"La liberación de los trabajadores será
obra de los trabajadores mismos"
Año 2 - Número 10 - 15 de marzo de 2002
e d i t o r i a l
El FOS apoyó la marcha pro-patronal de la burocracia de la UOMUna
falsificación histórica:¿La burocracia sindical hizo el Rodrigazo?
El volante
del FOS para la marcha del jueves pasado llamado por la burocracia
de la Unión Obrera Metalúrgica detrás del programa patronal del
Frente Productivo y los patrones exportadores, no solo no nombraba
a la burocracia sindical. Tampoco decía una línea sobre ese programa
patronal de “defensa de la producción y del trabajo” detrás del cual
se quiere meter a los trabajadores.
Coherente
con esta política, en la asamblea del Suteba de La Matanza, un encumbrado dirigente a la vez miembro del FOS, defendió
la participación en la marcha argumentando que “nos guste o no,
al Rodrigazo lo hizo la burocracia sindical”. Nos cuesta trabajo
creer tanto cinismo y tergiversación histórica (al servicio de
una política escandalosamente oportunista).
Lo que
se conoce como el “Rodrigazo” fue la gran huelga general del año
1975 que echó a López Rega y estuvo a punto de tirar al gobierno de
Isabel Perón. La burocracia sindical no “hizo” ningún Rodrigazo
porque fueron los garantes de la derrota del clasismo cordobés y de la derrota
de la huelga de Villa Constitución -sede de la patronal del acero organizadora
del golpe militar del 76- y organizadora de la Triple A junto a López Rega.
El secretario general de la CGT, Casildo Herrera, se hizo famoso declarando
pocos días después del golpe genocida: “Yo me borré”.
El papel
central en el proceso que llevó al la huelga general lo jugaron el
amplio y extendido surgimiento de coordinadoras de fábricas
que –retomando el camino del clasismo cordobés de fines de los 70-
escapaban al control de la burocracia y de la patronal.
La huelga
general –que culminó con un rotundo triunfo como fue la renuncia
de López Rega y el reconocimiento por parte del gobierno de los
nuevos contratos de trabajo, y que marcaba el comienzo de una ruptura
de la clase obrera con el peronismo- fue llamada por la burocracia,
que trató de evitarla hasta último momento, obligada por más de una
semana de grandes movilizaciones
y columnas de fábricas encabezadas por estas coordinadoras
que recorrían las calles de Buenos Aires y desfilaban frente a las
puertas de la CGT exigiendo que la huelga fuera convocada.
Estamos
dispuestos a cederles espacio en nuestro periódico a los compañeros
del FOS, para que nos contesten acerca de esta escandalosa tergiversación
histórica.