Año 1 Nro. 4 - 17 de Agosto de 2001

i n t e r n a c i o n a l

Chechenia
La guerra "Olvidada"

El indomable pueblo checheno viene librando desde hace ya muchos años una lucha heroica por su independencia, y a pesar de haberle ganado ya a Rusia en una guerra anterior, se ve obligado otra vez a defender esa legitima aspiración frente a un enemigo varias veces superior. Los medios han decidido ignorarla, así como a las masacres terribles del ejército contrarrevolucionario ruso. Es que los imperialismos han decidido dejar en manos de su agente ruso la limpieza de la región, como ayer lo hicieran en los Balcanes con Milosevic, antes de intervenir para repartirse el botín; y si a veces le dan un tirón de orejas, es porque comienzan a impacientarse por la poca pericia demostrada en liquidar definitivamente el problema y terminar así de disciplinar al resto de los pueblos de la región (Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Kazajstán, etc.).
La determinación de Chechenia no sólo es un obstáculo a sus planes de explotación del petróleo y el gas del Caspio. Al enfrentar al ejército blanco contrarrevolucionario de los burgueses nuevos ricos rusos, el pueblo checheno enfrenta y amenaza objetivamente la política colonizadora del imperialismo, cuyo fin estratégico es incorporar a toda la región, como a los demás ex-estados obreros en descomposición, a su división mundial del trabajo, como semicolonias productoras de materias primas y mano de obra barata.


MASACRE

La guerra declarada por Rusia a Chechenia es una verdadera guerra de exterminio preparada por las petroleras imperialistas, a través del ejercito blanco, para acabar con este heroico pueblo. Rusia, ciento cincuenta veces más grande que Chechenia, con más recursos y mejor armada, con aviones, helicópteros y armas pesadas de todo calibre, tiene apostados en esa república tanta cantidad de soldados como chechenos varones adultos en edad de combatir quedan en ella.
Las atrocidades cometidas por los ocupantes son increíbles; los testigos repiten una y otra vez que jamas pudieron ni en sus peores pesadillas presentir que los seres humanos fueran capaces de hacer lo que ellos han visto. El ejército ruso, terriblemente desmoralizado y descompuesto en toda Rusia, tiene sus peores exponentes en Chechenia. Sus tropas, más que a combatir, se dedican a operaciones de "rastrillaje" contra la población civil, que culminan con el secuestro de supuestos guerrilleros a los que se tortura, mutila o mata, mientras se pide rescate por ellos (o sus cadáveres) a los familiares; y a las zatchistkas u operaciones de "limpieza" (asesinato sistemático de mujeres, viejos y niños, sin provocación alguna y muchas veces como diversión). A esto se suman las violaciones, el vandalismo contra las casas, cultivos y animales, saqueos, brutalidades y todo tipo de acciones arbitrarias. Decenas de cadáveres son devueltos a sus familiares en pedazos o abiertos en canal y recosidos, o con señales de haber sido quemados vivos o volados con explosivos o granadas para causar su muerte. La propia prensa rusa no ha podido ocultar la aparición de fosas comunes con cientos de cadáveres de civiles, la última de ellas cerca del cuartel principal del ejército ruso, en Kankhala.
Se calcula que ya ha perecido por efecto de la guerra entre el 10 y el 20% de la población chechena. En toda Chechenia, según informes recibidos por el diario de la socialdemocracia francesa Le Monde, quedan sólo 80.000 varones adultos.
En los campamentos de refugiados de la vecina Ingushetia, niños huérfanos o separados de los suyos, familias deshechas, mujeres y ancianos, enfermos y heridos, se hacinan en condiciones terribles de miseria, en débiles carpas que no los protegen en invierno de la nieve y el viento, ni en verano de la humedad y las pestes, con escasez de agua, víveres y remedios. Terriblemente angustiados por los seres queridos que dejaron atrás, muchos de ellos muestran profundos traumas síquicos producto de lo que han visto o sufrido.


LOS CHECHENOS NO SE RINDEN

Pero la guerra se ha convertido otra vez en un terrible dolor de cabeza para el gobierno ruso. El ánimo de los chechenos no ha decaído. Los combates no cesan, y los ocupantes se han enajenado el odio de toda la población no combatiente. Durante el día mandan los rusos, por la noche, son los guerrilleros los que dominan. Armados con armas ligeras y unos pocos misiles, han logrado incluso derribar varios helicópteros, aviones y tanques enemigos. El Estado Mayor ruso ha admitido últimamente una cantidad importante de bajas, unos 3.400 muertos y 10.200 heridos, aunque los observadores occidentales creen que las cifras son mucho mayores.
El heroísmo de los combatientes chechenos junto al salvajismo y la paranoia de los soldados rusos han hecho imposible la consigna de los estrategas militares rusos de "chechenizar" la guerra. Luego de haber intentado una y otra vez formar batallones donde a las tropas rusas se sumaban (en proporción no mayor del 50%) contingentes de chechenos "leales", éstos, a la menor sospecha, o ante el intento de proteger a víctimas indefensas, terminaban siendo objeto de las mismas brutalidades que el resto de la población nativa, al tiempo que los guerrilleros y sus simpatizantes los perseguían por colaboracionistas. Por esto, el Kremlin, que en diciembre había encargado oficialmente a la FSB (ex -KGB) la dirección de la "operación antiterrorista" de Chechenia y prometió importantes retiros de tropas, resolvió dar marcha atrás luego de retirar apenas 5.000 hombres.
En el invierno los combatientes chechenos se dedicaron mayormente a minar los caminos al paso de los rusos, a emboscadas y pequeñas escaramuzas nocturnas, para huir a refugiarse a las montañas. Con la primavera y el retorno de la vegetación, están volviendo a tomar la ofensiva. El fin de la guerra está lejos y nadie puede asegurar todavía que los rusos la ganarán, salvo que hagan desaparecer al pueblo checheno de la faz de la tierra.


POR UNA CHECHENIA
INDEPENDIENTE OBRERA
Y SOCIALISTA

La lucha nacional chechena es una lucha revolucionaria, dirigida al corazón de los intereses imperialistas que pugnan por terminar de incorporar a los ex-estados obreros a su división mundial del trabajo. Pero solo la clase obrera y pueblo checheno organizados independientemente pueden liberar a Chechenia. La burguesía nacional y la pequeñoburguesía que se adapta a ella, quieren una Chechenia independiente capitalista islámica, pero esto es un proyecto utópico y reaccionario porque en la época actual que es la de la decadencia del capitalismo, en su etapa imperialista, no hay lugar para naciones burguesas independientes. A Chechenia le espera solo uno de dos futuros, o el de Kosovo -protectorado ocupado y repartido entre los monopolios imperialistas y sus ejércitos- o la restauración de la dictadura del proletariado en su forma revolucionaria.
La lucha de los pueblos oprimidos por la burguesía gran rusa, por su independencia -como en el caso de Chechenia- o por su derecho a la autodeterminación, incluyendo la separación, si así lo disponen, es un gran motor de la lucha por la restauración de la dictadura del proletariado bajo formas revolucionarias en los ex estados obreros.
Por eso, en el camino de la lucha por lograrlo para Chechenia, los trotskistas principistas reafirmamos el derecho a la independencia de Chechenia, que su pueblo ha votado con su vida. Por eso estamos del mismo bando militar que los guerrilleros chechenos, independientemente de su dirección pequeño burguesa islámica, en la que no depositamos ninguna confianza. Por ejemplo, esta dirección, por su ligazón con la burguesía islámica, especialmente la iraní y afgana, es enemiga de llamar a todos los pueblos oprimidos de la región a levantarse contra sus burguesías cipayas y contra los nuevos ricos rusos y su ejército contrarrevolucionario blanco, requisito vital para lograr la victoria. Por eso no ve en el proletariado y el pueblo rusos un aliado al que hay que llamar a derrotar desde adentro la máquina militar del enemigo común, la burguesía restauracionista y el imperialismo que la apoya. Por eso también evita decirle al pueblo checheno que sus verdaderos aliados están entre los pueblos oprimidos por la nueva burguesía gran rusa, en el pueblo kosovar desgarrado entre cinco potencias imperialistas, en la revolución de la clase obrera y el pueblo palestino que luchan por destruir el estado sionista fascista de Israel, en los pueblos irlandés, vasco, kurdo, beréber, argelino, etc. que luchan contra la opresión nacional y la explotación imperialista en todo el mundo. En realidad, como toda dirección pequeño burguesa y burguesa nacionalista, como sucedió con el ELK kosovar, son incapaces de liberar realmente a sus naciones, y terminarán como éste coqueteando entre imperialismos rivales.
Por eso los trotskistas principistas levantamos un programa para luchar por una dirección proletaria de la guerra, por el armamento generalizado de las masas chechenas, por poner en pie milicias obreras y campesinas a las que se subordine los guerrilleros islámicos, por que cada pueblo que se libere se ponga bajo el control de las masas organizadas en consejos de obreros y campesinos armados, que expropien las tierras y demás medios de producción, que se constituyan comités de abastecimiento y sanitarios a los que se subordinen las organizaciones "humanitarias", para garantizar la comida , el techo y el abrigo de la población, la atención de los heridos y las necesidades de los refugiados. Por eso decimos que la única Chechenia independiente será una Chechenia Obrera y Socialista basada en consejos de obreros, campesinos y soldados y sus milicias armadas.


DEL FUTURO DE CHECHENIA
DEPENDE EL DEL PROLETARIADO
Y EL PUEBLO RUSOS

Para que la lucha del pueblo checheno pueda alcanzar y mantener la victoria, el proletariado y el pueblo rusos deben romper con el chovinismo gran ruso y defender el derecho del heroico pueblo checheno a su independencia, luchando por detener la masacre y por la derrota de su propia burguesía opresora y su ejército blanco, agentes de las potencias imperialistas. Pero a su vez, esta derrota es vital para los destinos de la clase obrera y el pueblo rusos. Estos no han podido reaccionar ni retomar su rica tradición de lucha por haber sido derrotados con el aborto de la revolución política en la ex -URSS (que significo la pérdida de todas sus conquistas históricas) y el crac del 1997, que los hundió en un abismo de miseria aún mayor, redoblando el sometimiento del país. Los monopolios y los gobiernos imperialistas, que quieren hacer de Chechenia un nuevo Kosovo, preparan para todo el Cáucaso y la misma Rusia el destino de los Balcanes. Si la clase obrera rusa no se levanta, el futuro que le espera es el de la clase obrera serbia -que por no acudir en ayuda de sus hermanos kosovares terminó reventada por el imperialismo-, y en una Rusia, como la ex Yugoslavia, sometida con dobles cadenas.
El proletariado ruso solo podrá evitar ese destino, si al grito de "¡dar vuelta el fusil!" y acaudillando a las masas pauperizadas de Rusia, retoma su tradición revolucionaria, volviendo a poner en pie los soviets de obreros, campesinos y soldados y las milicias obreras, lleva adelante el boicot a la guerra y garantiza la paralización de la maquinaria bélica gran rusa, y en ese camino derroca a la nueva burguesía y su régimen corrupto, explotador y represivo, expropia a los nuevos ricos y al imperialismo, y lucha así por restaurar la dictadura del proletariado revolucionaria en todo el territorio de la Revolución de Octubre.


ES HORA QUE LA CLASE OBRERA
EUROPEA REACCIONE Y ACUDA
EN AYUDA DE SUS HERMANOS
CHECHENOS

Fieles a su papel de sostén de sus burguesías, ninguna de las direcciones contrarrevolucionarias del proletariado y las masas europeas o norteamericanas -ni los centristas que les sirven de taparrabos- ha dicho nada sobre la guerra en Chechenia (salvo media docena de artículos en la prensa de la socialdemocracia francesa, que acompaña las pretensiones de su imperialismo a pisar fuerte en la región, disputándola al imperialismo norteamericano a través de sus lazos con Irán y Afganistán, y preparando tal vez la intervención de la ONU para ello).
El movimiento que viene de manifestarse en Génova contra la cumbre del G-8 -y que emergiera en la llamada "batalla de Seattle"- expresa que hay un sector de la vanguardia obrera y juvenil que comienza a enfrentar a su propia burguesía imperialista en las potencias europeas y en los EE.UU.; está liderado por direcciones directamente burguesas, como las ONG sostenidas por fundaciones imperialistas -como ATTAC-, o por direcciones anarquistas, ecologistas, reformistas, feministas, etc. Estas direcciones se llenan la boca hablando de enfrentar al F.M.I. y al Banco Mundial, etc., pero no han dicho nada sobre el genocidio que está sufriendo el pueblo checheno, ordenado por los monopolios petroleros imperialistas. La vanguardia obrera y juvenil honesta que participa de ese movimiento, para ser verdaderamente antiimperialista, debe tomar en sus manos la lucha por parar la masacre del pueblo checheno y por su triunfo contra el ejército blanco gran ruso, así como el apoyo y la defensa de las revoluciones que están protagonizando sus hermanos de clase en Palestina y en Argelia, que son indudablemente la vanguardia de la lucha contra el imperialismo a nivel mundial, empezando por levantar como propias las reivindicaciones de los millones de trabajadores inmigrantes musulmanes, argelinos, árabes, magrebíes, pakistaníes, etc. y también provenientes de los ex-estados obreros en liquidación, como los albaneses, rumanos, bosnios, etc., todos ellos tratados como parias, superexplotados y perseguidos por las burguesías imperialistas europeas.
Así como la clase obrera de los países imperialistas no pudo intervenir en los Balcanes, atada al carro de las burguesías imperialistas por sus direcciones, con pactos sociales y veneno reformista y electoralista, ahora corre el riesgo de fortalecer con su silencio los planes de aquéllas. Pero esto puede costarle muy caro, porque ante el avance de la crisis -que no sólo golpea sus puertas sino que ya se ha metido decididamente dentro de sus fronte-ras-, las burguesías imperialistas aprovecharán esa pasividad y los triunfos sobre los pueblos de las semicolonias y los ex -estados obreros, para atacar a su propio proletariado, y avanzar en el camino hacia la recolonización y un nuevo reparto sangriento del mundo.
Es en el espejo de las masacres de Bosnia, Kosovo, Serbia y Chechenia que deben verse los proletariados europeo y norteamericano. Por eso, está planteado que, echando a patadas a sus direcciones contrarrevolucionarias, se lancen a paralizar por dentro la maquinaria de guerra de la OTAN y sus lacayos contrarrevolucionarios rusos blancos, y a luchar contra sus propias burguesías imperialistas asesinas.


POR UNA CAMPAÑA
INTERNACIONAL EN DEFENSA
DEL HEROICO PUEBLO CHECHENO

Por todo esto, los trotskistas principistas de la LOI-CI-Democracia Obrera, como miembros del Comité Organizador del Trotskismo Principista, llamamos a todos los sectores del movimiento trotskista a declararse en apoyo a Chechenia y montar ya una campaña en su defensa y contra el ejercito blanco contrarrevolucionario, los nuevos ricos rusos y el imperialismo.
¡Viva la lucha revolucionaria del proletariado y el pueblo checheno! ¡Por armas y ayuda a sus heroicos luchadores! ¡Fuera de Chechenia y el Cáucaso el sanguinario ejército ruso blanco y sus amos los burgueses nuevos ricos rusos! ¡Fuera del Caspio las potencias imperialistas! ¡Por la unidad del pueblo checheno con la clase obrera rusa para derrotar a los nuevos ricos rusos y a su ejército blanco contrarrevolucionario masacrador! ¡Por la unidad de la lucha independentista chechena con las luchas revolucionarias de sus hermanos árabes palestinos y de todo el Medio Oriente y el Magreb, que como ellos sufren las consecuencias de la codicia imperialista por el petróleo y el gas que yacen bajo sus pies!
¡Por una Chechenia independiente obrera y socialista, basada en su pueblo armado, en el camino a la Federación de Repúblicas Socialistas del Cáucaso! ¡Por el respeto a la autodeterminación de todas las repúblicas y minorías de la ex -URSS, incluyendo su derecho a la separación! ¡Por la restauración de la dictadura del proletariado en su forma revolucionaria en los ex -estados obreros!
¡Por la unidad del proletariado internacional para esta tarea, bajo las banderas de la IV Internacional regenerada y refundada, y expurgada de la basura menchevique que usurpa el nombre del trotskismo!

Comité Organizador del Trotskismo Principista
(Cuarta Internacional)



"La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos"

 


"La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos"

 

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