Año 1 Nro. 4 - 17 de Agosto de 2001
e d i t o r i a l
Después
de tres jornadas naciolales de lucha de los desocupados y los estatales,
el gobierno de los banqueros y el FMI no afloja en su ataque
Para unir las filas obreras y derrotar a la burocracia sindical que sostiene
al gobierno
Pongamos en pie Coordinadoras zonales de todos los que luchan
Que la asamblea Nacional Piquetera de La Matanza se transforme
en un Congreso Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados
con delegados con mandato uno cada cien trabajadores
El imperialismo, los monopolios, los patrones y el gobierno cipayo de De
la Rúa, Cavallo y Ruckauf han lanzado un nuevo y brutal ataque en
esta guerra que nos han declarado a los trabajadores y al pueblo. Con su
plan de "déficit cero", vienen a por todo: a imponer la
rebaja salarial a los estatales y a los jubilados; a privatizar lo poco
que queda como EPEC de Córdoba o el Astillero Río Santiago,
a despedir a miles de contratados de la administración pública,
a liquidar las conquistas de los convenios colectivos con la ley de flexibilización
que les regaló la burocracia sindical, y a imponer una sumisión
cada vez más total de la nación al imperialismo.
Mientras tanto, los banqueros, el FMI y el gran capital chantajean con el
golpe económico para que la clase obrera y el pueblo se arrodillen.
La amenaza del golpe económico es utilizado por el gobierno de De
la Rúa, Cavallo y Ruckauf para chantajear al pueblo, para aterrorizar
a los explotados, e imponer el déficit cero y el plan económico
de hambre, miseria y represión.
Han impuesto un régimen totalitario basado en la reaccionaria Constitución
de 1853-1994, continuidad del pacto de Olivos de Menem y Alfonsín,
en el que los diputados patronales de la UCR, el PJ y el Frepaso de este
parlamento trucho han abdicado entregándole el poder a Cavallo y
De la Rúa, que a su vez se lo dieron al establishment, a los monopolios
y a los banqueros imperialistas, demostrando así que esta "democracia"
para ricos no es más que la envoltura dulzona de la más feroz
dictadura del capital. Así, a espaldas del pueblo, un puñado
de explotadores deciden los destinos de millones de trabajadores y explotados
y de la nación toda.
Esta dictadura del capital y su régimen de oprobio muestran su verdadera
cara en el Norte de Salta, con el régimen videlista del juez Cornejo
y la Gendarmería ocupando la región. En todo el país
las cárceles comienzan a poblarse de decenas y decenas de luchadores
obreros y populares, desnudando que este régimen no es más
que la continuidad de la dictadura videlista: la UCR, el PJ y el Frepaso,
que dejaron en libertad y salvaron a los genocidas, hoy continúan
su camino.
Pero ante semejante ataque, se ha levantado el enorme odio y la respuesta
obrera y popular, por el camino que marcaron ayer los piquetes de Mosconi
y Aerolíneas: los trabajadores estatales se pusieron en pie de guerra,
en masivos paros y marchas, enfrentando la represión policial como
en Misiones; lo mismo que los obreros de EPEC de Córdoba que enfrentan
la privatización, los obreros petroleros de Neuquén y Río
Negro que con sus piquetes atacaron la propiedad privada de más de
diez monopolios petroleros imperialistas que quieren liquidarles las conquistas
de los convenios. Los trabajadores de la salud del Fiorito, el Posadas,
el Paroissien, se han puesto de pie luchando por la defensa del hospital
público, junto a los docentes de todo el país, mostrando,
junto a los trabajadores de Aerolíneas y los petroleros, que la única
clase nacional que defiende la salud, la educación, que enfrenta
el saqueo de los monopolios imperialistas, es la clase obrera. No hay ciudad
o región del país en la que no haya una enorme respuesta de
las masas frente a la guerra que nos han declarado.
Este odio de la clase obrera y los explotados, su predisposición
a la lucha y a la unidad se expresaron con todo en el parazo del 19 de Julio;
en los piquetes, comités de lucha y de huelga que los trabajadores
ponen en pie para unir sus filas en la lucha, y sobre todo, en el Congreso
realizado en La Matanza el 24 de Julio, en los 150 cortes y piquetes del
martes 31, y en sus últimas dos magníficas jornadas nacionales
de lucha de 48 y 72 horas, con los que se puso de pie el movimiento de trabajadores
desocupados, conquistando su coordinación y organización a
nivel nacional, y comenzando con los estatales brutalmente atacados con
la rebaja salarial.
Enormes fuerzas de la clase obrera se han puesto en movimiento, mostrando
que la convivencia entre las clases y los sectores de clase se ha vuelto
insostenible, y abriendo una situación donde los de arriba ya no
pueden seguir gobernando como hasta ahora, y los de abajo no quieren seguir
permitiéndolo. De lo que se trata es de preparar y organizar una
acción decisiva y contundente de la clase obrera y los explotados
para desbandar la ofensiva del capital y derrotar al gobierno y su plan.
Pero otro es el camino al que quieren llevarla las direcciones que tienen
a su frente: por un lado, la burocracia sindical traidora de Daer y Moyano
que vienen carnereando la lucha, tratando de mantener separados a los trabajadores
ocupados de la lucha de los desocupados y los estatales. Y por otro, el
CTA, D' Elía y la CCC, se han puesto a la cabeza de la lucha de los
desocupados y la coordinación que éstos conquistaron, y de
la de los estatales, e intentan expropiarla para desviarla hacia una política
de luchas de presión inofensivas y pacifistas sobre la patronal y
el gobierno. Así, mientras el gobierno atacaba ferozmente a los trabajadores
desocupados del MTR en La Plata y en Pocitos en el Departamento Gral. San
Martín (Salta), cobrándose 70 nuevos rehenes, el CTA, D' Elía
y la CCC ponían en pie una "multisectorial" con los mismos
diputados patronales que habían sido echados a patadas por los trabajadores
desocupados del Congreso de La Matanza, con los curas, etc., como se vio
en la marcha a Plaza de Mayo del 8 de agosto.
Estamos frente a una lucha decisiva para la clase obrera y los explotados.
El imperialismo, la patronal y el gobierno ya "quemaron las naves"
y vienen a por todo: necesitan imponernos una feroz derrota a la clase obrera
y a los explotados, robarnos el salario, reventar los convenios, saquear
a la nación. ¡Tan a por todo vienen ellos, que incluso desde
el ministerio de Trabajo quieren reglamentar hasta la miseria de los planes
Trabajar, para volverlos en contra de las organizaciones de desocupados,
y controlarlas!
Mientras tanto, mantienen la convertibilidad en forma ficticia (ver artículo
en página ), para no atacar por el momento a las sectores de las
clases medias arruinadas y endeudadas en dólares y evitar así
que éstas se unan a la clase obrera, soldando la unidad obrera y
popular. Pero una vez que impongan el plan "déficit cero",
largarán la devaluación, pasando a un ataque expropiador también
de la clase media, y la dolarización, para garantizar los pagos de
la deuda externa al FMI, y la recomposición de la tasa de ganancia
de los capitalistas.
Los trabajadores y los explotados tenemos que "quemar nuestras naves"
y también ir a por todo, porque en esta guerra a muerte que nos han
declarado, para conseguir lo más mínimo, para defender el
salario, los convenios, para conseguir el pan y el trabajo para todos, no
hay otra salida que expropiar a los expropiadores de los trabajadores y
el pueblo, atacando su propiedad y sus ganancias.
El CTA, la CCC y los diputados patronales del "frente democrático"
que han conformado nos dicen, por el contrario, que la alternativa es "ajuste
o democracia", cuando es esta "democracia' para ricos la que lanzó
el ajuste, con los diputados del parlamento patronal dándoles los
"superpoderes" a Cavallo y de la Rúa y legitimando con
sus leyes el déficit cero, con su reaccionaria Constitución
de 1853-1994 que le da al presidente los poderes de un monarca y que les
permite robar el salario y las jubilaciones, entregar a la nación,
reprimir y encarcelar a los luchadores obreros y populares, y poner al Norte
de Salta bajo un verdadero régimen videlista de ocupación.
Por eso, la clase obrera estea frente a una lucha decisiva por ponerse de
pie, por coordinar su lucha y unir sus filas, para preparar y organizar
la huelga general hasta que caigan al gobierno y su plan, e imponer un plan
económico obrero y popular de emergencia para que la crisis la paguen
los capitalistas y el FMI. Esa es la única alternativa: ¡son
ellos o nosotros!
La
clase obrera argentina se pone de pie hablando
el lenguaje de los piquetes
El
ataque generalizado de la patronal y el gobierno provocó inmediatamente
una enorme respuesta de los trabajadores y los explotados, y tendió
a unificar las filas obreras para la lucha política de masas. Así,
por el camino que marcaron Mosconi y Aerolíneas, la clase obrera
argentina se ha puesto de pie hablando el lenguaje de los piquetes, los
comités de lucha y de huelga que unifican a todos los que entran
al combate, como lo muestran los piquetes y comités de los docentes
y estatales misioneros; el piquete de los trabajadores del Congreso que
le rompieron la cara al diputado gorila Alessandro en el Salón de
los Pasos Perdidos, los de los obreros de EPEC, y los piquetes de las tres
jornadas nacionales de lucha del movimiento de desocupados, junto a los
estatales y docentes.
En esta respuesta, los trabajadores mostraron un certero instinto de clase,
atacando la propiedad de los capitalistas, como hicieron los trabajadores
de Aerolíneas cuando cortaron la pista e impidieron la salida de
los aviones de Iberia y de todas las demás empresas imperialistas
de aviación; como volvieron a hacerlo cuando a huevazos limpios le
arruinaron la fiesta a Cavallo y a su familia -de la misma manera que este
gorila empleado de los banqueros imperialistas les arruina la vida a millones
de hogares obreros-; como lo hicieron también los obreros petroleros
de Neuquén y Río Negro atacando las oficinas de más
de diez monopolios petroleros y paralizando la producción de sesenta
pozos.
La clase obrera encontró el camino, poniendo en pie los piquetes
y los comités de lucha, que son los que garantizan la unidad de las
filas obreras en el combate, como se vio por ejemplo en Aerolíneas,
contra la división que impone la burocracia sindical entre los distintos
gremios, entre efectivos y contratados, entre afiliados y no afiliados,
etc., para pegarle adonde les duele a los patrones expropiadores del salario,
del trabajo, de las conquistas de los trabajadores: en su propiedad privada
y sus ganancias. Encontró también con sus piquetes, como verdaderos
comités de autodefensa, el camino para defenderse de la represión
de los perros de presa de la gendarmería y la policía, y también
de los matones de la burocracia sindical, agentes de la patronal y policía
interna de la clase obrera. Hacia allí avanzó, con sus piquetes,
con su acción, con su democracia directa: a conquistar la unidad
de sus filas, a defender su vida, su lucha y sus organizaciones contra la
represión del estado patronal, y hacia el objetivo de expropiar a
los expropiadores.
La clase obrera argentina comienza a recuperar su gran tradición
de lucha antiimperialista
La
lucha de los piqueteros y el pueblo trabajador de Mosconi y la de los obreros
petroleros de Neuquén atacando la propiedad de los monopolios petroleros;
la lucha y los piquetes de los trabajadores de Aerolíneas contra
los piratas imperialistas españoles; la lucha de los estatales, jubilados
y docentes contra el recorte salarial con el que quieren pagarle al FMI
la fraudulenta deuda externa, muestran que al calor de estos combates la
clase obrera argentina está retomando su lucha y su conciencia antiimperialista,
después de las dos grandes derrotas sufridas a manos del imperialismo:
la de la guerra de Malvinas en 1982, y la privatización de todas
las empresas estatales en los '90.
Así, la clase obrera se pone de pie con su lucha política
de masas buscando una salida a sus padecimientos, y con sus piquetes, demostrando
ser la única clase verdaderamente nacional, la única interesada
en romper con el imperialismo, la única capaz de acabar con el saqueo
y la sumisión de la nación. Demuestra que es la única
que puede revertir las derrotas que nos infligiera el imperialismo, luchando
por recuperar todo lo que nos robaron, por renacionalizar sin pago y bajo
control de los trabajadores todas las empresas privatizadas, empezando por
Aerolíneas y por la Repsol-YPF.
Y sale entonces a la luz todo el rol pérfido de las direcciones que
pregonan el "frente democrático" con los diputados patronales
-como el CTA y la CCC-, o el "frente nacional" con la gran patronal
esclavista del frente productivo -como Moyano-, con los que intentan arrodillar
y subordinar a los trabajadores a distintos sectores de la patronal, para
impedir que choquen los dos colosos que se enfrentan en esta batalla decisiva,
es decir, el imperialismo, y la clase obrera, para impedir que los trabajadores
tomen conciencia de su lucha antiimperialista y del rol de caudillo de toda
la nación oprimida que están llamados a jugar en ella.
En el Congreso de La Matanza y en las tres jornadas nacionales de lucha,
el movimiento de trabajadores desocupados conquistó su coordinación
y una organización nacional
Fue
esta enorme respuesta de los trabajadores y los explotados, la que permitió
que cuatro mil trabajadores desocupados les impusieran, en el Congreso de
La Matanza, la coordinación nacional a De Gennaro, Moyano y la CCC
que hace años dividen a los trabajadores desocupados que vienen siendo
la vanguardia de la lucha, separándolos de los trabajadores ocupados,
tratándolos como "excluidos" y llevándolos a una
política de presión sobre el estado patronal por las migajas
de los planes Trabajar.
Los trabajadores desocupados echaron a la delegación de diputados
patronales que De Gennaro, D´Elía y la CCC querían hacer
entrar para transformar el Congreso en una "multisectorial" ;
y también silbaron y echaron a piedrazos a Moyano al grito de "Se
va a acabar la burocracia sindical". Fue a pesar y en contra de estas
direcciones, que conquistaron su coordinación nacional y pusieron
de pie una organización nacional independiente del estado burgués
que realizó su primera gran acción nacional en el piquetazo
del 31 de Julio, volviendo loca de terror a la patronal y al gobierno, como
lo expresó el viejo diario gorila La Nación, agarrándose
la cabeza: "Los dirigentes que propiciaron esto no saben qué
fuerzas están conjurando".
Este es un paso enorme: contra la política de la patronal, de la
burocracia y del stalinismo de considerarlos "excluidos", "marginados"
y sujetos de beneficencia, los desocupados mostraron que son un movimiento
genuinamente proletario, que incluso le mostraron el camino a los trabajadores
ocupados para sacarse de encima a la burocracia sindical.
Si en ese Congreso hubieran estado los trabajadores de Aerolíneas,
los estatales, los docentes, los obreros de EPEC que enfrentan la privatización,
los obreros petroleros de Neuquén, los cuatrocientos delegados que
juntó en varios encuentros la CGT San Lorenzo, los obreros del pescado
de Mar del Plata, los del Astillero Río Santiago, se habría
transformado en Congreso Nacional de trabajadores ocupados y desocupados
que habría cambiado la historia de la clase obrera argentina. Esto
no fue así porque, en primer lugar De Gennaro, Moyano se encargaron
cuidadosamente de no llevar a esos trabajadores. Pero estaba en manos de
las organizaciones que, como el PO, el MST, el PTS, se dicen obreras y de
izquierda, y que en decenas y cientos de comisiones internas, cuerpos de
delegados, listas antiburocráticas y seccionales de sindicatos, los
trabajadores han puesto a la cabeza, que en este Congreso participaran los
ferroviarios de la seccional Gran Buenos Aires Oeste, los ceramistas de
Neuquén, los mineros del Turbio, los obreros del pescado de Mar del
Plata, los docentes del SUTEBA La Matanza, los estatales autoconvocados
de La Plata, los trabajadores de EPEC, etc.
Sin embargo, se negaron a hacerlo, y delegaron la representación
de esos trabajadores en De Gennaro, en Moyano y en la CCC. A cambio de semejante
"favor", estas direcciones traidoras les permiten a cada uno de
ellos seguir haciendo sus propios "encuentros" y "congresos"
para utilizarlos como moneda de cambio de sus componendas electorales, y
le han dado, en el caso del legislador Altamira del PO, un lugar como consultor
y consejero de la burocracia sindical en la mesa de dirección del
movimiento, como se vio en el propio Congreso de La Matanza.
Mientras la clase obrera argentina se encuentra en medio de una batalla
decisiva, la izquierda oportunista que habla en nombre del trotskismo, de
noche, a hurtadillas y a espaldas de la vanguardia obrera, discute acuerdos
electorales de conveniencia. Cuando aún la patronal y el gobierno
no han podido imponerle a los trabajadores la trampa de las elecciones de
octubre, pues para ello deben derrotarlos y sacarlos de las calles, esta
izquierda del régimen muestra así su cretinismo parlamentario
exacerbado. Los coqueteos electorales del PTS con el PO, los no menos espúreos
del PO con Izquierda Unida, le han terminado de sacar la careta a esta izquierda
del régimen demostrando que para sus estados mayores los miles de
trabajadores de vanguardia que dirigen o influencian no son más que
números y "porotos" a la hora de discutir los votos y los
cargos.
Como planteamos en el folleto que hemos editado (ver ilustración
en página 4), reforma o revolución es la alternativa de hierro
que marcó a la izquierda a nivel mundial durante todo el siglo XX,
y que hoy se vuelve aguda en la convulsiva y polarizada situación
de la lucha de clases en Argentina.
Daer y Moyano: la burocracia sindical del "déficit
cero", carnerea la lucha e impide la unidad
de los trabajadores ocupados con los desocupados
y los estatales
Frente
a esta enorme energía desplegada por los trabajadores y los explotados,
que pugnan por avanzar por el camino correcto, se alza como un dique la
política de la dirección traidora que tienen a su frente,
la burocracia sindical en todas sus alas, con la colaboración del
stalinismo, que ya han puesto en movimiento toda su fuerza para expropiarla,
dividirla, esterilizarla y llevarla a la vía del desgaste y la desmoralización.
Es que la burocracia sindical de los sindicatos totalmente estatizados,
pagada con miles de millones de dólares del descuento compulsivo
de las cuotas sindicales y de las obras sociales, no es en absoluto la "representante
de la clase obrera", sino que, por el contrario, es la representante
de la patronal y de sus distintos sectores al interior del movimiento obrero.
Así, Daer se ha corrido al centro y ha confluido con Moyano para
controlar a la clase obrera ocupada, carnerean la lucha de los desocupados
y los estatales, y llaman a una movilización recién para fines
de agosto, y un posible paro ... ¡para septiembre!, para impedir que
confluyan con los desocupados y los estatales.
Es que son la burocracia sindical agente de la patronal esclavista del "Frente
Productivo", a los pies de la cual pusieron la gran fuerza desplegada
por los trabajadores en seis paros generales en un año, con el verso
del "gran frente nacional". Hoy, esa patronal está alineada
rabiosamente detrás del plan "déficit cero" y del
gobierno, liquidando los convenios, imponiendo los "acuerdos de competitividad",
reduciendo los salarios, despidiendo y suspendiendo, y pasando una brutal
flexibilización. A esta patronal, el gobierno acaba de otorgarle
una rebaja del 50% en los impuestos, con la nueva medida de Cavallo de permitirles
pagarlos con bonos de la deuda argentina. Es un negocio redondo: estos patrones
compran esos bonos al 50% de su valor nominal, y el estado se los toma en
concepto de pago de impuestos al 100% de ese valor.
Daer y Moyano son la burocracia sindical del "déficit cero",
defensora de los intereses de la patronal esclavista del "Frente Productivo".
Tan defensores son de los intereses de esta patronal, que son estos burócratas
traidores los que encabezan los "acuerdos de competitividad" en
las fábricas, los que anuncian los planes de suspensiones y despidos
-como en Renault o Siderar-, y de rebaja salarial, diciéndoles a
los trabajadores que "no hay otra salida", sacando a la luz toda
la impotencia de los sindicatos estatizados en manos de esta burocracia
agente de la patronal.
Son estos burócratas traidores y carneros el principal sostén
del gobierno. Porque, ¿de dónde deviene su fortaleza para
largar semejante ataque? No es de los diputados patronales y de su parlamento
que ha abdicado, no es de sus periodistas y voceros a sueldo como los Haddad
y Grondono, no es de un puñado de banqueros y monopolios odiados
por los trabajadores y el pueblo, sino de estos burócratas traidores
guardiacárceles de la clase obrera. Como lo dijo Barrionuevo el 15
de agosto en el programa "A dos voces": "Nosotros estamos
haciendo solamente el 1% de lo que tendríamos que hacer. Si hacemos
un 5%, este gobierno cae". A confesión de parte, relevo de pruebas:
¡son ellos los que sostienen al gobierno! ¡Hay que tirar abajo
a la burocracia sindical, por el camino que marcaron los trabajadores desocupados
que en el Congreso de La Matanza echaron a Moyano a piedrazos, y conquistar
la independencia de las organizaciones obreras de la patronal, del estado
y de su ministerio de trabajo!
"La liberación de los trabajadores será
obra de los trabajadores mismos"