colegio o facultad para desarrollar todas las iniciativas que ayuden a avanzar en el objetivo de que se vayan todos. Esto vale para preparar la jornada del 30 de agosto, pero, sobre todo, para ver cómo la seguimos después (por ejemplo con la movilización a Plaza de Mayo prevista para la primera quincena de septiembre). Cada día en cada barrio o ciudad, en cada sector popular, hay que hacer oír la voz de la protesta, tratando de avanzar en la organización y la coordinación de las distintas luchas, sacudiendo el país hasta sus cimientos, para hacer realidad la unidad multitudinaria de todos los que estamos dispuestos a luchar hasta echarlos. A partir de ahí, podremos discutir, democráticamente, qué país, qué poder y qué gobierno queremos para enfrentar y terminar con el poder del imperialismo y de los super-ricos locales.

Todos a las calles el 30/8. Todos a Congreso a las 18 hs
Todos a seguirla después del 30
Todos a organizarnos en comités unitarios para triunfar

27/08/2002

LSR - Liga Socialista Revolucionaria

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