Boletín de Informaciones Obreras Internacionales
Publicación del COMITE ORGANIZADOR DEL TROTSKISMO PRINCIPISTA (Cuarta Internacional)

 

 

COTP (CI)
COMITE ORGANIZADOR DEL TROTSKISMO PRINCIPISTA
(Cuarta Internacional
)

 


Número 2
Parte I
Octubre 2001
Número 2
Parte I
Octubre 2001

 

Boletin de Informaciones Obreras Internacionales

Detrás de la "guerra del ántrax": una feroz guerra comercial
entre los laboratorios yanquis y alemanes

 

 

Guerra del ántrax", "pánico", grandes titulares y ansiedad generalizada entre la población norteamericana, que tratan de extender fuera de sus fronteras hablando de "pánico mundial".
Todavía el número de casos no ha superado la cantidad que se enferma por año en la Argentina de esa enfermedad, donde es endémica desde siempre (con una población 5,6 veces menor). Y no hablemos de otros países semicoloniales. Estadísticamente, si en EEUU hay 10 enfermos, de los cuales 2 han fallecido, sobre 250 millones de habitantes, tienen una incidencia de la enfermedad del 0,000004 %. Llamar a eso "epidemia", es un insulto.
Más allá de que se trate efectivamente de un ataque terrorista y no de una especie de venganza personal tipo Unabomber1, el imperialismo ha dejado correr la sensación de pánico en la población (rara actitud de un gobierno que está metido en una guerra, donde la moral del propio bando es esencial) y ya le ha sacado un buen dividendo a la supuesta "epidemia". Le ha servido, por ejemplo para soldar aún más la unidad nacional reaccionaria que le ha permitido reforzar su ataque a la clase obrera (que se ha tragado los cientos de miles de despidos sin chistar)2 y lograr una base social por ahora bastante unánime para emprender su ataque a Afganistán; aprovechó también para recortar de un golpe muchos de los derechos democráticos formales de la población, legalizando prácticas que hasta ahora hacía clandestinamente, por ser "mal vistas", tal como el espionaje telefónico y los allanamientos sin orden de juez, la apertura de correspondencia privada, los asesinos a sueldo, etc.
Pero la "epidemia de ántrax" en los EEUU también ha sido aprovechada por ese país imperialista para abrir otro frente en la guerra (hasta ahora sólo comercial, y crecientemente política) que -sin que tenga la publicidad de las otras, pero que también deja muertos y mutilados- vienen disputando entre sí las potencias imperialistas, especialmente los EE.UU y las principales potencias europeas (Francia y Alemania) en defensa de sus monopolios y sus áreas de influencia.
En el diario burgués argentino Clarín del 19/10/01, una nota nos informa de que "El ántrax reaviva la pelea por patentes farmacéuticas" entre los EEUU y... Alemania.
El medicamento específico para tratar el ántrax, además de ser muy solicitado para curar otras enfermedades infecciosas muy comunes como afecciones urinarias, sinusitis agudas, diarreas infecciosas y gonorrea, se llama CIPRO, y lo vende Bayer (laboratorio alemán) que tiene la patente de ese medicamento. En los EEUU el tratamiento por un mes para el ántrax sale $350. Pero en otros países donde Bayer no tiene el monopolio de la droga, como la India, ese mismo tratamiento mensual sale $10.- En la Argentina, por ejemplo, la caja de 10 comprimidos del Cipro sale $40,90, dice Clarín, contra unos $60 que cuesta en los EE.UU. "Pero en las farmacias locales pueden conseguirse otras ciproflaxinas (no elaboradas por Bayer) a $14,10 ó $15,98".
Esto ha llevado a que, aprovechando la emergencia del ántrax, el gobierno de los EEUU estudie la compra de "reservas de ciprofloxacinas en su versión genérica (sin marca) a otros laboratorios que no sean Bayer" para aumentar "la capacidad de aprovisionamiento del remedio y (reducir) "notablemente los costos" para los norteamericanos. Esto, al mismo tiempo que "el Departamento (Ministerio)de Comercio de los Estado Unidos está preparando un duro dictamen sobre lo que considera falta de respeto por parte de la Argentina de los derechos de patente de los laboratorios de su país" (para pedir el enjuiciamiento de la Argentina ante el tribunal de la Organización Mundial de Comercio). Es decir, para la producción de ciprofloxacina en EEUU no habrá que pagar derechos de patente, con lo cual Bayer perderá miles de millones de dólares de ganancias, mientras los EEUU siguen reventando las industrias de los países semicoloniales, sin ningún remordimiento. Porque las sanciones de la OMC contra los países como Argentina, Brasil, la India, etc., que no paguen patentes por fabricar remedios cuya fórmula hace rato es conocida y que ya dejó ganancias varias veces billonarias a los monopolios que la patentaron (que no necesariamente son sus descubridores), va a encarecer los ya terriblemente caros remedios para una población cada vez más pauperizada. Porque los monopolios sólo trabajan cuando hay ganancias gigantescas, aunque se trate de remedios imprescindibles para combatir las enfermedades más terribles y extendidas (como el caso del SIDA en Sudáfrica, donde varios laboratorios impidieron al gobierno sudafricano fabricar y distribuir las drogas básicas, a su precio de costo, que contra todas las paparruchas de "la competencia" y "los beneficios del libre comercio", era en algunos casos cien veces menor que el precio "de mercado"3.
No es la primera vez que la FDA yanqui (Food & Drug Administration, agencia estatal que se dedica al control y aprobación de medicinas y alimentos) apoya a sus monopolios farmacéuticos y bioquímicos contra la industria farmacéutica más grande y concentrada, que está en Alemania: Bayer, Novartis, Böhringer-Ingelheimer, Pfizer, etc., no solo a causa de remedios, sino de semillas híbridas, drogas, etc. Así como la Unión Europea traba la entrada a sus países de alimentos "transgénicos" (un gran adelanto que permite animales y vegetales más sanos y ricos en vitaminas, etc.) provenientes de EE.UU., y de países que aplican técnicas norteamericanas para producirlos, como Argentina.

La disputa por los mercados y las materias primas

La crisis económica mundial exacerba la guerra por los mercados y las rutas de las materias primas entre las distintas potencias imperialistas, que tienen necesariamente como botín fundamental incorporar definitivamente a los ex - estados obreros en liquidación a su división mundial del trabajo. No solo de trata de una lucha por dominar los recursos naturales para desarrollar la rama que actualmente produce una tasa de ganancia elevada, como es la extracción, conducción y refinación del petróleo y el gas; también la mira está puesta en las industrias química y farmacéutica.
El petróleo y el gas están íntimamente ligados, además, a estas ramas vitales, ya que son la materia prima de agroquímicos (fertilizantes, insecticidas y pesticidas, defoliantes y herbicidas, etc.), colorantes, conservadores, edulcorantes sintéticos, medicinas, explosivos, plásticos y resinas, materiales que son base de muchas otras industrias, incluyendo las de armamento y la alimentación. Desde los años 70, por otra parte, se vienen dando fusiones y adquisiciones que han entrelazado en fuertes corporaciones y monopolios a estas industrias, que son propietarios a la vez de laboratorios, plantas petroquímicas, semilleras, institutos de investigación biogenética, grandes plantaciones, etc.
Pero no solamente el petróleo. Otra fuente de ganancias billonarias son las drogas (legales e ilegales), especialmente los analgésicos y sicotrópicos. Esto -y no ninguna cuestión "moral" o de salud pública- es lo que explica la enorme importancia que da el imperialismo yanqui, por ejemplo, a la "lucha contra el narcotráfico" en Latinoamérica, como el plan Colombia (además de su preparación para aplastar cualquier ascenso de masas) y la lucha contra los "narcos" (que no son otra cosa que parte de la burguesía nacional de los países semicoloniales), etc., que tiene por finalidad controlar la producción y distribución de la cocaína, droga que es, además, la base de poderosos y efectivos anestésicos.
El ataque a la milicia Talibán (también nada más que una burguesía nacional, con base en el campesinado atrasado), con la excusa de que ha sido encubridora de Bin Laden, no es sólo porque el control de Afganistán permite dominar el acceso al petróleo del Mar Caspio, y el Asia Central4. Es también por el control de la ruta del opio, ya que Afganistán y muchos de los países del Sur de Asia tienen grandes plantaciones de amapola. El opio y sus derivados, morfina y heroína, son materias primas de drogas legales e ilegales cuyo rentabilísimo mercado es desde hace mucho tiempo fuente de disputas y guerras. El imperialismo no puede permitir que las burguesías nacionales de los países semicoloniales le disputen la propiedad de su mejor negocio, ni siquiera una tajada jugosa del mismo, y mucho menos que éstas entren en tratativas con los demás imperialismos para su producción y comercialización.

El caso de la biogenética

Esta guerra de mercados es la que explica además el ruido que se escucha últimamente en torno a los nuevos remedios genéticos, la clonación, etc. Si los monopolios farmacéuticos quisieran, ya sería posible, mediante los nuevos descubrimientos de la ciencia, la derrota del cáncer y las enfermedades hereditarias, etc. Pero todo el sector que ha invertido grandes sumas en tecnologías para desarrollar antibióticos, drogas oncológicas, etc., no está dispuesto a perder dinero por culpa de la genética. Por eso se esgrimen consideraciones éticas y religiosas, que sirven, aquí como en el caso del aborto, la penalización del consumo de drogas, etc., para disimular la sed de ganancias, aún a costa de la enfermedad y la muerte. Mientras, alguno de ellos en secreto y con el respaldo de su gobierno, seguramente estará desarrollando remedios genéticos de precio sideral para los millonarios, que comercializará en forma privada y discreta, para largarlos al mercado y reventar a sus rivales cuando se haya asegurado que la tasa de ganancia lo justifique.
En esta área, se llegó a hablar hasta del ¡patentamiento del genoma humano!, es decir del mapa de los genes propios de nuestra especie, que por fin debió salir a desmentir el gobierno de EE.UU., ante la protesta del resto de los imperialismos; que ya se veían con todos los futuros habitantes de la tierra teniendo que pedir un permiso "Made in USA" para nacer. No sea que por esa vía los EE.UU. les ganen de mano en recolonizar todo el planeta...

Una "ética" pacata que huele a dólares

También se miente cuando, desgarrándose las vestiduras, se agita el espectro de las armas bacteriológicas y químicas en manos del "terrorismo internacional", planteando la necesidad de "respetar la ética" (como si hubiera ética en bombardear campesinos indefensos, como en Afganistán, o antes en Vietnam (¿Se acordarán del NAPALM que quemaba las plantaciones de arroz y a los trabajadores, y del Factor naranja que dejó tantas secuelas de nacimientos de niños deformes o muertos?). Nadie tiene más stock y fórmulas de muerte masiva que los Ministerios de Guerra de las potencias imperialistas y sus monopolios proveedores. El imperialismo fue quien armó, por ejemplo, a Saddam Hussein, que usó gases tóxicos contra los kurdos, y es el imperialismo y las burguesías cipayas los que producen, comercian y utilizan gases tóxicos, como son los gases lacrimógenos y paralizantes, para reprimir a las masas. Y en cuanto a las drogas, fue la CIA la que introdujo las drogas en los ghetos negros para desarticular la protesta social de los '70-80 (como ellos mismos han reconocido), y es el imperialismo el que lucra principalmente con la fabricación y venta de drogas ilegales.

La guerra comercial entre las potencias imperialistas comienza a extenderse al terreno político

Con el trasfondo de la profundización de la crisis mundial, se exacerban también las guerras comerciales y financieras entre los imperialismos por el control de los mercados. Por el momento, el terreno de lucha es la OMC y las armas incluyen los aranceles y las amenazas de "dumping" (vender a más bajo que el costo oficial), las guerras de precios, los sabotajes y el espionaje industrial, así como las compras hostiles, los golpes de mercado y otras armas en manos de los bancos y los fondos de inversión. Pero la guerra está abandonando el terreno comercial y financiero para hacerse cada vez más política, transitando los métodos de la guerra por intermedio de terceros o directamente contra las burguesías nacionales díscolas para arrodillarlas y reventar a las masas. Pero, a través de estas sangrientas maniobras preparatorias se comienzan a posicionar en bloques las potencias, que si consiguen asestar al proletariado y las masas propias y de todo el mundo suficientes y terribles derrotas, se largarán a disputarse directamente los mercados y las fuentes de materias primas en el terreno de la guerra militar.
Solo la revolución proletaria mundial, poniendo los medios de producción al servicio de las necesidades humanas, podrá liberar la potencialidad de progreso de la ciencia y la técnica, evitando que las únicas fuerzas que se desarrollen sean las destructivas.

Eva Guerrero

NOTAS:

1 Unabomber fue el nombre dado por la policía yanqui a un asesino sicópata que decidió vengarse de la sociedad yanqui enviando cartas bomba a diferentes científicos y empresarios. En los EE.UU. abundan casos como éste.

2 La honrosa excepción que constituyó la masiva huelga de los empleados y obreros estatales de Minnesota, fue aislada, boicoteada y por fin quebrada por "antipatriótica" por la población de ese estado.

3 La incidencia del SIDA en Sudáfrica es del 50%, o sea que la mitad de la población está infectada (esto sí que más que una epidemia, es una "pandemia", o sea una "superepidemia"), y se calcula que 4 niños menores de 10 años, de cada 7, no va a llegar a adulto por culpa de la enfermedad. La desocupación y la subocupación rondan el 40% y los salarios del grueso de la población, en este país que es el primer productor de oro del mundo y abunda en metales preciosos, son misérrimos.

4 Las reservas del área, recientemente descubiertas, valen varios billones de dólares. La salida a los mercados más corta y menos costosa es construyendo un oleoducto hacia el sur, ya sea por Irán o por Afganistán y Pakistán hacia el Océano Indico, idea que acariciaban los franceses, que visitaban asiduamente esos gobiernos, a pesar de los embargos y boicots de la ONU, y que ahora le han "soplado" los norteamericanos. Además, junto a las repúblicas turcomanas de la ex - URSS (Uzbekistán, Turkmenistán, Tadjikistán, etc.) está la provincia china de Xen Jiang, uno de los campos gasíferos más grandes del mundo, también habitada por musulmanes separatistas, los uighures.

 

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