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| Buen perdedor (Resignación) By José Antonio Rueda Ahora sé que existes, Ves? no lo ignoro todo aunque es ya es evidente, me resisto a creer, pero te escribo hoy día para así de este modo concluir la disputa del amor de una mujer... Como soy caballero en toda la palabra si ella te ha escogido yo me alejo de aquí. una vez ella dijo que nunca me engañaba, me lo juro llorando y yo se lo creí.... Pero las cosas ahora resultan tan amargas, no sé si te ha mentido, o me ha mentido a mí, pero yo fui testigo de sus tan tristes lágrimas, me duele porque pienso, que a llorado por tí... No sé cómo arrancaste de mi alma su cariño que fue mi gran tesoro, no alcanzo a comprender tal vez ella fue debil por tanto que a sufrido ignoro en que momento la comencé a perder. Si, hoy esa mujer es tuya, pero también es mía. si, es más mía que tuya?, lo saben ella y Dios. sólo sé que te quiere como a mí me quería, aunque quizás mañana nos olvide a los dos. Yo aborrecí tu nombre y tuve que humillarme hoy que me abandona te dírijo mi voz yo no aprendí a estar solo, más debo resignarme me duele que te quiera, es grande mi dolor Ya ves, ahora es de noche, no hay momento incumplido; más tengo la certeza que nunca evitarás que ella, en tu propia cama, un día sueñe conmigo y tú, como lo ignoras, no la despertarás. ¡Qué importa lo que sueñe!. Déjala así, tranquila. yo seré sólo un sueño, ya no es cosa de tres. ya la tienes es tuya, yo saldré de su vida, aunque me eche de menos, tienes que comprender. Que el amor de nosotros fue un amor sin medida... aunque a veces recuerde, ya es cosa del ayer a tí te dio el capullo y a mí me dio la espina sientete orgulloso y goza de su querer... Quién más que yo sabe la forma de su entrega yo que probé insaciable el candor de su piel me lo entregó una tarde sin pedirlo siquiera y en esos menesteres ¡"Es toda una mujer"! A cambio de un humilde ramillete de flores, esa tarde bendita todo me lo entregó y yo fui muy dichoso gozando en sus amores, pero la vida es frágil y ahora me cambió... Si una vez abatida le flaquean sus rodillas y desborda en llanto y sin consolación; seguro que recuerda, que puse en sus mejillas las caricias mas limpias que nunca recibió... Mis besos siempre fueron sólo para ella, mi cuerpo y mis caricias a ella consagré; siempre le llegué casto sin caricias ajenas; siempre fue mi primera y única mujer... Ójala y no se acuerde de tanto que la quiero, al verse sin mis besos y sin mi protección... yo aunque extrañe sus ojos sus manos y su pelo, tengo que ser muy fuerte en mi resignación.. Quédate tú con ella. Yo seguiré el camino. ya es tarde, tengo prisa, me voy con mi dolor, me toco a mí la espada por el lado del filo al darte a ti las armas con las que me mató. Destrozé yo mi orgullo combatiendo contigo luchando en desventaja sin perder el honor y ya que me di cuenta de que te ha preferido, tengo que resignarme, soy un buen perdedor. Mi llanto será eterno, lo tengo por seguro, más mi boca será tumba, para su tranquilidad. con la amargura que deja, levantaré un gran muro, que encierre en mi tristeza, una gran soledad... Nádie sabrá los detalles de nuestros desvaríos, amor que alimentaba mis ganas de vivir... yo seré un caballero no diré sus desvíos, lo pasado en mi lecho conmigo va a morir... Si perdí fue mi culpa, fui excesivo en quererla; le entregué yo mi vida y toda mi ilusión; le confiné mi cariño y toda el alma entera; la puse en un altar para mi adoración... Te aconsejo por tanto no dejes de quererla; ella vive al día y se alimenta de amor... es una mujer como pocas, tiene el alma muy buena, yo conozco la grandeza, de su buen corazón... No porque me ha dejado dejo de admirarla, hoy perdí su cariño mas no la dejo de amar, es por tanto que la amo que no quiero ofenderla, me retiro muriendo mas te dejo pasar... Yo tuve mi pecado y el castigo merezco; no pude retenerla mas deseo, sea feliz, por haberla perdido pagaré un alto precio; doy mi vida a cambio, de verla sonreír... Nunca supo deveras cómo yo la adoraba... aprovecha mi suerte quierela cómo yo; quería reconquistarla y mas bien supe perderla, no sé cómo ni cuando me gané su rencor... Tratala con cariño ella así lo merece, escríbele poemas y hablale de amor... no sufras si es por otro, si una vez se entristece, no desconfíes de ella por ninguna razón... Esa sería la muerte del amor que te tiene, ella querrá ser dueña de tu juicio y razón , aunque a veces te mienta tú tienes que creerle, porque sus mentiras siempre son por amor... Yo conocí mil cosas de su vida pasada, unas que me dijo, otras que descubrí, más como en la vida, todo, todo se paga, ella mucho a sufrido, merece ser feliz... Yo fui mudo testigo de la cruz que cargaba, lo triste de su suerte me causaba dolor, y quise ser su dicha para que se olvidara, más no encontré la forma de mantener su amor... Ya te dejé el camino, ella escogío tu vera; no la dañes amigo como lo hice yo ayer, yo tenía su cariño, amor y alma entera y si perdí sus besos,...fue por mi estupidez.., Ella es fiel y es honesta como pocas mujeres, muy tarde me di cuenta de mi equivocación y mis celos malditos lograron apartarla y la arroje a tus brazos para mi perdición... Ahora que la pierdo es muy grande mi pena, la amargura me abate ya no hay más de que hablar, tengo cita importante con una mujer buena; Adiós!...Ya es tarde amigo, me tengo que marchar, es quién nunca me deja, la que siempre me espera, es sin duda la misma que inspiro mi poema y vivirá conmigo ...mi eterna soledad.... 5-16-03 8:29 pm |
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