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Falsas Energías, Pseudociencia y

 Medios de Comunicación Masiva

 

Arnaldo González Arias,  Taller de Enseñanza de la Física, Universidad de La Habana.  

Miembro del Dpto. de Física Aplicada de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana.

 

SUMARIO

 

Cuando los medios de difusión masiva se hacen eco de noticias presuntamente científicas, pero que en realidad son ajenas a la ciencia, aportan un sabor de veracidad a afirmaciones totalmente falsas, tendiendo más a confundir que a ilustrar al lector o televidente, entre los cuales obviamente también se incluyen estudiantes y profesores.   En nuestro país la mayoría de estos supuestamente “nuevos” resultados científicos se relacionan, de una forma u otra, con la aplicación del concepto de energía en el campo de la medicina, y se nutren esencialmente de la ingenuidad y la ignorancia.  De ahí la necesidad de divulgar la realidad sobre este concepto, tanto en las aulas como fuera de ellas.

 

Por estas razones, en lo que sigue se ha  pretendido:

 

1) Analizar, en forma muy resumida, el significado del concepto “energía”.

2) Resaltar las falacias inherentes a expresiones tales como energía vital, energía piramidal y bioenergía. 

3) Resumir las diferencias más significativas entre la ciencia y la pseudociencia, utilizando un lenguaje lo más sencillo y popular posible para facilitar la comprensión del no especialista.

 

Examinando en conjunto las cinco características siguientes:  escepticismo, mecanismos, referencias, magnitudes y reproducibilidad, es posible llegar a discernir con suficiente claridad cuando estamos en presencia de un resultado científico y cuando se nos intenta confundir con una terminología pseudocientífica.

 

Estas realidades deben ser divulgadas al máximo entre los estudiantes y profesores de la enseñanza media y universitaria, con el fin de contrarrestar la influencia nociva de los medios masivos de comunicación cuando se hacen eco de estas falsas terminologías.

 

 

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