Año 1 Nro. 4 - 17 de Agosto de 2001
movimiento obrero
La
revolución sigue la ruta del petróleo
Tras
las huellas de Palestina, comienza la revolución en Argelia
Desde
hace casi cuatro meses, Argelia está siendo sacudida por manifestaciones
de protesta, que ya han dejado 90 muertos y más de mil heridos. En
cada ciudad y hasta en los más pequeños pueblos del país,
miles de jóvenes, armados de piedras y barras de hierro, chocan con
la policía antidisturbios y la gendarmería. Esta rebelión,
que comenzó a mediados de abril en la región beréber,
se ha extendido a todo el resto de las regiones, incluyendo a la capital,
Argel, y abarca ahora también a los habitantes no beréberes,
que al grito de "¡Todos somos cabileños!", se incorporan
cada vez más a esta llamada "intifada argelina".
La rebelión comenzó tras la muerte, a manos de la gendarmería,
de un estudiante de secundaria que estaba siendo interrogado. Los jóvenes
ganaron las calles, comenzando en Tizi Ouzou (capital de la Gran Cabilia,
principal región beréber) y Bejaia, importante ciudad de Arcés,
otra región beréber, donde habían sido detenidos otros
tres adolescentes. El sindicato de maestros de Bejaia lanzó una huelga
el 23 de abril, que tuvo un acatamiento del 100%. Las violentas manifestaciones
que siguieron, durante abril, mayo y junio, llegaron en tres oportunidades
a concentrar un millón de personas en la capital del país,
Argel. Enfrentando la brutal represión al grito de "No nos pueden
matar, ya estamos muertos" y "No hay perdón", los
manifestantes han atacado y quemado oficinas gubernamentales, asaltando
(y a veces tomando) destacamentos de policía.
Desde 1992, los militares y los fundamentalistas islámicos vienen
enfrentándose en una guerra civil encubierta. El ejército,
especialmente la odiada gendarmería, continuadora nativa de la siniestra
Legión Extranjera colonial, se dedica a torturar y hacer desaparecer
a todo aquél que no acepte resignado el saqueo del país y
la miseria. Las cifras oficiales hablan de 4.000 desaparecidos. Los dos
principales partidos beréberes han tratado de conseguir ciertas concesiones
acercándose al gobierno militar, que los veía como semi-aliados,
ya que los beréberes, aunque también mahometanos, no apoyan
el planteo de un gobierno teocrático y practican una forma más
suave de religión.
Pero la rebelión ha demostrado que los partidos beréberes
del régimen no han podido contener ni canalizar las perentorias reivindicaciones
de éstos, ni impedir que éstas se unifiquen con las de todo
el pueblo argelino, poniendo contra la pared a la dictadura militar y amenazando
con sus chispas al propio imperialismo francés, donde los argelinos,
casi todos de origen beréber, son la mayoría de los inmigrantes
extranjeros que viven en condiciones miserables en los arrabales de las
principales ciudades de Francia
El gobierno de Bouteflika, cabeza civil visible de una verdadera y sangrienta
dictadura militar que gobierna Argelia desde 1992, intentó sembrar
la división entre los beréberes (minoría étnica
que forma el 25% de la población) y el resto de los argelinos (árabes
o arabizados), insinuando que aquéllos querían en realidad
partir el país. No sólo no logró su cometido sino que
quedó claro que toda Argelia está harta de los militares,
de su brutalidad y de la falta de libertades, pero también de la
miseria, la falta de viviendas y de agua potable, del acceso restringido
a la educación y a la salud, del colapso de la agricultura, del tremendo
desempleo (40% de la población activa, que trepa hasta el 90% entre
los más jóvenes), y de todos los males derivados de una crisis
económica sin fin, en una región que está asentada
sobre uno de los más ricos yacimientos de petróleo y gas del
planeta (además de todo tipo de minerales valiosos).
LA LUCHA NACIONAL CONTRA
EL SANGRIENTO IMPERIALISMO FRANCÉS, GRAN MOTOR
DE LA REVOLUCION ARGELINA
En
Argelia se han entrelazado la lucha contra la dictadura con la lucha contra
el hambre y la miseria, y la lucha contra la opresión nacional. Argelia
sigue siendo una semicolonia de Francia, con un gobierno bonapartista, cipayo
y corrupto, de características fascistas, tolerado por la "liberal"
Europa para mantener a raya los desbordes antiimperialistas de las masas
y mientras le garantice a los monopolios el libre acceso a las riquezas
del subsuelo argelino.
Como en el resto de las semicolonias, la burguesía nacional no ha
podido resolver las contradicciones heredadas de la época colonial,
ni liberar realmente al país. La agricultura (la exportación
de dátiles era una importante fuente de divisas) está en la
ruina, igual que la elaboración de vinos, principal industria del
país después del petróleo, ya que no pueden competir
con los subsidios de la Unión Europea; esa ruina, responsable del
alto desempleo, es la garantía de la abundancia de mano de obra barata
para el imperio. Y el petróleo, extraído actualmente con tecnología
moderna, no sólo ha dejado de brindar fuentes de trabajo, sino que
por sus características de enclave se torna un elemento extraño
y que disloca totalmente la economía argelina.
LA AUTOORGANIZACIÓN DE LAS MASAS, SELLO DISTINTIVO DE LA REVOLUCION
Argelia
muestra una vez más el espíritu combativo y de inventiva revolucionaria
de las masas, que a cada paso ponen jalones de socialismo. La lucha rápidamente
se ha enfrentado con las instituciones del poder, destruyendo sus símbolos
más claros, prendiendo fuego a los ayuntamientos, las sub-prefecturas,
los cuarteles y las agencias de recaudación de impuestos de Cabilia
y otras regiones en lucha, y desbaratando con su movilización de
un millón de manifestantes en la capital a la Feria de Argel, donde
la presencia de 250 grandes empresas francesas y del ministro de comercio
exterior de Francia, subrayaban el saqueo al que junto con el FMI y el Banco
Mundial vienen sometiendo al país.
Esas masas en lucha, demostrando que estamos ante el comienzo de la revolución,
y a partir de modelos tradicionales, han montado una organización
independiente del régimen, por afuera y enfrentado con los partidos
tradicionales, los comités de distrito ("comités de willaya")
y de coordinación interdistrito ("inter-willaya"), que
representan a su vez a organizaciones de base como los comités de
estudiantes, los de profesores, de campesinos, de trabajadores metalúrgicos,
petroleros, de diversas industrias, junto con asociaciones de defensa cultural,
comités de aldea, etc. Estos comités conforman organismos
de frente único con ciertas características soviéticas,
en la medida que se han constituido en embriones de doble poder, vienen
actuando en ciertos sentidos como verdaderos gobiernos paralelos en la zona
beréber, y han logrado incluso que los gendarmes y otros funcionarios
del poder central deban dirigirse a ellos para negociar la tensa calma actual,
en que han tomado en sus manos la resolución de querellas entre los
habitantes de las aldeas y ciudades y el mantenimiento del orden, el abastecimiento
de víveres y elementos esenciales (descalabrado por los enfrentamientos
y la brutal represión) de las zonas en lucha.
En estos organismos, las diversas fuerzas que intervienen han levantado
programas reivindicativos votados en asambleas representativas, donde se
unifican los reclamos de todos los sectores en lucha. El sector más
combativo y audaz de los mismos está constituido por el comité
de Bejaia, que es la ciudad cabecera de una zona industrial, con una población
fundamentalmente obrera, donde conviven obreros metalúrgicos, portuarios,
ferroviarios y de las refinerías.
Para la gran manifestación del 14 de junio, la coordinación
Inter-willaya abarcaba 7 distritos, en un arco que va desde el comité
de Bejaia, a la vanguardia de la lucha, hasta los más conservadores,
de Tizi-Ouzu y otras ciudades donde el peso mayor lo tienen los ancianos
y los imanes (clérigos menores de la jerarquía islámica),
es decir la burguesía y pequeñoburguesía nacionales
beréberes (que se inclinan más a levantar los aspectos culturales
y lingüísticos y la autonomía y considerar al resto de
las reivindicaciones como resorte de los partidos y no de los comités).
Esto es así porque objetivamente, incluso las pretensiones de estos
sectores chocan contra la posibilidad del régimen de Bouteflika y
los militares -como títere de las necesidades del imperialismo de
aumentar su saqueo- de satisfacerlas. Pero es imprescindible que las masas
comprendan que en manos de estos sectores la lucha nacional no tiene salida,
y que subordinarse a ellos es el camino seguro a la traición y la
derrota.
LA AUTOORGANIZACIÓN Y
ARMAMENTO DE LAS MASAS
DEBE PROFUNDIZARSE, LEVANTANDO UN PROGRAMA REVOLUCIONARIO
La
lucha de los beréberes por sus propias reivindicaciones nacionales
se ha transformado en una lucha nacional de todo el pueblo argelino. Al
enfrentar con sus reclamos de pan, trabajo, tierra, libertad, a la dictadura
que es agente del imperialismo, se enfrenta objetivamente a los monopolios
saqueadores franceses y británico-norteamericanos que han hundido
el país. Las justas aspiraciones de las masas no se pueden alcanzar
sin tirar abajo el gobierno, romper con el imperialismo, renacionalizar
el petróleo. Lo que está planteado es transformar esa lucha
democrática revolucionaria en el comienzo de la lucha por el poder.
En este camino, está planteado extender y profundizar los organismos
de autoorganización de las masas, y extenderlos a toda Argelia detrás
de un programa que partiendo de todas las reivindicaciones más sentidas
de la clase y las masas sumergidas, por trabajo, vivienda y estudio para
todos, agua y salud, tierra, créditos baratos, y por libertades políticas
y respeto a las diferencias culturales, basta de discriminación y
represión, plantee fuera la gendarmería, por la disolución
de los cuerpos represivos, abajo la dictadura, y las una con audacia en
un programa de transición con las consignas antiimperialistas y por
un gobierno obrero y popular. Para defenderse de la brutal represión,
es urgente poner en pie y extender los comités de autodefensa, consolidando
la tendencia espontánea de las masas, que con certero instinto han
asaltado comisarías y cuarteles, pero que aun están mayoritariamente
armadas con palos y piedras..
La lucha de los obreros y las masas beréberes y argelinos plantea
la necesidad de luchar por la primacía en los comités y coordinaciones,
de los sectores obreros y de trabajadores rurales, y en segundo lugar de
los campesinos pobres, despojados de la tierra, con respecto a los jefes
de aldea y los imanes que han llamando reiteradamente a la calma y tratando
de dejar para los partidos del régimen los aspectos políticos
del programa. En el seno de estos organismos, es necesario luchar sin descanso
por el programa revolucionario, para ayudar a las masas a hacer la experiencia
directa de quienes son sus amigos y quienes son sus enemigos, quienes están
dispuestos a ir hasta el final y quienes a traicionar. En el mismo sentido
es necesario plantear "abajo el gobierno, por un gobierno obrero y
popular de los comités de coordinación interdistrito basado
en las masas armadas en lucha", y contra el imperialismo francés
y norteamericano, contraponiéndolas al reformismo y las vacilaciones
de las direcciones nacionalistas burguesas y pequeñoburguesas.
La consigna por una Asamblea Constituyente Revolucionaria, impuesta -sobre
las ruinas del régimen de los militares y Bouteflika- por un gobierno
provisional de las organizaciones obreras y campesinas en lucha, que en
primer lugar rompa con el imperialismo, realice la reforma agraria, expropiando
a los terratenientes, los bancos y los monopolios imperialistas, renacionalice
el petróleo, las minas y las empresas privatizadas sin pago y bajo
control obrero, y tome las medidas más urgentes para garantizar pan
y trabajo para todos, puede ayudar a arrastrar a la lucha a las más
amplias capas que luchan contra la dictadura y todavía confían
en la democracia burguesa.
LAS DIRECCIONES TRAIDORAS
IMPIDEN QUE EL PROLETARIADO
DE FRANCIA Y DEMAS PAISES
IMPERIALISTAS SALGA EN APOYO DEL PROLETARIADO Y LAS MASAS BEREBERES Y ARGELINAS
Es
tarea clave de la clase obrera de los países imperialistas apoyar
con todas sus fuerzas la lucha de sus hermanos de Medio Oriente y el Magreb,
los obreros y las masas revolucionarias de Palestina, Argelia, porque si
ellos son derrotados, las propias burguesías imperialistas estarán
mil veces más fuertes para redoblar el ataque contra las conquistas
y el nivel de vida de los proletariados europeo y estadounidense.
Para ello, cuentan con aliados en su propio suelo. En los países
imperialistas europeos hay millones de trabajadores inmigrantes de los países
árabes de Medio Oriente y del norte de Africa, que son tratados como
esclavos realizando los peores trabajos, viven hacinados en barrios miserables
y son perseguidos y hostigados por la policía y atacados por las
bandas neo-nazis, a pesar de ser los que crean la riqueza de los monopolios.
Es cuestión de vida o muerte que la clase obrera de las potencias
imperialistas una sus filas con los trabajadores inmigrantes y junto con
ellos traslade al interior de esos países la lucha revolucionaria
de sus hermanos palestinos, beréberes, magrebíes, movilizándose
y organizándose en apoyo de los mismos, enfrentando a sus propias
burguesías, y paralizando desde dentro mismo la maquinaria de guerra
imperialista. Nada impide que esto suceda, salvo el cepo de sus direcciones
contrarrevolucionarias. Por eso, la principal tarea de los revolucionarios
dentro de los países europeos será combatir por que su clase
obrera se libre de las tenazas de la socialdemocracia -que hoy se encuentra
al mando de la mayoría de los regímenes imperialistas europeos,
administrando sus negocios y cuidando sus intereses-, el stalinismo reciclado
y las burocracias sindicales reformistas y sus pactos sociales.
LA LUCHA DE ARGELIA ES PARTE
DE LA REVOLUCIÓN DE LAS MASAS MAGREBÍES Y DEL MEDIO ORIENTE,
Y TIENE PROFUNDOS LAZOS
CON LAS LUCHAS DE MOSCONI,
NEUQUÉN Y TODA AMERICA LATINA
La
unidad de la lucha revolucionaria de palestinos y argelinos seria un toque
de batalla para todos los explotados de la región, con los que están
unidos no solo por la cercanía en el tiempo y el espacio, sino por
lazos mas profundos, como los son las consecuencias de la crisis del petróleo,
y el hecho de estar el Magreb y el Medio Oriente, unidos por lazos históricos,
económicos, culturales y de similar resistencia a los imperialismos
y su pillaje; esta unidad acercaría tremendamente la posibilidad
de victoria, y propinaría un terrible golpe a los planes de las potencias
imperialistas, abriendo a otros proletariados y pueblos que luchan una mejor
perspectiva.
Por las mismas razones, la lucha de los trabajadores argelinos, beréberes
y árabes por igual, es hermana de la lucha de los piqueteros de Mosconi,
Neuquén y de todos los trabajadores ocupados y desocupados de la
Argentina, de los estudiantes, obreros e indígenas chilenos levantados
contra la Concertación, de todos los explotados de América
Latina que luchan contra el imperialismo y sus propias burguesías
cipayas, que con gobiernos bonapartistas seudo democráticos comparten
con la dictadura militar argelina y con el gobierno fascista de Israel igual
vocación de represión y de entrega.
LA LUCHA DE LOS OBREROS
Y LAS MASAS DE MAGREB Y
EL MEDIO ORIENTE PLANTEA
TAMBIEN LA NECESIDAD DE LUCHAR POR LA RESTAURACION DE
LA DICTADURA DEL PROLETARIADO EN LOS EX-ESTADOS OBREROS
La lucha de la clase obrera y el pueblo argelinos -tanto beréberes como árabes-, así como la de la clase obrera y el pueblo palestinos, es parte del combate del pueblo checheno y demás pueblos del Cáucaso y el sur de la ex URSS, de los pueblos checheno, kazako, azerí, armenio, georgiano, etc., que enfrentan no sólo la opresión de la burguesía gran rusa, sino también la ofensiva de las grandes potencias que con la complicidad de las burguesías nativas se quieren quedar con las riquezas del subsuelo y con el control de sus gasoductos y oleoductos, terminando de meter a los ex-estados obreros dentro de su división internacional del trabajo. Por eso, la lucha de las masas de Medio Oriente y el Magreb es parte indisoluble de la lucha por la restauración de la dictadura del proletariado en su forma revolucionaria en los ex-estados obreros del Cáucaso y el resto de los ex-estados obreros, y está profundamente enlazada con la lucha revolucionaria de todos los proletariados y masas oprimidas del mundo.
¡Viva
la lucha de los explotados argelinos, beréberes y árabes!
¡Abajo la dictadura de Bouteflika y los militares asesinos! ¡Por
un gobierno provisinal de las organizaciones obreras y campesinas basado
en los organismos de democracia directa de las masas en armas!
¡Por la unidad revolucionaria de los obreros y el pueblo en lucha
de Palestina y Argelia con la clase obrera y el pueblo checheno!
¡Abajo la burocracia y la aristocracia obreras, culpables de que los
obreros franceses y europeos no se unan con los trabajadores argelinos,
contra su propia burguesía, para destruir al imperialismo hambreador
y carnicero!
¡Por que los obreros franceses, europeos y norteamericanos toman como
propia la lucha revolucionaria de la clase obrera y el pueblo argelinos,
y enfrenten a su propia buruesía imperialista, empezando por unir
sus filas con sus hermanos inmigrantes argelinos que son explotados como
esclavos en Francia y en toda Europa!
¡Abajo esa cueva de bandidos sedientos de sangre del Parlamento europeo!
¡Por la extensión de la revolución a todo el Magreb,
Medio Oriente y el Cáucaso!
¡Fuera el imperialismo de todo pelaje de la región! ¡Fuera
las manos de los monopolios del petróleo y las riquezas del Medio
Oriente, Magreb, el Caúcaso y América Latina!
Eva Guerrero
"La liberación de los trabajadores será
obra de los trabajadores mismos"