Año 1 Nro. 4 - 17 de Agosto de 2001
e d i t o r i a l
La
tarea urgente: volver a convocar al Congreso
de La Matanza, con delegados de todos los sectores
en lucha, ocupados y desocupados, para que sea
un gran Congreso Nacional de toda la clase obrera, que imponga la huelga
general hasta tirar abajo al gobierno de De la Rúa, Cavallo, Ruckauf
y el FMI y su plan
Cuando
cerramos esta edición culmina la tercera jornada nacional de protesta
por 72 horas. Centenares de miles de trabajadores desocupados, estatales,
docentes, se preguntan qué hacer ahora, cómo seguir la lucha,
cómo profundizar y ampliar la unidad que se da de hecho en las calles,
cómo derrotar al gobierno y su plan, ante el peligro de que las marchas,
paros parciales, y cortes de ruta terminen por volverse impotentes por falta
de continuidad y objetivos claros.
El CTA y la CCC quieren llevar a los trabajadores a una lucha pacifista
de "resistencia civil" inofensiva, con un "plan de lucha"
interminable hasta diciembre con marchas a los cuatro puntos cardinales
del país, para que, mientras llevan a los trabajadores a caminar
miles de kilómetros durante meses, sean los políticos patronales
como la Carrió, Mario Cafiero o el cura Farinello los que la capitalicen,
como ayer lo hiciera Chacho Alvarez al que la CTA y el CCC le dijeron "Todo
esto es tuyo", desvirtuando y cambiando todas las resoluciones del
Congreso de La Matanza. Así lo denunció en la televisión
un compañero desocupado del Chaco, donde el corte de ruta de la jornada
de 72 horas no dejó abiertos caminos alternativos, respondiendo a
la pregunta de un periodista sobre el por qué de esa resolución
que les costó ya la detención de dos compañeros: "Nosotros
cumplimos la resolución del Congreso, que dijo cortes de ruta, y
para nada dejar abiertos caminos alternativos, porque la lucha es para liberar
a nuestros presos y para derrotar el ajuste, porque éste también
les toca a los trabajadores ocupados".
Ahora han vuelto a convocar a la Asamblea Nacional de La Matanza para que
se reúna el 4 de septiembre, pero para ponerla al servicio de esta
política, para volver a llevar a la misma a los diputados patronales
que los desocupados echaron el 24 de julio, para contener y desviar la enorme
fuerza de la clase obrera, cuando lo que hace falta es una lucha decisiva
ya: preparar y organizar la huelga general política para romperle
el espinazo al ataque de los capitalistas y ponerlos en desbandada.
Para eso, es urgente reunir inmediatamente el Congreso de La Matanza -la
Asamblea Nacional-, pero llamando a que al mismo envíen sus delegados
con mandato elegidos en asambleas, uno cada cincuenta o cien trabajadores,
todos los sectores en lucha: las distintas organizaciones de trabajadores
desocupados de todo el país -para recomponer la unidad del movimiento
de desocupados rota por las peleas de cúpula de las distintas direcciones
de la Matanza, de los MTD, y el MTR de zona sur-, los piqueteros y el pueblo
trabajador del Norte de Salta hoy ocupado y sitiado por la gendarmería
y el juez Cornejo, los estatales de las diferentes reparticiones, los docentes
que en la provincia de Buenos Aires y en Misiones encabezan la lucha de
los maestros de todo el país con su reslución de no iniciar
las clases, los obreros de la construcción, los petroleros del sur,
los trabajadores de Aerolíneas, de EPEC, los del Astillero Río
Santiago, los ceramistas de Neuquén que luchan en Zanón, los
ferroviarios, los obreros que enfrentan las suspensiones, los despidos y
los cierres, etc.
Es urgente reunir este Congreso -y sin burócratas carneros, y sin
diputados patronales, como ya lo impusieran los desocupados el 24 de julio-
al que envíen sus delegados todos los trabajadores estatales en lucha:
el CTA, en proporción a los trabajadores que representa, y también
los que no están en esa central, como los autoconvocados de La Plata,
o los que están en sindicatos dirigidos por la burocracia de Daer
o Moyano, como los de UPCN.
Todas las organizaciones como el Polo Obrero, la CGT San Lorenzo, las organizaciones
que impulsaron el encuentro de Neuquén del 4 de agosto, las que impulsaron
el encuentro de Haedo del 11 de agosto, deben enviar allí sus delegados.
Esta convocatoria descalabraría la política carnera y traidora
de Daer y Moyano. En la Plaza de Mayo el 8 de agosto, D' Elía llamó
a los trabajadores privados a "pasar por arriba de los dirigentes y
salir a la lucha antes que sea demasiado tarde", pero no sólo
no dijo una palabra de que los que hoy los impiden son los carneros de Daer
y Moyano que dirigen los sindicatos industriales, sino que no dijo cómo
hacerlo. Es sencillo: hay que llamar en forma urgente a que elijan y manden
sus delegados al Congreso de La Matanza los obreros de las automotrices,
de las metalúrgicas, que enfrentan las suspensiones, la flexibilización,
los "acuerdos de competitvidad" impuestos por la patronal y la
burocracia, los despidos y las amenazas de cierre, y también a los
contratados de las fábricas, levantando un programa que enfrente
la flexibilización y los despidos luchando por trabajo para todos,
y por "Todos los contratados a planta permanente" para unir las
filas obreras.
Este llamamiento y un programa para unir las filas obreras, le daría
al Congreso de La Matanza una enorme autoridad, y fortalecería a
los obreros industriales enchalecados por la burocracia sindical traidora,
para que le pasen por encima. ¡Este es el camino para que entren a
la lucha los trabajadores privados "antes de que sea demasiado tarede",
señor D´Elía!
Hay que reunir ya esta Asamblea Nacional, donde puedan ir los delegados
mandatos de todos los sectores en lucha, y donde no se permita la entrada
de ningún diputado que no sea de una organización o partido
obrero, y siempre y cuando acepte subordinarse a las resoluciones soberanas
del mismo.
Esta convocatoria despertaría el entusiasmo de todos los que luchan,
y el salón del Sagrado Corazón de La Matanza quedaría
chico, se llenaría de miles de delegados obreros de todo el país.
La clase obrera se pondría de pie: sería el gran Congreso
Nacional de trabajadores ocupados y desocupados que necesitamos para la
lucha decisiva que tenemos planteada, y que no es otra que preparar y organizar
la huelga general política hasta tirar abajo al gobierno de De la
Rúa, Cavallo, Ruckauf y el FMI y su plan, a su régimen putrefacto,
totalitario y asesino, e imponer un plan económico obrero y popular
de emergencia para que la crisis la paguen los capitalistas y el FMI.
Para poner en pie el Congreso Nacional, para impedir que los dirigentes
aliados de las distintas fracciones patronales expropien nuestra lucha,
el camino es constituir ya coordinadoras zonales
de delegados con mandato
¿Cómo
luchar por poner en pie ese Congreso Nacional? ¿Cómo enfrentar
el intento de expropiar nuestra lucha y la política de presión
y colaboración de clases del CTA y la CCC, para que la clase obrera
ocupada y desocupada sea dueña de su propia lucha y de sus propias
organizaciones? ¿Cómo unir las filas obreras para impedir
que los carneros Daer y Moyano separen a ocupados de desocupados y estatales,
y que terminen empujando a los trabajadores desocupados a acciones desesperadas
que los pongan al alcance de la represión del estado patronal? ¿Cómo
unir todos los reclamos y reivindicaciones de todos los sectores que entran
al combate, para preparar la lucha decisiva que tenemos por delante?
Como lo sabe cualquier obrero, en una asamblea donde haya 1000 trabajadores
y un patrón, los obreros no pueden discutir e imponer sus reivindicaciones,
porque entonces el patrón se va, y para que se quede, hay que callarse
la boca. La "multisectorial" que quiere imponernos la dirección
del movimiento es exactamente eso: para que se queden los políticos
patronales, los curas, etc., los trabajadores tienen que callar su lucha
y sus reivindicaciones, y tienen que decir lo que a ellos les gusta oír,
es decir, "resistencia civil" pacífica, respetar la propiedad
privada de los capitalistas, mendigar por leyes de amnistía, etc.
El camino es otro, y es muy sencillo; es el que ya ha esbozado la clase
obrera desocupada y ocupada en las jornadas nacionales de lucha en La Plata,
en Mendoza, en Neuquén, en Misiones, y en todo el país: en
cada ciudad y región hay que poner en pie coordinadoras de delegados
con mandato, uno cada cincuenta o cien trabajadores, de cada fábrica,
empresa, repartición estatal, escuela, universidad, organización
de desocupados. No hay nada que impida, por ejemplo, poner en pie ya esta
coordinadora en toda la zona sur del Gran Buenos Aires, desde La Plata hasta
Avellaneda, donde todos los sectores en lucha ya han confluido en marchas,
cortes, paros. No hay nada que impida que los trabajadores desocupados de
los MTD, del MTR, del MTDO, de la CTD de La Plata, de Berisso y Ensenada
voten en asambleas sus delegados con mandato; que lo mismo hagan los trabajadores
estatales de las distintas reparticiones, los docentes, los trabajadores
del Astillero Río Santiago, de la refinería y del ferrocarril
Roca (de donde fueron despedidos más de 10.000 trabajadores en los
'90), los estudiantes de las distintas facultades, y los envíen a
una coordinadora regional, poniendo en pie un verdadero parlamento obrero.
Un parlamento obrero que funcione con la más amplia democracia obrera,
donde puedan expresarse y estén representadas todas las posiciones,
donde el voto de cada delegado valga en función de la cantidad de
trabajadores que lo mandataron, donde puedan también enviar sus delegados
todos los partidos obreros y de izquierda y voten en función de la
representación que tengan entre los trabajadores, donde todo se resuelva
por mayoría y minoría, y cada quien pueda pelear abiertamente
por sus posiciones. Y si las centrales sindicales, la CGT de Moyano, el
CTA, los distintos sindicatos, quieren estar representados, no hay ningún
problema: que envíen a sus propios delegados mandatados, y tendrán
también en esas coordinadoras un peso proporcional a los trabajadores
que representan. Una coordinadora a la que envíen sus delegados con
mandato también los trabajadores contratados, en negro, inmigrantes,
etc., que han quedado por fuera de las centrales y de los sindicatos, los
obreros a los que les cierran las fábricas, despiden o flexibilizan.
En la Capital Federal, los trabajadores de Aerolíneas tienen toda
la autoridad para convocar a poner en pie ya una coordinadora, llamando
a enviar sus delegados a la misma todos los estatales, a los trabajadores
del PAMI, de los hospitales públicos, a los obreros de la construcción
que han instalado su piquete en Consitución enfrentando las suspensiones
y el no pago de sus salarios, a los sin techo, e incluso los pequeños
comerciantes arruinados.
Es bien concreto: no hay nada que impida constituir ya estas coordinadora
zonales en La Matanza, en Capital Federal, en Neuquén, en Córdoba,
en Misiones, en Rosario, en Mendoza, y en todas las ciudades, regiones y
provincias del país donde los trabajadores han entrado a la lucha.
Los dirigentes y las organizaciones se conocen, saben dónde encontrarse,
se cruzan a cada rato en las marchas, en los cortes, no hay nada que impida
que estas coordinadoras de delegados con mandato se pongan de pie. ¡Estos
organismos de democracia directa, estos parlamentos obreros, cobrarían
inmediatamente un prestigio y una autoridad enorme, no sólo ante
el conjunto de las masas explotadas de cada ciudad y región, sino
también frente y en oposición a los gobernadores e intendentes
de los partidos patronales gorilas y antiobreros, ante las legislaturas
y concejos deliberantes aplicadores del ataque y del "déficit
cero", ante todas las instituciones putrefactas de esta democracia
para ricos!
Estas coordinadoras zonales serían una gran palanca para volver a
reunir al Congreso de la Matanza, transformándolo en el gran Congreso
Nacional de delegados de toda la clase obrera, ocupada y desocupada. Una
gran palanca para votar en él, preparar y organizar la huelga general
política hasta tirar abajo al gobierno, su plan y al régimen
podrido de "democracia" para ricos.
Porque la alternativa no es, repetimos, "ajuste o democracia",
sino democracia obrera para preparar y organizar esta lucha decisiva; o
bien el más feroz "ajuste" y ataque a la clase obrera lanzado
por este régimen de "democracia" para ricos que no es más
que la envoltura de la más feroz dictadura del capital.
Un programa para unir las filas de toda la clase
obrera, para que ésta levante una alternativa para las clases medias
arruinadas, y para preparar la lucha decisiva: la huelga general hasta tirar
abajo
al gobierno y su plan y provocar la desbandada
de la ofensiva de los explotadores
Para
poner en pie esas coordinadoras locales, zonales y regionales, para unir
las filas obreras, hay que levantar un programa que parta de los jalones
más avanzados conquistados en su lucha por la clase obrera argentina,
en primer lugar, el programa obrero de los 21 puntos de los piqueteros del
Norte de Salta que es el subproducto de una lucha revolucionaria que descalabró
el poder burgués en el Departamento de Gral. San Martín, que
atacó la propiedad y la ganancia de los capitalistas, que enfrentó
y derrotó a sus perros de presa de la gendarmería y la policía.
Un programa que retome y haga carne el grito que pusieron en las calles
los obreros de la construcción de "Patrones asesinos",
el clamor de los desocupados en el Congreso de La Matanza de "Se va
a acabar la burocracia sindical", de los piquetes de Aerolíneas,
de los de los petroleros, atacando la propiedad de los capitalistas planteando
la lucha por recuperar todas las empresas privatizadas, renacionalizándolas
sin pago y bajo control de los trabajadores.
Un programa que sea un verdadero pliego único de reclamos para laacción
imediata, enérgica y decidida de la clase obrera y que, comenzando
por luchar por tirar abajo el recorte salarial, por defender las conquistas
de los convenios, por parar los despidos y las suspensiones, por trabajo
y salarios dignos para todos, por la libertad de todos los luchadores obreros
y populares presos, y el desprocesamiento de los más de 2.500 perseguidos,
el retiro inmediato de la Gendarmería de Mosconi, la disolución
de la gendarmería y la policía asesinas y el castigo a los
asesinos de Verón, Santillán, Barrios, y todos los mártires
de la clase obrera, levante las medidas más elementales de un plan
obrero de emergencia para que la crisis la paguen los capitalistas y el
FMI.
En primer lugar, la necesidad de romper con el FMI para terminar con la
sangría de la fraudulenta deuda externa, con los despidos y rebajas
salariales a los empleados públicos y a los jubilados, y por recuperar
todo lo que nos robaron renacionalizando sin pago y bajo control de los
trabajadores todas las empresas privatizadas, empezando por Repsol-YPF,
Iberia, las Telefónicas, Somisa, etc., así como también
de todas las empresas que cierren, despidan o suspendan.
Un programa para conquistar trabajo genuino para todos ya, imponiendo la
reducción de la jornada laboral a 6 hs. para que todas las manos
disponibles se pongan a trabajar con un salario mínimo de $ 1.200,
y siguiendo en todo el país el ejemplo de Campo Durán, atacando
la propiedad privada de los capitalistas para lograrlo.
La convertibilidad y la devaluación son las dos puntas de la misma
soga para ahorcar a los trabajadores y al pueblo. Contra el robo al salario
que significaría una devaluación, es necesario luchar por
la escala móvil de salarios, es decir, que éstos se reajusten
automáticamente según la inflación.
Para romper la trampa que la patronal y el gobierno les ponen a los sectores
medios arruinados, a los que aterrorizan con el miedo a la devaluación,
hay que luchar por la expropiación sin pago de todos los banqueros
y la creación de una banca estatal única controlada por los
trabajadores que les de créditos baratos a los pequeños productores
de la ciudad y el campo, y avanzar así en sellar la alianza obrera
y popular. Frente a la amenaza de la fuga de divisas con la que el imperialismo,
los monopolios y los banqueros quieran provocar un golpe económico
para disciplinar a la clase obrera y al pueblo, hay que luchar por la nacionalización
del comercio exterior, para impedir la sangría de los chupasangre
imperialistas. Un programa que levante la defensa de la educación
pública, gratuita y laica, luchando por aumento del presupuesto educativo
en base al no pago de la deuda externa, de impuestos progresivos a las grandes
fortunas y de terminar con el negocio de la educación privada quitándole
los subsidios y expropiando esas escuelas y universidades. Un programa que
luche por un sistema único de salud pública, expropiando a
las prepagas y los sanatorios privados, y recuperando las obras sociales
sindicales de manos de la burocracia sindical.
Este es un programa de lucha para la acción inmediata de la clase
obrera, para que sea debatido por el Congreso Nacional de delegados de toda
la clase obrera que necesitamos, que despertaría el entusiasmo de
millones de trabajadores y explotados que ya han demostrado con su lucha,
con sus piquetes atacando la propiedad y la ganancia de los capitalistas,
que están dispuestos a ir a una lucha decisiva, porque bajo estas
condiciones de catástrofe y ante la guerra que nos han declarado,
para conseguir lo más elemental, pan, trabajo para todos, parar el
saqueo de la nación, hay que luchar por todo, hay que poner en desbanda
al gobierno y a los capitalistas, hay que expropiar a los expropiadores
de la clase obrera y el pueblo.
La lucha no de la "democracia" contra el "ajuste": es
clase contra clase, y es decisiva. En el camino de preparar y organizar
la huelga general hasta tirar abajo al gobierno y su plan, la patronal responderá
recrudeciendo la represión de sus perros de presa de la gendarmería
y de la policía -como ya lo hemos visto con la Federal atacando brutalmente
a los trabajadores en lucha del Hospital Posadas- las persecuciones, los
asesinatos, y también mandando a sus agentes pagos, los burócratas
sindicales, a romperles la cabeza a los obreros, como en la UOCRA de Bahía
Blanca, o los matones contratados directamente por la patronal, como lo
hicieron contra los choferes de la UTA de Santa Fe o en los últimos
días con la patota que atacó en Almirante Brown a los trabajadores
de la salud . Contra los dirigentes que nos dicen que hagamos "resistencia
civil" a lo Gandhi, cuando la patronal y el gobierno atacan a la clase
obrera con métodos de guerra civil, hay que poner en pie piquetes
y comités de autodefensa en cada lucha, en cada corte, como una tarea
fundamental.
Con coordinadoras zonales, poniendo en pie
el Congreso Nacional de Trabajadores ocupados
y desocupados, con la huelga general,
se pone al orden del día el boicot
a las elecciones truchas y la imposición
de una Asamblea Constituyente libre y soberana
sobre las ruinas de este régimen putrefacto
del Pacto de Olivos
Frente a la enorme respuesta de las masas, la patronal y el gobierno apuestan
a que sus agentes del frente democrático llevan a los trabajadores
a la trampa de las elecciones de octubre, y tratar así de legitimar
así este régimen podrido de partidos patronales y antiobreros
que le dieron todo el poder al polo bonapartista de De la Rúa, Cavallo
y Ruckauf, y al propio gobierno, ante el peligro de que se profundice la
lucha de la clase obrera y el pueblo y terminen por hacerlos estallar. La
"ayuda" del FMI les daría un respiro para sostener el plan
sin atacar por ahora directamente a la clase media, pasar el déficit
cero y derrotar a la clase obrera, y lograr así imponer el desvío
electoral, como lo dicen los propios voceros del gobierno: "La asistencia
monetaria del FMI y el logro real del déficit cero son entonces las
prioridades que hoy tiene el gobierno, jaqueado por la crisis económica
y financiera; la tensión social permanente y la debilidad política
a la hora de llevar adelante sus iniciativas (...) "Si zafamos de esta,
en dos meses tenemos las elecciones legislativas y habrá que ver
el resultado para ver como siguen las cosas", coinciden la mayoría
de los habitantes de la Casa Rosada" (Clarín, 12/08/01). Así
lo expresó también el gorila de Grondona, cuando en su programa
dijo: "Estábamos al borde de la guerra social, y de golpe, apareció
una lucecita: De Gennaro, D'Elía y Alderete han dicho que son pacíficos.
Estábamos al borde del precipicio económico, y apareció
una lucecita: el FMI está dispuesto a dar un préstamo".
Pero estas elecciones son un verdadero fraude, porque el parlamento de esta
democracia patronal, fantoche del FMI, abdicó dándole la suma
del poder a Cavallo y De la Rúa, y votándoles todas las leyes
para pasr el déficit cero, y éstos que a su vez se lo dieron
a los banqueros y al FMI, mientras con su archirreaccionaria Constitución
de 1853-1994, con su presidente con poderes de monarca, quieren liquidar
todas las conquistas de la clase obrera a decretazo limpio.
La perspectiva de que se constituyan coordinadoras zonales, de que vuelva
a reunirse el Congreso de La Matanza convirtiéndose en un gran Congreso
Nacional de delegados de base de toda la clase obrera, y la de una acción
enérgica y decidida de la clase obrera con la huelga general política
para quebrarle el espinazo a la ofensiva de los capitalistas, abriría
el camino al boicot a estas elecciones truchas de un parlamento que abdicó,
para barrer con el gobierno represor y asesino de De la Rúa, Cavallo
y Ruckauf, y con el régimen podrido del Pacto de Olivos, sus partidos
gorilas y antiobreros estafadores del pueblo, y su archirreaccionaria Constitución
de 1853-1994, e imponer sobre sus ruinas una Asamblea Constituyente Libre
y Soberana, que únicamente un gobierno provisional de las organizaciones
obreras en lucha, podrá convocar y garantizar.
Los trotskistas de Democracia Obrera luchamos poner en pie organismos de
democracia directa, de doble poder de las masas en lucha, para derribar
al gobierno y al régimen e imponer un gobierno obrero y popular basado
los organismos de democracia directa de las masas y en sus comités
de autodefensa, que rompa con el imperialismo y expropie a los monopolios,
a los patrones y los banqueros. Es decir, una República Obrera, que
sería un millón de veces más democrática que
cualquier república burguesa que no es sino la más férrea
dictadura de un puñado de capitalistas. Pero hasta tanto convenzamos
a la mayoría de los trabajadores y el pueblo de esta posición,
estamos dispuestos a luchar codo a codo con todos aquellos que quieren enfrentar
a este régimen putrefacto del pacto de Olivos, su Constitución
y todas sus instituciones, por imponer, con la huelga general y sobre sus
ruinas, la salida más democrática que puede dar este sistema,
una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, llevando la lucha por la democracia
hasta el final.
Una Asamblea convocada y garantizada por un gobierno provisional de las
organizaciones obreras en lucha, con diputados elegidos tomando al país
como distrito único, uno cada 10.000 habitantes, y que ganen el salario
de un obrero, donde la clase obrera y los explotados podamos discutir la
salida a nuestros problemas: en primer lugar, la necesidad de romper con
el imperialismo, no pagar la deuda, expropiar a los monopolios y los banqueros
imperialistas, y tomar las medidas más urgentes para garantizar pan,
trabajo, salud y educación para todos los explotados. Esta Asamblea
que acabe con la reaccionaria institución presidencial y con el senado
aristocrático, imponiendo una Cámara única legislativa
y ejecutiva a la vez, con diputados revocables y que ganen el salario de
un obrero, que disuelva la casta de jueces videlistas-peronistas-radicales
y la reemplace por tribunales obreros y populares que impongan el juicio
y castigo a los genocidas y asesinos de ayer y de hoy. Una Asamblea que
liquide la casta de oficiales genocidas, dándoles plenos derechos
políticos, sindicales y sociales a los soldados rasos para que se
organicen en comités de soldados y puedan elegir y destituir a sus
oficiales; que disuelva la gendarmería, la policía, la SIDE
y todas las fuerzas represivas, y las reemplace por comités obreros
y populares de defensa.
La
tarea del momento: luchar por que lo
trabajadores pongan en pie organismos de
democracia directa y abran el camino de la revolución proletaria,
y por un reagrupamiento revolucionario de la vanguardia bajo esa estrategia
y ese programa
Bajo
las actuales condiciones, se ha establecido en el país una verdadera
carrera de velocidad: ¿logrará la clase obrera superar el
chaleco de la dirección traidora que tiene al frente, e irrumpir
en una lucha decisiva que ponga en desbandada a la burguesía y abra
paso al inicio de la revolución proletaria, antes de que logre imponerse
el brutal ataque lanzado por el imperialismo, la patronal y el gobierno,
de que la clase obrera sea derrotada y se imponga en todo el país
el régimen videlista que hoy han instalado en el norte de Salta,
o antes de que el imperialismo imponga el crac y el golpe económico?
Quienes conformamos Democracia Obrera somos tan sólo un pequeño
grupo y, si bien estamos convencidos de tener el programa correcto y la
estrategia que necesitan las masas para vencer, no tenemos hoy la fuerza
necesaria para incidir decisivamente en resolver esa carrera de velocidad
que se ha establecido. Pero sí podemos luchar denodadamente por que
la clase obrera argentina ponga en pie, extienda, centralice y coordine
sus propios organismos de democracia directa, porque es allí, en
ellos, donde éstas pueden unir sus filas y multiplicar su fuerza
y liberar toda su energía ante la batalla decisiva que se está
desarrollando, y desembarazarse más rápidamente de sus direcciones
traidoras. Es que en estos organismos, ante los ojos vigilantes de las masas,
se prueban rápidamente los programas y las posiciones, y quedan expuestas
las traiciones y la cobardía de las direcciones tradicionales de
la clase obrera, y por eso, en ellos, aún un pequeño partido
puede pelear para ganar a las masas para sus posiciones y su programa, a
condición de luchar irreconciliablemente contra las direcciones traidoras.
Por eso, la burocracia sindical, el stalinismo y todas las direcciones traidoras
son enemigos mortales de estos organismos, porque saben que en ellos está
su tumba, como lo mostraran ya los piquetes y la asamblea popular de Cutral
Có en 1997 en la que los desocupados rompían y quemaban sus
carnets de afiliados al MPN; como lo demostró Tartagal y Mosconi
donde conquistando esos organismos las masas avanzaron en su ruptura con
el peronismo dejándolo en una brutal crisis en Salta; como lo mostró
el propio Congreso de La Matanza con los trabajadores desocupados echando
a Moyano.
León Trotsky, en una situación revolucionaria en Francia en
1935, planteaba la cuestión de la siguiente manera: "Es repetido
que esta es una carrera entre el fascismo y nosotros. Pero es muy necesario
analizar el contenido de esta formulación desde el punto de vista
del partido revolucionario. ¿Sabremos cómo darle a las masas
una estructura revolucionaria antes de que los fascistas la destruyan? Sería
absurdo creer que tenemos tiempo suficiente para crear un partido omnipotente
que fuera capaz de eliminar a todas las organizaciones antes del conflicto
decisivo con el fascismo o antes de que estalle la guerra; pero es bastante
posible, en un corto tiempo -con la ayuda de los hechos- ganar a las grandes
masas, no para nuestro programa, no para la Cuarta Internacional, sino para
los comités de acción. Pero una vez creados, esos comités
de acción se transformarían en un magnífico trampolín
para un partido revolucionario..." (La crisis de la sección
francesa).
Sí podemos luchar, entonces, con todas nuestras fuerzas, por que
las masas pongan en pie sus organismos de democracia directa para organizar
y preparar la huelga general política que provoque la desbandada
del gobierno y la patronal y abra el camino a la revolución, y alrededor
de esta estrategia y este programa, al calor del combate mismo de las masas,
luchar por un reagrupamiento revolucionario de la vanguardia, por reagrupar
los cuadros obreros y juveniles revolucionarios, para sentar las bases del
partido obrero revolucionario e internacionalista que la heroica clase obrera
argentina se merece. Desde Democracia Obrera nos consideramos sólo
un pequeño componente en esta lucha.
"La liberación de los trabajadores será
obra de los trabajadores mismos"