LA
DIRECCION DEL PTS, JUNTO A LA LRCI INGLESA,
ROMPE ABIERTAMENTE CON LA IV INTERNACIONAL
Una
Declaración escandalosa ante la guerra de los carniceros angloyanquis
contra Afganistán y los pueblos oprimidos de Medio Oriente
Frente
a la guerra angloyanqui contra Afganistán, la dirección
del PTS de Argentina acaba de firmar, el 10 de octubre de 2001, una
Declaración Conjunta Internacional con sus viejos amigos de
la LRCI (Liga por una Internacional Comunista Revolucionaria), una
corriente de las más derechistas entre las que usurpan el nombre
del trotskismo, una pequeña secta que tiene base en Gran Bretaña,
totalmente adaptada al gobierno socialimperialista de Tony Blair y
el Partido Laborista, y a la burocracia sindical laborista de la central
inglesa, la TUC (Trade Union Congress).
Firmando esta Declaración, la dirección del PTS -un
grupo completamente nacional trotskista cuyo famoso "centro internacional"
no es más que algunos militantes argentinos viviendo en otros
países, con pomposos nombres de "grupos"-, no hace
más que repetir una vez más lo que suele hacer de tanto
en tanto: cuando ya su intento ridículo de "mini - LIT"
no les alcanza para ocultar sus capitulaciones nacionales, buscan
a sus socios de mutua conveniencia de la LRCI para firmar alguna declaración
común que les de barniz de "internacionalistas".
Acuerdos de mutua conveniencia, donde cada corriente usa a la otra,
que luego se rompen sin balance, sin que nadie sepa por qué.
Hoy, ante la guerra de saqueo y agresión angloyanqui contra
Afganistán, la dirección del PTS quiere cubrir su última
gran capitulación nacional: que volcaron todos sus esfuerzos
y recursos durante el último mes a la campaña electoral
para las elecciones del 14 de Octubre, y que en la misma no le dedicaron
ni un solo afiche, ni un spot televisivo o radial, ningún recurso
de agitación masiva, precisamente... a las consignas y al programa
antiimperialista frente a la guerra que el imperialismo se aprestaba
a lanzar y lanzó el 7 de octubre. Con su declaración
actual, quieren pintarse ahora de "antiimperialistas". De
la misma manera, hace tres años, hicieron un acuerdo entre
gallos y medianoche con la LRCI con un programa escandalosamente reformista,
para tratar de presentarle a sus militantes de base un "triunfo
internacional" para tapar la expulsión -con los peores
métodos extraídos del arsenal del stalinismo- del ala
izquierda del PTS, que somos quienes hoy conformamos el COTP-CI, como
la LOI (CI)-Democracia Obrera de Argentina, el Grupo Obrero Internacionalista
de Chile, etc.
Pero con esta declaración, la dirección del PTS argentino
da un salto cualitativo: luego de años de girar ininterrumpidamente
a la derecha, terminó de definir su ubicación por fuera
del movimiento trotskista. Frente a la guerra del imperialismo norteamericano
e inglés contra Afganistán y los pueblos oprimidos de
Medio Oriente, cuando las bombas destruyen Afganistán y empiezan
a entrar las tropas de tierra, cuando tropas norteamericanas ya están
asentadas en la ex - república soviética de Uzbekistán;
cuando se agudiza en Palestina el enfrentamiento entre revolución
y contrarrevolución, con el ejército sionista y las
bandas fascistas de Sharon atacando a los obreros palestinos, y éstos
respondiendo con sus milicias obreras y campesinas de los campamentos,
casa por casa, colina por colina; cuando los gobiernos imperialistas
de Estados Unidos e Inglaterra (a los que se sumaron Australia y Canadá),
utilizando la "unidad nacional" soldada tras los atentados
del 11 de septiembre, han lanzado un ataque directo sobre su propia
clase obrera, el PTS se pone, tras la LRCI, a los pies del Partido
Laborista británico -hoy en el gobierno con Tony Blair- y de
los regímenes de la "democracia" imperialista; sale
en defensa rabiosa de la aristocracia obrera blanca inglesa y norteamericana
contra el odio de las masas revolucionarias de Medio Oriente y los
países semicoloniales levantando una política pacifista;
y se arrodilla ante la política de la ONU para enfrentar y
derrotar la revolución Palestina, como demostraremos en este
artículo.
Pero fundamentalmente, con esa declaración, la dirección
del PTS ha abandonado, esta vez abierta y explícitamente, las
banderas del trotskismo -banderas sin mácula que venía
utilizando para tapar sus revisiones y sus capitulaciones-, renunciando
abiertamente a la lucha por la IV Internacional, para llamar a construir
una "internacional obrera y revolucionaria" cualquiera cuyo
nuevo sujeto es el "movimiento anticapitalista" para que
avance en el "internacionalismo incipiente que ha iniciado este
movimiento con sus luchas..."
La dirección del PTS y la LRCI llaman a "derrotar la
guerra imperialista" en general,
y no a los regímenes y gobiernos imperialistas que masacran
al pueblo afgano,
como el de Tony Blair y la Corona británica, y el de los petroleros
de Bush
La
consigna central de la declaración conjunta de la dirección
del PTS y la LRCI, repetida una y otra vez, es "Derrotar la guerra
imperialista" en general. Pero no dicen una palabra ni llaman
a la clase obrera inglesa, norteamericana, francesa, etc., a enfrentar
y derrotar a los regímenes y gobiernos imperialistas que son
-no en general, sino concreta y materialmente- las instituciones que
han lanzado la guerra y que, armados con una enorme maquinaria de
masacre, están destruyendo a bombazos la nación afgana
oprimida. No llaman al proletariado de las potencias europeas ni al
norteamericano a enfrentar y derrotar al gobierno de Tony Blair y
a la putrefacta monarquía británica que comanda a los
asesinos mercenarios de la SAS (fuerzas especiales) y a la Royal Navy
que masacran en Medio Oriente; ni al gobierno de Bush y al régimen
de la "democracia" imperialista yanqui que ha impuesto un
giro reaccionario y bonapartista y le ha declarado una guerra de despidos
y flexibilización a su propia clase obrera; ni a la V República
francesa y al régimen imperialista alemán que sostienen
y apoyan a los gobiernos de las burguesías nacionales explotadoras
y opresoras en Medio Oriente, etc.
Así, la consigna de "derrotar la guerra imperialista"
en general es sencillamente llamar a una lucha de presión sobre
esos regímenes y gobiernos imperialistas masacradores. El PTS
y la LRCI no hacen más que seguir tras los pasos de las direcciones
burguesas, reformistas y pequeñoburguesas del movimiento "globalifóbico"
del cual son tan admiradores, que quieren hacerles creer a los obreros
y jóvenes europeos y norteamericanos que con marchas de presión
para imponer impuestos al capital financiero como la llamada "Tasa
Tobin", para rogarles a los carniceros imperialistas que se dignen
a anular la deuda externa del "Tercer Mundo", sin enfrentar
y derrotar a sus propias burguesías imperialistas y a sus gobiernos
y regímenes, se pueden solucionar las contradicciones brutales
existentes entre los países opresores y oprimidos, es decir,
se puede anular... la esencia del imperialismo.
Con una política completamente pacifista, el PTS y la LRCI
terminan a los pies de los carniceros imperialistas franceses y alemanes
que se visten de "democráticos" y "humanitarios"
Así,
su política de llamar a "derrotar la guerra imperialista"
en general no es más que una política totalmente pacifista:
llaman a construir "un frente único lo más grande
posible contra la agresión imperialista, uniendo a los sindicatos,
los activistas anticapitalistas, la juventud, los campesinos pobres,
socialistas, comunistas, anarquistas, iniciativas de movimientos de
mujeres y pueblos oprimidos en todo el mundo para derrotar la guerra
imperialista", para que en "las calles de las ciudades de
Estados Unidos, América del Sur, Medio Oriente, Asia, Australia
y Africa debe resonar el grito: ¡No a la guerra imperialista!"
dicen en su escandalosa declaración.
A confesión de parte, relevo de pruebas: están en contra
de decirles a los trabajadores ingleses y argentinos, cuando hace
días que llueven bombas en Afganistán, que ¡Muerte
a los carniceros imperialistas! es el grito que debe resonar en Afganistán,
en Palestina, en Pakistán y en todo Medio Oriente; ¡Muerte
a los carniceros imperialistas! es el grito que debe resonar en los
países semicoloniales; ¡El principal enemigo está
en casa! ¡Muerte a los carniceros imperialistas! es el grito
que debe resonar en los países imperialistas.
Se ponen así a los pies de los carniceros imperialistas franceses
y alemanes que hoy, en sus disputas comerciales y políticas
con sus competidores angloyanquis, se disfrazan de "pacifistas"
y "humanitarios", impulsando marchas "por la paz y
contra el terrorismo", como hicieron en París los Verdes
y el PC francés que forman parte del gobierno socialimperialista
de Jospin junto al socialpatriota Alain Krivine, renegado del trotskismo.
El PTS, junto a sus socios de la LRCI, termina siendo el último
eslabón del gobierno del carnicero Blair y de la Corona británica
y su Royal Navy
A
esta altura, queda claro que no es para nada el eje central del programa
de la dirección del PTS y sus socios de la LRCI la lucha por
la derrota del imperialismo en la guerra y por el triunfo militar
del Afganistán agredido. Se niegan a decirles a los obreros
ingleses que el enemigo está en casa, que deben luchar por
la derrota de su propia burguesía imperialista, que deben paralizar
la maquinaria de guerra con la huelga, el boicot y los piquetes, que
hay que conformar brigadas obreras internacionalistas para ir a combatir
del lado de Afganistán -como muchos obreros ingleses lo hicieron
durante la revolución española en la década del
'30-, que deben enfrentar directamente y abrir el camino del derrocamiento
revolucionario del gobierno de Blair y al régimen imperialista
putrefacto y carnicero de la monarquía. Se niegan a decirlo,
precisamente porque, con su política pacifista, están
en contra de que sean derrotados militarmente los carniceros imperialistas
yanquis y sus socios británicos Blair y la Royal Navy.
Esto queda claro cuando llaman a un "frente único lo más
grande posible" para exigirles ...a "los representantes
parlamentarios de los partidos socialdemócratas, laboristas,
socialistas y comunistas (que) rompan con los Blairs, los Jospin y
los Schroeders y voten contra todo apoyo político, militar
y financiero para la guerra de Estados Unidos". ¡Esto es
una ruptura total con el programa de la IV Internacional! ¡Son
verdaderos renegados del trotskismo! Cuando el carnicero Blair es
quien, junto con Bush, comanda la masacre y la guerra de coloniaje,
la política del PTS y sus socios de la LRCI en vez de llamar
a la clase obrera a luchar por la derrota de su propia burguesía
imperialista en la guerra y preparar el derrocamiento revolucionario
del gobierno de Blair y de la monarquía, es hacer movilizaciones
pacifistas de "frente único" para presionar y rogarles
a los diputados del mismo Blair que voten contra su propia guerra.
En vez de llamar a la clase obrera francesa a romper los pactos sociales
que le imponen la aristocracia obrera y la burocracia sindical socialdemócrata
y stalinista, y a preparar el derrocamiento de Jospin, Chirac y el
régimen imperial sanguinario de la V República, les
ruegan a los diputados del socialimperialista Jospin que hoy administra
los intereses de la burguesía imperialista francesa, que voten
contra el apoyo de la OTAN a esa guerra.
La declaración de la dirección del PTS y de la LRCI
no pasa la prueba de las 21 condiciones de admisión de la III
Internacional de Lenin y Trotsky
La
posición de la dirección del PTS y sus socios de la
LRCI frente a la guerra de saqueo y coloniaje lanzada por el imperialismo
angloyanqui, rompe así completamente con el programa de la
III Internacional revolucionaria, y no pasa la prueba de las 21 condiciones
de admisión a la misma, impuestas precisamente contra los socialdemócratas
que querían camuflarse bajo sus banderas revolucionarias.
No pasa la prueba de dichas condiciones que dicen que "6) Todo
partido deseoso de pertenecer a la Tercera Internacional tiene el
deber de denunciar tanto al social-patriotismo, como al social-pacifismo
hipócrita y falso. Es imprescindible demostrar sistemáticamente
a los trabajadores que, sin la destrucción revolucionaria del
capitalismo, ningún tribunal arbitral internacional, ningún
debate sobre la reducción de armamentos, ninguna organización
"democrática" de la Liga de las Naciones podrá
salvar a la humanidad de las guerras imperialistas.(...)
8)
En cuanto a la cuestión de las colonias y nacionalidades oprimidas,
los partidos de los países cuyas burguesías poseen colonias
y oprimen nacionalidades, deben tener una línea de conducta
particularmente clara y neta. Todo partido perteneciente a la Tercera
Internacional tiene el deber de denunciar implacablemente las proezas
de "sus" imperialistas en las colonias; de sostener, no
sólo en palabras sino en los hechos, todo movimiento de emancipación
colonial que exija la expulsión de todos los imperialistas
metropolitanos de las colonias; de alimentar en el corazón
de los trabajadores de su país sentimientos fraternales hacia
la población trabajadora de las colonias y de las nacionalidades
oprimidas, y de mantener entre las tropas metropolitanas una agitación
continua contra toda opresión de los pueblos coloniales."
La
declaración conjunta del PTS y la LCRI, por el contrario, se
calla la boca y no denuncia el socialpatriotismo de la dirección
de la AFL-CIO norteamericana y de los sindicatos ingleses, y con su
posición de "derrotemos la guerra imperialista" en
general termina en el "social-pacifismo hipócrita y falso".
No tiene para nada "una línea de conducta particularmente
clara y neta" frente a esta "proeza" que es la brutal
guerra de masacre lanzada por el imperialismo yanqui y por el británico
-que para la LRCI, señores del PTS, es "su burguesía"-
porque reniegan de plantear que la tarea central del proletariado
de los países imperialistas es enfrentar a su propia burguesía
imperialista explotadora y saqueadora de los pueblos coloniales y
semicoloniales, y sobre todo, cuando ésta se lanza a una guerra
de agresión contra una nación oprimida. ¡Esta
es la única posibilidad de que la clase obrera de las metrópolis
se gane la confianza de los trabajadores y los explotados de las semicolonias
y de que éstos no incluyan a esa clase obrera en su justo odio
antiimperialista después de décadas y décadas
se saqueo, explotación y masacres!
Reniegan y rompen con la posición de principio planteada por
primera vez por Lenin ante la primer guerra mundial: cuando una potencia
imperialista va a la guerra -sea ésta contra otra potencia
imperialista, o sea una guerra de agresión contra un país
semicolonial- la tarea del proletariado de ese país es el derrotismo
revolucionario, es decir, "dar vuelta el fusil contra tu propia
burguesía imperialista", transformar la guerra interimperialista
o de coloniaje en guerra civil al interior de la metrópolis,
en el inicio de la revolución proletaria. ¿Dónde
está, señores dirigentes de la LRCI y del PTS, en el
centro de vuestro programa, el llamamiento a los soldados de la Royal
Navy a dar vuelta el fusil contra su casta de oficiales, a destituirlos
y fusilarlos, a negarse a masacrar al pueblo afgano, a organizarse
en comités de soldados y junto a la clase obrera para garantizar
la paralización de la maquinaria de guerra imperialista con
la huelga, el boicot, los piquetes, es decir, para "sostener,
no sólo en palabras sino en los hechos, todo movimiento de
emancipación colonial que exija la expulsión de todos
los imperialistas metropolitanos de las colonias" y luchar por
la derrota de su propia burguesía imperialista?
No está en ningún lado, porque de lo que se trata para
la dirección del PTS y la LRCI es de "grandes movilizaciones"
pacíficas, de "miles en las calles" en "frente
único", para presionar a los señores parlamentarios
de Blair, Jospin y Schroeder que tengan a bien votar contra su propia
guerra.
La dirección del PTS es último eslabón de una
cadena de capitulaciones: se pone a los pies de la LRCI que a su vez
se arrodilla ante la aristocracia obrera y la burocracia sindical
inglesa, que a su vez sostienen a Blair que sirve a la Corona que
masacra en Afganistán
La
dirección del PTS, poniéndose a los pies de la LRCI,
termina a los pies de la aristocracia obrera inglesa, base social
del Partido Laborista de Blair y de la burocracia sindical canalla
de la TUC, que se ha encolumnado y apoya a su burguesía imperialista
en la guerra. Tanto es así, que en su declaración ni
siquiera se menciona -ni menos que menos se denuncia- a la dirección
de la TUC inglesa, que mandó parar toda campaña y plan
de lucha para apoyar al carnicero Blair mientras la burguesía
inglesa ha empezado una oleada de despidos masivos; ni a la AFL-CIO
que ha publicado una solicitada a toda página en los principales
diarios de Estados Unidos apoyando la carnicería imperialista
encabezada por Bush. Toda alusión a las direcciones traidoras
-que son las que impiden hoy la unidad de la clase obrera mundial
para derrotar al imperialismo en la guerra y para que triunfe el Afganistán
oprimido- se reduce a un "Hay que romper con la política
pro-guerra de los dirigentes socialdemócratas, "comunistas"
oficiales y sindicales" -sin nombre ni apellido- es decir, un
llamado a la paz contra la política "pro-guerra"
que no moleste los delicados oídos de la aristocracia obrera
que ya cuenta cuántas migajas de las superganancias que los
monopolios británicos consigan como resultado de la guerra
irán a engordar sus propios bolsillos.
El PTS y la LRCI miran con desprecio y altanería -al igual
que lo hace la aristocracia obrera archirreaccionaria- a los millones
de obreros inmigrantes de los pueblos árabes y musulmanes que
trabajan como esclavos y viven como parias en Gran Bretaña
-y en las demás potencias europeas-, como los obreros textiles
paquistaníes que en Oldham se levantaron enfrentando a la policía
y a las bandas fascistas. Con tanto desprecio, que ante la campaña
de persecución, ataques y pogromos que están sufriendo
estos trabajadores inmigrantes por parte de las burguesías
imperialistas yanqui, inglesa, francesa, etc., sus estados, policías
y servicios de inteligencia, de bandas fascistas y de la aristocracia
obrera blanca, todo su programa se reduce a que "El movimiento
obrero y el movimiento antiguerra debe encabezar la lucha contra el
racismo y por la defensa de los árabes y musulmanes. Impulsaremos
una campaña masiva contra el racismo y por la autodefensa organizada
de las comunidades árabe y musulmana".
Es decir, plantean una campaña "contra el racismo"
democrática y no de clase, como si el racismo fuera un problema
sólo de "intolerancia" en general, y no una política
de clase, es decir, un arma de la burguesía y sus lacayos de
las direcciones traidoras y la aristocracia obrera contra los sectores
más explotados del proletariado y para dividir las filas obreras,
y que lejos de ser etéreo como las ideas, toma la forma de
los palos, las cachiporras y las pistolas de la policía y las
bandas fascistas armadas que atacan hoy no sólo a los árabes
y musulmanes sino también a negros, latinos, asiáticos
para luego atacar a la clase obrera blanca cuando ésta salga
a enfrentar a su propia burguesía imperialista. ¡Y esto
no se combate con "campañas masivas contra el racismo",
señores pacifistas, sino con milicias armadas de la clase obrera
organizadas en los lugares de trabajo y que únicamente pueden
surgir a partir de una lucha política y física contra
los traidores socialimperialistas en el seno de la clase obrera, ante
los que hoy ustedes se arrodillan!
Así, la dirección del PTS y la LRCI liquidan el carácter
de clase nada más ni nada menos que... del fascismo, que no
es más que el régimen que impone el capital financiero
imperialista organizando a sectores de las clases medias en bandas
armadas, como fuerza de choque para aplastar a la clase obrera y sus
organizaciones, del cual los ataques y pogromos racistas -ya sea antiárabe,
antiimigrante, antinegro, etc.-, es sólo una de las formas
que adquiere. Al tomarlo como una cuestión "democrática",
liquidan a la vez el carácter de clase -burgués- del
fascismo (y por ende del racismo), y el carácter de clase -proletario-
de los inmigrantes, a los que no consideran parte de la clase obrera,
sino de "comunidades" en general.
Nuevamente, a confesión de parte, relevo de pruebas: a la ofensiva
guerrerista del imperialismo angloyanqui, frente al giro bonapartista
reaccionario de la "unidad nacional" al interior de los
Estados Unidos con el que esa burguesía ha lanzado un feroz
ataque a su propia clase obrera, frente a la ofensiva de Tony Blair
y de la Corona británica que mandan a la policía y a
las bandas fascistas a reventar a palos a los obreros textiles inmigrantes
paquistaníes como en Oldham -porque necesita despedir a miles
en esa rama de la industria frente a la recesión, la dirección
del PTS dice que la alternativa es... "democracia o fascismo".
¡Sáquense la careta, son renegados del trotskismo, son
verdaderos socialdemócratas!
Y si a la dirección del PTS esta declaración le sirve
para cubrir su capitulación en Argentina, con ella ayudan también
a sus amigos de la LRCI a encubrir que están en la trinchera
de enfrente no sólo de la nación afgana y las masas
de Medio Oriente, sino también de los obreros textiles paquistaníes
de Oldham y de los millones de trabajadores inmigrantes de los pueblos
árabes y musulmanes que viven como esclavos en la aristocrática
Gran Bretaña. Negocio redondo.
Socialdemócratas finos y delicados de las capas altas del
proletariado, para los que el legítimo odio antiimperialista
de las masas de Medio Oriente es.... "antinorteamericanismo vulgar"
Siguiendo
con su postración a los pies de la aristocracia obrera de los
países imperialistas y sus organizaciones políticas
y sindicales, su declaración continúa diciendo: "Los
comunistas revolucionarios debemos rechazar el antinorteamericanismo
vulgar - que confunde a la clase obrera norteamericana con la clase
dominante norteamericana y su política imperialista. Este antinorteamericanismo
es reaccionario porque confunde el odio justificado al imperialismo
norteamericano con el chovinismo contra todos los norteamericanos".
Es decir, cuando los carniceros angloyanquis revientan Afganistán
a bombazos limpios y cinco millones de trabajadores y campesinos de
esa nación huyen desesperados, mientras los que ni siquiera
pueden huir mueren bajo el ataque militar, o de hambre o de frío;
cuando centenares de miles, millones de obreros y campesinos esclavos
coloniales y semicoloniales se levantan y se movilizan en Pakistán,
Palestina, Indonesia, Irán, Irak, Argelia, y en todo el mundo
árabe y musulmán, al grito de "Muerte a los imperialistas
yanquis", en apoyo de sus hermanos afganos; los "señores
dirigentes" del PTS, con aire de catedráticos de la universidad
burguesa, levantan su dedo acusador y los aleccionan diciéndoles
que ese legítimo odio, ese magnífico sentimiento antiimperialista
es... "reaccionario", porque es "antinorteamericanismo
vulgar"!
¡Hay que ser verdaderamente una combinación perfecta
de sirviente de la aristocracia obrera de los países imperialistas
con izquierdista gorila del puerto de Buenos Aires, como lo es la
dirección del PTS, para levantar una posición tan, pero
tan reaccionaria! ¿Pretenden ustedes acaso que el pueblo afgano
y todos los trabajadores y campesinos de Medio Oriente esperen pacientemente
que ustedes convenzan con sus "campañas masivas contra
el racismo" a la clase obrera norteamericana e inglesa de que
debe luchar contra el imperialismo, para salir a enfrentarlo?
Ustedes están en la vereda opuesta de las resoluciones revolucionarias
de la III Internacional, que hablaba de la "desconfianza legítima"
de los trabajadores de los países oprimidos hacia el proletariado
de los países opresores; y de que éste último
-lejos de quejarse del "antinorteamericanismo vulgar" de
las masas oprimidas- debía hacerles concesiones enormes, antes,
durante y también después de la toma del poder en los
países centrales, para ganarse su confianza. ¡¿Pueden
entenderlo, señores amigos de la aristocracia obrera que come
de las migajas que les tira su burguesía imperialista: "desconfianza
legítima", "desconfianza legítima", "DESCONFIANZA
LEGÍTIMA"!!! Así decía:
"La
opresión secular de las pequeñas naciones y de las colonias
por parte de las potencias imperialistas ha hecho nacer entre las
masas trabajadoras de los países oprimidos, no sólo
un sentimiento de rencor general hacia las naciones que oprimen, sino
también un sentimiento de desconfianza frente al proletariado
de los países opresores. La infame traición de los dirigentes
oficiales de la mayoría socialista en 1914-1919, en tanto que
el socialismo chovinista calificaba de "defensa nacional"
la defensa de los "derechos" de "su burguesía"
a reducir a la servidumbre a las colonias y a los países financieramente
dependientes, no hizo más que acrecentar esa desconfianza
completamente legítima. Estos prejuicios no desaparecerán
más que después de la desaparición del capitalismo
y del imperialismo en los países avanzados, y luego de la transformación
radical de la vida económica de los países atrasados;
su extinción no será sino muy lenta, por lo que es
un deber del proletariado consciente de todos los países mostrarse
particularmente circunspecto hacia las supervivencias del sentimiento
nacional de los países oprimidos desde hace largo tiempo, e
incluso de consentir a ciertas concesiones útiles con el objetivo
de acelerar la desaparición de esos prejuicios y esa desconfianza".
(Tesis sobre las cuestiones nacional y colonial, 2° Congreso de
la III Internacional).
¡¿Pueden
entenderlo, señores amigos de la aristocracia obrera, que deben
"mostrarse particularmente circunspectos", es decir,
que deben ser en extremo cuidadosos, que incluso deben hacer concesiones
a los obreros y las masas explotadas de los países oprimidos,
porque, repetimos, su desconfianza es completamente legítima?!
Por eso, para los partidos comunistas de la III Internacional de Lenin
y Trotsky era un deber cotidiano de primer orden defender los intereses
de los trabajadores y los campesinos de las colonias y de las semicolonias
enfrentando a su propia burguesía imperialista.
La posición de "antinorteamericanismo vulgar" es
ya una ruptura total completa con el programa de la III y de la IV
Internacionales, señores dirigentes del PTS. Y les guste o
no, a los renegados se les dice renegados. ¿Por qué
en vez de quejarse del sentimiento antiimperialista de las masas de
Medio Oriente -más allá de la forma en que éste
se exprese- no se quejan aunque sea un poco, no denuncian, no dicen
una palabra de que son la aristocracia obrera y la burocracia sindical
socialpatriotas, los socialdemócratas y stalinistas los responsables
de que la clase obrera de las potencias imperialistas tenga tan poco
"antinorteamericanismo vulgar", es decir, que no combata
a su propia burguesía imperialista?
No lo hacen porque se han puesto a los pies de sus socios de la LRCI
que a su vez se arrodillan ante la aristocracia obrera, la burocracia
sindical y los socialimperilaistas laboristas, socialdemócratas
y stalinistas de las potencias imperialistas. ¡Son el último
eslabón de una cadena de capitulaciones que termina sosteniendo
a los regímenes y gobiernos carniceros como el de Blair y la
Corona inglesa!
Así, las discusiones sobre la existencia o no de la aristocracia
obrera que parecían tan abstractas, y por las que quienes hoy
conformamos el COTP (CI) fuéramos expulsados hace ya tres años
del PTS, hoy se saldan en la vida misma, en la realidad que da su
veredicto: señores dirigentes del PTS, son renegados conscientes
del programa de la III y de la IV Internacionales, son renegados del
trotskismo, son verdaderos... socialdemócratas.
Es un hecho que la burguesía imperialista yanqui e inglesa,
con la colaboración de sus agentes pagos de la aristocracia
obrera y de la dirección sindical canalla de la AFL-CIO y de
la TUC, han logrado subordinar a una amplia mayoría del movimiento
obrero y de masas norteamericano e inglés en su campaña
de conquistas como una salida para su propia crisis. La aristocracia
obrera y la burocracia sindical de la AFL-CIO y de la TUC, apoyan
conscientemente no sólo la ofensiva imperialista sobre Medio
Oriente y las Repúblicas del Cáucaso, sino también
la guerra declarada con despidos masivos, baja de salarios y flexibilización
contra la amplia mayoría del proletariado de esos países,
y también el ataque cada vez más brutal contra los sectores
más explotados de su propia clase obrera, particularmente los
inmigrantes, los árabes, los latinos y los negros. Es que el
"patriotismo" de la clase obrera norteamericana e inglesa,
tiene bases materiales: es una ínfima minoría de la
clase obrera, esa aristocracia obrera a la que sus burguesías
imperialistas les ceden las migajas de la superexplotación
de las colonias y las semicolonias -justamente para tenerlos como
base social para sus empresas de conquista-, y que se ha apropiado
del control de todas las organizaciones obreras conquistadas por los
trabajadores con sangre y lucha de décadas. Por esa razón,
no hay forma de que la clase obrera norteamericana, inglesa, francesa,
etc., pueda romper con la subordinación a su propia burguesía
imperialista si no es echando a patadas de sus organizaciones a esa
aristocracia obrera y a los burócratas sindicales canallas,
cuestión que, por supuesto, la declaración firmada por
la dirección del PTS ni menciona.
La posición postrada de la LRCI ante la aristocracia obrera
es coherente: esta pequeña secta arrodillada ante el Partido
Laborista hace tiempo que rompió abiertamente con el marxismo
y con la teoría leninista sobre el imperialismo, afirmando
que la ganancia de los monopolios imperialistas viene únicamente
de la explotación de su propia clase obrera, y no que lo fundamental
es que éstos extraen superganancias de la superexplotación
de millones de esclavos coloniales y semicoloniales. Los "incoherentes"
venían siendo, hasta ahora, los señores dirigentes del
PTS que, mientras sostienen de hecho estas mismas posiciones, intentaban
ocultarlas bajo las limpias banderas del trotskismo y la IV Internacional.
Esta posición es un verdadero escándalo: ¡es exactamente
la misma del renegado Kautsky! ¡Señores dirigentes del
PTS: son ustedes verdaderos renegados del trotskismo, verdaderos Kautskys!
Para justificar su posición
archirreaccionaria sobre
el "antinorteamericanismo vulgar"
el PTS y la LRCI falsifican la historia de la lucha contra la guerra
de Vietnam
"Es
de gran importancia ayudar a la clase obrera norteamericana a romper
con sus gobernantes y ganarla para la lucha contra el imperialismo
y el capitalismo global" nos dice el PTS en la Declaración
Conjunta, y nos habla del "movimiento contra la guerra de Vietnam
que, junto con la encarnizada resistencia de las masas vietnamitas,
hizo insostenible la campaña militar norteamericana y provocó
la primer derrota militar del imperialismo yanky a manos de una nación
oprimida". Pero esconden bajo la alfombra que el movimiento antiguerra,
pacifista, que constituyó un factor decisivo para provocarle
al imperialismo yanqui la primer derrota militar de su historia, se
hizo de masas -saliendo del ámbito restringido del movimiento
juvenil anti-sociedad de consumo (los hippies), de las cátedras
universitarias de los pacifistas burgueses y los festivales en los
campus universitarios- , cuando lo tomó en sus manos la
clase obrera a partir de que miles de cadáveres de sus hijos
empezaron a llegar del frente en bolsas de plástico. ¡El
factor decisivo para provocarle esa derrota militar al imperialismo
yanqui, señores dirigentes del PTS, fue la irrupción
de la clase obrera que abrió la perspectiva del inicio de la
revolución proletaria en los Estados Unidos, y no marchas pacifistas
para "derrotar la guerra imperialista" en general y presionar
a los parlamentos de los carniceros imperialistas como Blair, Bush
y Jospin!
Pero ese factor decisivo no hubiera existido sin la heroica lucha
y resistencia de la clase obrera y las masas vietnamitas armadas,
que pese a su total inferioridad militar y sobre todo, pese a la dirección
traidora de la burocracia contrarrevolucionaria stalinista del Kremlin
que tenía al frente, no se pararon a escuchar disquisiciones
sobre el "antinorteamericanismo vulgar" y se dedicaron a
enviar de vuelta a los Estados Unidos en bolsas de plástico
a cuanto soldado yanqui se les pusiera enfrente, que fue lo que comenzó
a romper la "unidad nacional" de la clase obrera norteamericana
con su propia burguesía, es decir, lo que verdaderamente ayudó
"a la clase obrera norteamericana a romper con sus gobernantes
y ganarla para la lucha contra el imperialismo".
Frente a la revolución palestina, el PTS y la LRCI levantan
el "derecho de autodeterminación del pueblo palestino"...
igual que esa cueva de bandidos imperialistas que es la ONU
Pero
donde sin duda la escandalosa postración del PTS y sus socios
de la LRCI ante la aristocracia obrera y los regímenes de los
países imperialistas llega a su punto culminante, es en su
posición frente a la grandiosa revolución palestina.
En el momento en que el enfrentamiento entre revolución y contrarrevolución
se ha hecho directo en Palestina, terminan a los pies nada menos que
de Arafat, la ONU, y hasta del mismísimo Bush, levantando "el
derecho de autodeterminación nacional del pueblo palestino".
Esa gran revolución que se inició en el 2000 echando
al ejército israelí del Líbano, siguió
con un levantamiento espontáneo, con la huelga general, se
ha transformado en guerra civil abierta y está llegando a su
punto culminante: el enfrentamiento es directo, casa por casa, colina
por colina, barrio por barrio, entre el ejército sionista genocida
que arrasa las ciudades palestinas con sus tanques y cañoneos
y las bandas fascistas de Sharon, por un lado; y las heroicas milicias
obreras y campesinas. ¡Y cuando la IV Internacional tendría
que estar llamando a la clase obrera mundial a organizar brigadas
obreras de voluntarios listos para ir a pelear a Palestina -y también
a Afganistán-, como lo hiciera en la década del '30
frente a la grandiosa Revolución Española, la dirección
canalla del PTS habla del "derecho a la autodeterminación"!
¡Sí, señores dirigentes, les decimos canallas,
con todas las letras, porque levantan conscientemente la misma política
que la cueva de bandidos imperialistas de la ONU!
La clase obrera y el pueblo palestino ya han demostrado durante más
de cincuenta años de heroica lucha que es lo que quieren: no
quieren su "derecho a la autodeterminación, ¡quieren
Palestina, quieren echar al usurpador sionista, agente del imperialismo!
Israel no es una "nación opresora" que oprime a la
nación palestina: es un estado enclave del imperialismo, creado
por él sobre la base de la expulsión del pueblo palestino
de su tierra, de la ocupación y de la masacre, armado hasta
los dientes por el imperialismo, sostenido financieramente por él,
es su gendarme, es su portaaviones en la región.
Plantear entonces el "derecho de autodeterminación del
pueblo palestino", significa reconocer la existencia de una supuesta
"nación judía opresora", es decir, el derecho
a la existencia del Estado sionista-fascista de Israel, y aceptar
el plan imperialista de "dos estados" es decir, de los acuerdos
contrarrevolucionarios de Oslo. Significa avalar la política
contrarrevolucionaria de la ONU, Arafat y hoy de Bush de consagrar
definitivamente la ocupación de Palestina por el estado de
Israel, y la condena a la clase obrera y el pueblo palestino a sobrevivir
en pequeños campos de concentración en Gaza y Cisjordania
separados entre sí y rodeados de tropas sionistas y cascos
azules de la ONU, controlados internamente por el cipayo Arafat y
la burguesía palestina, divididos de la mayoría de su
población que vive en el exilio en campamentos de refugiados
en Jordania y El Líbano. ¡Eso y no otra cosa es a lo
que los cínicos carniceros imperialistas de la ONU, Bush y
Arafat llaman "estado palestino"; eso y no otra cosa significa
el "derecho a la autodeterminación"!
Es decir, señores dirigentes del PTS, que imponer la política
de "autodeterminación" que ustedes tan alegremente
pregonan, sólo puede ser el producto de la derrota de la revolución
palestina que, a poco más de un año de haber comenzado,
se encuentra ahora en su punto más álgido, porque la
guerra, partera de revoluciones, ha puesto en pie a los trabajadores
y las masas de todo Medio Oriente. Es decir, la "autodeterminación"
sólo puede ser el producto del triunfo de los carniceros imperialistas
en la guerra y de la derrota militar de Afganistán, o sea,
de una derrota brutal de las masas oprimidas de toda la región.
Por ello, no plantear la necesidad de que los trabajadores y el pueblo
palestino preparen y organicen, con sus milicias obreras y campesinas,
la insurrección para destruir el estado sionista-fascista de
Israel y a la Autoridad Nacional Palestina y su policía, para
instaurar un Estado Palestino laico democrático y no racista,
bajo un gobierno revolucionario obrero y campesino de las masas palestinas
insurrectas, en el camino de conquistar una Federación de Repúblicas
Obrero-campesinas de Medio Oriente; y por el contrario, levantar el
"derecho a la autodeterminación del pueblo palestino"
como lo hace la dirección del PTS, es una ruptura total y completa
con el programa de la III Internacional revolucionaria y de la IV
Internacional. Tratar de adornar esa ruptura flagrante con consignas
"rojas" como "Viva la intifada" y "Palestina
obrera y socialista" tratando de darle un barniz de izquierda
a su programa pacifista en medio de la guerra y a su capitulación
ante la ONU y el estado de Israel, es nada más que "socialismo
a la violeta", es decir, una política socialdemócrata.
La dirección del PTS reniega del Programa de Transición
y de la lucha por el poder
"Paz"
es la esencia de la Declaración conjunta frente a la guerra
de rapiña y agresión imperialista contra la nación
afgana oprimida y las masas explotadas de Medio Oriente. La dirección
del PTS -tras sus socios de la LRCI- termina así de demostrar
abiertamente su ruptura y abandono del Programa de Transición,
puesto que su programa pacifista de "derrotar la guerra imperialista"
en general significa renunciar a la lucha por el poder, por la dictadura
del proletariado. Esto se demuestra porque no levantan un programa
para transformar la lucha por la derrota militar del imperialismo
y el triunfo de Afganistán en el inicio de la revolución
proletaria en Medio Oriente, en las propias metrópolis imperialistas
y en las ex-repúblicas soviéticas del Asia Central.
En esta última cuestión es donde se desnuda, sobre todo,
su renuncia a la lucha por la revolución y la toma del poder:
en su Declaración ni siquiera merecen una mención las
ex -repúblicas soviéticas como Uzbekistán, Kazajstán,
etc. -naciones que, para la dirección del PTS, hasta ahora
seguían siendo "estados obreros en descomposición"
en los que había que hacer una indefinida e híbrida
"revolución política y social"- y que quedan
diluidas en una definición general del "Asia Central".
Hoy, que en Uzbekistán hay tropas imperialistas estacionadas
y el país les sirve de base en forma directa, que es claro
que los angloyanquis se han quedado con el petróleo y el gas
de esa región y quieren colonizarlos, ¿qué son
esos estados, señores dirigentes del PTS? ¿siguen siendo
"estados obreros en descomposición"? ¿Qué
revolución hay que hacer en ellos? Nada. Silencio de radio:
negándose a luchar por la restauración de la dictadura
del proletariado bajo formas revolucionarias en esas ex -repúblicas
soviéticas -así como en Rusia, China y todos los ex
- estados obreros en liquidación-, terminan de demostrar que
han renegado de la lucha por la dictadura del proletariado, y que
la "revolución y el socialismo" son sólo para
los días de fiesta, y no para los momentos decisivos de la
lucha de clases, de enfrentamiento directo de revolución y
contrarrevolución. Tanto es así que hasta en el lenguaje
que utilizan se expresa: para ellos, en su Declaración, el
movimiento antiguerra es progresivo; el pacifismo en los países
semicoloniales es reaccionario, el antinorteamericanismo es reaccionario,
el fundamentalismo islámico es completamente reaccionario,
el acercamiento entre Estados Unidos y Rusia es reaccionario. Revolución
y contrarrevolución han quedado... para los días
de fiesta. Les guste o no, señores dirigentes del PTS, son
renegados del trotskismo, son "socialistas a la violeta",
es decir, socialdemócratas.
La dirección del PTS reniega abiertamente de la lucha por la
IV Internacional
La
Declaración que firmó la dirección del PTS con
la LRCI, tiene un solo gran mérito: después de años
de utilizar las limpias banderas de la IV Internacional como tapadera
de sus capitulaciones y revisiones, la dirección del PTS las
abandona abierta y explícitamente: llama a luchar por una "internacional"
cualquiera, por "nuestra propia internacional obrera y revolucionaria"
a partir de "avanzar aún más en el internacionalismo
incipiente que ha iniciado este movimiento (el movimiento anticapitalista)
con sus luchas..."
El sujeto fundamental para la construcción de la nueva internacional
no es el proletariado, sino que son los jóvenes del movimiento
anticapitalista de los países centrales, al que llama a "a
tomar la pelea contra la campaña de guerra imperialista",
contra "el capital global" y la guerra imperialista"
organizando "protestas masivas en las embajadas y consulados
norteamericanos, en los centros financieros, en los colegios, en las
universidades y en las sedes de los gobiernos", y junto a ellos,
"todos los que luchan por terminar con la barbarie imperialista"
, para hacer un "movimiento juvenil internacional revolucionario".
¡A decir verdad, señores dirigentes del PTS, al lado
de esta "nueva internacional" completamente reformista que
ustedes proponen, la política centrista y capituladora de Nahuel
Moreno de hacer una "Internacional con los trotskistas en minoría",
parece de ultraizquierda!
Los señores dirigentes del PTS, muy sueltos de cuerpo, reniegan
abiertamente de la lucha por la IV Internacional. Como quien tira
ropa vieja, no les importa que las inmaculadas banderas del trotskismo
sean utilizadas por renegados y socialpatriotas como Krivine para
encubrir sus traiciones, y le dejan alegremente usurpar el nombre
de la IV Internacional. Esto es así, sencillamente, porque
la dirección del PTS es tan renegada como el renegado Krivine
y, como dice el viejo dicho, "entre bueyes no hay cornadas".
Señores dirigentes del PTS: saludamos vuestra decisión
de sacarse por fin la careta y de dejar de engañar a los honestos
jóvenes y obreros que buscan un camino a la revolución.
Los revolucionarios seguiremos la lucha por regenerar y refundar
la IV Internacional: ¡que los reformistas y los anticapitalistas,
es decir, los "socialistas a la violeta" hagan la suya propia,
y saquen sus manos capituladoras y revisionistas de las limpias banderas
del trotskismo!
Silvia
Novak

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