Rabbanah

Un satanista muy peculiar

 

  

  

 Mi satanismo

 

Hablar acerca de lo que uno cree siempre se presta a burlas, desilusiones, sorpresa, admiración y muchas reacciones favorables -o lo contrario- en las personas que nos rodean. Y hablo de los que nos rodean porque a pesar de lo que mucha gente quiere aceptar, el ser humano es una especie social por naturaleza. Es una estupidez creer que podemos crecer o progresar por nuestra propia fuente sin valernos de uno u otro especímen para escalar hasta donde podamos o deseemos llegar.

El satanismo es una corriente un tanto elitista, pero sobre todo se basa en la supervivencia. Sobra decir que las reglas de oro del satanismo se basa en el precepto de resguardo personal. Y no es para menos, porque como minoría que somos los satanistas, estamos inmersos en una batalla contra los grupos intolerantes que hay en todos lados; ya sea grupos "moralistas" o los ya clásicos cristianos. 

En base a lo anterior, he conocido muchos satanistas, o bueno, cada quien es libre de llamarse como lo desée, pero son unas personas bastante peculiares. Su "filosofía" se basa en el odio y en la intolerancia. Me da un poco de pena ver tip@s tan capaces desperdiciar su talento en odiar al mundo, a los cristianos -yo creo que más que satanistas son anticristianos, que no es lo mismo-, pero sobre todo, creen que con tener una imágen de "malditos" podrán tener un respeto o un lugar en la sociedad.

Dirán que soy un tipo demasiado idealista, pero creo que hay cosas mejores que hacer que tratar de cambiar un semblante así. Los conocidos que tengo siempre se sorprenden cuando les revelo mi condición de satanista. Frases como: "Es imposible" o "Tratas de tomarme el pelo..." son comunes en nuestras pláticas amenas. 

Y todo por estas sencillas razones: No visto, actúo o hablo como el estándar prejuiciado del satanista. Soy una persona normal y corriente como muchos satanistas en el orbe. Es ridículo pensar que vestimos de negro siempre y que buscamos una oportunidad para odiar a todo el que se atraviese en el camino. Soy un chico demasiado alegre, mis mejores amigos ni siquiera son satanistas. Son cristianos, mormones, budistas y hasta judíos; pero ellos respetan mi forma de vida y aceptan algo que quizás debería hacer el mundo: Me estiman por la persona que soy, y no por lo que pudiera ofrecerles.

Soy demasiado optimista y siempre ando sonriendo. Rara vez estoy serio -a menos que esté enojado o enfermo-, y siempre bromeo a la vida. Mis brazos están abiertos a la amistad y al amor sincero; a todas las personas que quieran un compañero fiel y sumamente alegre. 

No sé si tenga algo de malo ser así, pero lamentablemente -o afortunadamente- es mi carácter habitual. Pero de que algo sí tengo de malo -como en cualquier persona-, es que me molesto muy fácilmente. Es decir, tolero casi cualquier cosa, excepto la estupidez. Es una pena que la estupidez no duela, porque hay muchas personas que se sienten con el derecho de insultar o apabullar a un satanista. Dicho sea de paso, muchos satanistas entran en esta categoría, quizás yo también, pero eso es lo de menos. Estamos para crecer, no para ir en involución.

Cuando me atacan, respondo inmediatamente. Lex Talionis si así quieres llamarlo. Enojado soy muy violento, demasiado cruel y no reparo en consecuencias (siempre y cuando me convenga). Es la forma de ser de mi satanismo. 

Si te sientes desilusionado con esto, pues que mal. No soy un satanista malvado que odia al nazareno y que busca matar monjitas y quemar iglesias. Prefiero dedicar mi tiempo en crecer, mejorar mi vida, y vivir. Precisamente para mí el satanismo es eso: VIDA.

 

- Rabbanah -

 

Inicio | Escríbeme | Rabbanah | Ligas | Salir

Diseño web por Rabbanah

Torreón, Coahuila MX

1