1Junio -Agosto de 2002 - Suplemento Especial
Campaña
Financiera
Quienes hacemos Democracia
Obrera y formamos parte del Comité organizador del trotskismo
principista (Cuarta Internacional) -COTP(CI)- nos consideramos
un núcleo de militantes que lucha denodadamente por mantener
la continuidad del combate por la
IV Internacional fundada por León Trotsky en 1938.
Nuestra IV Internacional,
continuidad bajo condiciones de guerras, fascismo y derrotas
propinadas por el stalinismo al proletariado mundial, de la Tercera
internacional fundada al calor de la revolución Rusa, ha demostrado
con su programa y estrategia marxista, pasar la prueba de la historia
de esta época de crisis, guerras y revoluciones. Desde su fundación,
generaciones enteras de obreros y jóvenes revolucionarios
internacionalistas pusieron sobre sus hombros esta enorme tarea
histórica de luchar por mantener viva la conciencia y organización
del proletariado revolucionario mundial contra las traiciones
del stalinismo, la socialdemocracia y todas las direcciones
traidoras. Miles de ellos dieron su vida, asesinados por el stalinismo,
el fascismo y demás regímenes burgueses.
Durante
los últimos cincuenta años, esas enormes fuerzas fueron llevadas
una y otra vez al fracaso por el pablismo que, desde 1953, llevó a
los partidos trotskystas a disolverse en los partidos comunistas
por años con la excusa de que desde allí se podría organizar y dirigir
la revolución mundial. También durante décadas hubo decenas
de batallas parciales contra los liquidacionistas
y revisionistas, dadas por distintas corrientes y agrupaciones
de la IV Internacional que permitieron mantener relativos hilos
de continuidad.
Pero
fue luego de la derrota del ascenso generalizado revolucionario
del ´68-´74, y de las lecciones oportunistas que todas las fracciones
del movimiento trotskista sacaron de esos acontecimientos que
la IV Internacional pegó un salto en su degeneración. En los 80,
cuando Thatcher y Reagan organizaban con Gorbachov el pasaje
como agente directo de la restauración del capitalismo del conjunto
de la burocracia stalinista, el movimiento trotskista, devenido
en centrismo generalizado, acompañó este giro restaurador
y degeneró, en grandes partidos cada vez más nacional trotskistas,
subordinados a sus regímenes y estados, y abrazados al stalinismo
en todo el mundo occidental. Pusieron sobre sus hombros a los entregadores
de la revolución nicaragüense y salvadoreña, a los gobiernos
contrarrevolucionarios imperialistas como el de Mitterand
en Francia, o, como en Argentina, haciendo partidos únicos con
el stalinismo cuando se derribaban y caían los cascotes del muro
de Berlín sobre sus propias cabezas.
Así, por
culpa de las corrientes centristas, llegado 1989 y el comienzo
de la revolución política, la IV Internacional, que tenía el
único programa correcto y se fundó en la lucha por la revolución
política, fue llevada a un brutal estallido. Es que las corrientes
que usurpaban sus banderas, estaban abrazadas al stalinismo en
Occidente contra el que se levantaban las masas en la URSS, en China
y en el Este de Europa. Mientras tanto, en Europa del Este se habían
subordinado al ejército rojo de la burocracia stalinista que
aplastaba a sangre y fuego la revolución de los obreros alemanes
de Berlín en 1953, húngaros en el ´56, checoslovacos y ucranianos
en el ´68, polacos en el ´71 y el ´82.
Lo que
es peor, tras esta debacle, sus principales responsables, los estados
mayores del mandelismo, del morenismo, del lambertismo, y todas
las corrientes centristas, para ocultar sus capitulaciones se
dedicaron a echarle la culpa a Trotsky, a Lenin, e incluso a Marx,
revisando y no dejando piedra sobre piedra de la teoría, la estrategia
y el programa revolucionarios.
Así, los
estados mayores usurpadores de la Cuarta Internacional decidieron
echarle la culpa de sus propias trapisondas, adaptaciones y traiciones,
nada menos que al marxismo y a sus bases teóricas fundamentales.
Iniciaron en los ‘90 un feroz revisionismo para destruir al marxismo
en toda la regla. Escribieron ríos de tinta sobre el “avance de
las fuerzas productivas“, el surgimiento de una nueva fase del
capitalismo llamada la “globalización”, intentaron denodadamente
mandar a los trastos viejos de la historia la estrategia de poner
en pie partidos leninistas de combate insurreccionalistas.
Le plantearon por delante al proletariado décadas de trabajo
reformista para recuperar sus conquistas mínimas y reorganizarse
tal cual lo hacía la Segunda Internacional socialdemócrata.
Ya vimos
surgir un revisionismo de la Segunda Internacional que preparó,
destruyendo al marxismo, la traición que significó votar los créditos
de guerra y apoyar la matanza de los obreros entre sí en la Primer
Guerra Mundial de rapiña interimperialistas en 1914, renegando
así de la lucha por la dictadura del proletariado. El revisionismo
también surgió en la Tercera Internacional, que no era más que la
ideología de la burocracia stalinista usurpadora de la revolución
de octubre, que proclamaba la posibilidad de la existencia del
socialismo en un solo país. Esta teoría, no hacía más que justificar
su parasitismo al interior de los estados obreros y el sostenimiento
contrarrevolucionario del orden mundial imperialista.
En los
’90, vimos al revisionismo surgido de las mismas entrañas de la
IV Internacional, que ante los golpes actuales de la revolución
y la contrarrevolución y las guerras, ante la realidad que mandó
a la basura todas sus revisiones, por un lado corren presurosos
a intentar borrar y ocultar los ríos de tinta con los que envenenaron
la conciencia de miles de jóvenes revolucionarios del movimiento
trotskista mundial. Por otro lado, se preparan, desde allí, para
dar un nuevo salto en su política liquidacionista, cuando los
regímenes y los estados burgueses se lo demanden. Están en un
camino sin retorno, porque la acumulación de errores lleva a la
capitulación, ésta a la traición, y la suma de traiciones a la
degeneración completa del movimiento revolucionario. Esta
es la mecánica con la que Trotsky explicaba el paso de la Tercera
Internacional stalinista al campo de la contrarrevolución:
“La capitulación (ante Hitler)
expresaba la degeneración interna, una consecuencia de la acumulación
de errores y crímenes. Esta degeneración implicaba a su vez la
capitulación ante la guerra imperialista y el prólogo a la capitulación
ante la burguesía imperialista, que prepara la guerra. Por eso
el ‘4 de agosto’ de la Tercera Internacional estaba implicado
ya en la capitulación ante Hitler” (Stalin firmó el certificado
de defunción de la Tercera Internacional, del 25-5-35).
Hoy, cuando
frente a la crisis económica mundial las potencias imperialistas
han lanzado una ofensiva contra las masas explotadas de todo el
mundo, cuando se polariza y se tensa el enfrentamiento entre
revolución y contrarrevolución, con Palestina y Argentina
como sus focos centrales, cuando empieza a luchar el proletariado
europeo, cuando se tensa la lucha inter-imperialista por el reparto
del botín de los ex estados obreros para transformarlos en protectorados,
las fuerzas de miles de honestos militantes trotskistas están
siendo puestas por sus estados mayores que se pasaron abiertamente
al oportunismo, al servicio de sostener a los regímenes burgueses
y a las direcciones traidoras.
Este
nuevo salto liquidacionista de la IV Internacional se expresa
en que estos estados mayores se han sumado a una nueva internacional
contrarrevolucionaria: el Foro Social Mundial, cuya última
reunión se realizó en Porto Alegre en febrero de este año. A ese
foro, comandados por la socialdemocracia imperialista francesa
y su diario Le Monde, stalinistas en todas sus variantes, burócratas
sindicales y renegados de la IV Internacional, todos los usurpadores
del trotskismo se subordinan. Su política es construir en todo
el mundo “partidos anticapitalistas”, los partidos de “Jean
Jaurés y Lenin” al decir de la LCR francesa, donde se unen stalinistas
y renegados del trotskismo. A lo que asistimos es a un pablismo
generalizado.
¿Qué otra
cosa es, si no, el frente estratégico que mantienen hace décadas
el MST con el PC en Argentina? Lo mismo podemos decir de la “Alianza
Socialista” de Inglaterra, donde conviven Scargill –el traidor
de la gran huelga minera de 1985- con el Partido Comunista y los
usurpadores del trotskismo como el SWP, y demás grupos centristas,
entre ellos la LRCI, organización hermana del PTS. ¡Malas noticias
desde Londres! El PTS, abrazando el gramscismo, entró a Izquierda
Unida ... en Inglaterra, de la mano de sus socios. ¿Qué es sino Refundación
Comunista de Italia, donde están todos los “trotskystas” –como
Proposta (hermano del PO argentino)- junto al stalinismo que
sostiene desde hace años al régimen burgués imperialista del
Olivo? Están surgiendo partidos comunes entre las fuerzas de los
renegados y usurpadores del trotskysmo y las fuerzas stalinistas en España, en Dinamarca,
en Italia. ¡Así se borra la barrera de sangre que hay entre trotskismo
y stalinismo!
¿Qué podemos
decir entonces de la “gran homogeneidad
política” que tanto reivindica Altamira y el PO de stalinistas,
castristas y “trotskistas” como el MAS, en el Bloque Piquetero?
¿Qué es el movimiento “anticapitalista” y “horizontal” de Zamora,
sino la variante socialdemócrata de esta misma política, al
que apoya otro sector del MAS pregonando una verdadera “vía pacífica
al socialismo” como la que estranguló en un baño de sangre a la
gloriosa revolución de los cordones industriales en Chile. ¿Qué
es, si no, ese frente sin principios de la LIT con el PLP de Pakistán
en un pomposo comité organizador por un partido revolucionario
mundial, mientras el PSTU se ha negado sistemáticamente a enfrentar
el pacto social de la burocracia pelega de la CUT de la cual forma
parte?: un frente sin principios, para encubrir a su socio el PLP
de Pakistán, que se mantuvo “neutral” cuando el imperialismo norteamericano
a bombazos limpios masacraba al pueblo afgano y mandaba a ese
país a la edad media, mientras el Talibán se entregaba sin tirar
un solo tiro y miles de combatientes antiimperialistas eran masacrados
en Mazar I Sharif. ¿Qué podemos decir frente al cinismo del eurodiputado
Alain Krivine que, como representante del parlamento europeo
de las potencias imperialistas, fue a convencer a los combatientes
palestinos para que acepten el plan de la ONU de dos estados?
Frente
a esta traición escandalosa de los liquidadores de la IV Internacional,
se han destacado ya a nivel internacional fuerzas sanas del trotskismo:
las de aquellos que no cedemos ante el Foro Social Mundial ni aceptamos
la destrucción y liquidación definitiva de la IV Internacional.
De forma dispersa y aislada aún, decenas y decenas de grupos y
partidos presentan batalla a los liquidadores del trotskismo.
Se trata de golpear la mesa, de reagrupar de forma inmediata en
base a lecciones revolucionarias y a un programa revolucionario
a las fuerzas sanas del movimiento trotskista para gritar bien
fuerte: ¡Viva la IV Internacional!
¡Abajo el Foro Social Mundial! ¡Fuera las manos de los liquidadores
de las limpias banderas de la IV Internacional! ¡Fuera de la IV
Internacional los que borran el río de sangre que separa reforma
de revolución, stalinismo de trotskismo! Es para esta lucha,
compañero, que le pedimos su aporte a nuestra campaña financiera.
Desde
nuestra corriente internacional estamos impulsando este llamamiento
porque opinamos que la realidad misma y los golpes por derecha
del revisionismo liquidador ya han provocado una primera selección
objetiva de las fuerzas que podemos convocar a una conferencia
internacional que impida que las fuerzas del trotskismo, que de
forma tortuosa buscamos un camino revolucionario, terminemos
degenerando país por país, aislados como estamos por la acción
del revisionismo y el oportunismo liquidacionista.
Afirmamos
que esta primera selección ya existe, porque hoy los estados y
regímenes burgueses -con los stalinistas reciclados en burgueses,
con los socialdemócratas ya utilizados como administradores
de los carniceros imperialistas, con las burocracias sindicales
y aristocracias obreras nativas- ya no reúnen fuerzas suficientes
para detener los agudos choques de revolución y contrarrevolución.
Los regímenes capitalistas necesitan ahora la “autoridad”
que las banderas del trotskismo le confieren a los revisionistas
y liquidadores, para poner en pie nuevas mediaciones contrarrevolucionarias
creíbles a los ojos de las masas. Decenas de corrientes nos negamos
a sostener “por izquierda” a las direcciones contrarrevolucionarias
que, a su vez, sostienen a las ciudadelas del poder de los explotadores.
Para
llevar adelante la lucha contra los liquidacionistas y por regenerar
y refundar la IV Internacional, impulsamos la convocatoria
de una Conferencia Internacional de las fuerzas sanas del trotskismo.
En 1916,
Lenin escribía que “La tarea de
los socialistas es explicar a las masas lo inevitable de una ruptura
con quienes practican la política de la burguesía bajo las banderas
del socialismo”. Por eso la
tarea actual de los revolucionarios trotskistas es explicar que
Alain Krivine y la LCR, como Lutte Ouvriére de Francia, Altamira
y el PO, Luis Zamora, el MST, y el MAS, de Argentina, como el PSTU
de Brasil y la LIT, como el SWP norteamericano, y un largo etcétera,
son los que hoy “practican la política de la burguesía”
, ya sea porque se adaptan vergonzosamente a ella y a las direcciones
traidoras que las sostienen, o bien, porque ya se han propuesto liquidar
la Cuarta Internacional yendo a partidos comunes con stalinistas
o socialdemócratas traidores; o ya sea porque han tenido su “cuatro
de agosto” y se han pasado algunos de ellos al campo de la contrarrevolución
viviendo de las migajas que le tiran las potencias imperialistas.
Si no lo hacemos, indefectiblemente, también los trotskistas
principistas, por más honestos y revolucionarios que nos consideremos,
vamos a terminar traicionando país por país y degeneraremos irremediablemente.
Hoy compañero,
le pedimos su aporte económico a nuestra pequeña corriente porque
estamos empeñados en dar este combate. Porque estamos convencidos
que las fuerzas sanas del trotskismo internacional necesitamos
una conferencia como la que hicieron los marxistas revolucionarios
en Kienthal y Zimmerwald de 1916, durante la Primera Guerra Mundial
contra los socialdemócratas de la Segunda Internacional. Esta vez, para recuperar a la IV Internacional
para los trotskistas. Se trata de volver a unir los hilos de continuidad
de la estrategia y el programa revolucionario. Como en aquella
conferencia casi seguramente “entraremos en un sillón” pero
sin ninguna duda despertaría el entusiasmo de miles de obreros
revolucionarios del mundo que necesitan más que nunca reagrupar
sus fuerzas y sus filas para combatir por el triunfo de la revolución
socialista internacional. Para este combate, le pedimos compañero,
no solo su aporte solidario, sino también su lucha y decisión
militante.
Consideramos
que la tarea de poner en pie partidos revolucionarios nacionales,
aislados país a país como estamos hoy las fuerzas sanas y principistas
del movimiento trotskista, nos transforma en corrientes impotentes.
Se están poniendo en pie a nivel mundial agrupamientos de fuerzas
contrarrevolucionarias de la que los renegados del trotskismo
son ahora sirvientes, que golpean en todo el mundo para estrangular
la revolución proletaria. Ellos son los desechos del stalinismo
y la socialdemocracia auspiciados por las aristocracias obreras
de los países imperialistas, todos ellos sirvientes de los trusts,
de las transnacionales y del capital financiero.
Desde
Democracia Obrera entendemos que la lucha por poner en pie un partido
revolucionario en Argentina, no es una tarea nacional, exclusiva
de los trotskistas revolucionarios argentinos, sino que es una
tarea internacional, es decir, del conjunto de las fuerzas sanas
del trotskismo a nivel internacional.
Porque
el trotskysmo es internacional o no será nada. Porque la lucha
por una dirección revolucionaria internacional es la tarea más
importante, porque la suerte de las revoluciones en Palestina
y Argentina está íntimamente ligada a si el proletariado de
los países centrales, los millones de trabajadores negros, chicanos
en EE.UU., e inmigrantes en Francia, se levantan contra sus propias
burguesías imperialistas enfrentando y derrotando la política
de las burocracias sindicales y la aristocracia obrera de esos
países. La revolución argentina vive no solo por las heroicas
luchas de su proletariado, sino por la persistente pelea de los
trabajadores y el pueblo palestino, por los trabajadores y el
pueblo venezolano que bajando de los cerros impidió el golpe
proimperialista de Carmona, por los trabajadores y campesinos
paraguayos que se han levantado y comenzaron una huelga indefinida
enfrentándose a la policía asesina del gobierno proimperialista
de González Machi. El proletariado español, el día 20 de junio
entrará a la huelga general después de 20 años, -al igual que hiciera
el proletariado italiano- con sus sectores más explotados, como
los trabajadores inmigrantes, junto a los obreros de la Telefónica,
del Banco Bilbao Vizcaya. Que se levante el proletariado español
y europeo es el camino para paralizar las manos de la patronal
imperialista española y europea, socias de los yanquis en el
saqueo y la rapiña de los pueblos oprimidos del mundo. ¡Esos trabajadores
son los aliados de los trabajadores y el pueblo Palestino y argentino!
¡Estas acciones son las que vienen en ayuda a las revoluciones
en curso!
Para
este combate internacionalista por darle al proletariado mundial
la dirección revolucionaria que se merece, para regenerar y
refundar la IV Internacional, le pedimos, compañero, su aporte solidario.
Lo invitamos a dar esta pelea en común, a leer nuestros materiales
como Democracia Obrera, el periódico de la LOI(CI), y nuestra
revista teórica internacional cuyo nuevo número está próximo
a salir.
Es como
parte de este combate internacionalista por regenerar y refundar
la IV Internacional que el COTP(CI) ha abierto un periodo pre-congreso
en vistas a la realización de un congreso internacional para
el mes de setiembre próximo.
Por eso
el COTP(CI) ha decidido adoptar como documentos para su congreso
internacional a realizarse en septiembre de este año, además
de los documentos y posiciones elaborados por el COTP(CI), todas
las cartas y documentos que hemos publicado de las distintas corrientes
del movimiento trotskysta con quienes estamos en proceso de discusión,
porque creemos y estamos seguros que si no conquistamos un puñado
de cuadros internacionalistas va a ser imposible construir un
partido revolucionario de vanguardia en Argentina. Vamos entonces
a un congreso internacional donde, alrededor de la discusión
establecida con los compañeros de la Liga Comunista Revolucionaria
de Japón – Fracción Revolucionaria Marxista (JRCL-RMF), de la Liga
por un Partido Revolucionario (LRP) de los EEUU, con los camaradas
de En Defensa del Marxismo (EDM) de España, con los compañeros
peruanos de Lucha Marxista, todos los compañeros del COTP(CI)
pueden alinearse internacionalmente con las distintas posiciones
sostenidas por las fuerzas trotskystas que han iniciado un debate
con nuestra corriente. ¿Por qué hacemos esto? Porque no concebimos
ni remotamente la posibilidad de subsistir como fracción o como
corriente revolucionaria si no entramos de lleno en un nuevo
salto de la lucha a nivel internacional por regenerar y refundar
la IV Internacional.
Vamos
a seguir insistiendo a todos estos camaradas con que estamos
debatiendo, algunos haciéndonos críticas muy duras, para que
participen de nuestro congreso internacional. Vamos a hacer
el máximo esfuerzo para que todos puedan participar de alguna
u otra forma, no solamente con su correspondencia, sino física
y personalmente en todo este gran debate por reagrupar las fuerzas
sanas de la IV Internacional.
Seguramente
usted compañero es un cuadro o viejo militante del movimiento
trotskista argentino. Quizás junto a otros compañeros como usted,
se está reuniendo y discutiendo, o ha formado grupos de los que
por decenas han surgido al calor de la revolución argentina,
que tratan de orientarse de una manera revolucionaria en la situación
actual y no quieren volver por los pasos de los responsables de la
debacle del movimiento trotskista en la Argentina; que a diario
se rebelan contra esos estados mayores, y que incluso dan la lucha
dentro de esos partidos. Los invitamos a todos a sumarse a este
combate y a participar con sus compañeros de nuestro congreso
internacional, en base al acuerdo en un programa como el que aquí
adelantamos.
¡Por una Palestina laica, democrática
Mientras
los trabajadores y el pueblo palestino protagonizan la más grande
revolución con la que comenzó el siglo XXI y resisten heroicamente
la masacre perpetrada por el ejército genocida de Sharon y Bush,
los usurpadores y liquidacionistas de la IV Internacional
con el principal dirigente de la “trotskista” LCR francesa, el
eurodiputado Alain Krivine a la cabeza, quieren convencer al
pueblo palestino que deben aceptar la política imperialista
de “paz” y de “dos estados” de esa cueva de bandidos y carniceros
imperialistas que es la ONU, es decir, que acepten convivir con
el estado sionista y fascista de Israel, ese verdadero enclave
imperialista en Medio Oriente, responsable del genocidio del
pueblo palestino.
En las
últimas elecciones francesas, la socialdemocracia y el stalinismo
montaron la trampa de “defender la democracia y la República”
contra el supuesto "peligro fascista" de Le Pen, echándole
la culpa a los millones de trabajadores y estudiantes que se habían
abstenido en la primera vuelta –y que mayoritariamente eran
antiguos votantes del PS o del PC-, y también a la “extrema izquierda”,
por dispersar el voto. Llamaron a votar masivamente a Chirac
en la segunda vuelta, es decir, para plebiscitar qué “Bonaparte”
comandará por los próximos cinco años la V República y los intereses
del capital financiero francés, sus ofensivas de masacre y rapiña
en el mundo, y el ataque al propio proletariado.
Pero
esta trampa no podría haber funcionado a la perfección, sin el
apoyo de los renegados del trotskismo que tienen un enorme peso
en la vanguardia obrera y juvenil francesa y que obtuvieron el
11% de los votos en la primera vuelta. Todos ellos jugaron disciplinadamente
el rol de sirvientes y sostenedores de la V República: la LCR llamando
a votar “contra Le Pen”, es decir, por Chirac; LO llamando a votar
en blanco o nulo en la segunda vuelta, con el argumento de que no
hacía falta que los trabajadores votaran por Chirac puesto que
éste ganaría igual únicamente con los votos de la derecha; el PT
haciendo campaña por la "defensa de la república y la democracia".
Todos se negaron a luchar por el boicot y la Huelga General
contra la trampa de la segunda vuelta plebiscitaria del régimen
bonapartista, el único camino que podía entusiasmar a la clase
obrera francesa.
¡Fuera
los socialpatriotas, sirvientes de los carniceros franceses,
de las filas de la IV Internacional a la que han llevado a la degeneración!
¡Hay que impedir que sigan hablando en nombre del trotskismo y ensuciando
sus limpias banderas con estas traiciones repugnantes al proletariado
mundial! ¡Sólo bajo las banderas del trotskismo y de la IV Internacional
regenerada y refundada y expurgada de traidores y centristas, cuya teoría, estrategia y programa son la continuidad viviente de los heroicos
comuneros de París de 1871, de las tomas de fábrica y los comités
de huelga de la Francia revolucionaria de 1936; de las barricadas,
los enfrentamientos y la huelga general del grandioso Mayo Francés,
podrá el proletariado francés recuperar el internacionalismo
proletario y llevar al triunfo su lucha de más de un siglo y medio!
Cuando
estalló la guerra de Afganistán y el imperialismo yanqui descargaba
toneladas de bombas sobre esa nación oprimida, cuando miles de
milicianos internacionalistas de Pakistán, Yemen, y otras naciones
musulmanas fueron a combatir al imperialismo al grito de “Afganistán será la tumba de los EE.UU.”, los que hablan en
nombre del trotskismo como el LPP de Pakistán -que junto a la LIT(CI)
formó parte del Korkom y que dirige sindicatos que agrupan a miles
de trabajadores pakistaníes- se negaron a impulsar brigadas
internacionales para ir a combatir a Afganistán y carnerearon
la huelga general de los trabajadores pakistaníes porque había
sido convocada por las organizaciones islámicas. ¡Y esta traición
escandalosa se llevó adelante en nombre del trotskismo!.
Por otro
lado, otras corrientes también provenientes del pablismo, terminaron
como siempre llamando a frentes únicos políticos a las direcciones
nacionalistas burguesas y pequeñoburguesas, terminaron en
su campo y subordinando al proletariado a la dirección política
y militar de la burguesía de la guerra antiimperialista. Son sirvientes
de la burguesía Talibán que entregó la nación afgana a su socio
mayor imperialista sin tirar un solo tiro, de Chávez que se entregó
sin chistar a los curas y a la reacción golpista mientras solo las
masas insurrectas sofocaban la intentona.
A los
heroicos combatientes internacionalistas en Afganistán, el
carnicero de Bush -con la complicidad del traidor Fidel Castro,
el más grande gusano cubano- los mantiene presos en Guantánamo
como rehenes, como verdaderos trofeos de guerra, exhibiéndolos
para aterrorizar a los trabajadores del mundo que osen levantarse
y enfrentar al amo imperialista. ¡Ninguno de los renegados del
trotskysmo levanta las banderas de su liberación!. Es que ellos
están atados en América Latina a las corrientes stalinistas agentes
de la burguesías nacionales y de la burocracia stalinista castrista
que se ha juramentado, y actuado en consecuencia, para que nunca
más se repita otra Cuba en América latina. Por eso el liquidacionismo
está en el Foro de Porto Alegre, donde convive con la federación
de partidos comunistas de América latina, con castristas y maoístas
reciclados de todo pelaje, sostenedores de los regímenes burgueses
decrépitos de América Latina.
Durante
décadas, generaciones de obreros y jóvenes revolucionarios
pusieron su energía y realizaron enormes sacrificios para poner
en pie al trotskismo en Argentina. Centenares de militantes dieron
su vida en la noche negra de la dictadura militar videlista para
que el trotskismo fuera una realidad y una alternativa de dirección
revolucionaria del proletariado a la hora de la revolución.
Y sin embargo, cuando los trabajadores y el pueblo dejaron su
vida en las calles el 20 de diciembre derrocaron a De La Rúa y al
grito de "que se vayan todos,
que no quede ni uno solo" hicieron crujir al podrido régimen
del Pacto de Olivos abriendo la revolución en nuestro país, las fuerzas
que se reclaman del trotskismo corrieron al Foro de Porto Alegre
a subordinarse a esa verdadera internacional contrarrevolucionaria
organizada por la socialdemocracia imperialista europea,
los restos del stalinismo, y la burocracia sindical de los países
imperialistas y del continente. ¡Para eso no dieron su vida los
mártires del trotskismo asesinados por la Triple A y la dictadura
genocida!
Cuando
las masas giran a la izquierda al calor de los combates dados, Zamora
reniega del trotskysmo y entrega la lucha de decenas de miles de
obreros y jóvenes revolucionarios que lo pusieron sobre sus hombros,
y los partidos que se dicen trotskistas giran a la derecha. Como
el MST que mantiene un partido único con el stalinismo desde hace
años; como el MAS, ante la lucha docente de Río Negro, a los pies
de la Maffei y la burocracia de la CTERA, reeditando al partido
de los ‘80 y los ’90, lo mismo que el FOS, el partido de la LIT(CI);
como el PO formando parte de la nueva burocracia sindical del
movimiento de desocupados; todos dándole oxígeno y reviviendo
a la burocracia sindical de la CTA y ayudando a apuntalar el régimen
en crisis. De esta manera meten a la revolución argentina en
una encrucijada.
En el
89 todos los usurpadores de las banderas del trotskysmo y los centristas
estaban abrazados al stalinismo, y por eso estallaron ante los
golpes de la revolución política en los hoy ex-estados obreros
en liquidación. Ahora, mientras siguen todos a los pies del stalinismo
entregador de los estados obreros, están todos subordinados
a los regímenes imperialistas que quieren colonizarlos. Los
liquidacionistas, los usurpadores del trotskysmo son renegados
de la lucha por la dictadura del proletariado.
El destino
ulterior de los ex estados obreros en liquidación, aunque la restauración
capitalista ha triunfado no esta definido por la historia. Mientras
la vieja burocracia restauracionista hoy reciclada en burguesía,
sueña con integrarse al mercado mundial como nuevas potencias,
el imperialismo solo les tiene reservado el destino de semicolonias,
colonias y protectorados que solo podrá imponer a sangre y fuego,
como en el Kosovo.
Siguiendo
los pasos de los burócratas stalinistas que se reciclaron en burgueses,
en Cuba, Fidel y la burocracia castrista, convertidos en agentes
restauracionistas abiertos como lo fuera Gorbachov en la ex URSS,
marchan aceleradamente a la restauración capitalista entregando
la revolución cubana.
Como
el enfrentamiento entre revolución y contrarrevolución no esta
definido a nivel mundial es tarea del proletariado revolucionario
internacional, no dar la conquista que fue la expropiación de la
burguesía en un tercio de la humanidad por perdida de manera definitiva.
Por eso afirmamos que el programa y la estrategia de los trotskistas
principistas para los ex estados obreros en liquidación, contra
las dictaduras restauracionistas del capital, debe ser por todo
un perîodo histórico, la lucha por la restauración de la dictadura
revolucionaria del proletariado. Sólo levantando este programa
podrá el trotskismo completar la tarea de ayudar al proletariado
ruso, polaco, checo, etc. a distinguir entre bolchevismo y stalinismo,
tarea que los trotskistas no pudimos cumplir durante los últimos
40 años por el cáncer centrista y menchevique que llevó a la IV Internacional
a la degeneración.
Compañero:
le pedimos su aporte para dar la lucha por una conferencia internacional
que agrupe a las fuerzas sanas del trotskysmo para enfrentar a los
liquidacionistas, para realizar un congreso de nuestra fracción
internacional y de Democracia Obrera, para discutir esta lucha
internacional y para discutir la construcción de un partido obrero,
revolucionario e internacionalista en Argentina, para, como
símbolo de esta pelea, convocar en agosto a un acto, al cumplirse
el 20 de ese mes otro aniversario del asesinato de León Trotsky a
manos del stalisnimo. Y allí levantar fuerte el grito de ¡Viva
la Cuarta Internacional!
Solo
como subproducto de esta pelea internacionalista por la IV Internacional
nuestra pequeña organización supo, a pesar de sus escasas fuerzas,
mantenerse firme y no ceder a las presiones del régimen del Pacto
de Olivos. Supimos mantenernos firmes junto a los heroicos piqueteros
del norte de Salta y su programa obrero de los 21 puntos aun bajo
las balas de la gendarmería asesina, cuando el régimen nos atacaba
acusándonos de “ultraizquierdistas”. Mientras la gendarmería
cercaba a los piqueteros en General Mosconi y el PO, el MST y el
resto de la izquierda del régimen se encontraba de rodillas en
el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso junto a la CCC y la CTA
y los diputados patronales del Frepaso, dando muestras de su fe
en la “democracia” y exigiendo “elecciones inmediatas en Mosconi
y Tartagal”, Democracia Obrera viajó a Mosconi junto a Hebe de
Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo, para romper el cerco de
la gendarmería y poner en pie la Plaza del Aguante.
Mientras
el PO, el MST y el MAS con su Bloque Piquetero se transformaban en
la nueva burocracia sindical del movimiento de trabajadores
desocupados junto a la CCC y la CTA, los militantes de Democracia
Obrera se paraban en la Asamblea Piquetera del 16 y 17 de febrero
para denunciarlos, lo que nos costó que fuéramos expulsados a
punta de pistola por los matones del stalinismo y el PO. Pero ni
aún así lograron acallarnos.
Mientras
el PO y el MST, con la complicidad del MAS, el PTS y el Zamorismo,
dividían a las asambleas populares, enterraban el programa de
la Interbarrial Nacional y liquidaban la democracia directa
de la Interbarrial de Parque Centenario, Democracia Obrera luchó
y sigue luchando por recuperar la democracia directa en las asambleas
populares, por unir y coordinar las luchas en un verdadero Congreso
nacional de trabajadores ocupados, desocupados y las asambleas
populares, para barrer a la burocracia sindical, y preparar
con la huelga general indefinida, con los piquetes y cortes de
ruta, con tomas de fabricas, comités de huelga y comités de autodefensa,
un nuevo 20 de diciembre que barra con el gobierno de Duhalde y
el régimen del Pacto de Olivos y haga realidad el grito de “que se vayan todo y no quede ni uno solo”.
Democracia
Obrera se mantiene gracias al esfuerzo y el enorme sacrificio
de nuestros militantes que aportan mensualmente, de los aportes
solidarios que realizan trabajadores y jóvenes en las campañas
financieras como la que hoy estamos realizando; y no como la izquierda
del régimen, que vive cediendo ante el estado patronal que les
ofrece $2,50 por voto, la plata de los cargos sindicales y puestos
parlamentarios que jamás son puestos al servicio de la lucha de
los trabajadores, del manejo a espaldas de la base de los Planes
Trabajar que les otorga el régimen, del dinero del “Fondo de Reparación Histórica”
que cobraron sus militantes que son hijos de compañeros desaparecidos,
sin que las direcciones de estas corrientes rindan cuentas jamás
ante la vanguardia obrera de qué es lo que hacen con ese dinero,
que no les pertenece.
Porque
sostenemos esta posición principista y revolucionaria es que
hoy, compañeros, podemos pedirles un aporte solidario a nuestra
Campaña Financiera, que será un aporte a la revolución y la IV
Internacional. Los convocamos a organizar juntos el acto en
homenaje a León Trotsky en un nuevo aniversario de su asesinato
a manos del stalinismo, un acto donde digamos que el río de sangre
que separa a reforma de revolución no se secará jamás mientras
exista una economía mundial imperialista que compra a los dirigentes
de las organizaciones obreras. Los llamamos fraternalmente a
abrir una discusión seria, porque lo que está en juego es la crisis
histórica de la humanidad, que como afirma el Programa de Transición
“se reduce a la crisis de la dirección
revolucionaria”.•