Buenas tardes. Deben saber que soy la peor pesadilla de J. Danforth Quayle, un norteamericano de ideas mediocres. Creo que la democracia fue concebida para nutrir, alimentar y protejer a la diversidad, y que esa diversidad es la que ha hecho grande a este país. Además, soy homosexual y soy judío, lo que también me convierte en la pesadilla de otras personas. Por último, soy un radical. Estoy orgulloso de ser todo esto y de ser naturalmente gris: Alguien debería de hablar con Quayle y decirle que los rubios naturales no tienen mechones de cabello gris a los lados - será probablemente porque su peinador es heterosexual. He de agregar que también soy, motivo por el cual me atacó ayer, miembro de la Screenswriter's Guild. Su ataque incluso se extendió al glamour de Hollywood. Alguien debería decirle que, si no luciera de esa manera, estaría trabajando para su padre.

Y lo que es más peligroso para la gente como él: Puedo leer, escribir, pintar, esculpir y cantar, y no necesito de un sondeo en la opinión pública para que me digan como hacer cualquiera de estas cosas. Y aún más: actualmente veo Murphy Brown. Voy en busca de la felicidad y encamino mis esfuerzos hacia ella. Soy un hombre que está en pro de la familia, de los compromisos, del matrimonio, del divorcio y del dinero. Estoy a favor de la niñez, sean homosexuales o, Dios lo prohiba, heterosexuales. Y mi preocupación por la vida no termina con el momento del nacimiento. También estoy en favor de las mujeres, sean homosexuales o heterosexuales. Estoy a favor del hombre, homosexual y ... y bueno, aún sigo trabajando en ello. Progreso, no perfección.

Y estoy a favor de cualquier acción afirmativa de todo individuo o grupo que haya sufrido en el odioso banquete conocido como Instituciones Norteamericanas, el tan llamado "American establishment".

Soy un actor y eso significa que acepto casi todo como arte. Soy un escritor y eso significa que creo que el arte surge del espíritu humano. Y soy un activista que cree que Washington hace ver a Hollywood como templo de la verdad. Considero que si Estados Unidos tiene suficiente dinero para darle a cada miembro del congreso una partida de lacayos, entonces también tenemos suficiente dinero para proveer de cuidados médicos a todos. En los últimos doce años hemos probado que la comunidad heterosexual puede aprender y llegar a un acuerdo partiendo de sus hijos, hermanos y primos homosexuales: tal y como cuando ataca la enfermedad, no la persona con la enfermedad. Creo que el gobierno, mi gobierno, no tiene cabida en mi cuarto o en mi cuerpo. Creo que es tiempo de dejar de pretender que el alcohol y los cigarrillos no son peligrosos y tiempo para legalizar la marihuana, aunque yo no recomiendo su uso.

Considero que el desempleo es el último subsidio remanente del gobierno hacia las artes. Promuevo  políticas foráneas que me permitan, como norteamericano, caminar por cualquier calle de Panamá, Kuwait, Korea, Vietnam, Libia o Irak, sin pensar que los impuestos que he pagado han servido para asesinar a algunas de estas personas. Creo que un bosque es más importante que una compañía de leñadores, que la especie animal es más importante que un reporte anual. Y que el futuro no estará seguro con amigos como nosotros. La tierra no puede curarse asimisma y reponerse tan rápidamente como nosotros corremos sobre ella.

Lloro por los refugiados que son perseguidos por motivos políticos o económicos y huyen en buques de carga, o cruzando en balsas o juncos; discúlpenme, pero lloro menos por aquellos que huyen en jaguares y limousinas arrastrándose entre tratantes de braceros y cajas de dinero.

Creo que a igual salario, igual trabajo y condeno la reducción del salario mínimo. Aquellos que lo desean, creánme, nunca han tenido que trabajar para ello. Creen que a una familia estadounidense promedio le basta con alrededor de $80 por semana pagada y estas personas que reducen salarios, esperan que una persona de la familia promedio trabaje y la otra permanezca en casa.

Creo que la relación de la gente con el poder es su propia responsabilidad y no requiere de créditos fiscales. Como si fuera justo lo que Dios necesita: otro edificio. Mi experiencia me muestra que la gente que cita la biblia nunca la ha leído o al menos, no entienden la diferencia entre el concepto y el contexto. Tan solo una vez quisiera entrar en una casa cristiana que fuera kosher. La biblia es mucho más clara acerca de eso que en lo que respecta a la homosexualidad. Hablando de ello, veía a Pat Robertson quien daba una lectura sobre arte y decía que todo el arte moderno -parafraseo, pero con presición - es una maquinación comunista para desgastar las fuentes estadounidenses de mármol, lienzos y pintura.

Quisiera ver a Phyllis Schlafly forzada para quedarse en casa cuidando a los niños, haciendo galletas y escuchando sus propios discursos. Creo que la aniquilaríamos. Creo que Ron y Nancy Reagan deberían ser forzados a vivir bajo seguridad social, con todos sus niños, incluso el concebido fuera del matrimonio. Y mientras me encuentro en esa circunstancia, tan sólo una vez me gustaría escuchar a uno de esos pro-familia hablar contra el incesto en lugar de hablar contra los padres solteros o hablar del maltrato a los niños, más del 95% de los cuales son realizados heterosexualmente, en lugar de puntajes en exámenes escolares. O hablar de violencia doméstica en lugar de niveles de divorcios. Salven a la familia, dicen, ellos para quienes esto significa golpear a la esposa como a una hamburguesa para luego volver a los valores tradicionales. Y mientras me encuentro en el tema de valores tradicionales, hay uno de ellos que quiero recordarles, el que se refiere a tomar asaltantes de banco para ahorcarlos en plazas públicas. George y Barbara digan adios a Neil.

Compañeros republicanos, creo que alguien debiera decirle a Dan Quayle su primer nombre. Y después de ello, decirle que Murphy Brown es un personaje de ficción. Dan Quayle - este es el hombre que fue a América Latina diciendo, y cito de nuevo: "Si tan solo hubiera puesto más atención a mis clases de latín te podría contestar en tu lengua natal". Pero estoy seguro de que eso fue culpa de los medios.

Querida clase de 1992. He pasado apenas unas horas con ustedes, leyendo apenas unas cuantas notas de oficina, haciendo memoria de los sesentas y de mi propia niñez. Para ustedes realmente no soy más que un pedo en una ventisca. Pero ustedes son la esperanza de los Estados Unidos. Me faltan palabras para decirles lo conmovido y honrado que me siento por esta invitación para hablarles en este importante momento.

Creo en lo que les he hablado. Parte de lo dicho, lo he dicho buscando eso que llaman licencia artística; muchos de ustedes se ejercitarán en ella para conseguir un modo de vivir. Y parte de lo que aún no he dicho, lo he editado, porque se que están aquí los involucrados, dando un vistazo, y la Señora Presidenta sabe donde estoy estacionado...

Pero, hablando seriamente, me permito darles los siguientes consejos y espero que los tomarán de la mejor manera posible. Es lo que yo llamo mi "Programa de Doce Pasos", el Programa de Harvey, que quiero compartir con todos ustedes:

1  Nunca mientan, y nunca dejen que nadie los afrente con una mentira.   La verdad, o la búsqueda de ella, es todo lo que tenemos. 2  Nunca hagas algo de lo que te averguenzes.   Si lo que haces te averguenza, eso significa que algo dentro de ti piensa que es erróneo y si tu crees que es erróneo, no deberías realmente estarlo haciendo. 3  Toma toda la responsabilidad de tus actos y de ti mismo.   Eres el único que puede decir y decidir lo que va en pro o en contra de tu cuerpo 4   Admite siempre cuando te hayas equivocado.   Te ahorrarás miles de terapias tardías - y unos cuántos amigos también. 5  Cambia tu mentalidad tan seguido como sea posible.   Solo porque ayer creías en algo, no implica que necesariamente debas de creerlo hoy.   Nunca te conviertas en prisionero de tus propias opiniones. 6  Ten cuidado de cualquuiera que te diga que tiene la verdad.   Creeme, no la tienen y únicamente creen tenerla. 7  Cuida de ti mismo en primer término, después de tu familia, luego de tus amigos.    Y si posees algo, no te aferres, compártelo. 8  Has algo, cualquier cosa, diariamente, para cambiar el mundo.  No necesita ser necesariamente grande; tan solo puede ser dar cinco centavos a una persona en la calle, plantar un árbol, recoger basura.   Lo que sea cambiará al mundo. 9  Cuando no tengas algo mejor que hacer, sonrie.   Tendrás que darme crédito y confiar en mí acerca del milagro que este paso te proporciona. 10  Toma un poco de tu tiempo diario para estar solo y pensar.   Cinco o diez minutos son suficientes.   Y te mantedrán sano. 11   Ten todo el sexo que desees, sexo seguro.   Aunque mantén la lujuria lejos de tu camino.   Es la única manera que conozco para asegurarte que te enamorarás bajo las razones correctas.   Y a todos les deseo que encuentren el verdadero amor. 12  Aprende algo nuevo cada día.  Lee el artículo de un diario que normalmente no leerías.   Abre un diccionario en una palabra que nunca has escuchado o que nunca has entendido.

Este es mi programa. Y éste es mi discurso. Unas palabras en particular para todos los homosexuales y lesbianas que hoy se gradúan:

Como lo fue en un principio, probablemente será en este su tiempo también.Desde Platón hasta Walt Witman, desde Eleanor Rooselvet a Safo, somos los padres sociales y culturales de hijos ingratos. Les damos las casas en las que viven, las ropas que llevan, el arte, la música y la comida de la que disfrutan. No esperen su agradecimiento, y hagan el trabajo por ustedes mismos. El arte se basta a sí mismo.

Nunca caigan en el silencio. Nunca se permitan a ustedes mismos ser convertidos en víctimas. No permitan que nadie defina sus vidas, pero sean ustedes mismos los que la definan.

Graduados de Bennington Clase 1992, ¡Salgan y hagan Historia!

© 1996 richardd@netdoor.com

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Si lo prefieres en inglés, puedes leer la versión original.

HTML y traducción: Marco Antonio.                                                                                           1999.