MASONERIA:
SIMBOLOS Y RITOS.
Francisco Ariza. Ed.
Symbolos. Barcelona 2002. 220 pp. Indice.
El director de la
revista telemática de estudios masónicos El Taller,
ampliamente difundida entre las obediencias masónicas de España
y Latinoamérica, nos ofrece un interesantísimo volumen cuyo
propósito está claramente expresado en su título.
La Masonería es lo que sus símbolos y sus ritos revelan.
Esta idea aparentemente
simple, avalada unánimemente por los Old Charges y por
los manuales de instrucción y catecismos masónicos de todas
las épocas, es la clave de bóveda del método masónico,
la razón de por qué, aun en este tiempo crepuscular del
ciclo de nuestra civilización –cuya aminoración espiritual
también ha afectado al vigor de sus organizaciones iniciáticas–,
sigue existiendo la posibilidad de una iniciación plenamente efectiva
en el seno de la Masonería.
Así, mientras
que muchos masones (tememos que la inmensa mayoría) actualmente
contemplan los ritos de apertura y cierre de la logia como una especie
de procederes administrativos que enmarcan el verdadero núcleo
del orden del día de las tenidas y que quizás convendría
abreviar en beneficio de las cuestiones organizativas y filantrópicas,
lo cierto es que dichos ritos, legados por la antigua masonería
operativa, han "permitido que se continuara conservando la descripción
simbólica de la Cosmogonía, y por consiguiente, la posibilidad
de acceder a su conocimiento y comprensión. De esta manera lo
fundamental del Arte Real masónico, que ejemplifica el proceso
que conduce a ese conocimiento, se ha perpetuado a través del
tiempo, y con él el Espíritu de esta organización
iniciática de Occidente" (p. 53).
No es que en
el tránsito de la masonería medieval a la denominada masonería
especulativa se haya perdido la memoria de los principales ritos masónicos
y que sólo se haya podido rescatar del olvido –a modo de
unos restos arqueológicos o de un premio de consolación– los
rituales de apertura y cierre de la logia, el adornado del templo y algunas
ceremonias y narraciones míticas. Sin negar la aminoración
a la que antes nos referíamos ni tampoco las distorsiones que
se introdujeron en los rituales y las leyendas del oficio a partir del
siglo XVIII, la Masonería continúa siendo "una tradición
viva con todos los elementos necesarios para hacer efectiva la realización
espiritual" (ibid.), puesto que los símbolos, los
ritos y los mitos que ha conservado –a la cabeza de los cuales se
hallan los ritos de apertura y clausura de la logia, y en su centro,
el de la muerte y la resurrección del maestro Hiram– son
los soportes fundamentales para la transmisión eficaz de la influencia
espiritual, y a la vez, los catalizadores que permiten el despertar de
la intuición intelectual o visión del corazón, es
decir, de la facultad sobrehumana que nos hace capaces de conocer (y
por tanto, de ser) lo que los símbolos masónicos significan.
Cuando se produce una inundación o un incendio, se procura poner
a salvo aquello que es más valioso –el tesoro– y no
lo accesorio; del mismo modo, en el tránsito de la masonería
operativa a la especulativa, lo que se ha conservado no son unos manuales
de protocolo, sino los ritos que permiten que la Masonería continúe
siendo lo que es y siempre ha sido por encima de todo: una vía
iniciática.
Masonería:
Símbolos y Ritos es un compendio de trabajos que Francisco
Ariza ha publicado en la revista SYMBOLOS
a lo largo de más de una década así como de otros
textos inéditos de la pluma del autor, engarzados unos y otros
con maestría para conformar una bella síntesis, una verdadera
obra artística en el sentido propio de dicho término,
puesto que este volumen trata del Arte Real –es decir, de la mayor
de las artes transmitidas al hombre por la deidad, en la que la materia
prima es su propio ser–, de sus herramientas y de su método.
Los símbolos masónicos (los instrumentos de la construcción,
los números, las formas geométricas, etc.) son ante todo "vehículos
de la edificación interior, del templo espiritual, que está en
la esencia misma de lo que ha sido y es la Masonería, la cual
nos enseña a conocer el sentido iniciático de su Arte,
pues sólo a través de ese conocimiento podemos realizar,
u operar, en nosotros mismos los principios derivados de él.
En este sentido no debemos olvidar que existe una permanente correspondencia
entre el aspecto sensible o exterior del símbolo y lo que éste
manifiesta en su realidad más elevada y trascendente. Por esta
razón al Arte Constructivo también se le ha llamado el
'Arte Real', idéntico a la 'Gran Obra' de la Alquimia" (pp.
9-10). Y el autor añade: "A este respecto, no importa que
los masones de hoy no levanten edificios. Lo realmente importante es
que esos mismos principios o ideas pueden ser conocidos a través
de los símbolos que decoran las logias y templos masónicos,
el más importante de los cuales es justamente el que se refiere
a quién es verdaderamente el Autor de cuyo Pensamiento surge
la Gran Obra de la Creación, conocido con el nombre de Gran
Arquitecto del Universo, que es el Principio Supremo, la verdadera
clave de bóveda o piedra angular del templo masónico,
siendo bajo la influencia de ese Principio que los masones realizan
sus trabajos dentro de la Logia, unos trabajos en los que se aúnan
el estudio de los símbolos y la práctica del rito, gracias
a lo cual la propia Logia se torna un espacio significativo análogo
a la misma estructura del Cosmos" (pp. 10-11).
Las 220 páginas
de Masonería: Símbolos y Ritos,
al igual que los numerosos trabajos que René Guénon escribiera
sobre la Masonería
y que Francisco Ariza glosa en su libro, configuran un fiabilísimo
auxiliar en el viaje hacia la comprensión intelectual –más
allá de lo mental– de los símbolos y la asimilación
de las energías contenidas en ellos, esto es, de la efectivización
de la iniciación en el oficio de constructor del templo interior,
un viaje que a algunos puede parecer extraño puesto que requiere
de muy pocos desplazamientos (o más bien, de ninguno). Por ello,
estamos convencidos de que esta nueva publicación de SYMBOLOS tendrá en
el ámbito latino y americano, y aun más allá, una
repercusión semejante a la de la revista telemática El
Taller, sitio web con el que tienen establecidos vínculos muchos
portales masónicos.
M. G. |