AMERICA LATINA

ESTUDIANTES DE PIE ANTE UN MISMO HURACAN

“La huelga no es un problema de [dictado de] clases. Es un problema de clase” se leía en las paredes de las facultades en paro de México. El movimiento estudiantil de América latina comienza a hacer frente al tenaz proyecto de la burguesía de elitizar la Educación Superior. En estos últimos dos meses los conflictos estudiantiles sacudieron los escenarios políticos nacionales, y marcan el impostergable futuro de las luchas defensivas de todos los sectores sociales víctimas de estos atropellos.

Dos matices de un mismo color

Matiz 1. CHILE

El 3 de mayo los estudiantes de Chile entraron en conflicto, abandonaron las aulas e inundaron las calles en reclamo por el ahogo presupuestario de las universidades, que no permite satisfacer el sistema de becas y créditos previstos para el Fondo Solidario. “Para paliar el déficit que genera el exceso de demanda por créditos que no cubre el Fondo Solidario ni el sistema de becas, el sector universitario estatal ha debido recurrir, entre otras opciones, al crédito bancario, asumiendo así, un costo que se traspasa a la matricula del alumno” (El Mercurio 14/5). Nueve días después de iniciado el conflicto, el gobierno de vio obligado a asignar una partida extra para la educación superior, de 25 millones, pero para los mas de 100 mil estudiantes el problema no concluyó allí. Este año se puso en marcha el proyecto para el “Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior” (MECE-Sup igual al FOMEC en la UBA de Arg.) por el que el Banco Mundial desembolsa 241 millones de dólares, previa entrega de los proyectos de reforma curricular por parte de los distintos establecimientos. La movilización de los estudiantes no hizo torcer el brazo al gobierno como proclamaba la burocracia estudiantil (FEU), sino que hizo entregar al Banco Mundial un adelanto de su inversión en las universidades chilenas. La lucha de los estudiantes chilenos hizo que los carabineros se cobraran una vida el pasado 19 de Mayo, cuando reprimieron una marcha con balines de acero. El mayor de carabineros Norman Vargas pretendió explicar la muerte de Daniel Menco, estudiante de auditoría de la Universidad de Tarapacá, aduciendo un inesperado “cambio” de balines, ya que estaba prevista la represión con balines de caucho. A pesar del llamado de “vuelta a clases” del presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, otro sector de la Confederación de Estudiantes Chilenos, continuaba (al 9/6) con tomas de sedes universitarias como la Universidad Tecnológica Metropolitana, la Universidad Metropolitana y la Facultad de Humanidades, que continuaban paralizadas por sexta semana consecutiva en contra de la reforma que se les quiere imponer de la mano del MECE-Sup en el marco del “nuevo sistema de fianciamiento”.

Matiz 2. MEXICO

En México la huelga estalló el 20 de abril en reacción contra la aprobación del Reglamento General de Pagos de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Este reglamento aprobado por el Consejo Directivo de la UNAM, prevé un aumento de la cuota anual de dos centavos de dólar a 150 dólares. Inmediatamente se conformó el Consejo General de Huelga que llamó a asambleas para discutir los pasos a seguir y donde se resolvió la conformación de Brigadas Callejeras, que salieron a discutir con la gente sobre los basamentos de su huelga, logrando el apoyo del pueblo y la solidaridad de los 30 mil trabajadores y académicos nucleados en el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, de la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios, colegios secundarios, organizaciones civiles, universidades locales y organizaciones sociales como el Frente Popular Francisco Villa. También los padres de los estudiantes en huelga se organizaron en comisiones para apoyar la justa lucha de sus hijos. Entrada la segunda semana de paro, el diario La Jornada describía así la huelga: “...así la asumen los hijos de la crisis, que igual han vivido la estrechez en las otras partes de su existencia. La mayor parte, por universitaria que sea, está fuera de la sociedad de consumo. Y eso determina mucho más que el nivel académico. Determina desde qué nivel se ven las cosas. Es una huelga que respeta las paredes, las ventanas, las puertas, pero está rompiendo infinidad de cosas...”. Luego de un mes y medio de paro la lucha de los estudiantes de la UNAM logró que el rector dé un paso atrás y modifique el Reglamento General de Pagos, haciendo las cuotas “voluntarias”, ante lo cual la comisión de Prensa del CGH declaró en un boletín el 8/6, que “...no obstante el carácter voluntario de la inscripción semestral, se deja intacto el cobro por servicios y trámites escolares, y no satisface la exigencia de gratuidad total de la educación...”. Y con referencia a la amnistía ofrecida por el rector por las 200 órdenes de detención en contra de estudiantes integrantes de CGH y de igual número de consignaciones ante el Tribunal Universitario, declararon que en nada responde a la demanda de desmantelar el cuerpo policíaco y represivo de la UNAM, ni garantiza totalmente que no haya represalias al término de la huelga contra los miembros del movimiento estudiantil. Por lo tanto decidieron continuar la lucha con cinco puntos reivindicatorios: 1) Por la anulación completa del Reglamento General de Pagos, 2) Por el desmantelamiento del cuerpo policíaco y represivo interno, 3) Derogación de las reformas al Reglamento General de Inscripciones de 1997 (que cancela el pase automático y la libre elección de carrera, y restringe la permanencia de los estudiantes en la universidad), 4) Anulación de los vínculos de la UNAM con el Centro Nacional de Evaluación (que viola la autonomía universitaria), y 5) Por la realización de un congreso universitario en oposición a la toma de deciciones unilaterales por parte del Consejo Universitario.

CONCLUSIONES

Estas dos luchas, junto con la que vivimos los estudiantes argentinos en el mes de mayo, forman parte de una misma realidad globalizada. En México el aumento de cuotas que amenazaba extenderse al resto de las universidades dejaba como rédito una disminución del 90% de la demanda de ingreso a la educación superior; en Chile la falta de presupuesto para créditos universitarios lograba dejar fuera de carrera a más de 4.000 estudiantes; en la Argentina el recorte del presupuesto, la escasez, horaria y los cada vez más dificiles exámenes de ingreso, apuntan a reducir considerablemente la población estudiantil. Pero éste es sólo un aspecto de la realidad, la clara tendencia de la burguesía con adecuar la educación de acuerdo a sus intereses. En los hechos, significa: privarnos del derecho a estudiar, elitizar la enseñanza superior y aminorar el peso del Estado como garante de la educación pública. Debemos enfrentar los ataques a la educación, porque el paisaje se tiñe del mismo gris en toda América latina.

Las luchas que vivió el movimiento estudiantil de América latina nos marcan las pautas de cómo serán las próximas peleas que demos. Necesariamente vamos hacia una lucha con la clase dominante, porque los hilos de los rectores, decanos, ministros y gobiernos, los mueve una burguesía que enfrenta una terrible crisis del sistema que la sustenta, y decisivamente ha pasado a la ofensiva. Para nuesto futuro las cartas están echadas, deberemos pelear para defender nuestro derecho a estudiar, llevando hasta el fondo nuestras reivindicaciones, aunque nos amenacen con balas que se cambian “inesperadamente”, la tarea es: enfrentar la decisión de clase de reformar, con la decisión masiva de defender lo que es nuestro.

 

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