Graciela
Estimado Sr. Samuel Ocampo:
Hoy buscando alguna página interesante, me llamó la
atención la suya. Quiero comentarle que durante más de 5
años me vi inmersa en una secta. Conforme iba leyendo su página
me encontraba con más y más recuerdos de lo que viví.
No se realmente como fue que pude salir se eso, yo era estudiante
en aquella epoca de la ENEP ACATLAN, y bueno creo que más que
salir me echaron porque empecé a yo cuestionar siempre.
Creo que lo que determino eso fue que había llegado el momento
que tenía que empezar a dejar a mi familia y yo no le
encontranba sentido a eso, como a otras cosas, como la exigencia
de diezmos de manera tan severa, me sentía culpable siempre, me
sentía mal conmigo misma.
Creo que realmente no puedo expresar todos esos sentimientos
encontrados, pero como usted lo expresa, había algo que me
decía que yo necesitaba salir de eso, y creo que empecé a
rebelarme y hacer comentarios públicos, recuerdo a una chica a
quien y con quien tenía que "confesarme" contárle
toda mi vida, yo me había negado a dejar una amistad y ella me
empezó a cuestionar y yo también al final me dijo que yo
era una basura.
Creo que cuando fue "oficial esl asunto" yo no sabía
si era lo mejor, pero quería alejarme de ellos.
Me dejaron de hablar. Para mi fue maravilloso!!! Fue empezar a
decidir mi vida y casi lo primero que hice fue ponerme una falda
corta amarilla!!! Se que ellos me consideraron poco menos que una
prostituta, pero, desea tanto sentirme joven, tenía yo un poco
más de 20 años.
Mi vida cambió realmente, desde entonces no se si he llegado a
los extremos, ahora soy independiente y cuestiono todo siempre.
Sigo creyendo en un Dios, pero un Dios amoroso y que no me hace
sentir culpable, un Dios que me deja decidir y que me apoya
Cuantos jóvenes como yo entonces siguen ahí, no lo sé,
recuerdo que varias veces hicieron reuniones en Hoteles, creo que
fue entonces cuando empecé a dudar, ¡cómo podían pagar tanto?
de dónde salía ese dinero? y las pláticas eran exactamente
como la de la grabación. Han pasado muchos años.
Pero, ahora cuando se me acerca alguien así, creo que a veces,
todavía no tengo las palabras para enfrentarlos y me alejo
solamente.
Graciela
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