SUPLEMENTO ESPECIAL (01/11/01)

Como en Afganistán y en Medio Oriente, en Argentina el imperialismo con sus sirvientes, el gobierno y sus cipayos de adentro,
bombardean a la clase obrera y al pueblo
¡CONVOQUEMOS YA A LA 3ª ASAMBLEA NACIONAL PIQUETERA DE LA MATANZA!
Para retomar el camino de la huelga general e imponer una salida obrera a la crisis
Para terminar con las traiciones de la burocracia sindical
Para avanzar hacia la derrota en las calles del gobierno del hambre, la entrega y del FMI


¡Veinticinco por ciento de desocupación! ¡Hambruna generalizada en millones de hogares obreros! ¡200 pesos de salario para la amplia mayoría de los trabajadores! ¡Hospitales públicos en bancarrota donde los hijos de los trabajadores y el pueblo mueren por falta de medicamentos e insumos básicos! ¡Centenares de miles de pequeños productores del campo y la ciudad hundidos por las inundaciones y por la recesión que lleva ya más de 40 meses! ¡Estos son los misiles y las bombas que caen sobre millones de hogares obreros en Argentina!
Los carniceros imperialistas angloyanquis, cuando ha comenzado ya la recesión y la crisis adentro mismo de las potencias imperialistas, buscan hacerles pagar los costos de esa crisis a sus propias clases obreras, pero en primer lugar y fundamentalmente, a la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo.
Por eso han mandado una de las concentraciones de tropas y armamentos sofisticados más grandes de las últimas décadas para aplastar a un pequeño país como Afganistán a bombazo limpio, para quedarse con las rutas del petróleo y del gas de todo el Medio Oriente y el Asia Central donde esos pueblos hundidos en la miseria tienen bajo sus pies dos billones -o sea miles y miles de millones- de dólares en petróleo y gas, que es lo que las empresas petroleras imperialistas quieren rapiñar.
Revientan a Afganistán con la excusa del "atentado a las Torres Gemelas", cuando cada vez queda más claro que estamos ante un verdadero "Pearl Harbor" -es decir, de una acción que el imperialismo conocía y dejó correr porque quería declarar la guerra para quedarse con el petróleo y el gas de Medio Oriente y Asia Central. Quería largarle la guerra a su propia clase obrera, despidiendo y flexibilizando a centenares de miles, como los 140.000 trabajadores cesanteados en menos de un mes en las compañías aéreas yanquis. Pero, sobre todo, quería y quiere dar un escarmiento a los trabajadores y los pueblos del mundo, como ayer en Malvinas o en los '90 aplastando a Irak.
Estos mismos piratas angloyanquis y sus aliados, los carniceros imperialistas franceses, alemanes, españoles son los que se robaron y se quedaron por monedas con la mayoría de las privatizaciones de los '90 de toda América Latina; son los que la vienen succionando con una deuda externa fraudulenta de centenares de miles de millones de dólares con la que viven como parásitos, cortando cupones, un puñado de ricachones de Wall Street, de Frankfurt, de Madrid, Londres, París o Tokio.
Ellos son los que ahora vuelven a lanzar una feroz ofensiva en la Argentina, a apenas 15 días de las elecciones, con la excusa de que nuevamente el país está al borde de la "cesación de pagos", mientras hacen subir los numeritos del "riesgo país". ¡Lo único que realmente sube son las filas de los millones de desocupados, cuando se anuncian más de medio millón de nuevos despidos de aquí a diciembre!
Frente a esto, todos los sirvientes del imperialismo, los gorilas de Cavallo, de De la Rúa, del PJ y demás gobernadores hambreadores -mientras discuten si dolarizan, devalúan, si terminan de hipotecar hasta los impuestos, de por vida, a nombre de los mandamases de los banqueros internacionales-, intentan aunar esfuerzos para terminar de aplastar con hambre, despidos y represión a la heroica clase obrera y el pueblo argentino. Discuten qué gobierno es el que necesitan el imperialismo y los explotadores para comandar un nuevo y decisivo ataque contra la clase obrera, si uno con el PJ afuera, o adentro cogobernanado.
Pero, mientras tanto, el crac y la catástrofe ya están aquí. Las bombas de la desocupación, de los despidos, de la hambruna, de jubilados y estatales con sus salarios robados, caen todos los días en los hogares obreros y populares, y también en el hospital y la escuela públicos destruidos por falta de presupuesto. ¡Este es el único y verdadero "riesgo" que tienen la clase obrera y la amplísima mayoría del pueblo: el riesgo de la desocupación, de la miseria, de la pérdida de las conquistas obreras, del saqueo de la nación, de perder la educación y la salud públicas! Para no correr ese riesgo, hay que retomar urgentemente el camino de la lucha, de los piquetes, de los paros generales y de la autorganización obrera y popular.
Por eso, en Afganistán, en Palestina y en Pakistán, donde se han levantado las masas obreras y campesinas contra el imperialismo, en Argentina y en toda América Latina, la lucha es la misma: ¡Por la derrota de los carniceros imperialistas y por el triunfo militar de Afganistán! ¡Por el triunfo de la revolución obrera y campesina palestina contra el genocida Estado de Israel, y por una Palestina laica, democrática y no racista! ¡Fuera la dictadura de Musharraf en Pakistán! ¡Viva el levantamiento antiimperialista obrero y campesino de las masas de ese país y todo Medio Oriente!
¡Fuera yanquis y demás potencias imperialistas de América Latina! ¡Fuera ingleses de Malvinas! ¡Fuera el FMI, De la Rúa, Cavallo y los gobernadores chupasangres de Argentina!


HOY COMO AYER, LOS BURÓCRATAS SINDICALES DE LA CGT Y EL CTA ESTÁN SOSTENIENDO AL GOBIERNO HAMBREADOR E ILEGÍTIMO, Y DEJAN PASAR EL GOLPE ECONÓMICO DE LOS CHUPASANGRES IMPERIALISTAS Y DE LA PATRONAL ESCLAVISTA
¡NO PODEMOS PERMITIRLO!

Han pasado ya veinte días desde la elecciones, y la catástrofe no deja de desarrollarse. Por arriba, el gobierno de De la Rúa y Cavallo aparece enfrentado a los gobernadores del PJ por la coparticipación federal, pero la verdadera discusión que está en ciernes es quién le pone el cascabel al gato, es decir, cómo derrotar mejor a la clase obrera. Mientras Cavallo y el FMI insisten en atacar ya a todos los estatales del interior, despidiendo a centenares de miles más, los gobernadores hambreadores del PJ alertan de que si esto sucede, con un gobierno nacional totalmente debilitado, se levantarán los trabajadores y el pueblo. Como ya vimos, estos gorilas del PJ dicen que hay que hacer lo mismo pero en cuotas, pero con un gobierno fuerte de unidad nacional con ellos adentro. Es que el partido de los Menem y los Ruckauf quiere cogobernar ya, para hacer efectivo un gobierno más fuerte para semejante empresa que no es otra que la de llenarle los bolsillos a los banqueros internacionales y a la gran patronal esclavista, quedándose ellos con los vueltos. Ante el desprestigio y el debilitamiento extremo de este gobierno, quieren entrar ellos a un cogobierno que suelde el frente de los explotadores y les permita pasar a un ataque decisivo contra la clase obrera y el pueblo. Y pelean por esto, mientras se disfrazan de opositores cuando son los mismos que le votaron los superpoderes a Cavallo y el déficit cero desde el Parlamento, mientras los traidores Moyano, Daer y Barrionuevo los aplauden.
Tienen razón en estar preocupados: como reflejan de forma distorsionada los resultados electorales, hay centenares de miles de trabajadores que giran a la izquierda votando a los partidos obreros, mientras millones de sectores obreros y populares expresaron su bronca anulando su voto. El resultado refleja de forma distorsionada la terrible polarización entre las clases existente en la Argentina y un agudo proceso de radicalización en amplias capas de trabajadores. Pero lo que es más importante, y que ningún analista burgués ni de la izquierda ha podido dilucidar, es el llamado "voto bronca" que reventó las urnas. Es que el mismo fue la expresión distorsionada e impotente de que las condiciones existentes en el país luego de los seis paros generales, los piquetazos, los levantamientos obreros y populares, eran para imponer el boicot a esas elecciones y la huelga general política para derrotar efectivamente al gobierno y al régimen infame del Pacto de Olivos y la Constitución reaccionaria del 1853-1994, en las calles -que es el único lugar donde se lo puede derrotar. Este es el camino que fue impedido por la contención que impuso la acción de la burocracia sindical de todo pelaje, con Daer y Moyano corriendo a ponerse a los pies del PJ, y De Gennaro y D' Elía con su "Frente contra la pobreza" con los diputados patronales como Carrió y Farinello, atándole las manos a la clase obrera.
Es esto lo que les dio y les da tiempo a los de arriba para que rediscutan cómo reorganizan su gobierno y su régimen para volver a atacar decisivamente. Mientras tanto, la burocracia sindical le ata las manos a la clase obrera, para que nuevamente no aproveche esta magnífica oportunidad de crisis y disputas de los de arriba.
Pero para los trabajadores hay algo que debe quedar claro, y es que a estos chupasangre explotadores no se los derrota con el voto: éste nos puede servir para reagrupar nuestras fuerzas y mostrar nuestra bronca. Pero a ellos, que controlan los bancos, las fábricas, que dominan al país, saqueándolo y chupándole hasta la última gota de sangre, que tienen a sus servicio a las casta de oficiales genocidas del Ejército, a las policías asesinas y represoras como la Bonaerense, y a los perros de presa de la gendarmería, se los derrota en las calles, en la guerra de clases, respondiendo a la guerra que ellos nos han declarado, como sucede con las masas de Medio oriente que en Argelia, en Pakistán en Palestina y en Chechenia se han levantado para resistir la agresión imperialista, y como hicimos todo este año en Argentina con los paros generales, con piquetes cortando las rutas, con levantamientos revolucionarios como en Tartagal y Mosconi.
Se los derrota como lo hicimos con los gorilas de la Libertadora con la resistencia de 1955; se los derrota como a la dictadura de Onganía con el Cordobazo, y con paros generales y lucha antiimperialista en las calles como tiramos al genocida de Videla; y como hicimos con el cipayo Menem, al que dejamos contra las cuerdas con los parazos generales y los piquetes de Cutral-Có y Jujuy. Se los derrota poniendo en pie los organismos de autoorganización y autodeterminación de la clase obrera y el pueblo, los piquetes, las coordinadoras y los comités de fábrica, porque solamente yendo a por todo podremos provocarle una desbandada al frente patronal imperialista y avanzar en imponer una salida obrera y popular a la crisis, derrotando y demoliendo a este régimen maldito del Pacto de Olivos y a su reaccionaria y gorila Constitución de 1853-1994.
Pero, ¿quién ha impedido, después de las grandiosas jornadas de lucha de las huelgas generales, de los piquetes, que impongamos esta solución para los trabajadores? ¿Quién nos ha atado las manos para que las enormes energías desplegadas en la lucha provocaran una derrota de los explotadores? Hablemos claro: han sido los burócratas sindicales de todo pelaje, pagados con los millones de las obras sociales y con la cuotas sindicales descontadas en forma compulsiva por la patronal y el estado, para atarle las manos a la clase obrera.
Son ellos los que después de cada huelga general política iban corriendo detrás de la patronal del frente productivo a ponerle nuestra lucha a sus pies. Son los Moyano y los Daer los que fueron a sostener a los gobernadores hambreadores y asesinos como Romero, Ruckauf, Rozas, Sobisch, Reutemann y demás gorilas.
Son los dirigentes del CTA y de la CCC que se pusieron a la cabeza de la organización y centralización del movimiento piquetero nacional, no para que éste se pusiera de pie como alternativa para derrotar a la burocracia y avanzar al triunfo de la clase obrera, sino para conseguir algunos puestos de diputados en las listas de los chupacirios como el cura Farinello. O bien, como hicieron De Gennaro y la CCC, dejando dormidos las grandiosas Asambleas piqueteras de La Matanza, mientras hacían marchitas -que nadie vio- hacia los cuatro puntos cardinales, que para lo único que sirvieron fue para desgastar a la organización piquetera nacional y a los estatales en lucha.
Hoy, cuando se descarga esta feroz ofensiva, cuando cunde la desesperación y el hambre en millones de familias obreras, han convocado a la III Asamblea piquetera.... ¡para diciembre! ¡Ellos también le están dando tiempo para que el frente de los explotadores, los Cavallo, De la Rúa y los gobernadores se rearme para volver a atacar de forma centralizada a la clase obrera y al pueblo! ¡Y esto no podemos permitirlo!

PARA DERROTAR AL PLAN DE HAMBRE Y MISERIA
Y AL GOBIERNO ILEGÍTIMO Y GORILA DE DE LA RÚA
Y CAVALLO; PARA RETOMAR EL CAMINO DE LA HUELGA GENERAL, HAY QUE ECHAR A LA BUROCRACIA SINDICAL DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS
¡CONVOQUEMOS YA A LA ASAMBLEA NACIONAL
PIQUETERA DE LA MATANZA!

¡Esto no se aguanta más, compañeros de la CCC, D´Elía y la CTA, Altamira y el Polo Obrero! Al hambre de los desocupados se le suman más de 500.000 despidos de acá a diciembre: ¡cómo van a llamar a la Asamblea piquetera recién en diciembre, cuando ya habrá cientos de miles de nuevos desocupados!
Pero contra ellos y pese a ellos, ya han vuelto a cortar la ruta en Tartagal y Mosconi, en defensa de sus dirigentes presos y por el pago de los planes Trabajar. Pese y contra ellos, resisten los ceramistas de Zanón. Los municipales salen a cortar rutas en Córdoba, y queman la puerta del municipio en San Juan. Los mineros del Turbio han vuelto a bajar al socavón para pelear por sus demandas. En Pehuajó y Carlos Tejedor, pueblos enteros condenados a desaparecer se levantan contra una situación que se les torna insostenible.
Ya Cavallo prepara, con los gobernadores, nuevos ataques a los estatales y a la educación pública. ¡No esperemos ni un día más: de allí, de los mineros del Turbio, de los ceramistas de Zanón, de los municipales de Córdoba y San Juan, de los piqueteros de Tartagal y Mosconi, de los del Chaco y del MTR, debe salir ya un solo grito: ¡Que se reúna ya la asamblea nacional piquetera! ¡Que se transforme en un verdadero Congreso nacional de delegados de ocupados y desocupados, uno cada 20 trabajadores, de toda la clase obrera!
Esta Asamblea Nacional es la única que puede poner de pie a la clase obrera argentina, y desatarle las manos sacándose de encima a los burócratas sindicales que, pagados con millones de dólares, son los que se las atan. Esta Asamblea Nacional, reunida de inmediato, estará en condiciones de levantar un plan obrero y popular de salida a la crisis y a la catástrofe para que a ésta la paguen los explotadores, los banqueros y el FMI, con el grito de guerra de ¡Ruptura con el FMI!, ¡Trabajo para todos! ¡Reducción de la jornada laboral a 6 horas con 1.200 $ de básico, al nivel de la canasta familiar, y todas las manos a producir! ¡Nacionalización sin pago y bajo control de los trabajadores de toda fábrica o empresa que cierra o despida! Nacionalización de la banca, sin pago y bajo control de los trabajadores, para darles créditos baratos a los pequeños productores de la ciudad y el campo hoy llevados a la ruina.
Sin ninguna duda, ante el odio y la indignación obrera y popular, millones de obreros y sectores populares arruinados mandarían sus delegados y representantes a esta Asamblea. Ella estaría en condiciones de abrir el camino a la organización y preparación de la huelga general política hasta derrotar al gobierno y al régimen maldito de los partidos del hambre y del imperialismo.
Ella permitiría no dejar más aisladas a las heroicas luchas que hoy sacuden toda la geografía del país; abriría el camino a volver a poner en pie las coordinadoras zonales, sacándose de encima a los burócratas millonarios que dirigen organizaciones obreras con millones de trabajadores flexibilizados, con salarios de miseria, o directamente desocupados.

EL "ALA DURA" DE LA ASAMBLEA PIQUETERA
DE LA MATANZA DEBE REUNIRSE YA
E IMPULSAR SU CONVOCATORIA INMEDIATA

En la última Asamblea piquetera el sentimiento de la amplia mayoría de la base allí presente era uno solo: derrotar a la burocracia sindical y avanzar en el camino de la huelga general. Tanto fue así, que ni uno sólo de los políticos patronales ni de los burócratas pudieron hablar: la silbatina y el odio de la base y de los delegados combativos se los impidió.
Y si este fue el sentimiento de la absoluta mayoría de los trabajadores y delegados allí presentes, lo más destacado fue que de las entrañas mismas de esa organización de desocupados y ocupados emergió un ala dura, encabezada por el movimiento piquetero combativo y la vanguardia obrera luchadora compuesta por centenares de delegados de fábricas y establecimientos. Este reagrupamiento incipiente hizo que el compañero Martino del MTR llamara, al finalizar la Asamblea de la Matanza, a un agrupamiento del ala dura de la misma.
Pues bien: después de casi dos meses, podemos afirmar que mientras la derecha de De Gennaro, D' Elía y la CCC se dedicaban a darle tiempo al régimen para que se recomponga en las elecciones, ese reagrupamiento lamentablemente no se concretó. Es hora de hacerlo: no hay que perder más tiempo. El compañero Martino, los compañeros de Zanón que están en lucha, los piqueteros del Norte de Salta que no se bajan de los 21 puntos, los piqueteros del Chaco, los delegados combativos de Astilleros Río Santiago, y los centenares de delegados combativos, deben tomar en sus manos este llamado, y emitir un pronunciamiento urgente convocando a que se reúna la Asamblea Nacional piquetera con un delgado cada 20 y se transforme en un verdadero Congreso nacional de delegados con mandato de toda la clase obrera, ocupada y desocupada, tal como había votado la Asamblea del 4 de septiembre.
Se trata de luchar desde ya por poner en pie una dirección de este movimiento que se ha puesto en marcha en Argentina, que esté a la altura de lo que exige la base, que no quiere treguas y pactos, que no quiere más burócratas ni politicuchos patronales, que no quiere más tener que pelear aislada y dividida ni que así la derroten sector por sector, que aspira a centralizar su lucha, que quiere autorganizarse y que busca denodadamente un camino para avanzar hacia una lucha decisiva para vencer.


LA IZQUIERDA NO PUEDE SEGUIR "MIMANDO"
SUS VOTOS: DEBE PONER LAS ENORMES FUERZAS
QUE LE DIERON LOS TRABAJADORES PARA PREPARAR
Y ORGANIZAR UNA LUCHA DECISIVA
DE LA CLASE OBRERA ARGENTINA

Centenares de miles de trabajadores y jóvenes han iniciado una curso de repudio y ruptura con los partidos patronales, tal cual se manifestó en la última elección con la alta votación a la izquierda. Pero lo que es mucho más importante: en el movimiento piquetero, en decenas y decenas de cuerpos de delegados, comisiones internas y seccionales sindicales, millones de trabajadores pusieron al frente de estas organizaciones a militantes y dirigentes de los partidos de izquierda.
Por ello es una vergüenza que pasen los días, que salgan páginas y páginas en los respectivos periódicos de los partidos de izquierda discutiendo sobre los resultados electorales, que sigan "mimando" los votos, y que frente a la catástrofe y la guerra que les han declarado a los trabajadores se callen la boca y se nieguen a mostrarle una camino para enfrentarla y derrotarla. Y lo que es más vergonzoso, pasan los días, llueven las bombas sobre Afganistán, y estos partidos de izquierda no han puesto todas sus fuerzas, recursos, puestos parlamentarios y sindicales para llamar a la clase obrera y al pueblo a una gran acción antiimperialista por la derrota de los carniceros angloyanquis y por el triunfo de Afganistán en la guerra.
¡Basta de "mimar" los votos, o de sangrar por la herida porque tal o cual no entró como diputado en este régimen maldito proimperialista! Es que esta política cretinamente electoralista de los partidos que se reivindican de la clase obrera y de izquierda, es la que no les ha permitido ser una alternativa real ante el fenómeno decisivo que se expresó en estas elecciones que fueron los cuatro millones de votos nulos y blancos, que son, en su amplia mayoría, la expresión distorsionada y casi impotente de las condiciones que existían en Argentina para boicotear las elecciones, y abrir el camino a la huelga general triunfante y derrotar al gobierno y a este régimen de partidos de la reaccionaria Constitución de 1853, en las calles e imponer una salida obrera y popular a la crisis nacional.
El diputado Luis Zamora, que ha emergido después de un largo ostracismo político y que habla de "crear una nueva izquierda" ligth, que quede bien con todo el mundo y que no moleste a nadie, debe entender -pues de lo contrario les mentirá alevosamente a los trabajadores- que el 10% de votos que consiguió no fue "en una semana de campaña": fue porque centenares de miles de trabajadores lo pusieron sobre sus hombros en los '80, para enfrentar al imperialismo y derrotar a los patrones, expectativas que Zamora y el Mas defraudaron completamente en los '90.
Hoy, estos mismos trabajadores les vuelven a dar, a Luis Zamora y al conjunto de los partidos de izquierda, una oportunidad para que canalicen su lucha y sus aspiraciones, y para que demuestren con las manos que están dispuestos a pelear contra la burocracia sindical, por la coordinación, por la huelga general , por el socialismo, y todas las palabras que repiten en sus actos y periódicos. Por eso, si el diputado Zamora hoy vuelve a la lucha debe hacerlo sabiendo que en estos años estuvieron Víctor Choque, Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, y en lugar de coquetear con el Frepaso y la Carrió, debe, junto con el PO, el PTS, el MAS y demás partidos de izquierda, poner su enorme prestigio y autoridad, para recorrer juntos todo el movimiento piquetero, todas las fábricas del país, para convocar a esa Asamblea piquetera. ¿Quiere "autodeterminación", diputado Zamora?: ¡un delegado cada 20 de todos los trabajadores ocupados y desocupados, eso es autodeterminación! ¿Quiere "libertad"?: impulsemos un frente único obrero que ayude a la clase obrera a desembarazarse de la burocracia sindical traidora pagada por la patronal y el estado, y sobre la cual el diputado Zamora, a diferencia de lo que hacía en los '80, hoy guarda un vergonzoso silencio.
Desde Democracia Obrera, sin ningún tipo de sectarismo, estamos dispuestos a impulsar la más amplia unidad de acción con todas aquellas corrientes obreras y de izquierda que estén dispuestas a dar aunque más no sea un paso en impulsar un reagrupamiento de las filas obreras para parar el ataque despiadado que sufren los explotados y para barrer de las organizaciones obreras a los burócratas sindicales vendidos. Estamos dispuestos a poner todas nuestras fuerzas al servicio de golpear juntos para imponer esta alternativa independiente de la clase obrera que no es otra que la de convocar ya la Asamblea piquetera de La Matanza, con un delgado cada 20 trabajadores, que reabra el camino a la huelga general, a la derrota del gobierno y del régimen y a imponer una salida obrera y popular a la crisis.
Este es el camino que aspiran a seguir millones de trabajadores que con su justo odio han comenzado a enfrentar, no solamente en las luchas, sino políticamente, a los partidos patronales. De no ser así, el fortalecimiento de la izquierda no será más que la expresión de un giro a la izquierda de amplias capas de la clase obrera, y de un giro en sentido contrario -a la derecha- de los estados mayores de la izquierda orientándose hacia recomponer los Frepasos o distintas variantes centroizquierdistas, envenenando la conciencia de la clase obrera con políticas de colaboración de clases y preparándose para "derrotar al gobierno.... en el 2003, mientras actúan como la "oposición a su majestad" a la burocracia en los sindicatos.
Las condiciones objetivas internacionales y nacionales de crisis, guerra, crac, y revoluciones ponen a la izquierda Argentina ante una disyuntiva de hierro: reforma o revolución; o enfermeros de este régimen semicolonial proimperialista, o sus enterradores junto a la amplia mayoría de la clase obrera y el pueblo.

¡Abajo el gobierno hambreador, ilegítimo y cipayo de De la Rúa, Cavallo y los gobernadores hambreados!

¡Asamblea Nacional piquetera y Congreso Nacional de delegados ocupados y desocupados ya! ¡Abajo la burocracia sindical!

¡Huelga general hasta que caigan e imponer un plan obrero y popular de emergencia para que la crisis paguen los patrones y el FMI! ¡Por un gobierno obrero y popular apoyado en los organismos de democracia directa de los trabajadores y los explotados!

Democracia Obrera llama a todas las organizaciones obreras, de izquierda y antiimperialistas a poner en pie un Comité Nacional por la derrota del imperialismo en Afganistán

l destino de la clase obrera argentina depende hoy no solamente de que pueda ponerse a la altura de la guerra que le han declarado, sacándose de encima a la burocracia sindical traidora, sino también, y en gran medida, del resultado de la guerra en Afganistán. Si el imperialismo angloyanqui aplasta en Medio Oriente, estará mil veces más fuerte para derrotarnos e imponerle nuevas y triples cadenas a la nación, como sucediera luego de la guerra de Malvinas en toda América latina, o luego de la guerra contra Irak en 1991. Por el contrario, si Afganistán, Palestina y todo Medio Oriente se transforman en la tumba de los carniceros angloyanquis y sus socios europeos de la OTAN, será un triunfo para los trabajadores y los explotados de todo el mundo, y estaremos mil veces más fuertes para poner en desbandada al gobierno cipayo de De la Rúa, Cavallo y el PJ, a la patronal y al FMI. ¡Es urgente que la clase obrera argentina tome en sus manos la lucha antiimperialista en apoyo a sus hermanos de Medio Oriente, y que hermanemos nuestra lucha con la gloriosa revolución de los trabajadores y el pueblo palestino, con los miles y miles de obreros y campesinos paquistaníes que han formado milicias para ir a combatir a Afganistán! ¡Un mismo enemigo imperialista, una sola lucha en Afganistán, en Palestina, en Pakistán, en Argentina y en América Latina!
Un paso en ese sentido ya lo dieron las Madres de Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini que, lejos de complacerse con los carniceros imperialistas, ofrecieron incluso viajar a Afganistán a interponer sus cuerpos delante de las bombas y misiles para detener la agresión. Y reivindicamos esta actitud valiente, antiimperialista no solo en las palabras sino en los hechos, más allá de todas las diferencias que tengamos con las Madres sobre el programa y la política para que las masas oprimidas triunfen en esta guerra contra el imperialismo.
Desde Democracia Obrera, integrante del Comité Organizador del Trotskismo Principista - Cuarta Internacional (COTP-CI), estamos decididamente en el frente militar de la nación afgana y por la derrota de las tropas imperialistas, pues si estas triunfan se va a imponer en ese país un régimen un millón de veces más de terror, explotación y opresión que el régimen reaccionario talibán. Los trotskistas principistas sabemos que, en última instancia, ese régimen talibán fue impuesto por la CIA y el imperialismo yanqui en los '80 cuando los utilizaba en su lucha por imponer la restauración capitalista en los hoy ex -estados obreros en liquidación, tal como planteamos en nuestro Boletín de Informaciones Obreras Internacionales N° 2, Segunda Epoca, Parte I, que acaba de ser editado.
Pero también sabemos que si triunfa la nación afgana, si son derrotadas militarmente las tropas angloyanquis, si se desarrollan las milicias obreras y campesinas que, como las de Pakistán se alistan para ir a combatir con sus hermanos afganos, si avanza decididamente la gloriosa revolución palestina en derrotar al Estado sionista-fascista de Israel, los días de las burguesías nacionales de Medio oriente que utilizan la movilización de las masas como chantaje para negociar su tajada de la renta petrolera con el imperialismo del que son socias menores, estarán contados: con la derrota de los carniceros imperialistas lo que vendrá es el avance de la revolución obrera y socialista.
Las trincheras de esta guerra están claras y hay que definirse. Las direcciones socialdemócratas y stalinistas ya lo han hecho: en Europa, administrando los gobiernas de los carniceros imperialistas franceses, alemanes, ingleses, etc.; y en los Estados Unidos y en América Latina llamando vergonzosamente a que intervengan las tropas de la ONU, para que descuarticen a Afganistán y a las naciones de Medio Oriente, transformándolos en protectorados bajo la bota de las potencias imperialistas, como lo hicieran con Kosovo.
En el cuadro de honor de esta política sirviente del imperialismo está Fidel Castro, que tuvo la desfachatez de usar las calles de La Habana para organizar una marcha con millones de banderas yanquis, llamando a los trabajadores y campesinos a marchar "por la paz" con los mismos carniceros imperialistas que hace treinta años bloquean a Cuba, y a sumarse a la "lucha contra el terrorismo" junto a Bush y bajo la legalidad de los estatutos de la ONU, esa cueva de bandidos imperialistas que masacraron en Irak, en Kosovo y en Somalia.
En la Argentina, la corrientes obreras y de izquierda como el PO, el MAS, el MST, el PTS, que sacaron centenares de miles de votos y dirigen organizaciones obreras, han guardado un silencio absoluto frente a esta guerra y se negaron a utilizar sus espacios televisivos de la campaña electoral para llamar a luchar por la derrota de las tropas imperialistas. Todavía hoy no han puesto todas sus fuerzas para llamar a una sola marcha, para organizar una sola acción antiimperialista contundente en las calles. El diputado Luis Zamora viene diciendo en distintos medios que está muy preocupado por esta guerra, pero más allá de esa preocupación, no se ha puesto a la cabeza de organizar un gran Comité de Lucha antiimperialista en Argentina.
El PTS, que acostumbra a hacer actos folclóricos en la embajada yanqui los 1° de Mayo, se ha negado a impulsar este Comité para rodearla con miles de trabajadores y estudiantes al grito de ¡Mueran los carniceros imperialistas! ¡Por el triunfo militar de la nación afgana!
¡Basta de pasividad! Desde Democracia Obrera, llamamos a todas las organizaciones obreras, estudiantiles, de Derechos humanos y partidos obreros que se reivindican antiimperialistas, a poner en pie ya en común un Comité Nacional antiimperialista, que organice inmediatamente una gran acción antimperialista en las calles, al grito de ¡Por la derrota de los carniceros imperialistas y por el triunfo militar de Afganistán en la guerra! ¡Fuera yanquis de América Latina y fuera piratas ingleses de Malvinas! ¡Abajo todos los acuerdos económicos, políticos y militares que atan a los países latinoamericanos al imperialismo! ¡Abajo el TIAR, la OEA y el Tratado de Río! ¡Fuera el FMI y el Banco Mundial! ¡Fuera todas las tropas argentinas que están en las "misiones" de los bandidos imperialistas de la ONU, como en los Balcanes, que se aprestan a cubrirles la espalda a los carniceros angloyanquis en su guerra de saqueo y coloniaje!
Llamamos a los trabajadores y a los estudiantes a poner en pie en común Comités de lucha antiimperialista en las fábricas, empresas, colegios y universidades, para impulsar esta campaña desde el corazón de la clase obrera y de la juventud antiimperialista en todo el país.

" La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos"

 


" La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos"

 

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