Año 1 Nro. 4 - 17 de Agosto de 2001
e d i t o r i a l
El
camino que la CTA, D'Elía y la CCC quieren imponerle a la clase trabajadora
es el que le han impuesto
a los trabajadores de Aerolineas Argentinas
Esta
política que levantan De Gennaro y la CCC es la que ya aplicó
el CTA -que controla a la mayoría de los gremios aeronáuticos-
en la lucha de Aerolíneas Argentinas. Los trabajadores, con sus piquetes
cortando las pistas e impidiendo que vuelen los aviones de Iberia y Span
Air, luchando por recuperar los simuladores aéreos, los aviones y
todo lo que se robaron los piratas imperialistas españoles, con sus
carteles donde decían que la plata para salvar Aerolíneas
está en las ganancias de la Telefónica y la Repsol, enfrentando
a la gendarmería y la policía aeronáutica, con los
huevazos que le arruinaron la fiesta a Cavallo, comenzaban a atacar la propiedad
privada de los monopolios imperialistas españoles y a unir sus filas
por encima de la división entre distintos gremios y entre afiliados
y no afiliados que impone la burocracia sindical. Frente a esto, la burocracia
sindical disolvió esos piquetes transformándolos en "fiesta"
y teatro de títeres el día del padre, liquidó las asambleas
diarias, aceptó la convocatoria de acreedores, separó a los
trabajadores de Aerolíneas de los estatales y los desocupados -por
ello no hubo trabajadores de Aerolíneas en el Congreso de La Matanza,
ni en las jornadas nacionales de lucha. Hoy ha llevado a los trabajadores
a la pasividad y al desgaste, y quiere hacerles creer que lo que hay que
hacer es elegir al patrón "más bueno", ya sea de
un monopolio imperialista -como Marsan- o "nacional" -como Pellegrini-,
que quiera comprar la empresa prometiendo ser el que menos despida, menos
baje los salarios, menos liquide los convenios.
Es decir, intentan liquidar esta gran lucha nacional antiimperialista de
los trabajadores de Aerolíneas, separándola y dividiéndola
de sus luchas hermanas, como la de los piqueteros de Mosconi y los obreros
petroleros de Neuquén y Río Negro, de la de los telefónicos,
contra los monopolios imperialistas que han saqueado la nación, y
transformarlos en mendigos rogando clemencia a los patrones imperialistas.
"La liberación de los trabajadores será
obra de los trabajadores mismos"