INDIA - PAKISTAN
VIEJAS NOVEDADES
Desde 1848 y hasta 1947 cuando se acelera definitivamente el proceso de descolonización el subcontinente indio estaba dividido políticamente en India Británica y en más de 500 principados indios, cuasi autónomos, bajo tutela británica. Luego de la descolonización, las luchas entre los distintos grupos religiosos no desparecieron. Las tensiones religiosas y étnicas han sido una constante en su historia. El imperio británico logró, sustancialmente, mantener bajo su control las diferencias y disputas en torno de las religiones y etnias. Cuando se retiró efectivamente del subcontinente, el Reino Unido dejó un campo sembrado de bombas étnicas, religiosas y lingüísticas que, desde entonces, han seguido detonando y amenazan con seguir haciéndolo por un largo tiempo. El imperio británico no creó las contradicciones, pero claramente supo explotarlas y potenciarlas en su beneficio, cuando el ocaso imperial era irreversible. El 3 de junio de 1947 Inglaterra presentó el siguiente plan: estatuto de dominion para India y Pakistán dentro de la Commonwealth, separación de Ceylán, Birmania y partición de Cachemira. La división creó más problemas que los que solucionó. India queda en el medio de los dos Pakistán (Occidental y Oriental) en una situación que bastante poco tiene de unidad étnica o religiosa. Pakistán Occidental tenía mayoría musulmana y Pakistán Oriental, una clara mayoría de bengalíes que, a la vez, también habitaban la ciudad de Calcuta dentro de la India. El hecho de separar dos grandes espacios económicos interdependientes y otros menores tuvo consecuencias gravísimas para las economías de los nuevos estados. El mayor problema, que ocasionó feroces disputas entre India y Pakistán, fue el de los más de 500 principados. La alternativa para éstos era unirse a uno u a otro estado, o declararse independientes, por lo menos en el papel. El principado de Cachemira carecía de toda unidad religiosa, cultural o lingüística y quedó dividido en sus dos terceras partes para India, y el tercio restante para Pakistán. En 1965 volvieron los enfrentamientos militares en Cachemira. En 1971, India y Pakistán volvieron a utilizar las armas, esa vez no por Cachemira sino por el viejo Pakistán oriental que se independiza y pasa a llamarse Bangladesh. Los conflictos por esta zona no han dejado de sucederse desde 1947 hasta hoy.Tanto la India como Pakistán ven en su organización social un complejo entramado dado por el Estado y su relación con el sistema de castas que aún permanece. De la misma forma que permanece una ausencia de democracia profundamente enraizada en la estructura social de estos pueblos. Más del 50% de su población es analfabeta y las muertes por desnutrición son consideradas casi naturales. Mientras tanto, las burguesías india y pakistaní, gastan más del 50% de sus presupuestos anuales en armamento, perpetuando el conflicto por Cachemira que ya lleva más de cincuenta años.Desde hace aproximadamente un mes, el conflicto recrudece en la región, una vez más enmarcado en presuntos fundamentos étnicos y religiosos que no tienen ningún sostén racional (y mucho menos, luego de tanto tiempo transcurrido). En la parte india de Cachemira, existe desde 1990 una guerrilla separatista aparentemente apoyada, en lo militar, por Pakistán. A mediados del mes pasado, India reprimió a esta guerrilla y Pakistán respondió el ataque. Durante las últimas semanas las negociaciones estaban empezando a avanzar muy lentamente. La falta de consistencia de las explicaciones que pretenden esgrimir las burguesías de ambos países, salta a la vista. El lugar mismo de la disputa devela la incoherencia: la parte india de Cachemira es un estado indio con mayoría musulmana. ¿Cómo es posible hablar de diferencias étnicas entre India y Pakistán cuando sólo en India conviven más de mil etnias y se hablan más de 300 idiomas y dialectos? ¿Cómo es posible declamar la unidad étnica y religiosa de la nación india, en oposición a la pakistaní, cuando conviven aún hoy indios, musulmanes, budistas, con otras tantas religiones y etnias menores? ¿Cómo es posible invocar la unidad india contra la nación pakistání cuando el peso del partido del Congreso de Gandhi y Nehru, máximos exponentes y líderes de la nación india tenía en Pakistán uno de los lugares de mayor representación antes de la descolonización? Evidentemente, no es posible, al menos en el plano de lo racional. Es por todo esto que repudiamos esta guerra y llamamos a los pueblos de ambos países a sabotearla y a trabajar por la derrota de su propia burguesía, soldando la hermandad entre ambos pueblos.